A veces conviene salir a la calle cuando la ciudad no se exhibe y los edificios parecen arroparte. En la madrugada, se suman aquellos que vuelven y aquellos que van. Quizá hoy, que es fiesta, sea yo el único que he salido a ver la madrugada, sólo a eso. A pasear, lento, muy lento, para recibir en el rostro el frescor de esa hora en la que no se sabe bien qué día es aquel en el que uno se encuentra.
34 comentarios:
Es una buena idea. Ver la ciudad de otra manera, sin prisas, sin gente ni coches. Espero que pases un buen puente. Un abrazo Pedro. Isabel.
Es magnífico que -todavía- se pueda hacer eso sin temor a "cualquier cosa".
Por aquí no sé si me atrevería :-)
Saludos, Maese Pedro.
Pedro... Fuimos dos,al igual que tu;disfrute de Buenos Aires.No puede sacar fotos,se rompio mi camara(mañana compro otra);maneje hasta los bosques de Palermo.
Estaba fresco,igual camine en rededor del lago.Una conexión con el todo.Besito.
Un paseo como el que dices puede ser reconfortante, lleno de matices y de contrastes.
Abrazos.
Cualquier paseo a cualquier hora del día puede ser gratificante para uno mismo, si es a primera hora de la mañana en un día festivo, puedes encontrarte sólo con tu sombra porque no hay nadie a esas horas, pero si te gusta la tranquilidad, es mejor que a cualquier otra hora del día.
Un beso.
verdaderamente es que asi nos reencontramos con la realidad...real. Saludos
Frescor en el azul y
en el no tiempo...
lento, muy lento....
y sentido caminar, Pedro.
Salir a pasear cuando parece que todo está todavía dormido acentúa nuestras sensación de que estamos más vivos que nunca. Es un placer pasear así. Un abrazo
Esa es la hora perfecta. El mejor momento del día, ¿o de la noche? Eso, seguramente, es lo de menos.
Un abrazo.
Horas de curiosos encuentros mientras no se sabe bien si acaba la noche o empieza el día.
a esa hora y antes de la primera luz
la atmósfera es pura paz...
muakis de luz
Y agradable es la vuelta a casa depues de un paseo en busca del día naciente y sin prisas, tomar un café bien cargado y volver a la cama.. porque no...
Un beso, de madrugada...
Esos paseos demadrugada, me gustan tanto como a vos.
Un abrazo
Caminando en el silencio y mirando al cielo-techo en busca de una salida demasiado inaccesible para serlo. Estos edificios son las mandíbulas que me alcanzan ya.
La madrugada ese momento mágico y lleno de vida, oculta para ciertas miradas.
Un saludo.
En esos momentos la ciudad es otra y parece que pertenenece al paseante en su totalidad.
Un abrazo
Rafa
Me gusta la ciudad sin gentes, como abandonada por una emergencia. Disfruto los paseos de madrugada los fines de semana.
Así que identificación plena con la entrada.
Abrazos.
perderse en la ciudad, en la transición del tiempo, cuando su rostro se redescubre con la luz de lo novedoso
un abrazo
Es la hora del conticinio. Me gusta la palabra, me gusta la hora, pero siempre me pilla durmiendo o en casa. Nunca la disfruto como lo has hecho tú. Un día, en el verano,en un lugar apartado, tendré que seguir tu ejemplo.
Espero hayas disfrutado del paseo.
Un abrazo.
Si..
Si tanto ruido sin tanta gente.
La ciudad a esas horas te regala una calma hermosa!!
Sigue disfrutando de tus madrugadas solitarias..
Que tengas un buen sabado.
Te dejo abrazos.
Pedro: la sensación de vida y protagonismo que alcanzas cuando paseas en horas tempranas por la ciudad, se puede comparar con una caminata a orillas del mar en una playa virgen.
Necesitamos estar un poco solos para luego poder relacionarnos mejor.
Un abrazo.
Antón.
Buenas tardes, profesor Ojeda:
Hoy sí que he sentido envidia al leer lo de su maravilloso paseo, de madrugada, por las calles de nuestra Ciudad. ¡Y éso que había luna nueva!.
Saludos. Gelu
Debería de ser obligado por nuestros propios instintos el salir a la calle cuando nada de lo cotidiano parece tener vida. Seria un buen ejercicio de humildad para nuestros propósitos.
Un abrazo
Creo que en ninguna ciudad estaremos sólos, que las calles en la madrugada estén vacías no significa que en nuestro paseo vayamos sólos, siempre hay alguién que nos observa, desde una ventana con luz, detrás de una cortina o desde una ventana sin luz que detrás de ella aparentemente no hay nadie.
hola pedro!
me gusto esta pequeña refelxion..me sono an trago tranquilidad ...serenidad y pensamiento mudo...es bueno sentir ese frescor de la madrugada pues yo lo siento todos los dias cuando me coya trabajar a las 6 de lamañana y mas ahora que por estos lados del mundo es otoño ....
ne gusto y mucho!!! lindisima fotografia..
besines !
:o) sau
A pasear, melancólico, muy lento, para recibir en el rostro el frescor de esa hora donde la melancolía se hace más profunda.
bicos,
Es muy lindo el misterio que guarda la noche...
Besos
Pau
A veces... es conveniente recordar que existen otras horas, que existen otras "luces", que los tonos del cielo nos hacen percibir los edificios, las "cosas", de otras maneras, que la realidad es múltiple -frase hecha y no por mí-. Besos (te encontré en casa de Nome)
PAQUITA
Es un momento hermoso de la ciudad bulliciosa, cuando deja de serlo o comienza a serlo. Pero salir de la cama a esas horas sin tener una obligación que cumplir, me resulta costoso.
Y entrar en la primera cafetería y pedirse un café con leche con porra... aunque eso es en Madrid y por eso aquí no se puede salir a pasear de madrugada...
YO soy muy nocturno. Y disfruto muchos de estos momentos que tan bien narras. Un abrazo.
Los mejores momentos del día.
Saludos.
Pero... ¡qué madrugador! ¿y tú, cuándo duermes?
Un buen momento del día, sin duda, como bien nos transmites en el texto. Pasear por la ciudad cuando está medio dormida o no está aún despierta...
Saludos.
Siempre me gustó más madrugar que trasnochar.
Me parece más limpia la madrugada.
Es empezar de cero.
Si la tristeza o la angustia me invaden por la noche, llega la "madrugá" y todo desaparece.
Besos, Pedro.
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