A lo largo de la historia del cervantismo, hay casos sorprendentes de personajillos a los que parece molestar Cervantes. Por eso, entre los estudiosos hay una línea de trabajo que insiste de continuo en los defectos de su obra o en los errores que cometió en la redacción del Quijote, casi como único argumento. Incluso hay quienes, a partir de la afirmación del propio autor que se definió como ingenio lego (ya hemos hablado de eso y volveremos a verlo), pretenden que toda su obra fue producto de la casualidad. Algunos, como Unamuno -tan grande, por otro lado-, parecen irritados por la existencia misma del Quijote antes de que ellos pudieran escribirlo.
Entre los exégetas (léase, para esto casos, ese-jetas) modernos, conozco algunos -no voy a citar nombres sin la presencia de mi abogado- que emborronan a Cervantes con saña. En algunos casos, para demostrar que sólo ellos han conseguido comprenderlo, como si todos los trabajos anteriores no sirvieran para nada o sólo fueran un prólogo de su estudio -entre el cervantismo hay una tendencia muy común a apropiarse de las ideas vertidas por tantos antes como si fueran ideas mostrencas que ni siquiera hay que agradecer-. En otros casos, porque la mera existencia de la obra cervantina invalida sus teorías, tan ocurrentes y felices, según su propia interpretación, sobre la novela moderna.
Esto se acentúa entre algunos novelistas. Entre ellos, hay muchos que posan de modernos y dicen que no han leído a Cervantes o que, si lo han leído, no les ha gustado nada y no han aprendido nada. Y luego uno va a su obra y está hinchada de cosas que inició Cervantes. Con esto, no se entienda que el Quijote deba gustar a todos, por supuesto. Por no citar algunos vivos, a los que sólo su ignorancia y soberbia y la permisividad de unos lectores sin una oportuna formación libresca permite proferir esas gracietas, hay algunos autores, como mi adorado Nabokov, que se rebelaban ante la grandeza del Quijote. Incluso el maestro Borges llegó a decir que sería mejor obra de estar redactada en inglés -lo que no refleja exactamente desprecio por una obra a la que siempre admiró, sino el cuestionamiento de la forma de escribir del barroco español.
Curiosamente, gran parte de los que le desprecian, lo hacen porque en su tiempo o en su país, el Quijote o toda la obra de Cervantes era explicada de una manera empobrecedora o manipuladora: recordemos que durante una época, el Quijote fue leído casi exclusivamente como obra de humor. Con lo que volvemos a la culpa que tienen los estudiosos, que han querido jugar con esta novela para domesticarla.
No se es mejor escritor por despreciar al Quijote, sino por establecer un juego intertextual con sus propuestas, como Cervantes lo había hecho con toda la narrativa anterior a él. Y hacerlo, claro está, de una forma que enganche al lector. Y eso lo han conseguido muy pocos.
Noticias de nuestro Quijote.
Javier sigue con su comentario en imágenes del Quijote. En su entrada sobre el capítulo XXIV propone una mirada moderna al mundo ideal del triángulo (por ahora) amoroso de Cardenio, Luscinda y Fernando. Y esa piedra, tan real y contundente, para golpear lo virtual y trasformarlo...
Manuel escribe una oportunísima entrada titulada El Quijote y Amadís, en la que nos recuerda que este año se celebra la primera publicación del Amadís conocida. Sin esta novela no existiría el Quijote, así que os recomiendo leer su entrada.
Cornelivs ha publicado una entrada excelente en la que medita sobre cómo Cervantes vuelca en la novela la experiencia de su vida, la interpretación de las dos perspectiva -ideal y real- a partir de ella y la solución final que da el autor. Muy recomendable para leerla con calma: Un loco y unos cuerdos locos.
Tila y valium para este capítulo XXIV del Quijote (primera parte) recomienda la Abejita de la Vega esta semana. En su comentario, encontraréis un buen resumen de los sucesos de estos párrafos cervantinos. Le dedica también una entrada que me ahorra trabajo futuro: A Shakespeare le gustó el loco de Cardenio y se lo quedó. En ella veréis la noticia de cómo Shakespeare se inspiró en el Quijote, libro conocido en Inglaterra desde bien pronto.
Antònia, en su entrada Money, money, comenta el capítulo XXIII. En ella, engarza el encuentro de las monedas en la maleta, en Sierra Morena, con la crisis actual de los bancos, para cerrar con la olla digital que algunos tendremos mañana. ¡Es mucho engarzar!
Juan Luis, en La primera vez que vi un muerto comenta el capítulo XIX. Y relaciona el primer muerto que nos aparece en el Quijote con el primer muerto que él vio. Lo hace en un relato denso que termina con un excelente párrafo. No os lo perdáis.
Recordad enlazar con La Acequia vuestras aportaciones para que pueda encontrarlas con más facilidad.
Si me he olvidado de alguien, hacédmelo saber, porque esta semana he estado fuera y he trabajado esta entrada en poco tiempo.
Vale.
15 comentarios:
Estimado Pedro. He leido atentamente tu entrada. Luego he vuelto a mi blog y me he encontrado con un comentario que Amelche, (http://amelche.blogspot.com/), me ha dejado. Ella comenta mi entrada, y me ha dejado unas frases, de cuando estudio el Quijote en la Universidad.
Destaco esta:
"Al juzgar al Quijote nos ponemos en evidencia. Porque somos lo que pensamos del libro".
Quizás esa sea una buena contestación que ofrecer a esos exégetas (ese-jetas) de los que hablas.
Pienso que con esas actitudes, lo unico que hacen esas personas es engrandecer, aun mas, la ya de por si inmensa figura de Cervantes y de su inmortal novela.
Un cordial saludo.
Algunos supuestos artistas o intelectuales tratan de distinguirse yendo contra lo que consideran convencionalismos: critican lo que los demás alaban y se proclaman seguidores de lo que otros desprecian. A mí me parece una forma de llamar la atención sobre sus personas, a falta de una obra meritoria propia con la que deslumbrar o conmover. En todo caso, te puede gustar más o menos la obra de un consagrado (¿quién no tiene una fobia o una predilección que no coincide con la opinión mayoritaria?) pero hacer de ellos una bandera parece más una triquiñuela que una convicción sólida.
Supongo que determinadas posiciones o juicios de valor tratan de conseguir cierto nivel notoriedad...
Algo gangrenoso en muchos ámbitos profesionales....
Yo reconozco que no he pasado de la pagina 9 del Ulises de Joyce, pero de momento no voy a hacer una placa conmemorativa, simplemente aparco un libro que no me gusta y elijo otro...
;-)
Yo no soy asiduo a tus entradas del Quijote, pero esta me ha llamado la atención, por el tema de la misma.
Yo pienso que no hay mayor forma de llamar la atención sobre los demás que criticando el trabajo de otros. Siempre habrá amantes y contrarios del Quijote y de Cervantes, pero el que ha leído su obra, no creo que lo haya echo solo por criticarlo, sino por que habrá encontrado en cada pagina suya un poquito de interés, para pasar a la otra.
Saludos.
Yo no soy ninguna crítica, tampoco tendría base para serlo siendo una humilde bachillera, pero a mi Cervantes me toca la célula, me llega al corazón, su humanidad, su humor...Un saludo.
Hola Pedro espero que hayas tenido una buena semana,en cuanto a la poesía el fallo fué mio y no me acordé que estarías fuera y la puse ese día, y mira que lo pusistes por aqui.. jaja Espero que te haya gustado.
Y ya se sabe que el quijote como gran obra que es puede dar lugar a envidias,pero no por ello va a dejar de ser uan gran obra..
besos
CORNELIVS: en efecto, cuando opinamos sobre el Quijote lo vemos a partir de nuestra forma de enfocar el mundo. Lo malo es que, algunos que he leído y algunos de los que conozco, ven el mundo desde un agujero muy chiquito y con un enorme ego... Ay, si pudiera contar...
Tu entrada era excelente. Saludos.
CECILIA: es que entre los intelectuales de salón y los artistas epatantes, hay mucha pose y poco fondo. Saludos.
GABIPROG: esa gangrena habría que tratarla con amputaciones, para evitar, como bien dices, tanta placa puesta por ahí...
R.A.RIVEIRO: no te creas, conozco algunos que, con gesto de fastidio, escudriñan cada palabra de un texto para ver dónde pillan en fuera de juego al autor. De todo hay en la vida. Saludos.
LOBITA: me alegro de que disfrutes así con Cervantes. Apúntate a nuestra lectura. Un saludo.
ESTHER: bueno, no te preocupes, lo bueno de Internet es que uno puede leer hacia atrás. Muchas gracias por tus versos, que me gustaron. Besos.
Gracias a todos por vuestros comentarios. Un abrazo.
cada uno puede pensar lo que quiera es lo lógico pero sin desprestigiar lo de los demás ¿no?, ¿no es así como nos han enseñado?...
yo disfruto con la lectura de cada capítulo y eso es lo único que me importa... no me importa lo que digan los "estudiosos" o lo que no digan... ni los críticos... me importa lo que siento cuando leo, nada más... y lo digo por cualquier libro en general.
bicos.
ALDABRA: es la mejor forma de leer: la que anima a seguir leyendo. Besos.
Señor Ojeda, entiendo su forzada discreción y más considerando la "Sierra Morena" que se divisa más allá del trabajo. Me parece por su prudencia, que tanto la literatura formal, como las dependencias universitarias, son aún en estos tiempos, estrechas y vigiladas galerías, donde se giran ruedas por roedores que no escapan de la jaula y a todos quieren en ella.
Dele a este Zorro amigo (leal con la verdad), nombres y apellidos, que no tendría yo, nada que perder y solo honra que ganar en marcar mi Zeta a quien mancille con cicateras críticas, el nombre del altísimo e ilustre caballero Don Quijote de la Mancha, o al autor del susodicho texto que honró nuestro intelecto con palabras cargadas de pensares y no con desprecios.
Cierto es, que sobrevivieron por siglos a peores gigantes, sin mi ayuda como espadachín, siendo el placer de los lectores su mejor "escudero" y su más clara victoria frente a embaucadores nigromantes; que ya sabía, el autor, que había y le esperaban más fuera, que dentro de su obra... (Eran los de entonces, de genial categoría y a pesar de todo, fueron derrotados con innovadoras e invencibles armas)
Suyo queda, bien dispuesto, Z+-----
SEÑOR DE LA VEGA: hay tantos que marcar, querido amigo. Yo ya he hecho unas cuantas cicatrices y se reproducen como hongos. El mundo académico es propicio para su proliferación. Y entre los escritores, a cientos.
Comencemos la tarea, pues.
Odian a Cervantes porque ellos quisieran ser Cervantes y no lo son.
ANTÒNIA: en el fondo, tienen envidia de aquel pobre soldado.
Partiendo de la base de que el Quijote era leído o comentado entre el pueblo... lo demás, es atribuirse encomiendas divinas que no son ciertas..
Más pierden aquellos que sólo escuchan su propia voz en una habitación vacía.
Esta lectura hará historia por aceptar las variopintas voces de todos.
BIPOLAR: el libro (éste, cualquiera) siempre es de los lectores. De ahí el berrinche de muchos especialistas, que no están contentos al perder el control y la decisión sobre lo que debe o no leerse. Y cómo.
Publicar un comentario