Según el refranero, el ser humano es Sancho el Bravo con la arrogancia de la juventud, Sancho el Fuerte cuando la madurez le hace sentir seguro y Sancho Panza cuando la vejez le enseña que la vida se remansa.
-Un abrazo, querido Sancho, que tú desde el principio fuiste sabio.
23 comentarios:
Vaya el mìo tambièn.
Y el mío.
Eso, eso, un abrazo colectivo
pues nada...vaya el mio también...que ya creí que era jueves..salud
Totalmente de acuerdo.
Bueno, una cosa buena ha tenido el Dr. Pedro Recio, natural de Tirteafuera: que ha impedido que Sancho pase a ser Sancho el Craso.
Un abrazo.
Abracémosle por su sabiduría pero no le invitemos a comer a menos que tengamos la despensa llena.
Un abrazo
Já agora, também o meu abraço para Sancho ...
Para ti,meu amigo,besos.
Solo un sabio como Sancho podría ser gobernador de semejante Insula.
¡Ay, mi Sancho! Qué adorable es... y lo que esos desalmados ¡le hacen sufrir! No tienen perdón de los dioses. Besotes comilones, M.
O lo que es lo mismo, las tres etapas de la vida. La infancia que es ignorancia, inconsciencia. La divina juventud, la fuerza, la fortaleza, los excesos.La madurez, la mesura, el sentido, la sabiduría, el otoño.
Chulisimo, no lo había leido nunca, me ha encantado.
Saber cuando cambiar los pantalones tiene su miga...
Fuerte, bravo o con panza, lo importante es que siempre fue Sancho.
Besossss.
Sancho siempre ha sido ¡Magnífico!
Una vez más tengo que convenir con el refranero...
Yo ando de Sancho Panza.
¡Qué me han gustado esas secuencias!
La ternura de Sancho Panza nos siembra de sabiduría.
Lo malo es cuando aparece Sancho el petulante a eso de la mediana edad.
¿En qué personaje se refleja más el autor?
¡que divertido!
yo no me veo encajada en ninguno de los tres tipos pero sí quizá con un toque de cada uno.
bicos,
Sancho era analfabeto, pero sabía hacer muchas cosas. Hoy día los analfabetos saben leer y escribir.
Debería ser al revés:
Sancho Panza cuando somos jóvenes para que las hormonas no se nos suban a la cabeza
Sancho el Bravo al concluir nuestra aventura para afrontar la muerte
Sancho el Fuerte durante toda nuestra vida, porque hay que echarle un par para vivir.
Y todo esto lo suscribo por llevar la contraria porque en el fondo yo quisiera ser Sancho, que la Panza y la Teresa ya las tengo. :P
Tal vez Sancho represente un poco de todo.
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