lunes, 11 de enero de 2010

Sobre la crítica social y la lectura moderna, Merche Pallarés con don Quijote y Sancho en Madrid y noticias de nuestra lectura.

En el Quijote hay una crítica social evidente, que se extiende a todos los estamentos sociales y oficios. En nuestra lectura hemos llegado al encuentro con los Duques. En estas páginas hay una intención clara de crítica a lo que representan los Duques, tanto en su condición de grandes de España como en la forma de entender su corte como una representación en pequeño de la corte de los Reyes españoles de su momento. Vimos en la primera parte que tampoco salía bien parado otro grande de España en la historia de amores cruzados. Allí todo se arregla con las bodas, al estilo de las comedias barrocas de final feliz porque el argumento era esencialmente literario. Aquí no habrá ese final que nos reconcilie con los personajes porque, a pesar de que podamos encontrar algunos modelos previos, Cervantes extrae estos personajes directamente de su observación de la realidad.

En la Segunda parte, Cervantes profundiza en el contenido político-social que ha estado presente desde el principio: veremos que una de las líneas temáticas a partir de ahora es el debate de la forma de gobierno y la actuación de los gobernantes. La de los Duques no es un buen ejemplo, por supuesto, y no sirve como excusa el hecho de encontrarse en tiempo de placer y ocio.

Sin embargo, Cervantes no llegará nunca a pretender una revolución del sistema político. Pide, como buen moralista de su época, que cada uno cumpla su función social de la mejor manera posible y sea retribuido por ello. Él no quiere que no haya Duques sino que los grandes de España sean lo que deben ser: un ejemplo dentro del estamento de la nobleza. Ya es mucho lo que dijo para su tiempo.

Debemos ser precavidos a la hora de atribuir a Cervantes posturas que no pudo sostener ni por ideología ni por época. La obra, sin embargo, crece con los lectores y cada lectura nos lleva a la explicación de un nuevo tiempo. Aunque no podamos pedirle a Cervantes determinadas cosas, las encontramos lícitamente en el Quijote porque nuestra lectura se realiza hoy. En definitiva, eso es lo que convierte un texto en una obra clásica y lo hace perdurar en el tiempo. Una obra que no podamos leer desde nuestro tiempo será sólo objeto de estudio académico.

Merche Pallarés con don Quijote y Sancho en Madrid



Merche Pallarés ha estado estos días en Madrid: como no podía ser menos, aprovechó para buscar un lugar bien cervantino como el conjunto escultórico de la Plaza de España levantado en homenaje a Cervantes y el Quijote. Allí dejó que su hija la retratara. Me dice, y así lo hago constar, que estas fotos quiere dedicarlas a Jan Puerta, quien hizo referencia a este lugar en una de sus entradas. Lo más gracioso es que pensó que alguno de los que allí estaban fotografiándose con ella podían ser seguidores de esta lectura. Quién sabe, querida amiga. ¡Gracias Merche!

Os animo a mandarme imágenes que reflejen la iconografía cervantino-quijotesca o a que las publiquéis en vuestros blogs, para acumular toda la información posible sobre Cervantes y el Quijote. Sobre todo me gustaría publicar imágenes no usuales, aquellas de pequeños lugares.

También os pido que me remitáis autorretratos quijotescos. Recordad que debéis estar con un ejemplar del libro o en actitud quijotesca.

Noticias de nuestra lectura

Fernando Portillo publica las postales con las que el excelente dibujante -y muchas otras cosas más- Juan Mons ha felicitado la Navidad en los últimos años. Traigo aquí la entrada para recomendaros la de 2005-2006, de tema quijotesco.

Cornelivs sabe ver, en su comentario, cómo encaja la actitud de los duques en el cambio de actitud de Cervantes con respecto a sus personajes: la clave está en, en efecto, en que es un libro que habla de lecturas.

Myr continúa y amplía, de forma excelente, su análisis psicológico de las relaciones entre don Quijote y Sancho, ahora con el capítulo séptimo de la segunda parte. Muy recomendable para comprender las claves de su relación a través del diálogo.

Antonio Aguilera resume los aspectos esenciales del capítulo, acertando en sus citas. La ilustracion que acompaña su comentario da miedo: por lo cierta.

Pancho vuelve a dar un ejemplo de cómo reseñar las claves del texto, pero dejadme que de nuevo os vuelva a llamar la atención sobre las ilustraciones que elige, especialmente esa doña Rodríguez. Después, nos regala una deliciosa entrada sobre la relación de Carmen Martín Gaite y el Quijote: el placer de la lectura en su más alta intensidad.

Jan Puerta nos llama la atención sobre la excelencia del capítulo y cómo nos atrapa desde la primera lectura. Ilustra su comentario con un curioso compañero de estantería, grabados dieciochescos y un artículo de Azorín -lector atento del Quijote.

Paco Cuesta comenta el capítulo desde una perspectiva que le permite profundizar en las razones de la crítica social de Cervantes, tarea en la que debemos seguir en las próximas semanas.

Del ordenador de Abejita de la Vega salta otro secundario excelente de tantos que nos ha regalado: ahora es la dueña doña Rodríguez, que da su versión de los hechos narrados, para terminarla más adelante, pero antes había comentado -y con video- el necesario acto de perfumar a don Quijote tras tanto camino... Después, el Sanchico, vía Ele Bergón, comenta -un tanto orgulloso, para qué negarlo- lo bien que son recibidos en casa de los Duques su padre y don Quijote y lo poco que le gusta a su padre el agua para lavarse...

Aldabra se aventura en solitario por la ciudad... y nos regala a todos unos cuantos quijotes.

Pedro Escudero ha republicado una antigua entrada, que algunos recordaréis, sobre cómo iniciar una narración en la que parte de nuestro análisis del Quijote, ahora en una nueva página.

Enlace con el índice de nuestra lectura, elaborado por Raúl Urbina : Primera parte y Segunda parte.
Enlace con el blog construido por Manuel Tuccitano expresamente para esta lectura y que puede considerarse un agregador con los enlaces de todos los blogs participantes de forma regular, aquí.
Enlace con el grupo en Facebook, aquí. (Este grupo no sustituye a la lectura en este blog y no estáis obligados a uniros: lo usamos sólo como complemento, para informarnos, preguntar y debatir.)
Enlace con la entrada en la que encontraréis sugerencias si os incorporáis con la lectura ya iniciada, aquí.
Si me he olvidado de alguien, hacédmelo saber y lo subsanaré. Recordad enlazar vuestras entradas con La Acequia, para poder encontrarlas.
Vale.

21 comentarios:

Silvi (reikijai) dijo...

Que buenas fotos...se nota que las temperaturas estaban muy bajas. Merche una valiente;todo sea por el Prof. y d.Quijote....Ahora que tengo algo de tiempo...paso a leer.Besitos.Silvi.

Marina dijo...

Buenas fotos...¡Don Quijote no es que cabalgue de nuevo, es que no ha dejado de cabalgar!!
Un abrazo nevado

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Abrazos para todos...!

São dijo...

Pois é, nunca devemos olhar com os nossos olhos as épocas anteriores, por mais difícil que seja.
Cervantes, embora um escritor estupendo, não deixa de estar enquadrado no seu tempo e, por essa razão, nem pensa sequer na abolição da nobreza.

Un fuerte abrazo.

Myriam dijo...

Ya visité todos los enlaces. Preciosas las fotos de Merche con DQ y S.

Si, en verdad, impresiona ver la actualidad de la obra de Cervantes y sus múltiples lecturas, aplicables a nuestro presente.

Como sigo trabajando en el análisis psicológico vuelvo sobre los capítulos anteriores y con cada relectura, me sorprendo más.

Abrazos
PD Y aunque Cervantes fuera, obviamente, un hombre de su tiempo, creo yo que en algunos aspectos era bastante de avanzada.

fernando dijo...

Esta sección sigue siendo un referente de la blogosfera. Un abrazo.

Abejita de la Vega dijo...

Enhorabuena a Merche por sus madrileñas fotos.Puede ser,tal vez Merche se cruzara con uno de los seguidores de esta lectura.
Aunque no sea un revolucionario, Cervantes da una visión muy crítica de la pequeña corte de esos odiosos duques que han de ser un ejemplo y no lo son. Y la descripción del grave eclesiástico es muy, muy atrevida.
A ver cómo se porta esa dueña Rodríguez que se ha colado en mi ordenador...Sigamos, que queda mucha tela que cortar.
Un abrazo

pancho dijo...

No debió ser nada fácil para Cervantes hacer critica social, no podía morder la mano que le daba de comer, aunque fuera poco. Dependía del mecenazgo de algún pudiente para poder dedicarse a escribir, que a mayores, eran sus lectores; los únicos que podían permitirse el lujo de comprar libros, tampoco abundaban los que supieran leer y escribir y menos que estuvieran interesados en leerle. De ninguna manera los censores debían leer los libros a fondo, de otra manera no habrían permitido algunas de sus páginas.

Merche nos debía unas fotos de este estilo, sin espejos ni cosas raras. La otra de los espejos parecía hecha por los encantadores que truecan todas las cosas. Además sin el grupo de turistas alrededor escuchando sus explicaciones. Sólo le faltó subirse a la grupa de Rocinante y echarse a los caminos.

De nuevo, excelente trabajo, de ninguna manera recompensado.

Un abrazo

Hernando dijo...

hace tiempo que estoy pensando que a nuestro Don Quijote le sucede como a muchas parejas, que se van desinflando con el correr del tiempo, pues no,le veo muy enamorado de Dulcinea, tal vez al verla de ruda pagesa o labradora se desenamoró un poco, pues no sé si es en este capítulo que hemos leído o en el próximo, el señor eclesiástico se mete mucho con ella y en la primera parte nuestro Don Quijote por menos le hubiese hecho un buen ocho en la barriga que casi todos los curas suelen exhibir. Me dá que en esta segunda parte tenemos a nuestro Don Quijote más pacífico. Las fotos de Merche geniales y he tenido la oportunidad de comentarlas con ella en vivo y en directo.

Merche Pallarés dijo...

Gracias querido Pedro por publicarlas. Sí, hoy he tenido el gran placer de conocer a nuestro HERNANDO (he escrito un pequeño post). PANCHO, muy tentada estuve de subirme a la grupa de Roci detrás de Quijo no lo creas pero temí caerme y romperme la crisma... Ya no tengo edad para ciertas locuras... Besotes cuerdos, M.

Teresa dijo...

"En definitiva, eso es lo que convierte un texto en una obra clásica y lo hace perdurar en el tiempo. Una obra que no podamos leer desde nuestro tiempo será sólo objeto de estudio académico"

Aquí está la clave.

Teresa dijo...

(no puedo comentarlo allí)

"Lolita, light of my life, fire of my loins. My sin, my soul. Lo-lee-ta: the tip of the tongue taking a trip of three steps down the palate to tap, at three, on the teeth. Lo. Li. Ta."

¡qué maravilla de frase!

muchas veces la primera línea es el final, los párrafos se descolocan y lo que parecía un galimatías cobra sentido.

Teresa dijo...

Mucho afán por colocarse a las posaderas del rucio y a los pies de Cervantes.

¿No te cansas de hacer excursiones?
:P

Anónimo dijo...

Buenos días, profesor Ojeda:

Siguiendo los comentarios de Merche Pallarés descubrí La acequia, en el 2008.
Luego vino mi reencuentro con Cervantes, y con Don Quijote y sus amigos del siglo XXI, que son todos los que leen, comentan y acompañan al caballero y al escudero, semana a semana, en sus aventuras y desventuras.
Merche forma un conjunto perfecto, a pie, en la fotografía.

Saludos. Gelu

Merche Pallarés dijo...

BIPO, y menos mal que el rucio no soltó un gas de metano... Ahora, es emocionante encontrarte entre ese trio maravilloso, tan grandiosos, ¡tan esculturalmente merecidos! Me conmovió, la verdad. Besotes, M.

Merche Pallarés dijo...

¡Ah! gracias GELU. Nunca me hubiera imaginado que descubrieras LA ACEQUIA debido a mis humildes comentarios. Me has dejado de piedra (como las estatuas...) Besotes, M.

Kety dijo...

Mi comentario es para Merche.

Precisamente tú, echaste de menos ese lugar cuando don Quijote y Sancho estuvieron en Madrid. Por eso me alegra verte fotografiada junto a ellos.

Con el Quijote tengo que ponerme al día. mientras tanto...
Pedro, un abrazo

matrioska_verde dijo...

es un placer... que pena que no supiera que existían ese quijote y sancho en madrid, con los que se retrató Merche... vaya, la próxima vez será.

biquiños,

Señor De la Vega dijo...

Mi Señor Ojeda,
Etiquetar las ideas Cervantinas, coincido con usted que resultaría tan absurdo como improductivo, mucho más sus posturas políticas, aunque seguro que las tuvo y también apostaría a que evolucionaron, como las mías y las suyas.
(Lastima no haber estado presente en las cervantinas tertulias mesoneras, pues quiero imaginar que la política discutida fue de gran altura).

Pero sus escritos y en particular el Quijote, muestran un tratamiento de los estamentos sociales de su época y anteriores, tan humanos como escatológicos, tan desposeídos de formalismos, que permiten ver al príncipe desnudo, a la dama en cueros, al señor defecando, al plebeyo como le trajo su madre al mundo, al clérigo en pelotas, al militar en carne viva y así en esa guisa leerlos, dejando con ello el autor que el lector imagine lo que no es exigible al escritor; y aunque acusado de moralista, envidio yo esa moral que se corre a así misma y corre todo los sagrado del momento con la ambigüedad más pura.

No escribió un tratado político Cervantes, sino una transgresión carnavalesca llena de chirigotas, donde nos informa con detalle pasmoso, como los principales realizan las más grandes bufonadas y el bufón el mejor reinando en su discurso.
No para de sugerirnos en dos pesados tomos, pero sobre todo en el segundo, entre razones y diálogos, que los estamentos son tan inútiles o superfluos como quienes los conforman, y no propone su supresión porque el problema de fondo no le parece el modelo sino su falta de alternativa, pesimismo que arrastra Don Quijote en su metáfora caballeresca; eso (la duda sistémica), discúlpeme si lo digo, fue siempre motivo de debate (entre los que saben) en el siglo XVI-XVII y cien siglos antes, porque da igual el modelo político si de lo que se carece es de políticos modelos. Porque da igual el orden social, si el orden está al servicio de los más injustos, malvados y miserables.

Pero por volver a nuestro tiempo, ningún escritor serio y afamado en la península, pierde renglones en realizar campaña seria, contra la vergonzosa anomalía de nuestro 'REINO de España' en el siglo XXI, me refiero a esa lacra ética de criar Zánganos a cuerpo de rey, bajo la patética forma de monarquía y lo peor, dejar que nos representen como cabeza (de rabo supongo, no de estado); y sin embargo, a pesar de tal atentado contra el intelecto, parece ser que no molesta grandemente a ningún 'intelectual' de los mediáticos, así que no seré yo quien exija tal cosa a Don Miguel cuatro siglos antes, ya hizo bastante al escribir lo escrito, la comparación casi que ofende, cuando nos vemos sometidos como Quijotes o Panzas, a la broma de mal gusto en el anual discurso (real) y (clavileño).

La Señora Merche, luce luz de luna en su cabello y discreción en la sonrisa. Me alegra verla tan Quijotesca.

Suyo, Z+-----

Merche Pallarés dijo...

SEÑOR DE LA VEGA, como siempre, me ha en-can-ta-do su análisis quijotesco y agradezco mucho su comentario tan poético sobre mi cabello. A sus pies, M.

Alatriste dijo...

No andaría muy mal acertado si pensara que todos los ávidos lectores de la obra que conocemos esta escultura, nos hemos hecho la foto correspondiente, jejeje. Desde luego impresiona por su tamaño.

Un saludo