sábado, 25 de abril de 2009

Acuse de recibo: El laberinto secreto de La mansión del Indiano de Guatemala, de Andrés A. Rodríguez


El laberinto secreto de La mansión del Indiano de Guatemala no es un libro fácil de escribir. Su lectura, en cambio, atrapa desde la primera página y es difícil dejarla.

Conozco al autor porque publica un excelente blog bajo el pseudónimo de Nome Andrés, Al otro lado de las palabras, en el que suma, por igual, unas extraordinarias fotografías con textos de una gran carga artística. Ahora usa de otro procedimiento que ha puesto Internet al alcance de todos para editar y publica El laberinto secreto en Bubok. Su primera novela, Espacios personales (Madú, 2005), era un apasionante retablo de la vida cotidiana a partir de un núcleo central al que se le suman narraciones con una mezcla de oralidad y literatura, llena de personajes con historia propia y un logrado mundo de autor.

Parte de Espacios personales continúa en El laberinto secreto y animo al lector a acercarse a ambas en este orden, aunque pueden ser leídas de forma independiente.

La historia de El laberinto secreto cuenta cómo su protagonista, peluquero de profesión y escritor de vocación, descubre que su novela Espacios personales ha sido plagiada por el ganador del Premio Costa Verde de Novela, al que él mismo se había presentado con Espacios personales. La novela ganadora, La mansión del Indiano de Guatemala de Plácido Miranda, comete el plagio con una técnica sutil, a caballo entre el enamoramiento por la obra ajena, la vanidad del escritor reconocido, el saqueo de un producto literario inédito y la intertextualidad. Hay quien dice que todo esto puede ser la definición más excata de la literatura. Y se es mejor lector cuanto más pistas del proceso se puedan desentrañar: todo crimen deja rastros.

Como el protagonista de El laberinto secreto no tiene más pruebas que el cotejo de ambos libros y el suyo es sólo un manuscrito, se lanza a una investigación minuciosa para desentrañar las claves técnicas del trabajo de Plácido Miranda que ponga de relieve las similitudes entre ambos textos.

En este sentido, El laberinto secreto es el producto de esa investigación y de los hechos cotidianos que acontecen al protagonista durante ella: metaliteratura y vida se entrelazan, con mucho humor y en un estilo de escritura que nos llega de forma directa a los lectores y que hace atractivo un tema que, de otra manera, sería muy árido y especializado.

Se mezclan ambos temas -el literario y el personal- de forma natural y necesaria. La novela, en su construcción más profunda, es un inteligente juego artístico: una novela que se escribe sobre cómo se hace una novela a partir de la investigación de otra novela que plagia un primer texto del narrador. No debe asustarse el lector: hasta este asunto tan técnico se cuenta como si se investigara un crimen -que, en el fondo, de eso se trata- y la trama nos engancha. Como le engancha al propio narrador, que no puede dejar de pensar en el asunto ni cuando su vehículo pasa la revisión de la ITV (muy acertado este capítulo y la ironía que contiene).

La habilidad de Andrés A. Rodríguez es conseguir que todo esto resulte atractivo al lector. Para ello, introduce la vida cotidiana del narrador y de unos personajes bien construidos: la mujer del protagonista, que convertirá el fracaso en triunfo en un final divertidísimo; la bibliotecaria que le ayuda en la investigación; la mujer del autor del plagio; Mariano José, un secundario que contiene las pistas de cómo leer El laberinto secreto, etc.

En efecto, El laberinto secreto es un libro difícil de escribir. Un libro sobre libros, sobre el lado oscuro de la literatura, la fama y los Premios literarios, sobre algo que ocurre con más frecuencia de la que los lectores piensan (hay mucha miseria en los trasteros de la literatura) y que puede leerse también como denuncia de un plagio pero que supera la mera denuncia de la forma más inteligente, con habilidad literaria: es difícil hacer buena literatura, más allá del ajuste personal de cuentas, con esta materia y El laberinto secreto lo es, como lo fue, en su día, El Premio de Manuel Vázquez Montalbán . Un libro que es, la historia de cómo se escribe un libro, como son la mayoría de las grandes novelas que se han escrito, desde El Quijote de Cervantes hasta Soldados de Salamina de Cercas. Pero que también es la historia de un laberinto interior, personal, del que sólo se puede salir a través de la escritura y de la vida.

Es un libro difícil de escribir pero cuya lectura atrapa por todos los niveles y temas entrelazados en su interior, por el tratamiento limpio de la narración y una voz narradora que es todo un acierto. Lo mejor del libro es, precisamente, esa voz del protagonista en primera persona.

19 comentarios:

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Guatemala y una recomendación tuya. Queda claro que me lo compro.

Gracias Pedro.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Solo con decirlo tu, ya esta en mi lista de libros a comprar.

Debe de ser muy bueno.

Un abrazo.

Nome Andrés dijo...

Primero limpié bien las gafas con el líquido que me regalo mi madre y después leí. Y lo leí varias veces. Gracias Pedro. Gracias también a todos los que a través de las palabras de Pedro lleguéis al Laberinto. Espero que lo paséis bien entre sus páginas.

Pilar_Cordoba dijo...

Pedro, lamentablemente no sólo en los trasteros de la literatura hay miseria, en muchas otras artes también la hay: pintura, música, arquitectura... Todo tiene un lado oscuro, lo que hay que ser es lo suficiente fuerte como para no caer en él y conseguir ser reconocido por tu trabajo, no por el de los demás, porque al fin y al cabo todo sale a la luz y el comer las migajas que los demás dejan sólo te ha servido para hundirte aun más.
Tiene buena trama el libro, ese tipo de libros que te enganchan desde la primra página me gustan.

Unknown dijo...

Un par de cuestiones, por un lado, gracias por presentar de una manera tan acabada y sincera una obra literaria, haces honor al arte, al escritor, al libro y a tu profesión. Por otro lado, quiero dejar constancia del interés que me despertó el libro, el tema, la trama, las relaciones me parecen más que interesante y exquisita. Por ultimo me gustaría decir que somos humanos, y por ende vanidosos, egoístas, superfluos y miserables, el arte, en cualquiera de su representación nos da la posibilidad de trascender, ser conocidos, conseguir mediocridades que nos hacen sentir superiores y bien, por lo tanto, la literatura que entrega dinero, reconocimiento sentimental y sobre todo intelectual hacen que muchos quieran pegar un éxito y dormir luego sobre los laureles de ese éxito. Una pena que así sea, pero desde que el arte es una industria nada más importa que hacer un numero uno, sea una canción, un libro, una foto, una obra, una película, un cuadro, una escultura.

Te dejo un abrazo grande.

HologramaBlanco

Fernando Portillo dijo...

Al precio que se han puesto los libros, me parece muy interesante la idea de la descarga por 3 euros. No para imprimirlo después, ya que entre los folios, el cartucho de tinta y la encuadernación la cosa se pondría en un pico, sino como cata previa —algo así como los melones— antes de comprarlo y almacenar una posible y cara maula en casa, circunstancia más que habitual dado el actual furor editorial que nos invade.

Isabel Huete dijo...

Realmente muy apetecible, además me encantan los libros que enganchan desde el principio, esos que te quitan el sueño y no paras hasta terminarlos.
Intentaré descargármelo.
Besazos.

Alimontero dijo...

Hola Pedro, gracias por toda la presentacion que has hecho de este libro.
Aprecio enormemente los comentarios que puede hacer una persona que conoce de literatura como tú.
Pues de ahí seremos!!
Un gran abrazo y pasaré por casa del autor!

Buena semana para tí y gracias por tu trabajo!!

Ali

Merche Pallarés dijo...

Tu excelente reseña ya me ha atrapado. Tendré que léerlo. ¿Se encuentra en las librerías? Besotes, M.

Myriam dijo...

Voy anotando, la lista crece.... crece, para después del Quijote, Obvio!


Besos

begoyrafa dijo...

Después de leer este post no tengo ninguna duda de que mañana me pasaré por la librería a encargarlo. Suele suceder que esos libros aparentemente sencillos son los que requieran un proceso de escritura más difícil.
Un abrazo
Rafa

Concha dijo...

Qué bien que recomiendes este libro, será el próximo que me lea. Un saludo.

Martine dijo...

Viniendo de tí el consejo y esta reseña... sin dudarlo, de un modo u otro lo conseguiré..

Besos, Pedro..

Silvi (reikijai) dijo...

Pedro;tendre presente tu recomendacion.Termino de leer"La Bodega"Noah Gordon...Recuerdo que comence con"El último judío"me fue regalado,me atrapo;ya lei"El Rabino""El Médico" "Chaman"
"La doctora Cole""El diamante de Jerusalén".Gracias.Cuidate.Silvi.

Gabiprog dijo...

Conozco su estupendo blog.
Sus textos y fotos son magnificos, y constituyen una gran carta de presentación.

Saludos.

Señor De la Vega dijo...

"El laberinto secreto de La mansión del Indiano de Guatemala", dice mi Señor Ojeda, que no es fácil de escribir, yo diría más, que no es fácil ni siquiera de escribir el título. Tengo por ello, mis iniciales reticencias, desconfío de los títulos que aunque largos, nada explican. En eso me identifico con los escritores de textos matemáticos, ya desde la época de Euclides, que cuando titulaban un libro, lo hacían concísamente y si el título era: "Los números primos", no hablaban de los pares o tan solo del 2, y ni siquiera de su familia en segundo grado, sino del 3, 5, 7, 11, 13, 17, 19, 23, 29, 31, 37, 41, 43, 47, 53, 59, 61, 67, 71, 73, 79, 83, 89, 97 y así hasta el infinito.
Pero como confío en su indubitable análisis y buena verbigracia, (solo vencida por su buen carácter y diplomacia exquisita), decidí entrar en el blog del susodicho, para ver pruebas de genio. Y ¡eureka! encontré la cabra cervantina, y me bastó la prueba.
Aunque siga, sin gustarme el título.
Y el tema, sea un tema tan de moda, como la propiedad intelectual cuando hay dinero por medio y/o fama, ya que si no lo hubiese, el interés sería minúsculo y la copia deseada ¿o no?.
Suyo y felicidades al escritor, ya que la crítica de Don Pedro no puede ser mejor, y confío en que el libro la merece.
Z+-----

impersonem dijo...

Parece interesante. Gracias por la información.

Abrazos.

Kety dijo...

No es extraño que el autor esté que zopla. No es para menos. Mi felicitación.
Habrá que leerlo.

Un abrazo

XuanRata dijo...

Espero que a partir de ahora las pocas dudas que le pudieran quedar a Andrés acerca de su buen hacer como escritor hayan quedado definitivamente resueltas. Un tipo que es capaz de escribir buena literatura con la misma naturalidad con la que otro se sienta a ver un partido de fútbol, y que además en su caso, y me consta, es capaz de compatibilizar ambas tareas con idéntico placer, merece este impulso y más. Ahora, a por el siguiente libro.