viernes, 7 de noviembre de 2008

Isabel Huete, editora (1)


Isabel Huete me ha hecho llegar algunas muestras de su trabajo para la editorial Diógenes Internacional, ya reseñados por la recomendable bitácora Burgostecarios. Pertenecen a la colección Las ciudades son libros que se leen con los pies... y responden a un tipo de edición que busca tratar a cada libro como un objeto diferente sin que su precio lo convierta en algo inasequible.

El proceso de impresión masivo, que se generalizó en las primeras décadas del siglo XIX, uniformó los volúmenes de tal manera que, aunque cumplía la necesaria tarea de difusión de la cultura ante un nuevo mercado, dificultó la ilusión de que el volumen adquirido nos esperaba como lectores únicos.

Es imposible negar la importancia que la edición moderna ha tenido en la democratización del acceso a la cultura: sin ella, como ahora sin Internet, sería impensable el nivel de desarrollo adquirido. Pero todo logro tiene un precio: el libro, como objeto, se convirtió en algo aburrido y poco sorprendente; cómodo, pero tedioso y previsible. El interés económico que rige, en gran medida, el mercado editorial halló la media docena de formatos cómodos y vendibles y saturó las librerías con ellos.

Por eso, durante todo el siglo XX, algunos artistas han volcado su atención en la confección de libros que sean, en sí mismo, objetos artísticos. A veces, piezas únicas, a la manera de los códices manuscritos: es una concepción del arte muy interesante, que contesta la producción masiva y mercantil y eleva un grito de individualidad creadora.

En ocasiones, el ejemplar así pensado se convierte en algo que está a caballo entre la literatura y la escultura o la pintura: es decir, muestra en sí mismo de una concepción muy apropiada de una de las líneas más interesantes del arte del siglo XX. Estos volúmenes únicos o con escasos ejemplares, se convierten rápidamente en piezas de las que se apropian coleccionistas, que los retiran del mercado para exponerlos en vitrinas privadas.

En el campo editorial español hay un espacio poco desarrollado para un tipo de edición que cuide cada libro y le encuentre la forma objetual, física, que lleva dentro sin que, por ello, caiga en la impresión de piezas difícilmente comercializables a precio razonable. Como los grandes sellos editoriales están más preocupados por caber en los estantes de las librerías sin crear problemas o por libros de lujo para abastecer un mercado de coleccionistas sin imaginación, son habitualmente las pequeñas editoriales las que ocupan este espacio tan necesario para ayudarnos a comprender que un libro lleva casi siempre un tesoro dentro.

Es aquí donde desarrolla su trabajo Isabel Huete, que lleva en su mirada la sabia comprensión que sabe dar forma al sonido interior de cada texto. Lo veremos en próximas entradas.

24 comentarios:

Anónimo dijo...

Ánimo Isabel, buen trabajo

CarmenS dijo...

pasaré por el blog a conocer ese trabajo, que parece muy interesante

Gabiprog dijo...

Tú imagínate que fueras a comprar un libro. Entonces el vendedor te deja un ordenador y en él decides conceptos básicos de maquetación... Decides fuente, interlineado, las paginas un poco mas ocre, con ilustrado, la portada de una determinada manera... Haces click... y chas... sale tu libro personalizado....
Hasta sería adictivo!!

Anónimo dijo...

La bibliofilia es una afición bastante sostenible (¡lo dije!) tanto en términos económicos como medioambientales (no fomenta la destrucción de bosques para la fabricación de papel). Si echáis un vistazo al catálogo, por ejemplo, de la libreria anticuaria Lyda (www.welcome.to/librosantiguoslyda) que es la única que hay en Burgos, os sorprenderéis de la infinidad de libros apetitosísimos que podéis comprar por un promedio de 20-50 euros, es decir, prácticamente lo mismo que los libros nuevos. Muchas veces merece la pena comprarse una obra de un autor clásico en una edición del siglo XIX o de principios del XX en buen estado. Otro cantar es el mercado de las ediciones facsimilares; para adquirir una de estas joyas (en Burgos hay una editorial magnífica cuyo nombre no recuerdo en este momento; la tienda está en la Plaza del rey San Fernando) hay que preparar un mínimo de 200 euros.

Anónimo dijo...

¡Qué interesante!
¿Quién es esa "loca" que hace esos libros?
¿Cómo son?
¿Dónde los vende?
¿Se le puede contactar?

Guadalupe Munguia dijo...

Yo también pasaré por el blog, para enterarme de qué va el proyecto que, tal y como lo cuentas, se oye muy interesante. (Lo de "personalizar" los libros, que ha dicho una de tus comentaristas" , igual y ya pasa en algún lugar del mundo...que más cosas de ese tipo me toc´´o verle a los japoneses jejeje)

Saludos y gracias por pasarte a mi espacio... yo no había podido comentar porque el blogger me ha tenido mala voluntad dos días (podía leer, pero no me dejaba escribir nada...igual ya me han puesto un filtro antiladrillos jejeje)

Euphorbia dijo...

Interesante. Me gusta la idea de las ciudades que se leen con los pies, yo he leído y releído bastantes y nunca me canso.

Anónimo dijo...

Me parece muy apropiado hacer la lectura más interesante, al darle mas arte a su formato, a todos nos gusta descubrir los tesoros de un hermoso cofre.
Saludos.

Merche Pallarés dijo...

Seguro que Isabel y Diógenes tienen mucho éxito porque ella es infatigable, decidida y muy creativa. Me ha gustado mucho el título de la serie eso de que las ciudades se leen con los pies. ¡Enhorabuena querida Isabel! Besotes, M.

Esther dijo...

Un libro con lo que lleva dentro ya es una obra de arte.. pues si por fuera lo hacen tambien ,mejor que mejor..

besitos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

BLOGOCHENTA: lo es, en efecto

CECILIA: en la continuación hablaré, en concreto, de los dos libros que menciono.

GABIPROG: libros a demanda. Ya existen, pero con pocas variaciones. Dentro de poco, cuando la distribución en papel de los libros se reduzca, cada uno podrá editarse su ejemplar. Lo veremos.

FERNANDO: ser bibliófilo es un vicio tolerable, en efecto. Y hasta recomendable: habla mucho de uno. Eso sí, alguna bibliofilia de coleccionista, no es bibliofilia, sino inversión. El mercado de los facsímiles está lleno de mercaderes y listillos, aunque algunos merecen un altar.

ANÓNIMO: te recomiendo que pases por su blog para conocerla.

INCOMBUSTIBLE: me alegro de que te hayan levantado el beto...

EUPHORBIA: no hay otra forma de leer las ciudades, en efecto.

R.A.RIVEIRO: ése secreto nos lleva a amar el libro. Saludos.

MERCHE: seguro que sus proyectos tendrán éxito, por el cariño con los que los trabaja. Besos.

ESTHER: ésa es la idea, en efecto. Besos.

Gracias a todos por vuestros comentarios.

Anónimo dijo...

La importante labor de la edición vuelve al ámbito artístico. Me alegro mucho.
Un saludo.

Isabel Huete dijo...

Pedro querido, has hecho una introducción preciosa. No puedes imaginarte lo que me emocionan a mí estas cosas: me traspasan.
Ya me tienes intrigada sobre cómo será la cotinuación
Mil gracias por saber ver más allá del texto pues hay que percibir este tipo de ediciones y sentirlas como algo global; no todo el mundo lo sabe hacer ni comprender.
Gracias también a todos/as los que mostráis interés.
Un super-mega-beso.

josef dijo...

Muy interesante el trabajo de Isabel Huete. Sobre todo si tenemos en cuenta la base de que ella es Editora y yo escritor; y algún día, espero, no muy lejano, editaré o me será editado algún libro. Por ello, seguiré con interés su trabajo; y también porque no, me gusta todo aquello relacionado con la edición. Un saludo!

Martine dijo...

Me ha interesado sobremanera admirar estos algo más que libros, tengo dos pecados .... confesables... Los libros y los perfumes, el contenido de ambas cosas te llevan a veces a cometer los otros...

Un beso.

Unknown dijo...

Qué bonito Pedro!, estas acciones hacen de los libros algo que va más allá de meros objetos.. :)

Silvia_D dijo...

Únicos y preciosos, como ella.

Besos a los dos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

JAVIER: es un buen síntoma, en efecto.Un saludo.

ISABEL HUETE: el trabajo se lo merece. Publicaré pronto la segunda parte. Un beso.

MODERATO: pues suerte en tus proyectos. Un saludo.

SELMA: qué dos magníficos pecados... Un beso.

MAFI: en efcto: son más que objetos.

DIANNA: como ella. Besos.

jg riobò dijo...

Ganas de poder tocar, holer, ver y sentir esos libros.

administrador dijo...

Uno de los grandes tesoros que internet me ha permitido, es encontrar blogs como el tuyo o el de Isabel. Ahora no concibo una semana sin hacer mi habitual recorrido por los blogs de los amigos de la red.
Un abrazo y seguid mostrándonos vuestro mundo. Gracias.

Teresa dijo...

Este tipo de libros ha sido todo un descubrimiento, como del que acaricia un tesoro que nadie más posee...

Hay que tener vocación para hacer estos libros de pura artesanía..

Teresa dijo...

Una pregunta...¿cómo es posible que el mercado esté saturado de tanto libro? Hoy en día publica cualquiera...¿Debería existir un límite? ¿O el límite no nos permitiría conocer a artistas sin los mecenas adecuados?
¿Cómo se cataloga tal cantidad de pensamientos desparramados?
¿Está el lector desamparado ante tanto desparrame?
¿Es todo un mercado?
Es más de una pregunta, jeje...
(además me he perdido... sólo sé, que cuando veo algunas librerías, siento desparramopensamientofobia)

PIER dijo...

Una buena idea..
los libros son mis tesoros más apreciados..
Y esto me gusta.
abrazos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

JAVIER: libros que son sentidos...

AMADOR: internet es una maravillosa herramienta.

BIPOLAR: puro arte. Tienes razón: el libro se ha convertido en negocio y tapa muchas cosas. Pero sumerjámonos en ese desaparrame.

PIER: son tesoros, es cierto.