miércoles, 9 de abril de 2008

La historia de la Humanidad es triste

Subí a este túmulo oxidado y desde él vi las ruinas de las construcciones de la Humanidad: sus ideas. En los siglos que se amontaban debajo de mis pies yacían las grandes creencias que le hicieron soñarse invencible y que sólo la habían conducido, ciega de soberbia, a un extraño sentido del progreso que la esclavizaba en vez de liberarla y que destruía todo aquello que podría salvarla de los errores. Entre estos restos veo las lápidas que dedicaron a los pensamientos, creencias e ideas que llevaron a las guerras y la muerte. La historia de la Humanidad es triste: es una lucha contra sí misma expoliando todo lo que hay a su alrededor. La historia de la Humanidad es triste: es un desprecio constante a los que dijeron las verdades. La historia de la Humanidad es triste: para salvarse de afrontar al individuo que llevan dentro cada uno de los seres humanos prefirieron maniatarlo y entregarlo a las prisiones más lóbregas del adocenamiento uniformador. Y durante siglos construyeron con enorme esfuerzo sistemas mecánicos, herramientas que satisfacían su comodidad y egoísmo, que pretendían ir hacia la utopía pero que conducían en verdad hacia la ilusión del autoengaño. Se creyeron más libres, más sabios. Hoy yacen aquí, todavía vivos, pero ya oxidados.

30 comentarios:

Serendipity dijo...

Hola Pedro! Bonitas fotos. Me gustan el aspecto que tiene de cremallera, pero no consigo identificar de que se trata.

Beatriz Montero dijo...

Sí, la humanidad es lúgubre y fría. Pero tus fotos muy bonitas.

Me alegro que tus ojos estén bien, aunque la vista ande cansada.

Anónimo dijo...

A mi también me gustaría que insertases la imagen completa, porque me suena pero no sé lo que es. Un saludo

jg riobò dijo...

Se puede decir de otra manera pero no más claro.
Las fotos sublimes.

Unknown dijo...

Quizá porque el hombre sabiendo que la muerte es su destino y que tarde o temprano mordera y se convertirá en polvo, cree que en las colosales construcciones, las pirámides, palacios, catedrales, panteones, libros, pinturas ... quedará constancia de su paso por este mundo sin advertir que realmente ni a ellos mismos les importará ya que hablen de ellos, siempre al final es lo mismo, intentar huir de la única verdad que realmente conoce el hombre.

Anónimo dijo...

esperemos que hayamos aprendido de nuestros erroes y no volvamos a caer en los mismo. Un abrazo.

Anónimo dijo...

También ha habido momentos alegres y buenos. NO todo es negativo. Si bien el hombre es el peor lobo para el mismo. Esta frase la dijo un filósolo, pero no recuerdo el nombre. Un abrazo.

Merche Pallarés dijo...

¿¿¿De dónde sacas todas esas placas oxidadas??? Además ¿¿¿con esas formas tan curiosas??? Referente a la humanidad, mucho me temo, querido, que vamos hacia nuestra propia aniquilación a eso que no tengamos el coraje de cambiar las cosas. Besotes, M.

matrioska_verde dijo...

Buenos días Pedro... aunque no te lo creas esta noche soñé contigo... iba con mi pareja al lugar donde vivías tú y entonces decidíamos ir a conocerte... trabajabas en una universidad y estabas permanentemente conectado a una cámara web (que hoorror)... de hecho nosotros nos acercábamos a ti y también salíamos en internet... je je je... esa es una pequeña parte de la vida que te inventé...

bueno, hoy quería comentarte que tus textos me gustan pero... se me hace dificil leerlos al estar todo en un bloque... es una cuestión visual simplemente que nada tiene que ver con el contenido pero no cabe duda que influye en mi lectura... en fin, yo me fijo mucho en el conjunto...

que tengas un buen día
bicos,
Aldabra

rubén dijo...

Algunos incluso nacen ya oxidados.
Un saludo

PILAR dijo...

La historia de la Humanidad NO es triste.
Subí a aquella colina y desde allí observé la hermosa naturaleza.
Debajo de mis pies sentí el calor de la multitud de bichitos y hormiguitas que andaban currando y haciendo sus cositas.
Al mirar desde allí observé el horizonte, me concentré, sentí el calor y la fuerza del sol sobre mi cuerpo...En ese momento recordé a las grandes personas que a lo largo de los años habían conseguido hacer buenas obras, desde el humilde zapatero de mi barrio que es una gran persona, hasta Gandhi o Teresa de Calcuta, y recordé también a Julián, mi amigo Julián que anda por Guatemala "salvando" vidas...y a un sinfín de personas, de buenas personas, que hacen sentir que cada día este mundo merezca la pena.
La historia de la Humanidad, amigo Pedro, NO es triste.

Isabel Huete dijo...

Me sumo al comentario de Pilar porque ha expresado con fidelidad lo que yo también quería decirte.
Mi gato me trajo el domingo un saltamontes enorme que había cazado aunque no matado (es curioso que no suela matar a los bichos que caza, sólo "juega" con ellos), y yo lo recogí y lo eché detrás de la valla que rodea el corral para que no lo volviera a coger. Ese pequeño acto, que yo considero de amor, me hizo sentir de p.m. Lo pequeño, incluso lo diminuto, puede darnos también satisfacción y felicidad, ¿por qué no aprenderemos a quedarnos con lo importante en vez de fijarnos sólo en lo grande?
Besos Pedro.

Anónimo dijo...

Cuando desde la perspectiva que da el tiempo vemos cómo a lo largo de la historia, las distintas civilizaciones se han erigido sobre los escombros de la anterior, lo traumático que fue el cambio para la vencedora y la derrotada, lo más lógico sería pensar que hemos aprendido la lección de que ninguna idea es permanente. Otra vendrá que la haga sucumbir, porque las ideas no mueren; mueren los hombres que las defienden y cíclicamente resurgirán de su estado latente y aletargado impulsadas por otros descendientes que las defenderán y provocarán nuevos traumas en las sociedades implicadas.
Ninguna generación está exenta de responsabilidad. Ahora mismo estamos en una batalla que ya lleva un millón de muertos en Irak y no hemos sido capaces de ceder lo necesario en nuestras ideas para evitarla. Siempre me han impresionado los monolitos que hay en todos los pueblos y barrios del Reino Unido, con listas interminables de personas, en homenaje a los caídos en la “Great War”, Primera Guerra Mundial. ¿Mereció la pena tanta muerte, por defender unas ideas? En este caso ni siquiera el paso del tiempo es capaz de dar una respuesta. pancho

Teresa dijo...

S�lo puedo a�adir mi asentimiento.
Me ha encantado
Sigo viendo belleza en la filosof�a de la existencia

MeTis dijo...

la humanidad ya esta condenada pedro, como tus hierros, solo que nosotros no vemos el oxido, lo intuimos, pero como no lo vemos, pues como que pasamos de largo. cuando el oxido lo cubra todo buscaremos desesperados el mejor antioxidante, pero éste ya no funcionara igual que no tendremos salvacion.

eres un crack pedro.

besos

Fabián Aimar (faBio) dijo...

Si, la historia de la humanidad es triste. Tanto como la que hoy estamos escribiendo. Me preocupa mañana... no veo salida, caa vez mas oscuro, mas triste, tristisima...
Buen post
gracias por tus visitas periodicas y comentarios, nos seguimos leyendo
un abrazo
faBio

XuanRata dijo...

Historia de la Humanidad propiamente dicha no ha existido nunca, sino más bien historias de los pueblos y también pueblos sin historia pero con historias, aunque todas ellas hayan tenido rasgos comunes porque común es nuestro origen. Aunque sea duro de decir nuestros mejores logros culturales, nuestras libertades más preciadas no se lograron pese a la violencia y la ignorancia sino que se apoyaron precisamente sobre ellas. No pretendo justificar la iniquidad pero entiendo que lo natural en nosotros es el desequilibrio del péndulo y que el instinto de depredación fraguado en miles de años de escasez y riesgo permanente no puede ser superado en un par de siglos de vientos más o menos favorables. El problema es que en poco tiempo nos hemos hecho con unas herramientas que aún no hemos aprendido a manejar. Del óxido de lo pasado siempre tiene la culpa el brillo excesivo y cegador de lo nuevo.

Esas planchas sesgadas de las fotos amenazan con "sesgarnos" el cuello. Me mantendré a distancia.

Peter Mc Cut dijo...

habra que reciclar la humanidad o sus pensamientos... para que se transoforme en basura.
Un saludo Pedro!

Anónimo dijo...

Es que no sé explicarlo, pero esa foto parece una regla de medir (de medir el tiempo). Nuestro paso por aquí es un milímetro en el infinito.
La historia de la humanidad es una kk, está llena de fracasos, injusticias, sufrimiento..., pero si nos ponemos a generalizar, hoy me pongo de parte de Pilar y de Isabel Huete!

Un besito.

Maria Clarinda dijo...

(...) Entre estos restos veo las lápidas que dedicaron a los pensamientos, creencias e ideas que llevaron a las guerras y la muerte.

Pedro lindo o teu texto, linda as imagens e ...adorei andar pelo teu espaço.
Jinhos

Silvia_D dijo...

Dios!! por más que lo intento no consigo sentirme tan pesimista, debo ser superficial o medio idiota, pero creo (a ratos) en la inteligencia humana... al menos necesito creer.
yo lo quiero ver de colores , no "tó oxidao" me niego :(
Dejarse llevar por la apatía y el pesimismo no es en si una oxidación??!!
Yo que sé...
Besos sin oxido^^

Euphorbia dijo...

La humanidad en conjunto ha demostrado demasiadas veces que no es capaz de aprender de los errores. Por eso es tan importante recordar para no repetir.

Las fotos me recuerdan los paneles de los parterres del Jardín Botánico de Barcelona, aunque sólo se parece.

En cuanto al óxido, permíteme un consejo de maruja: no te acerques tanto al óxido que te vas a manchaaar y eso no se va con nada.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

A veces pienso que lo mismo la especie se cansó de vivir la vida...ahora toca destruirla y no poco a poco sino de manera acelerada...seremos bestias ¡¡¡¡

Salud y ánimo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

SERENDIPITY: lo explico en la siguiente entrada. Saludos.

BEA: Gracias, seguiré mirando. Un abrazo.

BLOGOCHENTA: Virgen del Manzano, querido amigo: date una vuelta y me comentas qué te parece.

JAVIER: Gracias, procuraré hablar sin gritos, como sabes.

MAFALDIA: en efecto, la muerte.

FERNANDO: no lo tengo yo muy claro. Un abrazo. Me planteo una serie con ese tema.

MERCHE: lo explico en la próxima entrada. Ni coraje ni ganas, me temo. Besos.

ALDABRA: bueno... espero que no fuera una pesadilla... No, no estoy conectado todo el día a la web. ¿O sí y no me he dado cuenta? A veces separo los párrafos, a veces los junto: sé que son difíciles de leer, pero os pido ese pequeño esfuerzo. Besos.

RUBÉN: o lo están ya en el seno materno. Saludos.

PILAR: explico algo en la próxima entrada. Te comprendo, pero ya sabes... Un abrazo.

ISABEL H.: en efecto, pero esta serie reflexiona sobre la dureza de nuestra Historia. Ya habrá momentos para ver otras cosas. Besos.

PANCHO: cuántos muertos en nuestro pasado... caminamos, literalmente, sobre cadáveres de gente que murió violentamente.

BIPOLAR: dichosa tú, querida amiga.

METIS: habrá demasiado óxido para eliminarlo. Besos.

FABIO: Gracias a ti por dejarte caer por aquí.

XUANRATA: historia de las naciones escrita de forma chata. Tienes razón, si se hubiera pensado en la Humanidad hubiera sido otra cosa. Yo me acerqué demasiado...

PETER: en basura útil. Saludos.

DONCE: me gusta esta visión optimista vuestra. Y dan ganas de luchar, sólo de oíros. Besos.

MARIA CLARINDA: gracias por tus palabras y bienvenida a La Acequia. Espero verte más por aquí.

DIANNA: no hay que dejarse llevar, sino partir de esa reflexión para actuar. Besos, sin óxido.

EUPHORBIA: me acerqué demasiado, me temo.

MANUEL: creo que para eso estamos usando nuestra inteligencia. Saludos.

Un abrazo a todos y gracias por vuestras palabras. Sé que es una serie difícil y por eso os agradezco vuestra constancia.

Anónimo dijo...

Sería buena idea una serie con un tema así ;) Un abrazo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

FERNANDO: os haré caso.

Incognita dijo...

Pedro, disculpa si dejo de lado el tema del oxido, pero me gustaria saber que opinas sobre un libro llaado "Adiós Diómedes"....

Pedro Ojeda Escudero dijo...

REGGIS: Tengo un confuso recudero de la novela "Adiós Diomedes de Leandro Delgado, la leí hace más de un año. La recuerdo correcta. De él recuerdo algunos poemas que me gustaron.

Héctor Ojeda dijo...

El problema es que la corrosión avanza, tu la reparas con algún barniz, pero vuelve a aparecer, la soberbia es el principio de un mal fin.

Un abrazo.

Héctor.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

HÉCTOR: Bien apuntado. No hay barnices para este óxido. Un abrazo.