Una de las cosas que más sorprende en el Quijote es la manera en la que Cervantes hila lo cotidiano con la literatura tomada en serio o como parodia. En el Quijote hay un sabio mezclar de trabajo literario con referencias a otros textos con elementos procedentes directamente de la observación de la realidad.
En el capítulo de esta semana, en el que se contiene un giro más a la parodia de la literatura caballeresca que está en el inicio de la novela (aquí con toda la historia del duelo caballeresco a partir de la solicitud de doña Rodríguez), mezcla Cervantes dos elementos: en primer lugar, la desvalida situación en la que se encuentra una mujer deshonrada por un campesino rico protegido por el señor; en segundo lugar, la relación de acontecimientos cotidianos que encontramos en la carta de Teresa a Sancho. Por un lado, la crítica más dura, por el otro, el costumbrismo.
Cervantes consigue así atar a la realidad de su época una novela que, inicialmente, parte de una alta densidad literaria. Toda una lección.
En el capítulo de esta semana, en el que se contiene un giro más a la parodia de la literatura caballeresca que está en el inicio de la novela (aquí con toda la historia del duelo caballeresco a partir de la solicitud de doña Rodríguez), mezcla Cervantes dos elementos: en primer lugar, la desvalida situación en la que se encuentra una mujer deshonrada por un campesino rico protegido por el señor; en segundo lugar, la relación de acontecimientos cotidianos que encontramos en la carta de Teresa a Sancho. Por un lado, la crítica más dura, por el otro, el costumbrismo.
Cervantes consigue así atar a la realidad de su época una novela que, inicialmente, parte de una alta densidad literaria. Toda una lección.
Os animo a mandarme imágenes que reflejen la iconografía cervantino-quijotesca o a que las publiquéis en vuestros blogs, para acumular toda la información posible sobre Cervantes y el Quijote. Sobre todo me gustaría publicar imágenes no usuales, aquellas de pequeños lugares.
También os pido que me remitáis autorretratos quijotescos. Recordad que debéis estar con un ejemplar del libro o en actitud quijotesca.
Noticias de nuestro Quijote
Cornelivs pide disculpas al grupo por no comentar el capítulo de esta semana.
Firvulag comenta el capítulo 32 de la Primera parte, con el debate sobre la realidad o la ficción de los hechos caballerescos y lo trae a la actualidad de forma inteligente, al compararlo con la lectura de los periódicos hoy.
Lola continúa con su Diario quijotesco, ahora con una reflexión a partir del encuentro con los molinos que él vio gigantes.
Jan Puerta comenta los dos ejes sobre los que gira el capítulo fijándose sobre todo en la petición de doña Rodríguez y lo cotidiano en las cartas de Teresa. Lo ilustra con un don Quijote que parece haber sobrevivido a luchas a brazo partido con otros objetos también cotidianos y unos sorprendentes grabados de una edición inglesa.
Asun reflexiona sobre las circunstancias del duelo que se avecina y en el que don Quijote protegerá a las dos peticionarias y las cartas de Sancho, sin que se le olviden ni las bellotas ni el queso.
Manuel Tuccitano nos propone una excelente forma de ver el capítulo: la ingenuidad de doña Rodríguez y Teresa Panza que contrasta y tanto con la refinada hipocresía cortesana.
Paco Cuesta nos ilumina otro de los significados del capítulo: don Quijote comienza a tomar las riendas de su vida tras tanto tiempo ocioso en la casa de los Duques sirviéndoles de diversión. Eso es, en efecto, su participación en el asunto de doña Rodríguez por muy esperpéntico que parezca.
Nuestra Merche Pallarés, por ahora desconectada, nos dejó programado su comentario del capítulo, en el que, además de resumir las partes esenciales no deja de calificar a su favorita duquesa como facinerosa.
Antonio Aguilera no deja títere con cabeza y afina su puntería contra la hija burlada de doña Rodríguez, aunque no le dé tiempo para llegar a la carta.
Cosmo ve la inquietud de don Quijote, deseoso de salir al camino y se centra en su comentario del capítulo en la personalidad cruelmente burlona de los Duques, que no se paran en nada con tal de divertirse.
Pancho relata todos los pormenores del capítulo y en especial el uso del capítulo para reflejar registros lingüísticos cervantinos: tiene razón, el Quijote es un ejemplo de la variedad y riqueza de la lengua usada con ajuste en cada momento. No os perdáis las ilustraciones.
Myriam -qué bueno que ahora nos dé completo su nombre- publica la segunda parte de su excelente análisis de la personalidad de Teresa Panza: todo un regalo de lectura y análsis académico.
Firvulag comenta el capítulo 32 de la Primera parte, con el debate sobre la realidad o la ficción de los hechos caballerescos y lo trae a la actualidad de forma inteligente, al compararlo con la lectura de los periódicos hoy.
Lola continúa con su Diario quijotesco, ahora con una reflexión a partir del encuentro con los molinos que él vio gigantes.
Jan Puerta comenta los dos ejes sobre los que gira el capítulo fijándose sobre todo en la petición de doña Rodríguez y lo cotidiano en las cartas de Teresa. Lo ilustra con un don Quijote que parece haber sobrevivido a luchas a brazo partido con otros objetos también cotidianos y unos sorprendentes grabados de una edición inglesa.
Asun reflexiona sobre las circunstancias del duelo que se avecina y en el que don Quijote protegerá a las dos peticionarias y las cartas de Sancho, sin que se le olviden ni las bellotas ni el queso.
Manuel Tuccitano nos propone una excelente forma de ver el capítulo: la ingenuidad de doña Rodríguez y Teresa Panza que contrasta y tanto con la refinada hipocresía cortesana.
Paco Cuesta nos ilumina otro de los significados del capítulo: don Quijote comienza a tomar las riendas de su vida tras tanto tiempo ocioso en la casa de los Duques sirviéndoles de diversión. Eso es, en efecto, su participación en el asunto de doña Rodríguez por muy esperpéntico que parezca.
Nuestra Merche Pallarés, por ahora desconectada, nos dejó programado su comentario del capítulo, en el que, además de resumir las partes esenciales no deja de calificar a su favorita duquesa como facinerosa.
Antonio Aguilera no deja títere con cabeza y afina su puntería contra la hija burlada de doña Rodríguez, aunque no le dé tiempo para llegar a la carta.
Cosmo ve la inquietud de don Quijote, deseoso de salir al camino y se centra en su comentario del capítulo en la personalidad cruelmente burlona de los Duques, que no se paran en nada con tal de divertirse.
Pancho relata todos los pormenores del capítulo y en especial el uso del capítulo para reflejar registros lingüísticos cervantinos: tiene razón, el Quijote es un ejemplo de la variedad y riqueza de la lengua usada con ajuste en cada momento. No os perdáis las ilustraciones.
Myriam -qué bueno que ahora nos dé completo su nombre- publica la segunda parte de su excelente análisis de la personalidad de Teresa Panza: todo un regalo de lectura y análsis académico.
Abejita de la Vega inicia su comentario del capítulo con el desafío ilustrado... y con el regreso de doña Rodríguez, que vuelve a usurpar el ordenador de Abejita. Después, nos da un ejemplo de cartas, sartas y... un queso con la continuación de excelentes y oportunas ilustraciones, centrándose en la aparición de lo cotidiano. Finalmente, publica la nota del Sanchico -gracias a Ele Bergón-, que no es que ande muy bien de geografía el muchacho, pero estalla de contento al saber que existe...
Enlace con el blog construido por Manuel Tuccitano expresamente para esta lectura y que puede considerarse un agregador con los enlaces de todos los blogs participantes de forma regular, aquí.
Enlace con el grupo en Facebook, aquí. (Este grupo no sustituye a la lectura en este blog y no estáis obligados a uniros: lo usamos sólo como complemento, para informarnos, preguntar y debatir.)
Enlace con la entrada en la que encontraréis sugerencias si os incorporáis con la lectura ya iniciada, aquí.
Si me he olvidado de alguien, hacédmelo saber y lo subsanaré. Recordad enlazar vuestras entradas con La Acequia, para poder encontrarlas.
Vale.
9 comentarios:
Me alegro muchísmo, PEDRO, de que te gustara mi trabajo. Lo hago con total placer para mí y para el grupo. Creo que el personaje de Teresa -como muchos otros personajes secundarios de Cervantes- son sensacionales.
Saludos a todos
PD. Y gracias nuevamente por tu generosidad, PEDRO, al conducirnos en esta lectura como lo haces.
Corrijo: debe decir "es sensacional"- vale.
Desde luego Cervantes nos está constantemente mostrando con amplia profusión de detalles y de forma muy amena la forma de vida de la época.
Besos
Cervantes nos lleva a la caricatura de los duelos en su empeño de parodiar los libros de caballería. Nos baja a la realidad de lo cotidiano en el medio rural con las cartas de Teresa.
Digna de admiración es tu capacidd de síntesis en el recorrido quijotesco de los lunes; trabajo ímprobo.
Un abrazo.
Estoy con pancho...que bien sintetizas el contenido de cada una de nuestras opiniones, que yo las catalogaría de interpretaciones...salud
Cervantes desciende magistralmente al mundo de lo cotidiano. Teresa aprovecha el sayo roto para convertirlo en vestido, para Sanchica...Los corales son de los buenos. .. El precio de la carne y del pan, en esa corte de sus pecados... Y remata con su queso favorito, el de Tronchón. Bueno, el de Teresa no es de Tronchón pero es todavía mejor.
Esa exposición de viejos trajes me ayudó a meterme en el mundo cotidiano de Teresa y Sanchica, aunque no coincidiesen ni el lugar ni la época. En cuanto vi esos corales me imaginé a las Panza,jugueteando con ellos.
Un abrazo, Pedro.
Lo cotidiano hecho literatura, realidad, costumbrismo, crítica, todo está en El Quijote.
El ambiente que se recrea es enfermizo. El Duque permite, consiente, que un hombre "insano" y mayor se bata en duelo con uno de sus protegidos, acuciando aún más si cabe la vejación de la hija de la Dueña Rodríguez que está presente. Es como si uno fuera a solicitar el amparo del Alcalde y éste se pusiera de parte del asesino.
Tensión e injusticia.
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