Cervantes debió ser muy consciente de la recepción de su libro. En general, todo el Barroco puso la recepción dentro mismo de la problemática del arte. Ya vimos que en la primera parte se anticipaba -en especial a través del truco de los diferentes narradores- a posibles lecturas, desde el mismo prólogo.
Cervantes no se quedó en la mera curiosidad que siente todo autor sobre cómo se acogen sus obras, sino que integra estas recepciones en la continuación de la obra y lo hace con una naturalidad soprendente. Esta es una de las varias maravillas técnicas que hacen del Quijote una obra maestra y un caudal inagotable para todo aquel que quiere aprender a escribir.
En lo que va de segunda parte, ya hemos visto esta integración de las recepciones en varias ocasiones y diferentes planos.
Por una parte, desde el prólogo, Cervantes nos pone sobre aviso de que gran parte de lo que ocurra en su continuación será un juego inertextual de confrontación y superación con respecto a lo establecido por Avellaneda en su volumen. Lo veremos más claramente dentro de unos capítulos.
Por otra, desde que Sansón Carrasco llega con la noticia de que hay una novela impresa que cuenta las aventuras de las dos primeras salidas, los protagonistas no hacen más que dar vueltas a su condición de personajes. Carrasco les cuenta la popularidad de la obra, leída en corrillos y disfrutada en la intimidad, con las diferentes formas de entenderla. Lógicamente, don Quijote y Sancho se interesan sobre cómo han sido tratados por el autor: incluso ponen en cuestión su veracidad, aunque no dudan en recurrir a su condición de personajes de ese mismo libro que cuestionan para presentararse ante los otros. El bachiller usa los conocimientos sobre don Quijote adquiridos en su lectura para intentar que vuelva a la aldea, aunque fracasa como el Caballero de los espejos.
Como hemos visto, los Duques sí han leído el libro y lo han hecho a la manera en la que, según lo que conocemos, lo hicieron la mayoría de los lectores de la época de Cervantes: como un libro para provocar la risa. Cervantes debió ser consciente de que había sido leído así su libro prioritariamente . No debió molestarle porque, en gran medida, el libro busca la complicidad de la risa franca en el lector desde la misma construcción de la historia como parodia de las novelas caballerescas, pero que no le convencía plenamente correr el riesgo de que se tomara la novela como una obra en exclusiva de humor lo observamos en el cambio que introdujo en sus personajes en la segunda parte, en la que se reserva la risa abierta para unas pocas situaciones, buscando más la sonrisa inteligente pero abriéndose también a otro tipo de emociones que, en varias aventuras, destierran el humor completamente para dejarnos una impresión melancólica o de crítica a las costumbres de la época.
Todo eso estaba, por supuesto, en la primera parte, pero bien camuflado tras las extravagancias de don Quijote. Por eso mismo, Cervantes prepara con gran habilidad el encuentro con los Duques. Asistimos al final de la aventura del barco encantado que parecería ser como la de los molinos pero termina de forma diferente. Pero su juego con la rececpión de la obra como novela exclusivamente cómica se establece con la caída de don Quijote provocada por la torpeza de Sancho: la Duquesa se ríe y en las páginas que siguen veremos continuas referencias a la risa franca o contenida. No es para menos: la Duquesa piensa que se comprueba punto por punto lo que ha leído sobre los personajes y, como lectora a la antigua no puede comprender que hayan evolucionado. Es en ese momento cuando Cervantes aprovecha para tejer una trama en la que se observa una tensión entre lo que esperan los lectores que leyeron la primera parte fijándose especialmente en su comicidad y lo que quiere ahora el autor.
Todo eso estaba, por supuesto, en la primera parte, pero bien camuflado tras las extravagancias de don Quijote. Por eso mismo, Cervantes prepara con gran habilidad el encuentro con los Duques. Asistimos al final de la aventura del barco encantado que parecería ser como la de los molinos pero termina de forma diferente. Pero su juego con la rececpión de la obra como novela exclusivamente cómica se establece con la caída de don Quijote provocada por la torpeza de Sancho: la Duquesa se ríe y en las páginas que siguen veremos continuas referencias a la risa franca o contenida. No es para menos: la Duquesa piensa que se comprueba punto por punto lo que ha leído sobre los personajes y, como lectora a la antigua no puede comprender que hayan evolucionado. Es en ese momento cuando Cervantes aprovecha para tejer una trama en la que se observa una tensión entre lo que esperan los lectores que leyeron la primera parte fijándose especialmente en su comicidad y lo que quiere ahora el autor.
Es curioso y significativo que todo ello ocurra con su encuentro con los Duques. A la nobleza, como tal estamento social, le correspondía la continuidad de la función de la antigua institución de la caballería: pero no hay nada más lejos de la realidad. Para los Duques, don Quijote y Sancho no son más que un motivo de diversión: diversión cruel, como veremos. Sin saberlo, don Quijote y Sancho se convertirán en bufones de una corte que es una representación, en miniatura, de la España del momento. Cervantes usa todo su ingenio narrativo para trasformar la bufonada en una amarga lección sobre la España imperial de principios del siglo XVII sin que nadie pueda demostrarlo y denunciarlo ante los órganos censores: es decir, reclamar del receptor inteligente, una nueva forma de leer el libro.
Metis, autora de un blog que os recomiendo, se hizo peregrina a Santiago pero no por el camino francés, sino por el portugués. Llevó con ella su mundo interior, tan rico y sorprendente, pero también el veneno de nuestra lectura. Y con ese agudo instinto que se nos ha abierto a todos para cazar quijotes, pasó por Toledo y nos regala tres diferentes: a dos los iguala su sonrisa y el tercero, sin ella, se sorprende quizá porque acaba de salir del comercio y no llevaba tarjetas de crédito para pagar. El último lo cazó en Coimbra y es un anuncio de una obra de teatro que desconozco pero me apunto para conseguirla. Gracias por todo, Metis, sobre todo por colaborar de esta forma con nosotrs.
Os animo a mandarme imágenes que reflejen la iconografía cervantino-quijotesca o a que las publiquéis en vuestros blogs, para acumular toda la información posible sobre Cervantes y el Quijote. Sobre todo me gustaría publicar imágenes no usuales, aquellas de pequeños lugares.
También os pido que me remitáis autorretratos quijotescos. Recordad que debéis estar con un ejemplar del libro o en actitud quijotesca.
Noticias de nuestra lectura
Pancho da las claves del capítulo, para terminar reseñando el nuevo lugar de Sancho. No os perdáis las ilustraciones.
Antonio Aguilera comenta el capítulo desde que los protagonistas tienen el ánimo por los suelos hasta que lo tienen por las nubes tras encontrarse con una de verde...
Cornelivs no esconde su animadversión con los Duques desde su primera lectura de la obra: y así comenta lo que ocurre en este capítulo.
Manuel Tuccitano ve con acierto la situación del capítulo tras la situación precedente y cómo recibirán inicialmente el encuentro con los Duques don Quijote y Sancho. Y no os perdáis el enlace que ha encontrado.
Abejita de la Vega escribe un magnífico resumen del capítulo, dando las claves de la tristeza inicial y la alegría final de los personajes tras el encuentro con los Duques. Quizá tenga también razón en imaginarse a la Duquesa como la ilutración con la que acompaña su entrada. Después publica una nota del Sanchico, al que el amor le hace leer hasta a Nabokov.
Paco Cuesta ve algo musical en el ritmo de este capítulo: de la meditación a la comedia y con futuro amargo.
Enlace con el índice de nuestra lectura, elaborado por Raúl Urbina : Primera parte y Segunda parte.
Jan Puerta lee el capítulo desde la clave de la relación entre el libro y el lector. Para ilustrarlo escoge una imagen en la que el libro se hace hueco entre otros y un grabado del siglo XIX que ilustra la aventura del barco encantado.
Pancho da las claves del capítulo, para terminar reseñando el nuevo lugar de Sancho. No os perdáis las ilustraciones.
Antonio Aguilera comenta el capítulo desde que los protagonistas tienen el ánimo por los suelos hasta que lo tienen por las nubes tras encontrarse con una de verde...
Cornelivs no esconde su animadversión con los Duques desde su primera lectura de la obra: y así comenta lo que ocurre en este capítulo.
Manuel Tuccitano ve con acierto la situación del capítulo tras la situación precedente y cómo recibirán inicialmente el encuentro con los Duques don Quijote y Sancho. Y no os perdáis el enlace que ha encontrado.
Abejita de la Vega escribe un magnífico resumen del capítulo, dando las claves de la tristeza inicial y la alegría final de los personajes tras el encuentro con los Duques. Quizá tenga también razón en imaginarse a la Duquesa como la ilutración con la que acompaña su entrada. Después publica una nota del Sanchico, al que el amor le hace leer hasta a Nabokov.
Paco Cuesta ve algo musical en el ritmo de este capítulo: de la meditación a la comedia y con futuro amargo.
Enlace con el índice de nuestra lectura, elaborado por Raúl Urbina : Primera parte y Segunda parte.
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Si me he olvidado de alguien, hacédmelo saber y lo subsanaré. Recordad enlazar vuestras entradas con La Acequia, para poder encontrarlas.
Vale.
18 comentarios:
Magnífica la explicación... a pesar de las fechas en las que nos encontramos...muy bien enlazada y genialmente pedagógica, como no podría ser de otra forma... las fotos son muy simpática...gracias Metis.
Mi enhorabuena a Metis por sus quijotescas y simpáticas fotos.
Leyendo el final de tu entrada, he pensado en la jugada magistral de Cervantes,en su "amarga lección sobre la España Imperial", sin que la censura pueda reprocharle nada.Seguramente, la corte de Felipe III era tan disparatada como la de los antipáticos duques guasones. Y si pensamos en la de Carlos II,cuando Cervantes llevaba muchos años criando malvas...
Una nueva forma de leer el libro, lo que nos propone Cervantes y lo que nos propone Pedro Ojeda.
Un abrazo y que los Reyes se porten bien contigo.
Lindas las fotos.
Si es sorprendente todo el Juego este de Cervantes. Es como si los personajes se miraran desde distintos ángulos, entraran y salieran... subieran y bajaran. A mi me deja un sabor amargo la bufonada. La critica social es bien ácida y realmente muy chistoso que pasara la Censura. ¡Qué genialidad la de Cervantes! (y lo que el mismo se habrá reido de esos mediocres...)
Besos
Pedro: Nos puedes decir que interpretación darías,en la elección por Cervantes en los nombres Quijote-ano de Quijano
Y Sancho que como dice en el catalogo del enlace.....
Cuando Cervantes escribe que Sancho iba “sobre su jumento como un patriarca, con
sus alforjas y su bota” (I,VII) da la primera indicación acerca del carácter del escudero,
que fácilmente se interpretará como un hombre de pocas luces y más apegado a la
comida que a los pensamientos profundos.......
Por qué elegiria Cervantes el nombre de Sancho como escudero?
Tenemos Sancha de Castilla
Sancho el Sabio, Rey de Navarra...
As fotos estão muito interessantes.
Lá irei descobri-la.
Besos, PEdrinho.
En este punto de la lectura dudo de todos los narradores, incluido el judío, árabe, moro, budista, agnóstico y cristiano converso que debe ser un tal Pedro Ojeda (a la sazón el último amanuense de esta verídica y nunca sucedida historia)
Pues se complican las lecturas, los rumores, los encantadores y los distintos intérpretes y traductores y, no dejo de pensar que yo misma formo parte de esta parodia y comparsa.
severidad en Cervantes
Metis un bombón. Seguro que la escultura hizo un poder por salir de su cautiverio.
¡Menuda colección estás atesorando!.
Un abrazo para Metis y otro para tí.
Me voy a ver su blog.
Un abrazo
Demasiado complicado todo el juego de narradores y complejidad intertextual cervantinos para el lector medio actual, que se le ha ido acostumbrando a los mismos ingredientes trillados en todos los libros que se consumen para pasar el tiempo y alejarse de las preocupaciones cotidianas que nos acosan.
Lo que más me sorprende a estas alturas del Quijote es el juego de contrastes que hay a lo largo de toda la obra, el autor nos traslada de la prosa con significado más profundo a la situación más embarazosa en unas cuantas líneas. Estas subidas y bajadas constantes, tanto en la temática como en el nivel de lengua utilizado, hacen que se pueda mirar desde muchos ángulos.
Los duques aparecen en un momento crítico de la relación de los protagonistas. S amenaza con volverse, ya sin importarle ni ínsula ni jornal. Este salvamento in extremis hace que miremos a los duques con cierta benevolencia, no con la severidad que se merecerían: jugada maestra de C, como bien nos dices.
Estos DQ toledanos son más grandes que vestiglos: trabajo tienen para trasladarlos después de la jornada de comercio. Bonita referencia quijotesca desde la universitaria ciudad de Zeca Afonso, bañada por el Mondego, río penínsular que nace y muere en el país hermano. Gracias también a Metis por la valiosa aportación.
Igualmente a ti por el constante despliegue teórico cervantino, acentuado en esta entrada y por la publicidad del retablillo.
Metis,que buenas fotos.Y Cervantes un genio...Mostro con altura o locura ... lo peor de su tiempo.Besitos.Silvi.
exacto cervantes un genio
Feliz dia de Reyes, amigo. Un abrazo.
¡Llego tardísimo! con la lengua fuera y jadeando..., perdona querido Pedro. Me he quedado de piedra con las preciosas fotos de mi querida METIS--¡maravillosas! ¿¿A qué es muy guapa, mi niña?? Es que es un bombón...
Muy interesante tu comentario sobre este capítulo y el de PANCHO. Ahora estoy en Barcelona; en cuanto llegue a Ibiza y normalice mi vida, leeré y escribiré a todos mis queridos compañeros quijotescos. Muchos besotes, M.
feliz año nuevo
:-))
gracias a todos.
Y gracias a ti, Pedro, que aunque Quijote esta muy lejano para mi, veo que la sombra de vuestra lectura me persigue.
y mas de lo que te crees!! atento a la proxima foto jeje.
un beso pedro.
Acabo de llegar a este blog y me encanta que leáis El Quijote. Yo soy de La Mancha, tengo un blog de libros y voy poniendo un capítulo del Quijote de vez en cuando. Si lo queréis ver
www.loslibrosdeteresa.wordpress.com
Seguiré viendo el blog
Un saludo
Teresa
esta semana también me fotografíe con un Quijote, si me animo te la envío.
biquiños,
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