jueves, 8 de enero de 2009

El final de la novela del Curioso impertinente. (Cap. 1.35)


El final de la lectura de la novela del Curioso impertinente, nos deja frente a una gran variedad de temas ofrecidos por Cervantes: morales y literarios.

El mismo autor lo expresa en la intervención del cura, que alude a la inverosimilitud de que un marido ponga en esa situación a su mujer y su mejor amigo, a la vez que alaba la excelencia del estilo en la que está narrada la historia: es decir, por una parte, rechaza la construcción del motivo central como poco creíble y, por otra, alaba el estilo, como ya había sucedido con alguna de las obras de la biblioteca de don Quijote. Sin embargo, observemos que aquí no hay condena, ni siquiera moral. Y la razón viene dada por el género al que se adscribe este texto, que no es fantástico sino realista.

Pero no debemos quedarnos tan solo con el juicio del cura, entre otras cosas, porque si de verdad, como se ha propuesto, la voz del cura fuera la de Cervantes, no hubiera publicado esta novela, tan inverosímil según su apreciación...

Como hemos dicho, la inserción de esta novela ha sido criticada por algunos, molestos porque se aparta argumentalmente de la historia principal, con la que no se entrelaza. Sin embargo, esto no afecta a los lectores que se dan cuenta de que en el Quijote no sólo hay argumento (es decir, las historias de un viejo que hace cosas de locos), sino toda una estructura compleja en la que se tensionan las más importantes formas narrativas del momento para, finalmente, transgredirlas desde dentro.

Así sucede con esta novelita -este fin de semana ampliaremos la definición genérica de la novela a la italiana aplicada al Curioso impertinente-, que comienza siendo una historia al estilo de Boccaccio y sus imitadores renacentistas para, tras un primer final (la comedia representada por Camila ante el marido engañado), girar hacia el barroco y la tragedia con las muertes de los tres protagonistas.

Sin embargo, Cervantes se distingue -quizá porque, dada su edad y su experiencia italiana, había sido formado en otro ambiente que los autores más jóvenes que él- del conflicto de la honra barroco prototípico y vuelve a girar la narración para darle una solución serena: los tres -marido burlado, mujer adúltera y amigo traidor-, mueren por remordimientos, sin derramamiento de sangre, sin que nadie, más que ellos mismos, castigue sus acciones.

Es más, Anselmo perdona, expresamente, a Camila. Anselmo sabe que su locura -y no el tópico de la fragilidad de la mujer- es la que ha causado su propia deshonra y la destrucción del pequeño mundo ordenado y amable en el que vivía; Lotario busca en la guerra la muerte que redima su traición al amigo; Camila muere a los pocos días, víctima de sus remordimientos. Los tres son culpables, pero su muerte no la provoca la venganza sino su sentido de la moralidad como amigos o esposos: es decir, la honra aquí no es nada que se exhiba en la plaza pública, como en el teatro barroco español, sino algo íntimo, basado en la no traición al otro. Nada de gritos y grandes escenas. Cervantes ha jugado tanto con la moralidad española oficial sobre el honor como con la propia estructura del género para llevar siempre el agua a su molino.

Por otra parte, no es tan claro que no tenga nada que ver la historia del curioso impertinente con la de don Quijote: ambos, en su locura, pretenden que el mundo se rija por unas normas que no son las reales, las cotidianas. Ambos quieren forzar al mundo a comportase de una manera en la que no puede hacerlo. Claro, las soluciones son diferentes: por la extensión de ambas historias y porque en el hidalgo funciona un afán de juego que no existe en el comportamiento patológico del florentino. Es curiosa la insistencia de Cervantes, en su narrativa, presentándonos personajes que interpretan el mundo a partir de la extravagancia de su locura o carácter. La realidad, por supuesto, terminará imponiéndose pero no sin quedar afectada y evidenciada.

Antes de terminar la lectura de la historia del curioso impertinente, ésta queda interrumpida momentáneamente al inicio del capítulo por la reaparición de Sancho, que viene a dar cuenta de que su amo ha matado al gigante enemigo de la princesa Micomicona.

Obsérvese la complejidad estructural:

- la historia principal -la de don Quijote- se convierte en historia intercalada de la que es, en verdad, historia intercalada (El Curioso impertinente) y nos desagrada su reaparición porque retarda el final de ésta;

- se introduce una escena altamente cómica -don Quijote, dormido, medio desnudo (véase cómo subraya este hecho, tanto en la descripción física del personaje como en la reacción de Dorotea), dando cuchilladas a unos cueros de vino creyéndolos un gigante; el ventero y su mujer enojados por la nueva pérdida económica provocada por el caballero loco; Sancho buscando con desesperación la cabeza perdida en la que necesita creer para no perder su condado- que contrasta con el final dramático que ya adivinamos para el Curioso impertinente.

La aventura de don Quijote contra estos cueros de vino, tiene una doble función. Por una parte, como hemos señalado, suspender la lectura de la historia intercalada para provocar la ansiedad del lector y contrastar con ella por su comicidad; por otra, solucionar el enredo por el que se había conseguido sacar a don Quijote de la sierra y permitir que las historias cruzadas de Dorotea y Cardenio puedan seguir enredándose sin la urgencia que tendría don Quijote para ir al reino de Micomicón en el caso de no haber matado al gigante en sueños.

Veremos cómo se vuelven a complicar las cosas en el capítulo XXXVI, el próximo jueves.

53 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando ya casi nos habíamos olvidado de DQ, que de nada se había enterado del cuento del curioso impertinente, por hallarse durmiendo de lo quebrantado que le habían dejado las penitencias en la sierra; irrumpe en la escena con fuerza. Como si quisiera dejar claro que aquí el protagonista es él y no las novelillas intercaladas de poco fuste, a pesar de que sean historias tan bien trabadas como la que todos los secundarios de la novela están escuchando sin pestañear.

Sancho pide ayuda a los presentes para que separen a DQ de Pandafilando, enfrascados en cruenta lucha. Se nos presenta tan abducido como su amo; dice que no encuentra la cabeza del gigante: él asegura que ha visto la sangre, cuando en realidad es vino de los cueros cercenados por la espada de su amo. Sólo despierta DQ cuando el barbero recurre a un cubo de agua fría recién sacada del pozo; cosa que hace, pero sólo físicamente porque su locura persiste. Aquí, aprovecha el autor para hacer un repaso del estado anímico de todos los personajes: DQ muestra su satisfacción por la misión cumplida con el gigante de la fosca vista. A Sancho le interesa la cabeza del gigante pues a ella va ligado el condado prometido por el amo. Al ventero y a la ventera les aflige los cueros, el cobro del daño y alojamiento. Nos presenta a una Dorotea pudorosa (por la desnudez de DQ) y conciliadora al consolar a S ofreciéndole el condado, tan pronto como se descubra la cabeza del gigante que tanto le afrontaba. Maritornes, apoyando al ama y la hija que se sonríe de todo el ajetreo de la venta.

Una vez que el cura, con ayuda de todos los demás, consigue apaciguar a DQ y lo vuelven a encamar, extenuado como había quedado de la batalla con el gigante de la fosca vista, pueden continuar con la lectura del cuento del curioso impertinente: Anselmo – confiado en la bondad de Camila, viendo la mala relación, simulada , entre ella y Lotario- hace oídos sordos a la petición de su amigo de no frecuentar la casa; con lo cual, dejaba al objeto de su afrenta libre el camino de su deshonra. Leonela - con las espaldas bien cubiertas- dado el conocimiento que de los líos de su ama tenía, no escondía sus escarceos con su novio; tanto que un día Anselmo lo vio y cerró a Leonela hasta que le contara todo lo que tenía que contar, cosa que no hizo falta pues, la misma noche que Anselmo le contó a su mujer lo sucedido con la criada, juntó Camila todas las joyas y el dinero que pudo e ingresó en el mismo monasterio donde la hermana de Lotario ejercía de priora. Lotario se alista en el ejército, después de ingresar a Camila, que al enterarse de su muerte en batalla, profesa y muere al poco de tristeza.

Se extiende un poco más el autor en contarnos la suerte de Anselmo, al hacernos ver que la historia es verdadera, cuando un Anselmo – abrumado por la pérdida de su honra, de su mujer, amigos y criados – a mitad de camino de casa del amigo, un ciudadano que por allí pasaba nos vuelve a narrar lo que acaba de ocurrir en la ciudad y que ya sabemos de primera mano. (Seguramente otra pirueta narrativa de esas que tanto le gusta destacar a nuestro profe). Produce vértigo analizar la complejidad y todos los planos narrativos que está usando el autor en este momento.

No deberíamos terminar el comentario sin hacer alusión al interés que pone C en localizar la acción de la novela en Florencia, al principio de ella. Ahora al final, la sitúa en el tiempo, al darnos la referencia histórica del Gran Capitán, que había combatido en Italia unos cien años antes de la publicación del Quijote y contra el que sucumbió Lotario, queriendo ofrecer visos de verosimilitud al relato. La trama en conjunto es puesta en duda por el cura, al implicarse el sagrado sacramento del matrimonio, pero afirma que no le desagrada la manera de contarla (flores merecidas que se echa el autor) pancho

lichazul dijo...

que ganas que existan los Quijotes y los Sanchos o los Cid y los Arturos
en dónde se meten , cuando se necesitan??

no me haga mucho caso(ando media peliada con la alegría)

muakis de lunita lunera

Anónimo dijo...

¡Vaya, maese Pedro! Si Don Quichote frisaba la cincuentena, me habéis descrito muy cabalmente: "un viejo que hace cosas de locos". Más o menos lo mismo que opina el menor de mis vástagos aunque con un lenguaje bastante más perdulario.

Merche Pallarés dijo...

Voy a ver si hoy tengo suerte y mi comentario se publica... Bueno en este capítulo tan enrevesado literariamente hablando, la novelita acaba como el rosario de la aurora, muere hasta el apuntador. Al principio con DQ matando al gigante en sueños y cortando los cueros del vino, es una escena muy graciosa pero pobre Sancho está tan loco como su amo "Y estaba peor Sancho despierto que su amo durmiendo" empecinado en encontrar la cabeza del gigante que el ha visto. En este capítulo, Cervantes hace una nueva velada alusión a la homosexualidad: "...no se podía esperar tal hecho de la mucha y familiar amistad de los dos, que dicen que era tanta, que los llamaban "los dos amigos"..."
Lo dejo aquí por si a caso se me borra. Besotes, M.

Merche Pallarés dijo...

Como veo que no se ha borrado, había otra cosa que quería comentar que me ha llamado la atención. Cuando Anselmo se encuentra con el ciudadano y éste le cuenta lo de Lotario y Camila entonces "Levántose como pudo y llegó a casa de su amigo, que aún no sabía su desgracia..." ¿Qué amigo? Aquí creo que Cervantes nos mete un gol porque el único amigo que había aparecido hasta ahora era Lotario que yo sepa ¿no? O, quizá lo he leido mal y soy yo la equivocada... Tu dirás, querido profe. Besotes, M.

Merche Pallarés dijo...

Otra frase que me hizo mucha gracia es cuando DQ está luchando contra el gigante imaginario "...en el brazo izquierdo tenía revuelta la manta de la cama, con quien tenía ojeriza Sancho, y él se sabía bien el porqué...". Luego la escena de DQ arrodillándose delante del cura pensando que éste es la princesa Micomicona es tronchante. Sin lugar a dudas nuestro querido Cervantes era un genio. Besotes, M.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

como bien señalas, habíacaido en la cuenta de la cuestión de romper con la realidad de ambos personajes... de todas formas en ningún momento me pareció que se diluía la historia, pues ya es una tónica dentro de ella... no me extraña que en su época fuese criticada por este hecho... pero es que entonces no había grupos de lectura como el nuestro... saludos

Anónimo dijo...

*Inciso* Genial la foto dentro de foto. ¡Vivan las espirales! *Fin del inciso*

Ele Bergón dijo...

Lo siento Pedro, puedes dar todas tus explicaciones y tan bien como tú lo haces, hacer consonante lo disonante, pero yo creo que esta novela aquí, me distorsiona en mi lectura del Quijote y es como un pegote que ha añadido Cervantes. Es mi opinión de lectora nada experta en este gran autor.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Me gusta imaginar a los habituales de la lectura colectiva en una venta de la época, escuchando estos capítulos del Quijote y transportándose a los diferentes planos de acción, inmersos sutilmente en una trama en la que acaban siendo personajes que escuchan lo que escuchan los personajes protagonistas de la historia, que es otra historia con otros personajes que a su vez escuchan o son escuchados. El juego de espejos, la profundización estructural acaba atrapando al destinatario último de los escritos de Cervantes. Genial, don Miguel.

Anónimo dijo...

Cada vez lo bordas más y mejor que en tus autorretratos. Para la posteridad el de esperando a Papa Noel. Un saludo

Silvia_D dijo...

A mi no me molesta la novelita "es más Quijote", es parte, otra pieza del puzzle, sin todas las piezas, no se jugaría igual.

Simplemente es más de un todo.

Bueno, es mi humilde opinión, claro está... Cervantes sigue "mareándonos" a su antojo, evitando el aburrimiento del lector, con una lectura con tropezones, es una "película de acción".

Besos, querido profe despeinao jajajajjaaj

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Muy interesante el análisis...no sé si te lo he dicho, te he integrado en los enlaces de mi página...un abrazo de azpeitia

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Magnífico. Dices: "...la honra aquí no es nada que se exhiba en la plaza pública, como en el teatro barroco español, sino algo íntimo, basado en la no traición al otro." Estupendo.

Un abrazo.

MAMEN ANZUÉ... dijo...

A mí me sigue gustando leerte;))

BUEN FINDE Y MILES DE BESOOOOSSSS¡¡¡MUAAACCCCSSSSS

PD: en la foto pareces recien salido de la cama, jejjeejee¡¡ me encantóo¡¡:)

María dijo...

Te leo, me dejas maravillada, y sobran mis palabras.

Un beso y feliz tarde.

isla_errante dijo...

si pedro es realmente curioso y a la par inaudito para esa época entre calar dos historias que una (la del quijote y otra la de la adultera )esta ultima me gusta su final no hay castigo ¿por que habría de ha verlo? , recordaría a Lazarillo este también perdona su mujer .
Yo lo que creo que eso del honor es mas bien de clases altas por esas épocas los pobres no lo tienen tienen otras necesidades como bien decía lazarillo .
un beso

Antonio Aguilera dijo...

Hola Pedro:
Fieles a nuestros viernes de pasión Quijotesca, recien acabamos de subir la ultima entrada a nuestro Blog revulsivo, Aún podemos brindar con Sancho.
Nos vemos mañana...


antonioaguilera.blogspot.com

Pedro Ojeda Escudero dijo...

PANCHO: buen resumen. En efecto, parece que nuestro hidalgo nos quiere recordar que es él el protagonista y por eso llama la atención. Y me gusta mucho tu forma de leer la revisión que hace el narrador del estado anímico de todos los presentes cuando se despierta a don Quijote: tienes razón.
Y esa pirueta narrativa es muy cierta: no puede ser el mismo protagonista el que asista a los rumores porque resultaría ridiculizado en público. La intención de Cervantes es la lección privada, por lo que el viajero que le informa ni siquiera le conoce.
El contexto florentino viene dado por la modalidad parodiada en esta novelita. Y la alusión al Gran Capitán tiene miga, tiene miga... sólo hay que ponerla en la época en la que se escribe.

ELISA: no estoy muy seguro que si nos encontrásemos con don Quijote, Sancho, el Cid o Arturo nos gustaran tanto como en la ficción...
Recupera la alegría y la sonrisa. Besos.

FERNANDO PORTILLO: tengo que hablar yo con tus hijos...

MERCHE: Se publicó.
En este caso, en el de los dos amigos podría haber algo de lo que señalas.
En efecto: ese otro amigo que nos aparece de pronto es un truco narrativo de bajo grado. Hubiera bastado hacerlo un familiar lejano... ¿Por qué lo usa así Cervantes?
Esa escena, con don Quijote casi desnudo, Sancho por los suelos, todo lleno de vino... es muy plástica y divertida.
Besos.

MANUEL: en eso, en efecto, sacamos ventajas. Saludos.

SR.K.: y porque sólo tengo dos ordenadores...

ELE: tienes todo el derecho, como lectora, a juzgalo así. Cada uno busca su lectura en un texto. No a todos nos tiene que interesar lo mismo. Un abrazo.

PABLO: en el fondo, ¿no lo estamos en este mundo virtual? Genial nuestro don Miguel, en efecto.

BLOGOCHENTA: pues gracias por tus palabras.

DIANNA: cada cachito de don Quijote es para disfrutarlo... junto o separado. Besos. Me peinaré la próxima vez.

AZPEITIA: Gracias. Lo vi y correspondí el enlace, como verás.

CORNELIVS: es una de las lecciones más importantes de este texto. He aquí una discordancia de Cervantes con respecto a la verdad oficial de la época. Un abrazo.

MAMEN: gracias por seguir, entonces. Besos y buen fin de semana.

MARÍA: Un beso y gracias.

ISLA: bueno, Lázaro no es que perdonara a su mujer, es que aceptaba su condición de cornudo porque así comía caliente todos los días...
Los pobres nunca han tenido derecho al honor...
Un beso.

Gracias a todos por vuestras palabras.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ANTONIO: Voy a verlo.

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

Es un genio, Cervantes. REsulta magnífico como mete historias dentro de la gran aventura de Don Quijote. Me rindo a sus pies.

un abrazo.

Martine dijo...

Ponme una falta de asistencia de las grandes, Pedro!
Leí todo... Y despues de los comments no me queda nada por decir... sino admiración por todos y por tí mi Profe..
Si fuera tu, vigilaría a este personaje que te está mirando.. sí, ese a tus espaldas... mientras tú no estás mirando a nosotros.. Por cierto tienes unos ojos preciosos... y no es peloteo...

Besos, Pedro.

Señor De la Vega dijo...

Anda el senor Zorro, desenmascarado y congelado, en estos fríos inviernos de la meseta, con la inspiración perdida, cual Sansón rasurado por Dalila.
Se caldea el ánimo del Señor de la Vega, aprendiendo en sus esmeradas y didácticas palabras señor Ojeda, con esta diseccionada entrada del capítulo de mi héroe preferido. Pues dejarse guiar por tan ejemplar maestro, como usted cada semana demuestra ser, es el deseo de aquellos que solo reposamos en el aprendizaje y la mejora.

La historia contada en El Curioso Impertinente, resulta creíble por el cura, solo, si no ocurriese entre esposos, ¿oculta algún motivo irónico para decirlo, más allá de sacralizar el matrimonio?. Por cierto, nos quedamos sin saber lo que los demás presentes han pensado...
Sus puntualizaciones señor Don Pedro, resaltan lo que desde el punto de vista literario dan el valor especifico a la ejemplar novela...Pero yo me pregunto...¿A quién trata de ejemplarizar Cervantes, en mitad de tantos lectores superpuestos?.
¿A Don Quijote y Sancho? No parece, pues ambos fueron ajenos a la lectura. Aunque acabarán siendo buenos amigos al final de sus aventuras y ejemplo caballeresco de lealtad, habiendo por ejemplo, confiado Don Quijote a Sancho, el encargo de su preciada carta de amor, no dudando nunca el Loco, de la fidelidad de su vasayo, ni de su señora...ventajas de la irrealidad de la locura y la falta de tentaciones.
¿A los personajes de la trama Cardenio-Dorotea?.
Primero Cardenio, ¿no fue aquél, que confiando en la amistad de Fernando, mostró a su amada Luscinda a la luz de vela y en una ventana con sayo sugerente, ante el mismísimo 'Don Juan' Fernando?, perdiéndola por ello y viviendo él, por culpa de su propia 'impertinencia', una muerte en vida en la Morena Sierra.
Segundo Dorotea, ¿no fue la que confiada en la seguridad de la puertas cerradas de sus aposentos, descuidó en asegurar la lealtad de su doncella, que fue puerta de entrada y salida del Don Juan Fernando?, perdiendo su honra por ello y su esperanza por 'curiosa'. Debiendo buscar el convento de la Sierra para evitar ser encontrada.
Sigo pensando que son siempre demasiadas las casualidades, que salpican las aparentes sinrazones de argumento de esta novela corta en relación al resto.
¿O se trata de una enseñanza para los venteros, incluidas hija y Maritornes? pues, parece la 'huéspeda' que anda cargada de deseos infieles, (y ya había tirado de las barbas del barbero para recuperar su cola, ya que la de su marido andaba por los suelos).
¿Será la enseñanza para el ventero? y que así preste más atención a su ventera y deje las lecturas imposibles.
¿Tal vez para Maritornes?, que de tan hidalga y dada a cumplir sus palabras, con tanto cargar agua de la fuente no se le rompa el cántaro, como a la sirvienta.
¿O para la hija?, que por ilusionada con el matrimonio, la advirtiera el cuento, que nunca case a un Anselmo como esposo.
¿O será la enseñanza para los plebeyos que leían y aún leemos? para explicarnos que si pedimos imposibles a los que bien nos quieren, es justo que los posibles se nos nieguen. Y que todo acabe en íntima tragedia. Pues nadie que no sea santo o caballero andante, puede frenar las tentaciones del mundo o de la carne, y que las lealtades solo se cumplen si son realistas y limitadas en el tiempo.
¿Y si en clave política, se refiriese Cervantes a los gobernantes? basta comprender en los tiempos que se escribió el Quijote y anteriores, (no hablemos del futuro) las muchas tragedias y muertes innecesarias que se pedían a los buenos súbditos, por alcanzar demostraciones de poder imposibles, e igualmente por intentar mayores grandezas se perdieron las posibles mejoras, empezando quizás por ello, la recién ensamblada España, su imparable decadencia...
Desde que Lotario muriera en una victoria de prestigio, cien años antes, y pasando por Lepanto.
Con el final del s. XVI, Cervantes es testigo antes de ser publicada la pequeña novela, de la perdida de honra y fama de Don Felipe II en toda Europa (bastante Anselmo), al volverse un Curioso Impertinente, por pretender quizás un imposible de su Invencible Armada.
Suyo queda, Z+-----

Abejita de la Vega dijo...

Comentario al capítulo XXXV del Quijote, primera parte.

El título nos anuncia que, por fin, vamos a saber cómo acaba el triángulo Camila, Anselmo y Lotario. Pero llega Sancho más alborotado y quijotizado que nunca, temeroso de quedarse sin cabeza, la suya no, la del gigante. Volvemos al Quijote Quijote. Y yo, encantada, no tengo ninguna prisa, ya me enteraré de lo que pasa con el pelmazo de Anselmo. Leo esas exclamaciones que a mí me gustan:” ¡Vive Dios, que ha dado una cuchillada al gigante enemigo de la señora princesa Micomicona, que le ha tajado la cabeza, cercen a cercen, como si fuera un nabo! , “¡Tente, ladrón, malandrín, follón, que aquí te tengo, y no te ha de valer tu cimitarra!”. Mis favoritas sólo superadas por aquella de los molinos: “¡Non fuyades, cobardes y viles criaturas!”
Ya tenemos al Quijote para todos los públicos, el que suele figurar en los manuales escolares y en las antologías, ése que le ha dado fama de obra cómica y bien merecida, por cierto.
El de la Triste Figura está durmiendo, no abre los ojos, es un sonámbulo. Si su camisa no le cubre los muslos y por detrás tiene seis dedos menos, está claro lo que nos está enseñando. Las piernas largas, flacas y con roña, esto último como resultado de treinta y cuatro capítulos sin lavarse en un arroyo o fuente, que sí se citan en algunos capítulos, como en el de los batanes, por ejemplo. La cabeza, cubierta con un bonetillo grasiento de ese ventero tan pulcro que guarda el peine en una cola de buey. Los cueros perforados por la espada y convertidos en surtidores de vino. No, vino no, la sangre de Pandafilando, que Sancho la ha visto correr por el suelo.
El hidalgo sale, como siempre, mal parado. Recibe los puñetazos del ventero que remata con un cruel jarro de agua fría que nos deja helados.
El ventero, la ventera y Maritornes alteradísimos; la venterita tan tranquila. En esta burlona doncella se fija Manuel Machado y dedica un poema al sosiego de este personaje que “callaba y se sonreía”. Se la imagina “al rincón del fuego sentada…soñando en los libros de Caballerías”.
Todos se tranquilizarán, también lo hará Sancho ante la promesa de un condado que le hace Dorotea, ínsula o condado qué más da. El cura acaba de leer la novela “porque vio que faltaba poco”.El lector de aquella época espera, tal vez, que Anselmo lave su honra. Quizás piensa en los amantes culpables Anselmo y Camila que llevarán su merecido. Nosotros, posiblemente, pensáramos que se resolvería al estilo calderoniano, adelantándose a Calderón. Pues nada de eso, morirán pronto los tres y los tres de remordimientos, como apunta Pedro. Anselmo, reconociéndose como autor de su deshonra, perdonará por escrito a Camila y morirá todavía con la pluma en la mano. En breve también, terminarán sus días Camila y Lotario, en el monasterio y en la guerra, respectivamente.
Y, tras la opinión del cura, fin y pasamos al capítulo siguiente. Quijote, Quijote. ¡Bieeeeeen!
Un saludo para Pedro y los paseantes.
En mi blog he puesto unas fotos alusivas a este capítulo. Don Quijote se ha metido en mi cocina y ha hecho con un tetra brick de vino lo mismo que hizo con los cueros de la venta.

Abejita de la Vega dijo...

Corrección:
Quizás piensa en los amantes culpables Anselmo y Camila que llevarán su merecido.
Quise decir:
Quizás piensa en los amantes culpables Lotario y Camila que llevarán su merecido.
La nevada me distrae.

Merche Pallarés dijo...

¡Qué bien que ha vuelto el SR. DE LA VEGA! Sus análisis siempre son una vuelta de tuerca muy interesantes al igual que los de ABEJITA y PANCHO. Comentaristas de super lujo. Siempre me fascina lo que escriben.

Sí ¿por qué crees que Cervantes añadió a ese otro "amigo" en vez de a un familiar? Tiene que haber una razón porque los otros goles que siempre nos mete el manco de Lepanto suelen tener su razón de ser. Bueno, supongo que quería acabar la novelita cuanto antes... Besotes quijotescos, M.

Señor De la Vega dijo...

Mi señora Merche, pide usted que le respondan lo imposible... incluso para nuestro genial profesor Don Pedro, pues no es Don Miguel.

Pero...imagine usted, con mucha imaginación y recuerde su primer comentario, donde me da pie a lo siguiente...
Cervantes, nos podría estar hablando en "clave" iniciática en esta novela, para referirse a la homosexualidad del siglo XVI Y XVII.
¿Qué la hubo? creo que nadie, de los que aquí comentamos, lo dudemos...y que seguramente lo vivían en oculta simpatía, resulta también obvio, homoxesualidad que deben compartir con más o menos ganas con la bisexualidad forzada, el matrimonio y una vida social estereotipada.
Y el último "amigo", precisamente el sacado de la manga, que aparece al final, nos revela que se trataba de la alusión en clave a otro "homoxesual". Y así, ese que a usted tanto le interesa, en los días últimos de la vida de Anselmo, no duda en ofrecerle su cama y su 'pluma', porque entre ellos se conocían y se 'apoyaban' en diferentes posturas.
Si leemos con este nuevo conocimiento la novela, no deja de perder sentido, y en muchas alusiones, tramas y ocurrencias, incluso lo gana, porque ahora tendríamos la traducción (sin censura) de algunos de los hechos que ocurren: en lo que fue un simple triángulo y prueba de fidelidad a Camila, en la seguridad de los lazos ocultos entre Anselmo y Lotario.
¿Por qué no tiene dudas Anselmo en dejar en los brazos de Lotario a Camila? porque Anselmo esta seguro de los gustos sexuales de su amigo, y sabe que ni siquiera en sus correrías de mozos parece que haya dado síntomas de bisexualidad Lotario, algo de lo que sí presume Anselmo.
¿Por qué insiste enfermizamente Anselmo en tener siempre dentro de su casa a Lotario?, porque esta profundamente enamorado de su "amigo", y poco le importan las razones y disgusto, riesgo y perdida de honor que eso entraña, si lo tiene al lado entre sus muros.
¿Por qué, es una historia donde los hijos no aparecen? ¿Yacían esposo y esposa con la frecuencia que para concebirlos se debiere?
¿No es aquella carta, que escribe Camila a Lotario, la misiva de una mujer que quiere ser tratada como mujer, porque su marido la esquiva?
¿Por qué acaba muriendo de tristeza Anselmo? No por los cuernos de Camila, sino porque eso significa que ha perdido el amor de Lotario, así perdona a su mujer pero no puede perdonar a su enamorado.
¿Por qué esa tragedia íntima final, más propia de mujeres que de hombres de la época? porque no eran hombres, que sintiesen como machos, sino hombres que se amaban entre ellos, sensibles y trágicos.
¿Por qué si de verdad para Lotario, su amor era por Camila, no escapa con ella, y prefiere huir a la guerra (o mejor con más hombres)?...
Se me ocurren, con esta revisionista lectura, muchas más dudas contestadas...pero no querría puntualizarlas yo todas.

"Amigo"="Gay" en este cuento, es la clave que buscaba, señora Pallarés. Leyéndolo como tal, la novela no pierde el título, pues sigue siendo "El Curioso Impertinente", pero mejor se entiende... incluso desde la perspectiva del muy intuitivo e inteligente señor Cura... porque entonces, tendría sentido lo que dice, una vez leída con sarcástica ironía: "... pero entre marido y mujer, algo tiene del imposible; Solo es verosímil la historia, no entre hombre y mujer." ...Pero claro, es que Anselmo no era hombre, sino "amigo". Y por ello, los demás que leyeron la historia, callan.

Perdone profesor, que me haya entrometido, para seguir la estrella que nos lanzó la Mercedes... y ofrecer una lectura apócrifa e impertinente al texto.

Suyo y de todos quedo como "amigo" ;-) Z+-----

Pedro Ojeda Escudero dijo...

FERNANDO: salir con éxito de esas dificultades sólo les es dado a los mejores. Un abrazo.

SELMA: pues gracias. Llevo cargando a la espalda con el que mira muchos años como para saber de sus intenciones... Besos.

SEÑOR DE LA VEGA: El frío nos tiene a todos ateridos, como si fuera el empujón que le faltaba a la crisis.
En efecto, muy bien visto cómo Cervantes nos escamotea lo que opinan los que no conocían de antemano la novela y nos deja sólo ante esa ambigua afirmación del cura, ¿alguna clave, además de la tan manifa afirmación de que es el portavoz de la teoría literaria sosttenida por Cervantes -cosa que yo siempre he mirado un tanto de lejos, para no creermela del todo-? Y muy bien visto también la dirección del ejemplo que se esconde en la novelita: no pidamos las utopías en la vida, a no ser que queramos hundir nuestro mundo. El guiño político es un tanto forzado, pero divertido, ¿por qué no si Felipe II se lo merecía?

ABEJITA.- Vi las fotos, las comentaré en las Noticias. Ya veo que tú deseas volver a nuestros personajes cuanto antes... Saludos.

MERCHE: Cervantes no dio importancia a este otro personaje, para simplificar lo más posible la trama y no apartarla del trío. Le basta decir, en el texto, que es la casa del amigo en la que también había estado cuando Lotario tenía que intentar seducir a Camila. Muy ineresante el análisis del Señor de la Vega en su respueta siguiente. Besos.

SEÑOR DE LA VEGA: No hay que descartar, en absoluto, la homosexualidad en esta novelita. Es más: debería manejarse más esta explicación en la crítica académica porque siendo el Quijote, en buena medida, un compendio de formas de amar, no podría faltar ésta.
Es magnífico leer así el Quijote, como lo estamos haciendo, con todas las miradas cruzándose y aportando. Excelente interpretación que puede aclarar algo lo del Cura. Un abrazo de amigo.

Merche Pallarés dijo...

Gracias SR. DE LA VEGA por su muy acertada explicación. Ahora entiendo la trama muchísimo mejor porque yo tambien he venido viendo que en esta novela hay muchas alusiones veladas a la homosexualidad que, admitámoslo, en aquellos años debería existir muchísimo (y, si me apura hasta hace bien poco en España) ya que las relaciones heterosexuales estaban tan encorsetadas, prohibidas y mal vistas (Dorotea es un botón de muestra) que los mozos tendrían que dar rienda suelta a sus pasiones entre ellos. Normal. Gracias de nuevo por sus muy eruditas aportaciones a esta maravillosa lectura colectiva. Besotes, M.

Merche Pallarés dijo...

Ah, y si me apura la amistad entre Sancho y DQ tambien tiene mucho de homosexual, esa fidelidad, esa lealtad, esa fusión de locura entre los dos... ¿no cree? Besotes de nuevo, M.

Merche Pallarés dijo...

Homosexualidad SIN carnalidad, claro está... Besotes, M.

Señor De la Vega dijo...

Mi señora Merche Pallarés, a mi pesar, la realidad es otra... erudición es la del profesor Ojeda, lo mío es pura imaginación alentada por la suya.
Cada comentario de nuestros compañeros, en la relectura me sugiere o me descubre algo, sin pensar nunca que leemos textos diferentes.

La lógica y el sentido común en el siglo XXI, nos lleva a intuir lo que nosotros proponemos, pero bien diferentes podían ser las cosas, y no por ello menos sorprendentes en el s.XVI.

Bien es cierto que Cervantes es dado a escribir y describir sobre su época, sobre los hábitos, tendencias y situaciones que en él se daban, más allá de lo obvio y más allá de lo necesario, yo diría que casi, con un afán pictórico, a veces impresionista con sugerentes pinceladas, pero otras con texto hiperrealista.
Lo que nos desconcierta es cuando su pintura se vuelve abstracta, abierta a ser interpretada hasta por las más exageradas imaginaciones; o también demuestra ser maestro en hacerlo con veladas capas que pareciese ocultar el código de no se sabe que acertijo o enigma (al que hoy la mala literatura nos tiene acostumbrados como recurso fácil), y todo vale según como se mire con ojos esotéricos.
¿Por qué lo hace Cervantes ? ¿para evitar inquisiciones a sus críticas sociales? o ¿jugar con sus lectores avezados y no aburrirlos?, lo importante no es que lo haga, que lo hace, sino que eso cuando lo injerta, es siempre circunstancial, tejido en fina ironía de múltiples sentidos y nunca centro de su trama, ni llega a ser más importante o de menos altura, que la narrativa que ofrece para el más neófito de los lectores. Usa todos los lenguajes que le rodean, con infinidad de estilos y por eso gusta a 'casi' todos. (Al menos a mí me gusta)

Sea como sea, a través de él y sus obras, conocemos un mundo pasado con una profundidad humana inusitada.
Incluso de lo oculto, y así nos ha llegado en sus novelas ejemplares, por ejemplo, alguna referencia de la "Garduña", dícese de un grupo organizado de pícaros, que hoy se quiere ver como origen, de la napolitana 'camorra' a cuento de "Gomorra".

Tiene razón que en lo homosexualidad, las prácticas en España, han cambiado solo en los últimos años de nuestra generación, casi llegando a un extremo que solo resalta, por el absurdo de llevar al espectáculo mediático nuestras tendencias sexuales, pudiendo con ello presuponer que la anterior tapadera del gay o de doble vida, se ha acabado, cuando todavía persiste, porque la marginación a lo diferente no acaba con un show de plumas.

Difiero sobre lo que apunta como posible homosexualidad entre Caballero y Escudero, pues bien pudiera ser que no se consume carnalmente, pero el deseo para mí, tiene que serlo, para ser considerada tal esa sexual tendencia.
Más deseo se intuye en los ojos del cura y del barbero, observando al zagal lavar sus piernas, y casi decepción al observar que era, la muy hembra Dorotea.

Lo de nuestros héroes, yo lo llamaría necesidad, cariño, amistad, admiración, etc. Personalmente no encuentro indicios de deseo carnal entre Quijote y Sancho, pero mi conocimiento tiene demasiados límites, de hecho, en lo que recuerdo de lo leído me parece lo contrario, repelús, cuando sin querer se observan la piel desnuda y lacerada.

Pero quizás fue porque lo probaron poco... y en el fondo de su corazón deseaban compartir la ínsula del buen vicio de las carnes.
¿Quizás todos nosotros lo hemos probado poco?.
Un beso mi señora, y suyo quedo, 'amigo o enemigo', según se guste, Z+-----

Señor De la Vega dijo...

Pensaba en lo probado poco....
¿Y no es también de lo que trata el Curioso Impertinente? ... ¿qué todos podemos caer sin importar nuestra abanderada moral o educación?
Si somos tentados, en el momento propicio, por el justo estímulo, en el modo exacto y por el tiempo suficiente...

Suyo, Z+-----

Merche Pallarés dijo...

Ay, mi admirado SR. DE LA VEGA, acaba de deleitarnos con otro maravilloso análisis. Sí, creo que Cervantes jugaba mucho con los lectores de su época fueran éstos eruditos o simples venteros. Pero, para un lector de hoy en dia, sus claves, sus insinuaciones veladas o no, tienen otra lectura. Y, no creo que la homosexualidad tiene que ser, forzosamente carnal (aunque ayuda) puede ser un sentimiento superior, místico como es el caso de nuestro Don Quijote y Sancho y si vamos a comparar, como el de Santa Teresa de Jesús que tambien tenía tela...
Ústed jamás será un enemigo para mi, al contrario un amigo muy apreciado, admirado, místico y caballero ¡español! de los que ya no quedan... Besotes, M.

Merche Pallarés dijo...

Me ha llegado su último comentario a mi contestación y sí, es verdad, si la tentación nos la presentaran en bandeja y con el tiempo suficiente, seguro que cairíamos en ella... con lo agradable que eso sería... Besotes de nuevo, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

SEÑOR DE LA VEGA Y MERCHE: es un placer asistir a este diálogo, que tanto aporta. No quiero intervenir más que para afirmar que, en toda la literatura de aquellos tiempos uno observa todo tipo de literaturización de la sexualidad precisamente porque no era libre.
Y, en efecto, todos podemos caer en la tentación cuando se nos presenta en el momento adecuado.

Teresa dijo...

Pues fastidia un poco que DQ interrumpa la lectura en un momento de tensión importante. Sobre todo, porque la lucha con los pellejos tiene su aquel. El lector tiene que desdoblarse en las dos historias y mi balanza se inclina por el curioso impertinente.

De verdad que me gustaría conocer la opinión de Cervantes respecto a la disquisición planteada sobre la intencionalidad en solapar la homosexualidad.

Silvia_D dijo...

Mira tú qué cosas y yo que no me había enterado de nada de esto, tengo que releer?

Besos :))

matrioska_verde dijo...

ahora sí, ahora ya es otra cosa... ahora con el final de verdad, y no el que yo creía que era el final, en el capítulo anterior, ya tiene todo más sentido...

este capítulo me resultó ameno y divertido... como bien dices, imaginar a don quijote de esa guisa es surrealista total... je je je

biquiños,

Pedro Ojeda Escudero dijo...

BIP0LAR: es un juego genial el de Cervantes... y muy arriesgado. A mí también...

DIANNA: llevo releyendo el Quijote años y sigo descubriendo cosas nuevas. Besos.

ALDABRA: y tanto... Cómo juega Cervantes con nosotros... Besos.

Guadalupe Munguia dijo...

Bueno, he disfrutado mucho la entrada y los comentarios y, debo confesar, no se me había ocurrido lo de la homosexualidad entre los personajes, que apuntan ustedes.

Yo iba a decir que, quizá porque la narración es hecha por un cura, se atribuye la muerte de Camila a los remordimientos...aunque yo creo que es más por haber perdido al objeto de su ¿amor? ¿deseo? : Lotario

Pero quizá también es ese pedazo feminista y hereje mío, que le gusta llevarle la contraria a los curas, el que anda viendo moros con tranchetes jejejeje

Pedro Ojeda Escudero dijo...

INCOMBUSTIBLE: la muerte de todos era necesaria para el ejemplo literario y para la convención de la época. Lo que se sale de la época para hacerlo más moderno es que la muerte no es por algo externo, puesto que todo se ha dado en la intimidad, sino por el peso de la culpa en ellos. Quizá se culpen de ser tan todos. Eso, con una época más libre en lo sexual no hubiera pasado, claro.

Guadalupe Munguia dijo...

Lo entiendo profe, quizá no me expliqué bien... lo que quiero decir es que los diálogos "culposos" se dan siempre entre Anselmo y Lotario, mientras que entre Camila y Leonela hay una especie de complicidad ¿amoral?: el silencio de una es la seguridad de la otra. Por otro lado, al ser descubierta, Camila reacciona yéndose a un lugar en el que, también, va a contar con una especie de complicidad con otra mujer (la hermana de Lotario) y, hasta no saber de la muerte del amante es que decide profesar ... sus melancolías las veo más asociadas a la pérdida de Lotario , que al remordimiento por Anselmo.

Creo que lo que hace "ejemplar" a esta historia, es la "traducción" del cura ( y quizá de Cervantes), de las conductas femeninas... o quizá sea yo, queriendo adentrarme en la psiquis de Camila, como si se tratara de un personaje real.

Sea como fuere, me estoy felicitando por participar en esta lectura colectiva...lo estoy disfrutando mucho.

Juan Luis G. dijo...

Hola Pedro.

Es muy interesante el impacto que sufre el lector con la interrupción del final de la historia por la intervención de Sancho que llama la atención sobre la nueva locura de su amo.

Me quedo con la duda cúal sería la opinión de D. Quijote si hubiera asistido a la lectura de la novela.

También es muy tradicional los enredos en los que los amos quedan a merced de los criado y estos se aprovechan.

Saludos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

INCOMBUSTIBLE: más que sugerente tu comentario, más que sugerente.

JUN LUIS: yo también tengo la misma duda.

Myriam dijo...

Hola Pedro:

Lei toda la novela "El curioso Impertinente" varias veces ya.

Me gustó muchísimo:

- Como Cervantes la entreteje en El Quijote con genialidad arquitectónica.

- Toda la expectativa previa que genera en nos. como lectores.

- La distancia realista que crea entre los personajes de la venta y la novelita renacentista

- Y como quiebra el final con DQ dando cuhilladas a los cueros de vino. Situación teatral muy cómica y grotesca.


En cuanto al contenido:

_ Me fascinó como una perla más en el muestrario del arte amatorio que es el Quijote.

Me gustó la fuerza de Camila al romper los moldes establecidos de obediencia ciega al marido y me gustó el desarrollo del personaje de Leonela, que supo aprovecharse de "la flaqueza" de su señora, pero por sobre todo cuando le dice, al lamentarse Camila en cuan poco se estima luego de rendirse a Lotario _" No te de pena eso Sra mía, que no está la monta ni es causa para menguar la estimación darse lo que se da de presto, si en efecto lo que se da es bueno". Genial, una verdadera filósofa!

Con respecto a Anselmo y a Lotario. Uno de los comentaristas anteriores (El Sr de la vega) lo dijo ya, es notorio tanto recalco de C. en que los "llamaban los dos amigos" "si era lícito que tal término de hablar se usara entre ellos".....y la aclaración de que la verdadera amistad no debe de ser "Sospechosa en nada" para no dañar la honra del casado. Veo en ello sutiles insinuaciones a una amitad demasiado "amistosa" entre los dos un tanto homosexual. Y por qué no, si hablamos de muestrario en las artes amatorias?

Abrazos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MYR: en efecto, todo un muestrario de arte amatorio de la época. Quizá, hasta la homosexualidad, ¿por qué no?

Asun dijo...

Me ha gustado la explicación que das de las distintas partes de la novela a la italiana. Mis conocimientos literarios son mas bien escasos, ya que todo el bachillerato y estudios posteriores los hice por Ciencias, y yo por mi cuenta no creo que me hubiera dado cuenta de esos detalles.

Estoy aprendiendo muchas cosas con esta lectura.

Un beso

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ASUN: me alegro de que te esté siendo útil. Besos.

Firvulag dijo...

Hola Pedro:

Aquí va mi primera intervención en la lectura colectiva.

Nada más empezar este capítulo me encuentro con un Sancho que interrumpe la lectura de la novela del "Curioso impertinente" cuando en el cap. XXXII es uno más de los que le ruegan al cura que la lea. Si aparentemente el cura lee la novela de un tirón, ¿en que momento se supone que abandona Sancho la lectura? ¿le aburre la novela y decide retirarse a dormir?.

Tras el paréntesis de la pelea de un Don Quijote sonámbulo con los odres de vino y con los ánimos "Sosegados todos, el cura quiso acabar de leer la novela, porque vio que faltaba poco." . Veamos, Cervantes nos interrumpe la lectura para dar paso a una nueva aventura de Don Quijote, tan hilarante que hasta la hija del ventero se atreve a sonreír pese al enfado que muestra su madre para luego volver a la novela que nos tiene absorbidos desde hace 2 capítulos, tanto a los protagonistas como a nosotros mismos.

Y en esta lectura de una novela dentro de otra novela encuentro otro punto oscuro: ¿cómo se supone que Leonela conoce la fuga de Camila con Lotario si ella se va de la casa de Anselmo la primera?. Lo comento porque según el ciudadano de Florencia que habla con Anselmo: "se dice públicamente que Lotario, aquel grande amigo de Anselmo el rico, que vivía a San Juan, se llevó esta noche a Camila, mujer de Anselmo, el cual tampoco parece. Todo esto ha dicho una criada de Camila, que anoche la halló el gobernador descolgándose con una sábana por las ventanas de la casa de Anselmo."

Parece lógico suponer que Leonela, que está encerrada, no pierda el tiempo y se descuelgue antes que Camila se levante y salga de la casa a buscar a Lotario. Suponiendo que Cervantes es consciente de este hecho, se me ocurre pensar que como el ciudadano, tal y como él mismo reconoce ("En efeto, no sé puntualmente cómo pasó el negocio"), involuntariamente trastoca el orden de acontecimientos asignándole a Lionela algo que ella no sabe pero sí los criados que han ayudado a Anselmo a buscar a Camila y que posiblemente hayan sido los que han difundido la noticia.

Unknown dijo...

Muy bien

Unknown dijo...

Es verdad

Susana dijo...

El comienzo de este capítulo no me puede entusiasmar más. Cervantes me deja intrigada al final del capítulo anterior y ahora arranca de este modo tan inopinado con la disparatada contienda de don Quijote (tan añorado por mí en su siesta larga) con los cueros de vino. Es como si me dijera “¡eh, vuelve, no te despistes con una novelucha al estilo italiano, que te engaña cualquiera…!”, (Desmitificación de esa fórmula literaria). Qué genial. Y cómo zanja el asunto de la princesa Micomicona, que era bien difícil de zanjar. Yo había pensado “a ver cómo sale Cervantes del charco en el que se ha metido con el rollo de la princesa Micomicona”.
Saludos.
Susana