Mi hija me ha vuelto a pedir, a exigir ya, que pongamos el árbol de Navidad y el resto de los adornos en casa. Todos los años le regateo unos días a esta demanda, mientras ve poblarse la ciudad de bombillas y los escaparates de espumillón y belenes más o menos ingeniosos. Los edificios se cubren con decoraciones que pretenden un ambiente cálido y que no son más que trampantojos para desviar nuestra atención y seducirnos con una emocional vivencia de la bondad y la alegría, que resulta, a fin de cuentas, muy artificial y forzada. La forma en la que tenemos de celebrar estas fechas es una de las más evidentes manifestaciones de la hipocresía de nuestra sociedad. Consumo excesivo, gastos desmedidos, malos gestos por la urgencia de satisfacernos, reuniones forzadas con gente a la que, en realidad, no queremos ver. Luego lavamos nuestra conciencia cuando la encontramos esquinada en el espejo y buscamos justificaciones o donamos dinero a una O.N.G. o apadrinamos un niño.
Somos una sociedad en contradicción permanente con los valores que figuran en la base del edificio, adorando al becerro de oro. Nada nuevo.
He prometido a mi hija que este fin de semana decoraremos, sin falta, la casa. Ya lo sé...
20 comentarios:
Fermento, como enzima. Origen de algo que será por "fermentación" otra cosa.
Como la Navidad primigenia.
Pedro, no sabes cómo te comprendo. No sé si eso te sirve de algo, pero bueno, yo te lo digo.
Hoy, diez de diciembre, mi hijo ya no podía más, y esta tarde me he dedicado a la tarea. Intento hacerlo lo más sencillo, odio el espumillón y todas las parafernalias,pero aunque así sea siempre queda como empalagoso.
Reconozco que a mi por ejemplo como me encantan las plantas y las flores, aprovecho esta época y compro flores de pascua en diferentes sitios, y compruebo a ver lo que me duran, y decoro mi casa con esas flores. También me gusta el misterio, no sé porqué me dice algo, no sé si será porque es un misterio antiguo y ha estado conmigo siempre desde la niñez.
Lo demás me parece todo realmente superfluo y muy lejos del sentido real, si es que lo tiene, de la navidad.
De todas formas, he de decirte que mi hija de trece años ha pasado olímpicamente este año de exigirme que pongamos el árbol, será la edad. Así que aprovecha, que al fin y al cabo son ilusiones que uno tiene cuando es un niño. Yo, al menos recuerdo que en casa me gustaba aportar a echar una manita para adornar, lo que pasa que lo solíamos hacer el día de la lotería.
Tengo mi propia idea de todo esta "globalización"; solo qu me trae muy buenos recuerdos de mi infancia...e intento que mis hijos se ilusionen...en mi infancia no hubo ni consumo en exceso, ni artificilismon ni árbol...faltaba de todo...si hubo amor..mucho...y gracias que áun existe...
Saludos amigo
Ánimo Pedro, sólo son unos colgajos de ná y no olvides que los árboles de plástico no se riegan.
Juas!, yo ya he pasado el percance, pero el regateo no se ha acabado. Día a día es más intenso.
Puede que sea la edad, porque de niño también era como vuestros hijos y en sólo unos pocos años me volví un ateo recalcitrante que, como tantos otros, ha 'paganizado' a su manera las Navidades. Odio las parafernalias de estas fechas y lo único que me gusta de ellas es que se aprovecha para quedar con gente a la que no sueles ver en otros momentos del año, al margen de que me gusta celebrar de la mejor forma posible la Nochevieja. Del consumismo procurso abstraerme, pero no por lavar mi conciencia, sino porque debo ser consecuente con mis limitaciones presupuestarias y porque, por suerte, nunca he tendido a los dispendios desenfrenados. Incluso mi estómago ha venido a recordarme en los últimos años que tampoco debo caer en la gulosa tentación tan típica de estas fechas... No hay mal que por bien no venga.
Saludos.
la navidad es de los niños.... y del corte ingles... una pena lo del corte ingles.
Navidad caca, navidad el demonio provocandonos como la serpiente con la manzana y Adán y Eva.
La navidad es una prueba que nos pone el "demoño" para comprobar que por un lado nos va la boca y todo eso del compartir y blablabla, blablabla y por otro los verdaderos valores de esta sociedad...el consumismo que es la madre de todos los pecados.
¿por qué creéis sino que cada vez encienden antes los adornos de navidad? pue para que la gente guiada por esa señal salga sin pensarselo dos veces a consumir como loca.
De todas formas quien esté libre de consumir que tire la primera tarjeta de crédito.
Un saludo.
---
El nuevo método de comentarios que ha impuesto blogger es una gran mierda que dificulta la participación y el dialogo.
Hay tantas cosas de las que, por más que queramos, no podemos sustraernos... Ésta es una más.
Un abrazo
Con la anticipación con la que se decoran nuestras ciudades terminaremos viviendo en un trampantojo perpetuo ¿O no lo estamos ya?
Yo también dedicaré este fin de semana a la "decoración navideña". Peajes obligados ;-)
Suscribo las palabras de mi hermano.
Un abrazo
Pedro,¿no era posible encontrar un escaparate más hortera, aún?
Hola Pedro:
Tu hija es una "adelantadilla" los míos aún no han dicho nada. Me sorprende y espero, nada más, espero... A que lo digan y... No quedará más remedio.
Estoy de acuerdo con el resto de comentarios: El de Pilar, el de Pablo, el de Francisco y sobre todo el de Trupitomanias (muy acertado)...
Saludos.
Tampoco a mi ha conseguido seducirme la Navidad.
Antes, de niña, las cosas eran diferentes. Ahora el desgaste ha hecho que la verdadera cara de la Navidad se torne hacia mi y me pregunte: Por qué hacemos esta pantomima anual, qué necesidad?
Me ha encantado la entrada sobre los anónimos, yo he tenido, o tengo? no sé todavía, uno de estos tipos en mi blog, ha llegado a saturarme. Hasta dias de 6 y 7 comentarios, un horror.
Me alegro de conocer tu blog, me pareció interesante, y siendo un profesor de literatura, me interesas aún más. Me encanta la literatura, la poesía...
Gracias por tu visita, nos veremos.
Y...
FELIZ NAVIDAD!!!!!!!!!!!!!
Un abrazo decorado con lucecitas de esas que se encienden y apagan.
ana.
Uf... la navidad... que voy a decir yo... Parece que solo somos generosos los días de navidad y ¿el resto del año?¿no necesitan esa generosidad?...
Y sobre la decoración... bueno... sigo sin ella... uf...
Besicos!
Pues tienes razón,pura hipocresia, aunque también tiene razón tu hija que a la pobrecita le hará ilusión. Saludos solidarios.
JAVIER: Aclarado. Se me olvidaba lo de la biología...
PILAR: Tienes razón, todos lo recordamos de la infancia, pero cuando nos daban las vacaciones, no desde primeros de diciembre... si es que ya llegamos cansados de villancicos, polvorones y comidas...
MANUEL: pero qué difícil es luchar contracorriente, ¿verdad?
CAELIO: Es verdad, una vez que cedes a la decoración queda regatear todo lo otro de Navidad. ¡Socorro!
ANTONIO: bueno, pues habrá que esperar que crezcan. Y cuídate, que todavía quedan muchos días de comer y beber.
TRUPITOMANIAS: una pena, una pena, pero cómo se forran a nuestra costa. Jo.
MACACOLANDIA: Mi tarjeta ya anda sola y todo estos días, se guía por los villancicos. Mira que intento distraerla y no hay manera. Y de acuerdo en lo de Blogger. Inexplicable... ¿o explicable?
PABLO: Bueno, Pablo: tú acabas de comenzar, ya te irá creciendo el problemilla, ya...
FRANCISCO: Efectivamente, hemos convertido nuestra vida en una sucesión de parques temáticos. Pon bien las bolas en el árbol...
ÁLVARO: ya, pero ahora que ya tienes sobrinos, no te escapas, no. Ya lo verás.
PILAR: pues tendrías que haber visto la mercería de enfrente...
NACHO: ten cuidado, cuando lo hagan lo harán con ganas atrasadas.
ANA: Bienvenida a La Acequia. Nos leemos. Y en efecto, pantomima...
NEREA: ¿todavía no has comprado los adornos? ¿Qué pensará Morgana?
JÓNATHAN: Ahí nos han podido los grandes almacenes, en la mirada de los niños... Saludos.
Gracias a todos por vuestros comentarios.
Vaya que popular ha sido esta entrada, veo que llego muy tarde..bueno, lo pongo igual porque me ha llamado mucho la atención que hayas puesto un comentario tan personal y me alegra verlo!
Siendo de Laponia para mi navidad es lo máximo. Y siendo de una generación que cuando yo era (mas) pequeña ya estaba la tradición de lo extenso y lo grande y lo mucho que tiene que ser, pues puedo entender a tu hija que lo ve como una época del año en el que se tiene que celebrar a lo grande con toda la familia..pero últimamente le pido a mi madre que por favor, no me haga tantos regalos, que ella tiene la tendencia de pasarse siete pueblos y comprarnos regalos de aprox.200 euros a cada una de sus hijas, y ya somos casi cinco.. De acuerdo con el que me hago mayor veo lo que tú has puesto en tu blog y opino lo mismo, consumo extensivo, árbol de navidad que los niños no saben ni por qué lo tenemos (la verdad es que yo tampoco sé bién lo que simboliza pero cuento como una niña;)) y lo de las reuniones forzadas..pues eso lo último de pequeña no me era desagradable, todo lo contrario! Pero ya veo que cuando tienes que celebrar la navidad cada dos años con la familia de tu pareja, que si el tío, que si la suegra, que si sus costumbres, que si no sé qué, que sí no sé cuanto..sí que puede ser muy forzado..
Pero la alegría en los ojos de tus hijos tiene que superar toda esa sensación, yo lo veo en mis hermanas más pequeñas e incluso yo misma brillo más que nunca cuando puedo estar rodeada por la familia..o sea, cada dos años;)
Maggi
Hola, MAGGI: te estás haciendo mayor. Aun así, seguro que te brillan los ojos en cuanto comienzas a ver los adornos navideños por la calle.
Si absurdo todo ese barullo y puesta en escena. Todo con un interes comercial muy lejano del sentido de la fiesta, cualquiera sea la creencia religiosa y el grado.
Aqui estamos ahora en Pascuas, Pesaj, que como sabes dura una semana, 8 dias.
Y Claro, superlocura generalizada.
Aun cuando esta ciudad es laica, el partido ortodoxo que hace coalicion en el gobierno, obliga a retirar de los supermercados todo lo que contenga harinas. Hihihi hasta el Vodka, si es de papa, ok y si es de cereal .....sonamos!
En fin, me creerias si te digo que hice compras justito antes de que "bajaran el telon" y como compre todo lo que ellos tenian que evacuar.... pague exactamente la mitad de lo habitual! asi, que tengo la heladera llena y contenta con el ahorro.
Me gusta ser librepensadora. Me siento muy bien llendo por los caminos que yo quiero.
Besos
MYR: con lo que me cuentas, se hace cierto el refrán: no hay mal que por bien no venga. ¡Bendito ahorro! Sigue librepensando.
Besos.
Publicar un comentario