Puro trampantojo. Se quedan nuestras ciudades -máximo reflejo de nuestra cultura- apenas sostenidas por un andamiaje de ortodoncia. Hace mucho que estamos muertos: que la mortaja sea, al menos, de primera calidad.
yo tampoco quiero mortajas sino incendios que abrasen y carbonicen mi carne hasta convertirla en esos papelillos que llamamos cenizas y que pasarán a pertenecer a la tierra de nuevo...Un abrazo!
Amigo Pedro, lo siento pero mi feroz individualismo adquirido tras durísimos ejercicios de ascesis en el desierto del Sinaí, me impidieron comentar ayer en tu masificada entrada. Lástima, porque podría haber dicho tonterías muy inspiradas. Si diré hoy, en cambio, que el asunto de la mortaja es algo que no debería tomarse a la ligera, pues sea el destino final la pira o la fría huesa, hay que admirarse de los adefesios y de los excesos de toda índole que se ven por esos tanatorios de Dios. Yo poseo un librito del que jamás me separo, un "Manual de maneras y comportamiento del perfecto caballero" en el que se dan indicaciones para para salir airoso y con elegancia de todos los trances que pueden sobrevenir en la vida, incluido el eventual paso por el cadalso. Y cómo no, la muerte y su manera de afrontarla es uno de los más importantes. Y no crean que hay que tirar la casa por la ventana para irse como un señor. Yo, personalmente, ya tengo preparada mi mortaja ("velad y orad, pues no sabéis el día ni la hora"). Y esta no es otra que un sobrio, bello, impresionante y, sobretodo, abrigado hábito de Cartujo. Eso sí, me lo encargué en Bond Street; el corte y la caída son fundamentales.
Ay, hijo, tanto escribir sobre muertes y mortajas me está entrando un yuyu de mucho cuidado porque, como sabes, yo por edad estoy cada dia más cerca de la parca...(aunque no me preocupa en absoluto, cuando llegue, llegará y punto pelota). Besotes, M.
Me niego a creer que estamos muertos, quizás algo aletargados, pero muertos no.Esta vida nos tiene demasiado bien acostumbrados, por eso nos cuesta tanto reaccionar y parece que no tengamos vida. Un besito desde mi mundo
Que mi mortaja esté hecha de todo lo bueno que hice rematada por todo lo bueno que dejé de hacer si sólo quedan hilos sueltos mis lamentos que se lo lleve el viento...
Pero gracias a estos andamiajes se restauran muchos edificios que forman parte de nuestra cultura, es mucho peor cuando los derriban. ¡Qué lástima no se pueda hacer lo mísmo con las personas! Besos Isabel
Te dejo, querido Pedro estos versos de Quevedo...con todo el cariño....
No es muy grande la ventaja que tu calidad mejora: si es tus mantillas la aurora, es la noche tu mortaja. No hay florecilla tan baja que no te alcance de días, y de tus caballerías, por descendiente de la alba, se está rïendo la malva, cabellera de un terrón. Rosal, menos presunción donde están las clavellinas, pues serán mañana espinas las que agora rosas son.
Que me discuplen de antemano, pero lo de polvo eres etc. no va conmigo... Los polvos, en vida... y muerta, cenizas y que los tiren donde quieran... sin olvidar tirar de la cadena...
Completamente muertos. No se entiende que cada día mueran en el mundo 26.000 niños, menores de cinco años, por causas evitables como la falta de agua o una simple vacuna, que vale unos céntimos de euro. Es aterrador que casi 10.000.000 de niños mueran al año y nosotros permanezcamos impasibles. Estamos muertos. La humanidad está muerta, mientras no se evite una tragedia de tal dimensión. Mientras tanto, sigamos fabricando armas atómicas a toda pastilla. Seguro que acabamos usándolas y, al final, todos muertos.
No creo que estemos muertos, sí bastante decrépitos, pero como las estructuras que ayudan a mantener en pie y renovar nuestras viejas ciudades, encontraremos muletas que nos permitan llegar al otro lado, donde la razón y la solidaridad hagan que la humanidad no envejezca sino que permanezca siempre en una inocente infancia. No hay que perder la esperanza, somos capaces de lo peor, pero también de lo mejor, es cuestión de tiempo, espero.
Parecemos muertos encerrados en un horrendo ataud construido por nuestras propias manos jajaja. Eso si, es bueno ver cuando hay gente que trata de remodelarlos. Un abrazo grande Pedro!
Uy, pues qué suerte que quieran conservar la fachada, eso es un milagro digno de aplauso, con la moda ésta de poner edificios de vidrio y alumnio, nada, nada, esas balconadas son divinas. Por otra parte en Madrid, en vez de esa tela verde que me recuerda a la de los sacos de patatas o cebollas, ponen unos toldos publicitarios espectaculares -Los animales de Madagascar 2 o un Citroen 5 o una serie de Antena 3-, con el riesgo de que, al mirar, te choques (a pie o en coche).
Detras de la mortaja, un muerto que tardara poco en resucitar, volveran los ladillos, el cemento, el yeso, ...etc...,¡Ah!, y los pintores, es posible que si al final lo abaratan se pueda incluso vivir detras de esa mortaja,, nen el negoci es el negoci, incluso con las mortajas "hi ha negoci"... Que hi farem....Mala cara quan morirem. Aqui en Barcelona, esos lienzos , decorados otros , pura malla de plastico, envuelven los muertos de piedra y ladrillo. Saludos cordiales. Jesus
Si, después de las obras también la fachada se convierte en un trampantojo de antigüedad que disimula un edificio nuevo. Pero quizá sea la única manera de embalsamar a ese muerto para que su cara se conserve para la posteridad( las vísceras, por supuesto, extirpadas)
Hola a todos. Dislcupad si hoy os respondo a todos en bloque. El edificio, como parecía sospechar Jesús, es de Barcelona: uno en restauración en la Vía Laietana. Es curioso. Cuando redacté el texto pensaba en las ciudades: en cómo hemos destruido el viejo concepto de la ciudad para engendrar macrociudades difíciles de vivir, en las que hasta la restauración de edificios antiguos los vacían de personalidad. Pero muchos de vuestros comentarios me hacen pensar que es cierto, que mi texto también podría pertenecer a mi serie "Retrato interior" y no sólo a la de "Ciudad": nosotros mismos somos edificios vaciados y de trampantojo. Así que esa tela verde con la que se recubren los edificios en obras -no es un filtro de la cámara: ya sabéis que no retoco las fotos ni uso más que el objetivo de la cámara- puede ser nuestra propia mortaja... Saludos y un fuerte abrazo.
Las ciudades están construídas con criterios prácticos en función coste-rendimiento, salvo honrosas excepciones en las que se tiene en cuenta el impacto mediambiental, a pesar de su escasa rentabilidad. Afortunadamente la cultura (la individual, al menos) puede traspasar esas barreras, (no estamos muertos) y atender únicamente a la necesidad espiritual de cultivarnos, sin más; no es un medio, a mi juicio, sino un fin. Saludos!!
Ya me parecia a mi conocido... Lo real lo palpable impregna mis ojos, es verdad que pudiera ser uno de tus retratos de interior, pero me da que reflejaria, obviamente, vaciedad y falsedad. Osti!, que fuerte, Pedro. Personalmente, me siento lleno, aunque sea de aserrin, je.. Con permiso.... creo que la etiqueta de ciudad le esta bien. Saludos llenos de respeto. Jesus
Justo esa es la mortaja de la economía actual, viviendas "aun no nacidas" y ya puestas con la mortaja porque ya no pueden ni crecer..No está el dinero para alimentarlas..Y por otras aquellas que el paso de los años ha dejado huella y quieren doblar sus rodillas contra el frio suelo..besos
ESTHER: Tienes razón. Hace daño la crisis, pero más daño aun hizo la política de construcción desaforada, que ha destruido las ciudades en vez de construirla.
42 comentarios:
peor que muertos: estamos enterrados VIVOS en el ataúd.
Sin tus comentarios, no existo: opina libremente en http://www.enbuenalid.blogspot.com
Poco me importará la calidad de mi mortaja cuando llegue el día ;-)
Não exagera!! Tem muita coisa para se fazer nem que for falar mal do governo...
a mi la verdad es que la mortaja...como dice Campillo..ni la voy a ver...que me quemen...saludos
yo tampoco quiero mortajas sino incendios que abrasen y carbonicen mi carne hasta convertirla en esos papelillos que llamamos cenizas y que pasarán a pertenecer a la tierra de nuevo...Un abrazo!
Yo ya dije que iba a desheredar a los gusanos amigo Pedro. No les voy a dejar ni una brizna. ¡Viva el fuego purificador!
En cuanto al simil, cierto.
Un abrazo
Qué bueno lo de la ortodoncia...
Muchas caries y mucha muela picada que hay que quitar....
PEDRO
es cosa que se estila por estas latitudes también y parece que al menos el resultado a veces merece tanta porquería expuesta
muakismuakis
Amigo Pedro, lo siento pero mi feroz individualismo adquirido tras durísimos ejercicios de ascesis en el desierto del Sinaí, me impidieron comentar ayer en tu masificada entrada. Lástima, porque podría haber dicho tonterías muy inspiradas.
Si diré hoy, en cambio, que el asunto de la mortaja es algo que no debería tomarse a la ligera, pues sea el destino final la pira o la fría huesa, hay que admirarse de los adefesios y de los excesos de toda índole que se ven por esos tanatorios de Dios.
Yo poseo un librito del que jamás me separo, un "Manual de maneras y comportamiento del perfecto caballero" en el que se dan indicaciones para para salir airoso y con elegancia de todos los trances que pueden sobrevenir en la vida, incluido el eventual paso por el cadalso. Y cómo no, la muerte y su manera de afrontarla es uno de los más importantes. Y no crean que hay que tirar la casa por la ventana para irse como un señor. Yo, personalmente, ya tengo preparada mi mortaja ("velad y orad, pues no sabéis el día ni la hora"). Y esta no es otra que un sobrio, bello, impresionante y, sobretodo, abrigado hábito de Cartujo. Eso sí, me lo encargué en Bond Street; el corte y la caída son fundamentales.
Ay, hijo, tanto escribir sobre muertes y mortajas me está entrando un yuyu de mucho cuidado porque, como sabes, yo por edad estoy cada dia más cerca de la parca...(aunque no me preocupa en absoluto, cuando llegue, llegará y punto pelota). Besotes, M.
Me niego a creer que estamos muertos, quizás algo aletargados, pero muertos no.Esta vida nos tiene demasiado bien acostumbrados, por eso nos cuesta tanto reaccionar y parece que no tengamos vida.
Un besito desde mi mundo
No deberían quitarle el velo a los edificios. Al menos así tienen un poco de morbo.
No quiero mortaja. Quiero que el fuego purificador transforme la materia en energía...lo siento por los gusanos.
Un abrazo!!!!
Que mi mortaja esté hecha de todo lo bueno que hice rematada por todo lo bueno que dejé de hacer si sólo quedan hilos sueltos mis lamentos que se lo lleve el viento...
Pero gracias a estos andamiajes se restauran muchos edificios que forman parte de nuestra cultura, es mucho peor cuando los derriban. ¡Qué lástima no se pueda hacer lo mísmo con las personas! Besos Isabel
Maquillaje para los muertos...
qué bonito!! :P
Besos
Te dejo, querido Pedro estos versos de Quevedo...con todo el cariño....
No es muy grande la ventaja
que tu calidad mejora:
si es tus mantillas la aurora,
es la noche tu mortaja.
No hay florecilla tan baja
que no te alcance de días,
y de tus caballerías,
por descendiente de la alba,
se está rïendo la malva,
cabellera de un terrón.
Rosal, menos presunción
donde están las clavellinas,
pues serán mañana espinas
las que agora rosas son.
Besos
Que me discuplen de antemano, pero lo de polvo eres etc. no va conmigo... Los polvos, en vida... y muerta, cenizas y que los tiren donde quieran... sin olvidar tirar de la cadena...
Ya advertí... Hoy me estoy pasando tres Quijotes.
Un beso Pedro.
El vacío interior. Como las figuras de Semana Santa que bajo la túnica esconden una estructura de madera o de metal.
Un abrazo
Dicen que las mortajas son necesarias. Quizás por eso, casi todos terminamos llevando una.
Un abrazo amigo
Esta es la verdadera forma de mostrar la falta de imaginación y creatividad.
Un saludo amigo.
mm bueno la ciudad es como una mortaja..pero no creo que sea de buena calidad...
me parece...
besines pedro y gracias por estar siempre..
:)
Completamente muertos. No se entiende que cada día mueran en el mundo 26.000 niños, menores de cinco años, por causas evitables como la falta de agua o una simple vacuna, que vale unos céntimos de euro. Es aterrador que casi 10.000.000 de niños mueran al año y nosotros permanezcamos impasibles. Estamos muertos. La humanidad está muerta, mientras no se evite una tragedia de tal dimensión. Mientras tanto, sigamos fabricando armas atómicas a toda pastilla. Seguro que acabamos usándolas y, al final, todos muertos.
No creo que estemos muertos, sí bastante decrépitos, pero como las estructuras que ayudan a mantener en pie y renovar nuestras viejas ciudades, encontraremos muletas que nos permitan llegar al otro lado, donde la razón y la solidaridad hagan que la humanidad no envejezca sino que permanezca siempre en una inocente infancia. No hay que perder la esperanza, somos capaces de lo peor, pero también de lo mejor, es cuestión de tiempo, espero.
Parecemos muertos encerrados en un horrendo ataud construido por nuestras propias manos jajaja. Eso si, es bueno ver cuando hay gente que trata de remodelarlos. Un abrazo grande Pedro!
Ariel.
Eso de ver los edificios a través de una telilla verdosa me produce una desazón bastante grande. Sobre todo cuando se trata de monumentos.
Un saludo.
Ahora con la ortodoncia se salva la cara al exterior; antes se sacaba con gran dolor de nuestro corazón.
Ya es hora.
O drama, meu amigo querido, é que nem mortos estamos, mas sim enterrados em vida!
Beso y abrazo.
Uy, pues qué suerte que quieran conservar la fachada, eso es un milagro digno de aplauso, con la moda ésta de poner edificios de vidrio y alumnio, nada, nada, esas balconadas son divinas. Por otra parte en Madrid, en vez de esa tela verde que me recuerda a la de los sacos de patatas o cebollas, ponen unos toldos publicitarios espectaculares -Los animales de Madagascar 2 o un Citroen 5 o una serie de Antena 3-, con el riesgo de que, al mirar, te choques (a pie o en coche).
Detras de la mortaja, un muerto que tardara poco en resucitar, volveran los ladillos, el cemento, el yeso, ...etc...,¡Ah!, y los pintores, es posible que si al final lo abaratan se pueda incluso vivir detras de esa mortaja,, nen el negoci es el negoci, incluso con las mortajas "hi ha negoci"...
Que hi farem....Mala cara quan morirem.
Aqui en Barcelona, esos lienzos , decorados otros , pura malla de plastico, envuelven los muertos de piedra y ladrillo.
Saludos cordiales.
Jesus
a veces esas "mortajas" son pequeñas obras de arte... a mí me gustan.
bicos,
¿Muertos en vida?
Si, después de las obras también la fachada se convierte en un trampantojo de antigüedad que disimula un edificio nuevo.
Pero quizá sea la única manera de embalsamar a ese muerto para que su cara se conserve para la posteridad( las vísceras, por supuesto, extirpadas)
Besos
Hola a todos. Dislcupad si hoy os respondo a todos en bloque.
El edificio, como parecía sospechar Jesús, es de Barcelona: uno en restauración en la Vía Laietana.
Es curioso. Cuando redacté el texto pensaba en las ciudades: en cómo hemos destruido el viejo concepto de la ciudad para engendrar macrociudades difíciles de vivir, en las que hasta la restauración de edificios antiguos los vacían de personalidad.
Pero muchos de vuestros comentarios me hacen pensar que es cierto, que mi texto también podría pertenecer a mi serie "Retrato interior" y no sólo a la de "Ciudad": nosotros mismos somos edificios vaciados y de trampantojo.
Así que esa tela verde con la que se recubren los edificios en obras -no es un filtro de la cámara: ya sabéis que no retoco las fotos ni uso más que el objetivo de la cámara- puede ser nuestra propia mortaja...
Saludos y un fuerte abrazo.
Las ciudades están construídas con criterios prácticos en función coste-rendimiento, salvo honrosas excepciones en las que se tiene en cuenta el impacto mediambiental, a pesar de su escasa rentabilidad. Afortunadamente la cultura (la individual, al menos) puede traspasar esas barreras, (no estamos muertos) y atender únicamente a la necesidad espiritual de cultivarnos, sin más; no es un medio, a mi juicio, sino un fin.
Saludos!!
CONSUELO: deseemos con fuerza no estar muertos...
Será que ahora lo que cuenta más es la 'fachada'...
;-)
Apuntalar lo justito para que el funeral quede bonito.
Saludos.
Ya me parecia a mi conocido...
Lo real lo palpable impregna mis ojos, es verdad que pudiera ser uno de tus retratos de interior, pero me da que reflejaria, obviamente, vaciedad y falsedad.
Osti!, que fuerte, Pedro.
Personalmente, me siento lleno, aunque sea de aserrin, je..
Con permiso.... creo que la etiqueta de ciudad le esta bien.
Saludos llenos de respeto.
Jesus
GABIPROG: así nos va, por supuesto.
JUAN LUIS: y con música de fondo...
JESÚS: buen ojo,en efecto.
Justo esa es la mortaja de la economía actual, viviendas "aun no nacidas" y ya puestas con la mortaja porque ya no pueden ni crecer..No está el dinero para alimentarlas..Y por otras aquellas que el paso de los años ha dejado huella y quieren doblar sus rodillas contra el frio suelo..besos
ESTHER: Tienes razón. Hace daño la crisis, pero más daño aun hizo la política de construcción desaforada, que ha destruido las ciudades en vez de construirla.
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