Las redes de teatro público se crearon hace años en todas las Comunidades autónomas españolas con varios principios. Entre ellos, fomentar que se pudiera ver teatro -o se pudiera ver más teatro del habitual- en locales no siempre situados en las capitales de provincia, con el objetivo de facilitar el acceso a esta forma de cultura y de crear público. En este sentido, se constituyeron dos tipos de redes: los circuitos de localidades que, por su dimensión, dependían de las Diputaciones; las redes de teatro de poblaciones que ya no dependen de las Diputaciones al tener más de 20.000 habitantes. Es bueno que existan. A pesar de los entusiastas de la empresa privada, no suele haber empresarios que se acerquen a todas las localidades ni el dinero de los ayuntamientos da para sufragar en su integridad o en buena medida cualquier tipo de espectáculo. Si no existieran, los habitantes de gran parte de las localidades españolas -incluso algunas capitales de provincia- no podrían asistir jamás a una obra teatral. ¿Está en cuestión esto? Sería lo mismo que poner en cuestión el sistema de sanidad pública o el de educación. Pero ya sabemos que hay teorías que defienden el radicalismo liberal con argumentos de libre mercado, a pesar de sus consecuencias.
Otro de los principios es el de procurar un cierto respaldo económico y de trabajo a las compañías de cada autonomía. Entiéndase bien: ninguna compañía puede sobrevivir con las actuaciones en las redes de teatro público, ni es lo que se pretende. Pero con esta idea se alienta a la circulación en la región de las compañías propias, sometidas a condiciones variables en cada caso. El único riesgo podría deberse a la pereza o amiguismos de los programadores que siempre contratan a los mismos, pero, por principio, a ningún programador le gusta ver la sala vacía. Pienso que también es bueno que se apoye, con el dinero de cada autonomía, a los artistas correspondientes como se protege una industria propia o un producto con una denominación de origen. Hasta cierto grado.
Lo que está en cuestión es ese grado. En algunas comunidades -en la práctica o incluso recogido en la normativa-, las compañías propias monopolizan las redes públicas, dejando a la iniciativa privada la contratación de las foráneas. Esto puede provocar efectos perversos. Por una parte, que las localidades de tipo medio o pequeño tengan muy díficil ver en sus locales montajes externos de la comunidad. Por otra que, en un mundo que debe ser tan abierto como el artístico, no haya suficiente circulación de aire de fuera. Además, sucede que las propias compañías de esas regiones terminan por no salir de su propia tierra bien porque tienen el calendario ocupado, bien porque se procede a cierto castigo por otras comunidades más abiertas al sentirse en situación desigual. No se les contrata fuera porque no contratan lo de fuera. El empobrecimiento es enorme.
Sí es bueno que existan ciertos criterios por los que se prime a las compañías propias, pero el resultado nunca puede dar un porcentaje mayor que lo que viene de fuera. Por el bien de todos: de los artistas locales que deben competir en calidad con los de fuera, del público que también tiene derecho a ver todo tipo de espectáculos en una red que se paga con sus impuestos.
20 comentarios:
Tema realmente complejo, yo sin ir más lejo te puedo decir que no recuerdo cuando fue la última vez que fui al teatro, aqui en el Rincón de la Victoria hay uno, en Málaga otro, pero no se que pasa... que lo veo como algo muy lejano, no despierta mi interes, tal vez sea la imposibilidad de ir por no tener a quien dejarle los niños ya que sus sesiones son de noche, pero como decia lo veo como algo muy lejano.
No sé lo que decirte, querido Pedro. Tienes razón en que habría que apoyar a los grupos locales de teatro pero la verdad es que me he perdido en los vericuetos que planteas de autonomías, gobiernos centrales y locales. Me he hecho un lio. Besotes, M.
Veo que conoce bien el entramado teatral. Nuestra compañía lleva haciendo un año de bolos por Castellón y Valencia con gran éxito, pero no hay manera de hacer ni uno sólo en Cataluña. ¿Es normal?
Yo creo que no. Y los motivos tienen que ver con lo que has explicado.
PACO: te entiendo perfectamente. El teatro no es algo que "nos pille a mano". Anímate alguna vez, si puedes.
MERCHE: en estos vericuetos aun hay gente dando vueltas, a los que de vez en cuando encuentran desorientados los guardas de seguridad de las consejerías de cultura... No me extraña que te hayas hecho un lío si, muchas veces, los que lo conocemos desde dentro también. Besos.
SERA: En efecto, llevo muchos años en esto, desde todos los lados del hecho teatral. Y lo que comentas no es normal, no. Y no pasa sólo en Cataluña. No entiendo cómo las propias compañías internas de estas comunidades, por muy beneficiadas que les parezca estar no reaccionan. Se está empobreciendo el panorama teatral de esas regiones.
Gracias a los tres. Sé que no es fácil comentar estas entradas "técnicas" pero, como sabéis, también son parte de La Acequia. Un abrazo.
el teatro tiene buenas cifras en España, si bien es un público muy fiel. Creo que la juventud no va mucho por allí y ello puede abocar a su descenso en unos años. Además, resulta muy caro en estos tiempos de caos económico.
un abrazo.
FERNANDO: En efecto, en contra de esa famosa crisis, el teatro está bien. No excelente, pero bien. El problema de la juventud es otro: hay que acercarlos el teatro con promociones específicas para ellos. Alguna se ha hecho y ha funcionado. Pero falta continuidad. En cuanto a lo de caro, hay teatro de todo tipo, alguno muy barato. Sobre todo si lo comparamos de los precios de una cena, una salida nocturna u otras cosas. Un abrazo.
Buena iniciativa la de la red de teatro público, a veces no muy bien entendida, por la poca asistencia, pero que deberían agradecer los habitantes de los pueblos, de cierta entidad, que cuenten con un teatro. Si se representan obras, la gente termina yendo al teatro, es la manera de hacer público.
Recuerdo de pequeño los teatros ambulantes que iban por los pueblos representando obras de Arniches, A. Casona, Paso… Siempre a rebosar. Esta tradición desapareció de la noche a la mañana, supongo que como el vídeo mató a la estrella de la radio y la tv asestó un golpe mortal al cine, sobre todo al rural, del cual no se recuperaría jamás. Debería haber más apoyo a otros artistas como intérpretes de músicas populares, que cuentan con muy pocas posibilidades de que se les conozca. Difícil dentro de su propia comunidad; casi imposible fuera de ella.
pancho
PANCHO: políticas culturales necesarias, que extienden, en red, formatos necesarios. A veces lo entienden los políticos, a veces no. De vez en cuando son los propios profesionales, por sus temores y rencillas, los que echan abajo las ideas. Un abrazo, Pancho.
Si los impuestos se usaran en cultura y en lo que la gente vea claro que los favorece, pagamos con mucho gusto. Por estas latitudes se ve harto teatro y se ve a los actores contentos, ojalá siga creciendo el entusiasmo.
Ya volví, un abrazo Pedro.
Héctor.
Lo importante de Verdad!
Es el Teatro, los artistas locales siempre han tenido que competir, con el teatro, de las grandes ciudades, pero no se tienen que desanimar seguir, lo único es el publico, de la ciudad, el pueblo, que sea es indiferente, que tenga la opción de elegir!!! por que no en tu localidad también, hay buenos actores, eso seguro!!
Además tendriamos que recuperar la tradición en los pueblos de la realización de comedias por los habitantes del lugar. Con mejor o peor puesta en escena significaban un elemento aglutinador en el medio rural y una manera de dinamización cultural. Había años que en un pueblo de 300 habitantes se representaban 3 o 4 funciones, y eso, se ha perdido lamentablemente.
Ya estoy.
He ido a por unas palomitas y un refresco (sin publicidad) para leerme pedazo entrada.
El dinero sí es un freno a la hora de ver un espectáculo de ámbito nacional. Además nuestro teatro principal es bastante canijo y está excesivamente "explotado": realmente todas las butacas del mismo sector no tienen buena perspectiva y encima son incómodas pero cuestan lo mismo. Como tampoco se representan durante muchos días por la poca afición (¿precio?), te quedas sin entradas.
Me llevan los demonios con la poca oferta cultural en los colegios públicos. Aquí sí podrían hacer sus pinitos los grupos de actores locales que comienzan su carrera. Simbiosis
he ido alguna vez al teatro, no muchas, pero es un arte que me encanta
besos para ti
lágrimas de mar
Aunque tú la califiques de "técnica" me parece una excelente entrada. Y muy didáctica. Gracias.
HÉCTOR: Gracias por tu vuelta, Héctor. Es curioso cómo en otros lugares el teatro está más vivo -no me refiero al comercial- que en España. Convendría un análisis sociológico. Estoy de acuerdo contigo, en que uno paga mejor los impuestos si ve los resultados.
AZUL: en efecto. Sólo falta facilitar los cauces para que lleguen al público.
BLOGOCHENTABURGOS: no sé qué ha pasado, en efecto, pero de pronto, como un desplome general, se ha venido abajo ese tipo de afición. Hay que luchar para recuperarla.
BIPOLAR. ¡Palomitas en el teatro! Jo. Totalmente de acuerdo contigo, en la necesidad de ampliar la oferta cultural a los escolares. Es en donde se hace el público para los Museos, los teatros, el cine...
LÁGRIMAS DE MAR: ponte en el calendario que, al menos, un par de veces al año tienes que entrar en un teatro. Te enganchará, seguro. Besos.
FRANCISCO: ya lo sabes, esta es una parte muy importante en La Acequia. Un abrazo.
Gracias a todos.
Pois lamento que no meu país nenhuma medida séria se tome ao exemplo de Espanha.Veremos a actuação do novo Ministro da Cultura :pior que Lima, parece-me ímpossivel...
Fica bem, meu querido amigo.
SAO: ojalá el nuevo Ministro tenga acierto en su labor, en efecto.
Un abrazo, amiga.
Espero que lo consigáis
Buena suerte..
Hola, no conocía este entramado tan complejo y a la vez tan familiar, me suena a un montón de situaciones que se plantean en otros campos, editoriales, constructoras... ¿cómo puede haber tantos intereses cruzados en todo?
AZUL: Gracias por tus buenos deseos. Saludos.
MAFALDIA: ¿porque somos así de difíciles? Mezcla de corporativismo, nacionalismo, localismo y politiqueria... Un cóctel explosivo.
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