Siempre me han gustado las películas del oeste. Hubo un tiempo, cuando en España sólo existía un canal y medio de televisión, en el que todos los sábados por la tarde echaban una película de este género. Me recuerdo de niño, sentado ante el aparato en blanco y negro, con una pistola de juguete al cinto, viviendo con intensidad las luchas entre ganaderos y campesinos, entre indios y vaqueros, las cargas de la caballería por enormes praderas y desiertos desfiladeros y la eterna soledad del héroe enfrentando al mal y a la cobardía de los ciudadanos de orden.
Más tarde, quise racionalizar mi pasión y reinterpreté todo aquello con mirada crítica: vi la propaganda de un imperio que inventaba su propio pasado histórico, como lo han hecho todos; comprendí la destrucción de las culturas indígenas y la violación de sus derechos naturales sobre la tierra que pisaban; consigné la discriminación de género, el maniqueísmo falsificador de la vida; comprobé con indignación la mutilación de las películas originales por el doblaje en tiempos franquistas para hacerlas aceptables a la moral gris mediocre de la época; incluso me reía de los anacronismos y las situaciones inverosímiles, todo lo que debía hacerme rechazar la gran mayoría de las películas del género y quedarme con el puñado en el que se dibujaba una impresión más cierta de lo que sucedió.
Pero aquella construcción ideológica tiene grietas que abren boquetes por los que se filtran las emociones por las que vuelvo a sentirme como aquel niño, sentado todas las tardes de los sábados, ante el monitor en blanco y negro, soñando cabalgar por praderas imposibles hacia la puesta de sol. Por eso no voy a dudarlo y ahora que un periódico lanza una colección de este tipo de películas, voy a reservarme unas horas cada sábado por la tarde. Quizá, hasta me compre un sombrero.
40 comentarios:
Hola, Pedro:
Recuerdo que aquí, en la Argentina existía el programa televisivo "Sábados de súper acción" donde se proyectaban tres películas.
Allí se presentaban ante un Antón niño los personajes que recorrían las mismas praderas y desfiladeros.
Recuerdo y emoción.
Un abrazo.
Antón.
Esta película de la que no recuerdo la trama, sólo el título y lo guapísimo que estaba Marlon Brando fue una de las primeras que recuerdo vi bajo las estrellas en un cine al aire libre que había en mi pueblo.
A mi también me gustaban mucho hasta que empecé a aborrecerlas a causa de los spaguetti westerns.
¿Recuerdas Los que no perdonan? Audrey Hepburn interpretaba el papel de india. Me encantó.
Un abrazo.
No soy mucho de este género, me decanto más por las pelis de acción tipo policiacas y eso, pero bueno es que yo para la tele soy un poco rara, me aburre por naturaleza y tiene que ser muy buena la película para que me enganche.
Aquí en la televisión autonómica, Canal Sur, nos ponen cada Domingo una del oeste y en la televisión local, TVM (televisión municipal), nos ponen cada Domingo un clásico tipo Casablanca.
Si te gustan este tipo de películas, me parece bien que reúnas toda la colección y desconectes un poco cada sábado viendo una. Acuérdate de las palomitas (imprescindibles en toda sesión de cine) y de la cervecita ó en su defecto el refresco de cola si no bebes alcohol.
Lo del sombrero, me parece bien, anímate, ahora está de moda y seguro que te favorece.
Un besote, muacckkks.
Me gusta esa emocion que has experimentado. Ya lo creo que si...!
Cabalgar a lomos de la ilusion hacia el cielo de nuestros sueños.
Un abrazo.
¡¡¡ Cuánto hemos disfrutado con las pelis del Oeste !!!
Mi favorito era John Wayne, mi padre decía Jon Baine. Luego he vuelto a disfrutar con Clint Eastwood que me parece un genio.
Aún recuerdo en las sobremesas del sábado como corría a casa de mi tio- pues en casa no había tv- para ver Sesión de tarde...tenía el tiempo justo.. a mi los preámbulos de Alfonso Sánchez me aburrían (hoy entiendo que era lo mejor de la película)... y disfrutaba con las de pistoleros, vaqueros e indios....que deleite...lo mismo me apunto... un saludo forastero...!!!
Siendo un género muy aceptado y con unas estructuras muy bien definidas, siempre me han gustado más las películas tipo "En busca del arca perdida" y toda la serie de Indiana Jones. Pero recuerdo con mucha nostalgia, las películas del oeste que veía en el Cine "La Rubia" cine especializado en este tipo de películas, en Valladolid, que cuando salían los buenos se armaba tal algarabía, que ni se oía ni se veía ya la película hasta que los buenos mataban a los malos.
PEDRO
desde este lado del mapa , también se veían películas del oeste americano y así como series , inolvidables como el gran chaparral, pequeña casita en la pradera, o esos western como el sucio , el malo y el feo toda una añoranza , y ni hablar de Jhon Wayne , capítulo aparte!!
que tengas una preciosa semanita profe
Y las bandas sonoras... que son de cine...
(el beso a tornillo a la chica estaba de rechupete)
Querido Pedro:
Siempre es bueno para el alma adulta, conservar una parte del alma del niño que fuimos, aunque reconozco que ese género del cine no me atrae.
Un abrazo.
que lindo post!
hay pedro....esas lindas peliculas quien no las veia y se imaginaba ser un indio...por lo menos yo queria ser de los indios....y veias esas de cow boy con jak palans???? eran buenisimas!!!
no dejes de tener recodos de niño en tu alma....
besines pedro y gracias por estar siempre!!
:) SAU
Volvemos a aquellas cosas de la niñez que algún día abandonamos por un exceso de racionalización.
Que lo disfrutes.
Buenos días, profesor Ojeda:
Marlon Brando, ¡qué hombre más guapo!. Y en su papel de Johnny Rio... ¡que planos!. (Aquí, también era él el director).
Por suerte, desde pequeña, veía todas las películas de estreno, siempre que fuesen autorizadas para menores. De ahí, quizás, mi amor por el cine. Este programa de mano de la fotografía, está entre los de la colección de mi padre, que también de alguna forma es un poco mía, pues me ha llevado mi tiempo ordenarla y catalogarla.
Mundo de sueños. Siempre maravillosos, cuando las películas son buenas.
Saludos
Comprémonos un sombrero amigo y volvamos a cabalgar por las praderas imaginarias del mundo del oeste. Oeste americano, curiosa definición por cierto.
Un abrazo
Retrato de varios personajes, ajenos entre si en principio, pero abocados a una situación limite. ¿Puede ‘colar’ como argumento de ‘La Diligencia’?... ah si! Ocurre en el oeste!
:-P
Pedro… esas hermosas praderas, valles y desiertos existen
estuve en varias oportunidades… en contacto con esa geografía…
Los indios cada mañana adoraban al sol por el Este…
el hombre blanco por el Oeste; el sueño americano.
En esas series donde los malos son los pieles rojas y los ingleses
Trataron de salvajes… solo defendían sus tierras. Le lavaban
la boca con jabón por hablar su lengua… donde eran castigados
por practicar sus ritos.
Y si tengo que decir una serie que me gustaba que comenzara hace
lejos y hacia tiempo… jajá aja. "RIN-TIN-TÍN", el pastor alemán,
mascota del regimiento 101 de la caballería de EE.UU.,
y fiel compañero del cabo Rusty, el niño que el único sobreviviente
de un ataque indio; estaba bajo la tutela del Biff O'hara. Eran
geniales las cosas que hacia ese perro. …. Sargento Biff O'hara;
Cabo Rusty, Cabo Boone,Teniente Ripley Masters, y Rin-Tin-Tín…
Bueno, que épocas… te cuento que aquí las seguimos viendo… mi
esposo es fanático de todo eso … Te dejo algo que traje de mis viajes …
esta muy bueno … Besitos. Silvi.
CARTA DEL JEFE INDIO Noah Sealth, 1854
"¿Como se puede comprar o vender el firmamento, ni aun el calor de la tierra? Dicha idea nos es desconocida.
Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas, ¿Como podrán ustedes comprarlos?
Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada brillante mata de pino, cada grano de arena en las playas, cada gota de roció en los bosques, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto, es sagrada a la memoria y el pasado de mi pueblo. La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas.
Los muertos del hombre blanco olvidan su país de origen cuando emprenden sus paseos entre las estrellas, en cambio nuestros muertos nunca pueden olvidar esta bondadosa tierra puesto que es la madre de los pieles rojas. Somos parte de la tierra y asimismo ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el venado, el caballo, la gran águila; estos son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia.
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Por todo ello, cuando el Gran Jefe de Washington nos envía el mensaje de que quiere comprar nuestras tierras, nos esta pidiendo demasiado. También el Gran Jefe nos dice que nos reservara un lugar en el que podemos vivir confortablemente entre nosotros. El se convertirá en nuestro padre, y nosotros en sus hijos. Por ello consideraremos su oferta de comprar nuestras tierras. Ello no es fácil, ya que esta tierra es sagrada para nosotros.
El agua cristalina que corre por los ríos y arroyuelos no es solamente agua, sino que también representa la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos tierras, deben recordar que es sagrada, y a la vez deben enseñar a sus hijos que es sagrada y que cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los lagos cuenta los sucesos y memorias de las vidas de nuestras gentes. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre.(sigue)
Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed; son portadores de nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también los suyos, y por lo tanto, deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano.
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Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. El no sabe distinguir entre un pedazo de tierra y otro, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana, sino su enemiga y una vez conquistada sigue su camino, dejando atrás la tumba de sus padres sin importarle. Le secuestra la tierra de sus hijos. Tampoco le importa. Tanto la tumba de sus padres, como el patrimonio de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, la Tierra, y a su hermano, el firmamento, como objetos que se compran, se explotan y se venden como ovejas o cuentas de colores. Su apetito devorara la tierra dejando atrás solo un desierto. No se, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola vista de sus ciudades apenas la vista del piel roja. Pero quizás sea porque el piel roja es un salvaje y no comprende nada.
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No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ni hay sitio donde escuchar como se abren las hojas de los árboles en primavera o como aletean los insectos. Pero quizás también esto debe ser porque soy un salvaje que no comprende nada. El ruido parece insultar nuestros oídos. Y, después de todo, ¿Para que sirve la vida, si el hombre no puede escuchar el grito solitario del chotacabras ni las discusiones nocturnas de las ranas al borde de un estanque? Soy un piel roja y nada entiendo. Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el olor de ese mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado con aromas de pinos. El aire tiene un valor inestimable para el piel roja, ya que todos los seres comparten un mismo aliento - la bestia, el árbol, el hombre, todos respiramos el mismo aire. El hombre blanco no parece consciente del aire que respira; como un moribundo que agoniza durante muchos días es insensible al hedor. Pero si les vendemos nuestras tierras deben recordar que el aire no es inestimable, que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El viento que dio a nuestros abuelos el primer soplo de vida, también recibe sus últimos suspiros. Y si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben conservarlas como cosa aparte y sagrada, como un lugar donde hasta el hombre blanco pueda saborear el viento perfumado por las flores de las praderas. Por ello consideraremos su oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, yo pondré una condición: El hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos.
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Soy un salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto a miles de búfalos pudriéndose en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como una maquina humeante puede importar mas que el búfalo al que nosotros matamos solo para sobrevivir.
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¿Que seria del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre también moriría de una gran soledad espiritual; Porque lo que le sucede a los animales también le sucederá al hombre. Todo va enlazado.
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Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos.Inculquen a sus hijos que la tierra esta enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra le ocurriría a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a si mismos.
Esto sabemos: la tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos. Todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado.
Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; el es solo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a si mismo. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con el de amigo a amigo, queda exento del destino común.
A mi también me gustaban de niña las películas, en blanco y negro -porque no las había en color- del oeste, y de los indios, me encantaban, disfrutaba mucho con ellas, lástima que nuestros hijos no hayan vivido nuestros tiempos, ahora que lo tienen todo, creo que no saben disfrutar tanto como lo hacíamos nosotros con cualquier cosa.
Un beso.
Também partilho essa emoção.
Recordas a série "Bonanza"? Aqui foi um sucesso tremendo.
Besos, amigo mio.
En Valladolid,recuerda Hernando, era el cine "La Rubia". En Burgos era el Rex.Los chicos pasaban la tarde en el cine, comiendo pipas, viendo dos películas. Con algarabía también...Las chicas preferíamos las de Sissí,Marisol, Rocío Dúrcal... lo de ver caer indios bajo los disparos de "los buenos"no nos iba mucho. Eso para ellos...
Saludos
Muy bonita y emotiva esa carta del jefe indio Noah Sealth en 1854 que nos ha regalado SILVI y tan larga como mi comentario del último capítulo del Quijote...je,je.
Veo que los chicos andais MUY revoloteados y excitados con esto de lo Westerns y ya os veo a todos con sombreros, vaqueros con sobre vaqueros de cuero abiertos por detrás y por delante, botas camperas y pistolas (de plástico) al cinto...
Para mi una clásica fue "High Noon" con Gary Cooper y Grace Kelly. Esa escena donde Gary Cooper espera al malo, en esa mañana ardiente, en mitad de una calle polvorosa,
solitaria, mientras las agujas del reloj cada vez se acercan mas a la hora fatídica de las 12:00 y Grace Kelly espía detrás de una cortina de encaje, ¡Fantástica!
Ahora, todos vais a reunir esta colección ¿pero que me decís de la anterior? ¿Las peliculas eróticas? ¿Eh? Sed valientes y admitid que TODOS ¡las teneis en casa! Besotes, M.
El "western" fue la puerta que primero atravesé para amar el cine, vi tantas del oeste que llegué a aborrecerlas, pero hoy de cuando en cuando me doy el gustazo de ver alguna y lo paso pipa.
Si hay gente con nostalgia de las películas del oeste, este verano, en vacaciones,lo puede vivir en directo, en el desierto de Almería en Carboneras hay un poblado del oeste que recrean escenas sobre películas del oeste y en el Saloon además de haber chicas hay un montón de carteles de los de antes anunciando parte de las películas que se han rodado en esa zona. Después a unos cuántos kilómetros Níjar."Campos de Níjar" de Juan Goytisolo y fotografías de Vicente Aranda, se lee en hora y media y después un buen baño en una playa de Cabo de Gata, totalmente limpias, sin un alma y agua azul turquesa. Un buen plan eh!
Es fundamenal lo del sombrero, forastero. Calátelo bien, entrecierra los ojos y dí con la voz más broca que consigas... yo soy, de donde cuelgo el sombrero
En este caso, sólo en este caso.. no comparto tus gustos, Pedro...
De peque y no tan peque son pelis ambientadas en el desierto las que me gustaban.. mi preferida: "El Cielo Protector", pero reconozco que hay Westerns muy buenos.. y siempre me alineo con los Indios.. siempre...
Un beso, Pedro...Es bueno volver a los momentos felices que nos depararon nuestra infancia... ;-)
.. Y como Merche.. me ha hecho ilusión volver a leer esta carta del jefe indio Noah Sealth en 1854 que nos regala Silvi...
Jo, yo también era uno de esos niños de pelo corto que se sentaba en un banco del salón parroquial con el cuello estirado para ver en la tele la película del Oeste. Los domingos a las tres o las cuatro. Mediados de los 60. Qué pobres éramos. Y qué niños. Luego ya fueron llegando otros oestes y otros sures más pobres todavía.
Un abrazo
Si te compras el sombrero, y te sientas a ver la peli....intenta verla con los ojos de entonces., te quedarás alucinado!.
Un abrazo.
Yo soy un fan de las películas del Oeste. Las ví de niño y las veo de adulto. Ayer sin ir más lejos disfrute como nunca con "Río Rojo" con John Wayne en estado puro. me apunto a ver pelis del OESte. Un abrazo.
Yo fui uno de esos niños que pasaba las tardes de verano en el Cine Rex de Burgos que ha mencionado Abejita de la Vega (niños menores de diez años, ocho pesetas, tragándome una sesión doble todos los días, cuando no era del Oeste, era del Gordo y el Flaco, o de los hermanos Marx. Me ha avivado tanto los recuerdos tu entrada de hoy, que le dedicaré una entrada al tema en mi blog.
Para mí significaban el delirio del terror de vivir en desiertos, no tener agua y que me persiguieran en caballos... bueno, mi relación con estas películas es un tanto enfermiza, pero me alegro de que las difrutes con toda tu alma. Besitos.
Pues, disfruta mucho de ese reencuentro con tu ninio interior, los sabados por la tarde!
Enhorabuena y no olvides las palomitas de maiz!
Besos
PD Puedes creer que quise ir al Cine a ver "The reader", a "La ciudad del Cine" un complejo en un centro comercial con unas ocho salas..... Y EL PROYECTOR de esa sala se rompio?????????????? y no tenian repuesto!!!!!!!!!!!!!!!!! Aqui!!!! donde se supone que tODO anda TAAAAN Bien!!!! Como me gustaban las salas de antanio!
Que no se vaya nunca el niño que llevamos dentro.
Comprate el sombrero¡
también recuerdo esas películas, no había otra cosa que ver pero no me sentí nunca identificada con ellas, si acaso con alguna que otras indias que salían, con esas melenas tan negras y brillantes...
desde luego me gustaban más los indios que los soldados remilgados y de pelo pegado.
el sombrero te quedaría bien, Pedro, seguro que si te lo compras te sentirás feliz... je je je.
biquiños,
p.d.: ya tenía ganas de pasarme, ¿sabes dónde venden tiempo?
También era mi época Pedro y, cierto, era tal cual tú la has descrito...pero me quedo con lo que dices en el segundo párrafo.
Abrazos.
Mitad de los años sesenta, el cine hogar parroquial lleno a rebosar, cuando el cine era la diversión favorita de los domingos por la tarde, casi la única. Pueblo de apenas tres mil habitantes cuyas gentes abarrotaban los dos cines tres días a la semana... Cómo han cambiado las cosas.
A Karl Malden el sombrero ya no le hace falta, la gente no se suele llevar el sombrero...
Buenas noches, profesor Ojeda:
¡Cuántas cosas han cambiado en estos dos años!.
El comentario Anónimo del 30 de junio 2009 a las 15, era mío. Se me olvidó poner el nombre, pues siempre me gusta firmar mis escritos. Ahora rectifico y le pongo cara.
Saludos.
P.D.: Sigo pensando que Marlon Brando era guapísimo.
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