Es la escuela de la vida, siéntate y observa, se aprenderá el arte de vivir. Sentarse es símbolo de reposo, observción y razonamiento. Contradigo a Merche, parece más un peregrino del camino de Santiago,con sus albarcas.
Primero el pie... es bonito, bien formado y se apoya correctamente en el suelo. Como dice Merche parece de una escultura romana, posiblemente sea de un personaje del medievo español. Lo que lleva son sandalias, que no albarcas.
Segundo... sentarse, respirar hondo y contemplar es un ejercicio enriquecedor que debiéramos practicar todos para saber tomar distancia y reflexionar con criterio, con más criterio.
Y, bueno, que yo había entrado buscando a Manolo casadiego y ya me he enganchado.
Un ejercicio que nos vendría bien practicar más a menudo para tener una visión más objetiva de la vida y dejar reposar nuestra propia experiencia. La vida, como la buena cocina, necesita sus tiempos de reposo para terminar de hacerse.
...y un placer para el alma, el pensamiento, y sobre todo a veces para los sentidos... ¡Especialmente la vista que mira a la gente pasar e ir de un lado para otro! Qué ver pasar la vida...
Buenos dias Pedro, para mi el Arte esta en el que hizo esa escultura, casi seguro que poco estuvo sentado, mientras la esculpia. Por lo que siento, que el Arte es movimiento constante y ademas circular. La reflexion...la mirada al mundo me producen inquietud y ultimamente bastante impotencia. Algo de razon tienes, si la cuestion se la aplicaran los poderosos y se estuvieran quietos y miraran mas y mejor al mundo que les rodea. Saludos cordiales. Jesus
Para estar de pie, mejor se està sentado. Para estar sentado....mejor tumbado. Ahora bien, si es un alto-respiro en el camino, repósese el cuerpo y el alma que falta le hace.
Esto es un descanso en mi escritura del Quijote, creo que me estoy complicando hoy...
HERNANDO como dice CAMINANTE, NO son albarcas sino sandalias romanas o griegas o sea, no puede ser una estatua de un peregrino a Santiago. A mi me parece que debe de ser Séneca, Calígula, Aristóteles o Sócrates sentado dilucidando sobre lo efímero de la vida... Besotes filosóficos, M. P.D. ¿De quién es la estatua, profe?
El arte de sentarse a ver cómo corre el mundo, o el tiempo, o nuestros pensamientos, o los aviones que despegan y aterrizan exactamente cada dos minutos del aeropuerto de Heathrow si es que uno está sentado en una hamaca de Green Park, a un paso de Picadilly Circus; o los niños que juegan ¡qué encantador! o sus mamás, o las adolescentes en primavera, o el espectáculo en general de esos variopintos bípedos que componen la humanidad más inmediata, requiere inexcusablemente de una serie de complementos que paso a detallar a continuación: 1.- Unos lentes ahumados para disimular la dirección y el objetivo de nuestra mirada. 2.- Un periódico para hacer más efectiva la acción del gadget anterior y dar mayor libertad a nuestro fisgoneo de "voyeurs" impenitentes. 3.- Varios alimentos de tipo menudo, a saber: 3.1.- Migas de pan para atraer a las palomas y/o los patos. Es curioso la atracción que ejerce sobre nosotros ver deglutir a esos animales repugnantes. 3.2.- Caramelos para atraer a los niños. La intención y el resultado pueden ser muy variados según las tendencias y las patologías del paseante sedente. 3.3.- Una bolsa de pipas de girasol (los argentinos le dan el delicioso nombre de "un saquillo de vainas", pronunciando "sakiyo") Solo se puede acomodar uno debidamente en la zona de vacío de nuestra mente dándole trámite a una bolsa de pipas. 4.- Un bastón que, imprimiéndonos el suficiente aire de minusvalía, excite en los demás el ánimo de cedernos su asiento si todos estuviesen ocupados. Y una última consideración: el pie que aparece en la fotografía de Pedro pertenece sin duda a una de las infinitas estatuas pertenecientes al nuevo arte-chatarra urbano que tan de moda se ha puesto en las capitales de provincia.
- En la fotografía, el detalle escogido de la escultura, destaca el cuidado en ese pie hermoso y andarín. Y la compañía y el apoyo valioso y callado del cayado del peregrino. - Después de hacer camino, ¡qué bien sentarse!, y ver -reposadamente- el exterior de lo lo que hay fuera; y tratar de adivinar, lo que se oculta dentro de lo mirado.
En cualquier caso, y respecto al debate sandalias-albarcas, no serían "albarcas" sino abarcas.
Abarcas traigan calçadas, que non zapatos con laços. Con cuchillos cachicuernos, que non espadas ni dagas.
De estas trazas deseaba el Rey Alfonso VI que fueran calzados y armados los villanos que diesen muerte al Cid si resultaba no ser cierto que él había tenido parte en la muerte de su hermano. Las abarcas eran una suerte de almadreñas o enormes zapatones de madera que se usaban para caminar por senderos y trochas embarrados.
Por segunda vez, sobre la controversia sandalida/abarca. El diccionario de María Moliner dice lo siguiente: Sandalia.- 1.Calzado compuesto solamente por una suela sujeta por correas o cintas.2.Calzado propio del verano que deja descubierta gran parte del pie. El DRAE dice por su parte: Sandalia.-1.Calzado compuesto de una suela que se asegura con correas o cintas.2.Zapato ligero y muy abierto, usado en tiempo de calor. Tanto uno como otro recogen el término "albarca" y lo definen como "abarca". En el caso de María Moliner lo incluye en letra con un tipo menor, como si fuera un término en desuso. En cuanto al término abarca, María Moliner dice lo siguiente: Abarca.-1.Cierto calzado toscamente adaptado al pie, sin ajustarse exactamente a su forma, destinado a proteger especialmente la planta. Se hace de cuero fuerte y, ahora, también de cubiertas de automóvil deshechadas.2.Se aplica a un calzado demasiado holgado o mal ajustado. El DRAE dice: Abarca.-1.Calzado de cuero crudo que cubre solo la planta de los pies, con reborde en torno, y se asegura con cuerdas o correas sobre el empeine y el tobillo. Se hace también de caucho.2.Cantb. y Pal. zueco (‖ zapato de madera). Por lo tanto, y como resumen, resulta lo siguiente: 1.El calzado del personaje es una sandalia. 2.Albarca y abarca son términos equivalentes.3.Abarca es un zueco en Cantabria y Palencia. En el resto, es una especie de calzado tosco. En Ciudad Real, por ejemplo, la albarca se correspondía con la definición de MªMoliner, la suela era de caucho de rueda deshechada y era de uso común entre los trabajadores del campo, especialmente los gañanes. Estos se cubrían el pie con un peal (rectángulo de tela resistente, usualmente lona o loneta, restos de sacos usados para el transporte de grano) y, sobre el envoltorio, se ponían la abarca, que se ataba con cordelillo. Lamento el rollo, pero se lo debía a los gañanes de mi familia.
JUAN NAVARRO ¡Me han encantado sus explicaciones léxicas! Me ha recordado a la sección "Habla de Lumbrales" de mi/nuestro querido PANCHO. Besotes con albarcas/abarcas, M.
Siento, el haber dado lugar a esta polémica, si son sandalias, abercas o albercas, Juan Navarro creo que la cierra muy bien, pero en el sur de Burgos, las albarcas eran muy utilizadas, se las hacían los que las iban a llevar puestas y consistía en cuero remachado a una suela de zapato hecha de caucho de viejas ruedas, Pirelli, Michelin.. en aquél tiempo ya se reciclaba y como dice Delibes, los primeros ecologistas son los hombres del campo. Digamos que era un tipo de calzado para labradores, pastores y se utilizaba para trabajar. En cuánto a la escultura, desde luego son sandalias, griegas o romanas. Saludos.
Hola a todos: no sabéis cómo he disfrutado con vuestros comentarios a esta entrada. Esto es lo que diferencia La Acequia de otros muchos blogs: vosotros y vuestras intervenciones, con tanta calidad, humor e ingenio. La imagen es un fragmento de una escultura en bronce de hace unos cuatro años (no recuerdo bien) puesta en el Camino de Santiago a su paso por el campus universitario de la Universidad de Burgos. Aunque mi entrada no tiene intención católica, la escultura representa a Cristo como peregrino. Y tiene una factura técnica muy buena. Como parece que os ha gustado, publicaré en unos días foto completa. Y, repito, no sabéis cómo disfruto con vuestras intervenciones. Mil gracias.
Sea Cristo o el mismísimo Duque de Santo Toribio que hizo el camino sobre un solo pie para cumplir una promesa, esa tirilla de cuero que se ve en primer plano está tan mal diseñada por quien hizo la sandalia que le va a llagar el espacio interdigital entre el pulgar y el segundo dedo hasta blanquearle los metatarsos. Ese pie no llega entero a la tumba del Apóstol, lo dice un experto en pies jodidos.
FERNANDO PORTILLO, no, llegar con esas sandalias hasta Santiago, no creo que llegue porque se le romperán en el primer kilometro. Son demasiado finas. Claro que si lleva otras de repuesto... Besotes andarines, M.
Por lo tanto ni son sandalias, griegas, ni romanas. Son sandalias hebreas, y no son apropiadas para hacer el camino de Santiago. Se me olvidó decir que las albarcas, son un zapato de trabajo para el buen tiempo.
46 comentarios:
O una osadía.
Tomo asiento a ver si logro ver algo de arte en este mundo al revés
Besos
Yo me siento mucho. Pero a veces, es el arte el que corre huyendo del mundo.
Un abrazo
Y qué pocas veces nos sentamos para respirar calmadamente, siempre vamos con prisas, hasta para estar sentados.
Un beso.
Sentarse y hacer el camino con lo que te cuentan los que lo hacen ¿es arte?
Un abrazo.
¡Qué bonito el pie! Parece de una estatua romana. Muchos besotes relajados, mirando al infinito y pensando en lo efímero de la vida, M.
la observación: un arte, un placer...
saludos
Es la escuela de la vida, siéntate y observa, se aprenderá el arte de vivir. Sentarse es símbolo de reposo, observción y razonamiento.
Contradigo a Merche, parece más un peregrino del camino de Santiago,con sus albarcas.
Primero el pie... es bonito, bien formado y se apoya correctamente en el suelo. Como dice Merche parece de una escultura romana, posiblemente sea de un personaje del medievo español. Lo que lleva son sandalias, que no albarcas.
Segundo... sentarse, respirar hondo y contemplar es un ejercicio enriquecedor que debiéramos practicar todos para saber tomar distancia y reflexionar con criterio, con más criterio.
Y, bueno, que yo había entrado buscando a Manolo casadiego y ya me he enganchado.
Besos. PAQUITA
Y un arte elevado a su máxima expresión si es además, acompañado de una buena e intensa taza de café.
Un ejercicio que nos vendría bien practicar más a menudo para tener una visión más objetiva de la vida y dejar reposar nuestra propia experiencia. La vida, como la buena cocina, necesita sus tiempos de reposo para terminar de hacerse.
¿Es el pié de un peregrino?
Un abrazo.
...y un placer para el alma, el pensamiento, y sobre todo a veces para los sentidos... ¡Especialmente la vista que mira a la gente pasar e ir de un lado para otro! Qué ver pasar la vida...
Buenos dias Pedro, para mi el Arte esta en el que hizo esa escultura, casi seguro que poco estuvo sentado, mientras la esculpia.
Por lo que siento, que el Arte es movimiento constante y ademas circular.
La reflexion...la mirada al mundo me producen inquietud y ultimamente bastante impotencia.
Algo de razon tienes, si la cuestion se la aplicaran los poderosos y se estuvieran quietos y miraran mas y mejor al mundo que les rodea.
Saludos cordiales.
Jesus
Un arte, una ventura y un consuelo.
Hay que tener dos capacidades: la de sentarse y la observar serenamente.
Intentémoslo, besos
Sentirte el centro del mundo y que éste gire.
La observación es muy importante. Si señor.
Un abrazo
Oír, escuchar.
Ver, mirar.
Aprender y descansar.
No, no debe ser fácil.
Para estar de pie, mejor se està sentado. Para estar sentado....mejor tumbado.
Ahora bien, si es un alto-respiro en el camino, repósese el cuerpo y el alma que falta le hace.
Esto es un descanso en mi escritura del Quijote, creo que me estoy complicando hoy...
HERNANDO como dice CAMINANTE, NO son albarcas sino sandalias romanas o griegas o sea, no puede ser una estatua de un peregrino a Santiago. A mi me parece que debe de ser Séneca, Calígula, Aristóteles o Sócrates sentado dilucidando sobre lo efímero de la vida... Besotes filosóficos, M.
P.D. ¿De quién es la estatua, profe?
Leo a Marco Aurelio y me viene tu entrada a la cabeza, amigo.
Un saludo.
Todo un arte y un respiro.
Una pausa.
El arte de sentarse a ver cómo corre el mundo, o el tiempo, o nuestros pensamientos, o los aviones que despegan y aterrizan exactamente cada dos minutos del aeropuerto de Heathrow si es que uno está sentado en una hamaca de Green Park, a un paso de Picadilly Circus; o los niños que juegan ¡qué encantador! o sus mamás, o las adolescentes en primavera, o el espectáculo en general de esos variopintos bípedos que componen la humanidad más inmediata, requiere inexcusablemente de una serie de complementos que paso a detallar a continuación:
1.- Unos lentes ahumados para disimular la dirección y el objetivo de nuestra mirada.
2.- Un periódico para hacer más efectiva la acción del gadget anterior y dar mayor libertad a nuestro fisgoneo de "voyeurs" impenitentes.
3.- Varios alimentos de tipo menudo, a saber:
3.1.- Migas de pan para atraer a las palomas y/o los patos. Es curioso la atracción que ejerce sobre nosotros ver deglutir a esos animales repugnantes.
3.2.- Caramelos para atraer a los niños. La intención y el resultado pueden ser muy variados según las tendencias y las patologías del paseante sedente.
3.3.- Una bolsa de pipas de girasol (los argentinos le dan el delicioso nombre de "un saquillo de vainas", pronunciando "sakiyo") Solo se puede acomodar uno debidamente en la zona de vacío de nuestra mente dándole trámite a una bolsa de pipas.
4.- Un bastón que, imprimiéndonos el suficiente aire de minusvalía, excite en los demás el ánimo de cedernos su asiento si todos estuviesen ocupados.
Y una última consideración: el pie que aparece en la fotografía de Pedro pertenece sin duda a una de las infinitas estatuas pertenecientes al nuevo arte-chatarra urbano que tan de moda se ha puesto en las capitales de provincia.
Buenos días, profesor Ojeda:
- En la fotografía, el detalle escogido de la escultura, destaca el cuidado en ese pie hermoso y andarín. Y la compañía y el apoyo valioso y callado del cayado del peregrino.
- Después de hacer camino, ¡qué bien sentarse!, y ver -reposadamente- el exterior de lo lo que hay fuera; y tratar de adivinar, lo que se oculta dentro de lo mirado.
Saludos. Gelu
En cualquier caso, y respecto al debate sandalias-albarcas, no serían "albarcas" sino abarcas.
Abarcas traigan calçadas, que non zapatos con laços.
Con cuchillos cachicuernos, que non espadas ni dagas.
De estas trazas deseaba el Rey Alfonso VI que fueran calzados y armados los villanos que diesen muerte al Cid si resultaba no ser cierto que él había tenido parte en la muerte de su hermano.
Las abarcas eran una suerte de almadreñas o enormes zapatones de madera que se usaban para caminar por senderos y trochas embarrados.
Por segunda vez, sobre la controversia sandalida/abarca.
El diccionario de María Moliner dice lo siguiente:
Sandalia.- 1.Calzado compuesto solamente por una suela sujeta por correas o cintas.2.Calzado propio del verano que deja descubierta gran parte del pie.
El DRAE dice por su parte:
Sandalia.-1.Calzado compuesto de una suela que se asegura con correas o cintas.2.Zapato ligero y muy abierto, usado en tiempo de calor.
Tanto uno como otro recogen el término "albarca" y lo definen como "abarca". En el caso de María Moliner lo incluye en letra con un tipo menor, como si fuera un término en desuso. En cuanto al término abarca, María Moliner dice lo siguiente:
Abarca.-1.Cierto calzado toscamente adaptado al pie, sin ajustarse exactamente a su forma, destinado a proteger especialmente la planta. Se hace de cuero fuerte y, ahora, también de cubiertas de automóvil deshechadas.2.Se aplica a un calzado demasiado holgado o mal ajustado.
El DRAE dice:
Abarca.-1.Calzado de cuero crudo que cubre solo la planta de los pies, con reborde en torno, y se asegura con cuerdas o correas sobre el empeine y el tobillo. Se hace también de caucho.2.Cantb. y Pal. zueco (‖ zapato de madera).
Por lo tanto, y como resumen, resulta lo siguiente: 1.El calzado del personaje es una sandalia. 2.Albarca y abarca son términos equivalentes.3.Abarca es un zueco en Cantabria y Palencia. En el resto, es una especie de calzado tosco. En Ciudad Real, por ejemplo, la albarca se correspondía con la definición de MªMoliner, la suela era de caucho de rueda deshechada y era de uso común entre los trabajadores del campo, especialmente los gañanes. Estos se cubrían el pie con un peal (rectángulo de tela resistente, usualmente lona o loneta, restos de sacos usados para el transporte de grano) y, sobre el envoltorio, se ponían la abarca, que se ataba con cordelillo.
Lamento el rollo, pero se lo debía a los gañanes de mi familia.
Y todo ese arte reside en encontrar el momento oportuno.
Besos, Pedro.
JUAN NAVARRO ¡Me han encantado sus explicaciones léxicas! Me ha recordado a la sección "Habla de Lumbrales" de mi/nuestro querido PANCHO. Besotes con albarcas/abarcas, M.
Yo me admiro lo que da de sí una simple frase y la foto de un pie. Buen fín de semana a todos. Isabel.
Siento, el haber dado lugar a esta polémica, si son sandalias, abercas o albercas, Juan Navarro creo que la cierra muy bien, pero en el sur de Burgos, las albarcas eran muy utilizadas, se las hacían los que las iban a llevar puestas y consistía en cuero remachado a una suela de zapato hecha de caucho de viejas ruedas, Pirelli, Michelin.. en aquél tiempo ya se reciclaba y como dice Delibes, los primeros ecologistas son los hombres del campo. Digamos que era un tipo de calzado para labradores, pastores y se utilizaba para trabajar.
En cuánto a la escultura, desde luego son sandalias, griegas o romanas.
Saludos.
Ya lo creo que si.
Un abrazo.
Sin embargo sólo era un pirata inmortalizado tras tomar su baño obligatorio. Uno cada quince años :)
El cojo, el de la pata de palo, el parche en el ojo y la cara de malo...
Comodas las sandalias del pellegrinmo...Muy buena foto. besitos.
hay una canción genial de fito paez que habla de ello
"al lado del camino", si puedes escúchala o ve el vido por el you tube
Un abrazo gigante profe
con los deseos de smor y armonía para usted y los suyos en estas fiestas y siempre!!
FELICIDADES
Cierto un gran arte!!!!!!
Besos y amor
je
Hola a todos: no sabéis cómo he disfrutado con vuestros comentarios a esta entrada. Esto es lo que diferencia La Acequia de otros muchos blogs: vosotros y vuestras intervenciones, con tanta calidad, humor e ingenio.
La imagen es un fragmento de una escultura en bronce de hace unos cuatro años (no recuerdo bien) puesta en el Camino de Santiago a su paso por el campus universitario de la Universidad de Burgos. Aunque mi entrada no tiene intención católica, la escultura representa a Cristo como peregrino. Y tiene una factura técnica muy buena. Como parece que os ha gustado, publicaré en unos días foto completa.
Y, repito, no sabéis cómo disfruto con vuestras intervenciones. Mil gracias.
Es bueno sentarse, parar y reflexionar ya que vivimos muy deprisa. Un abrazo.
Bueno... podéis sentaros a verme correr! No voy a dejar que se me escape el tren ;)
Besos a la carrera!!
Al final HERNANDO va a tener razón ¡es un peregrino! ¿El mismísimo Jesucristo? Sí, pon la foto entera, please. Besotes curiosos, M.
un alto en el camino, tomar fuerzas... me encantan las imágenes de pies, esos me parecen elegantes y con fuerza.
biquiños,
Sea Cristo o el mismísimo Duque de Santo Toribio que hizo el camino sobre un solo pie para cumplir una promesa, esa tirilla de cuero que se ve en primer plano está tan mal diseñada por quien hizo la sandalia que le va a llagar el espacio interdigital entre el pulgar y el segundo dedo hasta blanquearle los metatarsos. Ese pie no llega entero a la tumba del Apóstol, lo dice un experto en pies jodidos.
FERNANDO PORTILLO, no, llegar con esas sandalias hasta Santiago, no creo que llegue porque se le romperán en el primer kilometro. Son demasiado finas. Claro que si lleva otras de repuesto... Besotes andarines, M.
Por lo tanto ni son sandalias, griegas, ni romanas. Son sandalias hebreas, y no son apropiadas para hacer el camino de Santiago.
Se me olvidó decir que las albarcas, son un zapato de trabajo para el buen tiempo.
Las barcas también son para el buen tiempo, pero son en cambio de recreo.
¡Que no son albarcas ni abarcas! sino ¡sandalias! Eso lo tenemos que dejar claro de una vez por todas. Besotes peregrinos, M.
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