miércoles, 15 de julio de 2009

Grieta, óxido, sombra.


Nada es más cierto. Y si prestas atención, puedes ver las uniones de las planchas del alma a través de las que todo amenaza derrumbe: lo demás es sueño.

34 comentarios:

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Es necesario despertar para ser consciente de lo que expresas. Un abrazo

Pd: sabes algo de javier riobó???

Martine dijo...

.. Un abrazo cálido, Pedro...

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Otro abrazo Pedro.

Anónimo dijo...

Buenos días, profesor Ojeda:

- Como continúe así va a conseguir que me enfade con usted. Es necesario poner al mal tiempo buena cara. No nos queda otra, y utilizar todos los recursos a nuestro alcance.
- ¿Por qué no mueve un poco la fotografía?. Simplemente gírela 180º, y verá que cambio.

Saludos. Gelu

Erebus dijo...

Oxigeno da vida,
Oxigeno da muerte,
Y entre medias, nosotros,
Sombras entre los arboles,
Y, al final, solo oxido.

Unknown dijo...

MaravillosO. Quizá te pueda interesar:
Treinta y siete minutos en el atasco-Novela
Autora: Macarena Márquez – historiadora
Editorial: Hera Ediciones
Casa del Libro
El Corte Inglés

A 25 años del incendio de una emblemática discoteca: ALCALA 20, la presente novela tiene este hecho histórico como contexto y el urbanismo de la arteria de una gran ciudad – en este caso la calle Alcalá en su tramo más universal - como único paisaje. Aquella madrugada del 17 de Diciembre de 1.983 perdieron la vida 82 personas. Pero lo más importante de esta novela no son ya los que se fueron en este incendio o en cualquier otro incendio, en cualquier otro suceso, atentado terrorista o accidente, incluso epidemia o brutal enfermedad, sino los que se quedaron, los que se quedan, todos aquellos que vieron trastocada entonces, o ahora, la lógica y apacible sucesión de sus días. Para quienes después de perder ya nada será lo mismo.

En este sentido es un canto a la vida y a la normalidad, a los atascos, al bullicio, a la prisa, a la monotonía de un día cualquiera sin avatares que trastornen la maravilla de lo cotidiano. Al gentío y a la algarabía de la gran ciudad en un día y hora cualquiera. En un sentido más profundo, el hecho histórico es un punto de partida para reflexionar acerca del sentido de la vida, de lo que hoy tenemos y mañana careceremos. De cuantos hoy están y mañana partirán. De lo que hoy somos y mañana dejaremos de ser. De lo que ahora mismo sentimos y en unas horas podremos llegar a no sentir. También de los sentimientos abortados. De las historias inconclusas por pequeñas que sean. Por todo ello rinde homenaje a todos cuantos se fueron en éste o en otro lugar en cualquier tiempo o circunstancia. Pero sobre todo rinde tributo a cuantos se han quedado y se quedan, y en tanto en cuanto todos alguna vez perdemos, un homenaje a la humanidad viviente. A los que nos quedamos. A la vida.

La novela se desarrolla en un tempo literario a la medida del hombre de hoy, pues transcurren apenas treinta y siete minutos desde que comienza hasta que acaba. Durante ese escaso tiempo, tres personas relacionadas con el incendio confluyen en un autobús y en un atasco en la arteria principal de la ciudad. Es el día 17 de diciembre de 2.008. Hace 25 años de aquella fría madrugada. Al igual que entonces y como sucede en cualquier urbe del mundo, acaban de dar las vacaciones universitarias. El centro urbano, con toda su maraña de calles, se encuentra en plena ebullición. Los escaparates reclaman. La ciudad suena. Resuena. Se mueve. Nuestros tres protagonistas, a los que separan centímetros escasos en un autobús atestado de gente, no saben la relación que guardan entre sí, manteniendo durante todo el desarrollo de la trama la tensión sobre lo que sucedió y lo que puede suceder. La acción acaba en el archiconocido y archifotografiado escaparate de la CASA DEL LIBRO, en la Gran Vía madrileña. Tan sólo han pasado treinta y siete minutos desde que comenzó la novela.

Silvi (reikijai) dijo...

Pedro. Nuestra verdadera naturaleza… Conciencia y energía crean la realidad… despierta, no es tu sueño… Un fuerte abrazo… Besitos. Silvi.

Pd. Las dos fotos, muy buenas.

Myriam dijo...

Presto atención y puedo ver las uniones de las planchas del alma, de tu alma que llora y te acompaño.
NO habrá derrumbre. No lo habrá, te sostendré.

También sé que por esa grieta aún puede entrar la luz... y entrará.

Que asi sea y como sea, contigo.

Isabel Huete dijo...

Veo que ese árbol y esa pared te da mucho juego para tus óxidos del alma...
Besitos, lánguido mío.

Pilar_Cordoba dijo...

Pedro, please, anímate.
Besotes, muacckkkks

Unknown dijo...

Alteremos los factores aunque ello no tolere la alteración del producto.
El oxido, alimenta nuestro tiempo. Muy a pesar nuestro.
Un fortísimos abrazo amigo.

Anónimo dijo...

Lo positivo es que no se llega a derrumbar y desaparecer, se van sobreponiendo capas encima y así se refuerza. Un beso Isabel.

matrioska_verde dijo...

Ya se echaban de menos estas fotos de óxido... y estas nuevas son fantásticas... me gusta más la primera, la que se ve el tronco, tal vez por el contraste de la sombra inerte y el vegetal vivo.

pero las planchas si están bien colocadas no tienen porque amenazar derrumbe.

biquiños,

Hernando dijo...

Qué casaualidad, ésta mañana me vino a la cabeza la acequia, al contemplar una gran jaula completamente oxidada, donde esta noche en el museo Picasso y dentro del festival de verano Grec 09 y en cinco espacios diferentes se va a representar las artes amatorias de Giacomo Casanova, han sido cinco escritoras italianas que han escrito cinco monólogos diferentes, dichos por cinco actrices diferentes y escenificados en cinco lugares diferentes dentro del museu, los monólogos hablaran , de las artes amatorias de Casanova, con toques de añoranza, simpatía, ternura y rabia. Como decía al principio un espacio es una gran jaula, es la metáfora de cárcel de amor, otro una cama, el tercero un tocador con sus afeites, el cuarto una bañera de las antiguas y el quinto lo que no puede faltar en el arte de amar, lo vemos en La Celestina y en Romeo y Julieta un balcón con un escalera. Difrutemos y quitemos el óxido al hierro.

Ele Bergón dijo...

Querido Pedro, sigues triste y lo siento.

Un abrazo

Luz

ASOCIACIÓN SOCIOCULTURAL ATAMAN dijo...

De grietas estamos hechos inlcuso de derrumbes es un poco ley de vida pero todos sobrevivimos ya veras .Un fuerte abrazo amigo

Unknown dijo...

Si prestas atención verás que todo va a derrumbarse, difícilmente puedas evitar lo que tanto temes que suceda, pero la forma en afrontar el golpe, la forma en soportar el dolor, el daño, la ausencia, la soledad, el tiempo, la forma es superar el mal trance hacen que el suceso se pierda en la anécdota, o en la instantánea.

Puedo ver la unión de la plancha, la sombra de la vida, pero puedo ver vida, puedo ver esperanza, además de grietas y sombras, por eso quiero ver optimismo en tu imagen… porque se puede, aunque parezca lo contrario, se puede.

Espero este bien, o mejorando, que raro (o quizás no lo sea para nada) que en ese verano en que te encuentras esa sea la foto que quieras mostrarnos. Ojala todo lo que te molesta o ponga mal pase…

Te dejo un abrazo.

HologramaBlanco

Myriam dijo...

Lo cierto llegará, puesto que es cierto.... pero no ahora.

LA ZARZAMORA dijo...

Es cierto, Pedro, pero sin las grietas no podrías abrir el alma para dejar penetrar los sueños.
Un abrazo

Abejita de la Vega dijo...

Un abrazo Pedro, que estás muy saturnino.Además de óxido, grietas y el árbol no está...¡Uy, cómo estamos!

Cuspedepita dijo...

Como Sao, me quedé preocupada por el comentario.

Un abrazo fuerte.

XuanRata dijo...

A mi me gusta ese derrumbe. Sobre todo el derrumbe de una costura o de una cremallera para seguir soñando.

Qué hermosa serie ¿hay más?

Merche Pallarés dijo...

Sabes lo que pienso de tus "óxidos" pero en estas circunstancias trágicas de tu vida, entiendo tu desazón y tristeza. ¡Ánimo, querido amigo! Muchos besotes de hierro, M.

Guadalupe Munguia dijo...

Solo paso a dejarte un abrazo cariñoso y el deseo de que, a pesar del óxido, sepas que somos muchos brazos los que tienes a tu disposición, por si se tercia cualquier derrumbe.

Un beso

Silvia_D dijo...

Uys!! creo que me he perdido algo!! tanto intentar perderme que creo que al final, lo he conseguido y me olvidé de todo. Lo siento, Pedro.
Ven que te doy dos achuchones que te desoxido en un meneo!!
Besossssssss que te quiero un montón :)
Ya sabes por dónde ando haciendo el gili.. para lo que sea, emmm!!

marga dijo...

Imaginad que fueramos compactos:
Imaginad que nunca nos temblara el pulso, que no se nos empañaran los ojos y la pena jamás embargara nuestro corazón.
¿que especie de monstruos seríamos?
Esas grietas son nuestra grandeza y nuestra debilidad.

Caminante dijo...

¡Hostias! metafísico te veo!
Aquí, ahora, lo demás es sueño y... los sueños... son lo que son: SUEÑOS.
He visto que estuviste en "casa" de Concha y he querido saludarte. Buen día y un abrazo. PAQUITA

Caminante dijo...

porque tuve que salir hacia mi domicilio por cuestiones familiares graves...

Acabo de leer esto al final de tu texto del día 10 pasado.
Sea cual fuere la gravedad, no está en nuestras manos la solución física del asunto, quizá? sí la emocional, en ese punto puede que se pueda intervenir positivamente, como ignoro de lo que se está hablando -tipo de enfermedad- puedo estar metiendo la pata de manera garrafal.
Pasamos etapas jodidas, muy jodidas, pero, con todo, se pasan, tarden más tarden menos se pasan. Te lo dice una experta en descalabros.
PAQUITA

Lu dijo...

Dado que es mi primer comentario pero no mi primer visita por aquí haré el mismo con mucho respeto.
Pienso en el nombre del blog...La acequia. Y en tu explicación sobre la elección del mismo: "La acequia es una conducción de agua humilde, pero que da vida a las tierras que recorre." "...suma el esfuerzo técnico del hombre a la magia de los ciclos naturales"..."Cuando yo era niño vivía cerca de una de estas venas de agua."..."...las zarzas que crecían a sus lados se llenaban de moras"..."Sin embargo, a pesar de que terminé recorriéndola y conociéndola en toda su extensión, viéndola seca cuando desde el canal principal cortaban el agua, para mí, aquella acequia sigue guardando el misterio de mi infancia."
Entonces miro las fotos y pienso...que así como la acequia llamó tu atención aún estando seca por momentos, nunca dejó de tener vida propia, ni dejó de tener vida a sus lados (por las zarzas). Pero también debe tener óxido en algún lado, quizás mesclado en su limo, a causa de los sifones y otras cosas que no están a simple vista en la superficie. Ahora bien, seguro que cuando la viste seca tenía alguna grieta en su interior. Como los ríos, que se agrietan por soportar su propio caudal. Sin embargo, todos sabemos que es parte de la naturaleza y de la vida: grietas, óxido y sombras.
¿Aún no te das cuenta Pedro? vos sos la acequia. Gracias por tu caudal.
Saludos argentinos. Lupe

lichazul dijo...

la vida un sueño
o una gran desilución....

muakismuakis profe

Donce dijo...

A ver Pedro... pero es que los hierros -oxidados o no- ya no se dilatan con el calor? que sí hombre, que sí, verás como esas grietas se apretujan tanto, tannnnto, que al final ni derrumbe... ni nada de nada!

Un besito grande y animoso.
Muaccc

-Las fotos son preciosas-

Alimontero dijo...

HOla Pedro, vivimos lo que creemos realidad...es una ilusión, un sueño...

Es una hermosa imagen...

Un abrazo y un buen finde.
Te lo mereces Maestro...

Ali

Kety dijo...

Sea lo que sea, un abrazo

María dijo...

Nos derrumbamos, volvemos a levantarnos, volvemos a caer, nos adaptamos a los cambios.

Un beso.