[Paisaje de Castrojeriz, Burgos.]
Estos últimos días, en las entradas del blog, busco las fronteras: dentro, cerca, lejos. Las fronteras verdaderas no son las marcadas en los mapas, por las que tantos han muerto a veces sin saber bien por qué o por quién. Ésas que se llenan de banderas e himnos y peligrosos políticos populistas. Son más ciertas las fronteras que llevamos dentro y que nos da miedo cruzar por si nos hallamos en un país desconocido que nos desoriente o que nos horrorice de tan previsible. Hay vacíos interiores que nos roen como agujeros negros. También he descubierto fronteras en las cicatrices de los árboles o en los grandes clavos que remachan una puerta o en la incierta figura borrosa de un espejo.
Hay otra frontera al vacío que nos muestra la mirada: aquella cuyos límites no dominamos, en la que los edificios en los que nos cobijamos se terminan y quedamos al viento cruel del páramo o la incierta seguridad de un valle desarbolado.
Frente a este paisaje uno se siente desvalido y minúsculo, sin más sustento que el de sí mismo, tan pobre. Y cómo asusta esta condición del individuo desprovisto de los otros o de las circunstancias que distraigan del encuentro con su verdadera efigie en este paisaje de abismo en el que el cielo pesa más que la tierra, hacia el horizonte, de tan enorme.
20 comentarios:
Ésa sensación la sentí caminando entre picos, por la sierra de Béjar.
Son los dos extremos que se tocan. El páramo y la montaña.
Tomas conciencia de lo que eres y éso tiene un gran valor.
Pedro, ancha es Castilla.
La meseta nos ha enseñado desde pequeños a convivir con este paisaje. Se me antoja este horizonte cuando me enclaustro en las montañas o en las ciudades.
Amplitud, libertad, luz, horizonte sólo lo encuentro en la Meseta o....en las cimas de las montañas.
Un paisaje (exterior e interior) precioso.
Un abrazo
Siempre me ha gustado el horizonte,
me gusta el mar....
el poder dirigir lejos la mirada...
las distancias largas...
¿El vacío? no,ese no, que mirar hacia el pozo que tenían mis abuelos en el patio me angustiaba de pequeña,aunque a la vez me atraía...
la lejanía...
Las distancias cortas también me gustan, que conste,
y puedo aguantar una mirada.
Mirar, ver, contemplar, enfocar...
Me acuerdo de Antonio José, el compositor burgalés,(aprovecho la ocasión para recordarle desde aquí, su sensibilidad y su prolífica y madura obra, sobre todo teniendo en cuenta que murió de forma antinatural sin llegar a cumplir 34 años)su himno a castilla.
¡"Madre Castilla, guíanos tú, ...
Bonita estampa, sin duda muy alegórica hacia el campo castellano.
Hola Pedro:
Como siempre, muy acertado.
Soy de los que creen que todas las fronteras están en nuestro interior de muchas maneras ya sean nuestros miedos, limitaciones, frustraciones...
Cuando nos comparamos con la naturaleza no somos nada, no somos nadie.
Saludos.
Pasaba a saludar
Besos
Esa foto me recuerda un maravilloso poema de Francisco Pino. Lo copio en un enlace porque en comentario se desconfigura el texto:
¿Existirá Castilla?
http://flechashacialanada.blogspot.com/2006/02/existir-castilla.html
Un saludo,
Borja
Peazo foto! Me encanta el paisaje.
Sí que es cierto que las fronteras, muchas veces, las ponemos nosotros mismos... y, a veces, son complicadas de cruzar para otras personas...
Besicos y buen finde Pedro!
Por cierto... se me olvidaba... Me leí la entrevista y muy bien ¿eh? que no te había felicitado... entre unas cosas y otras se me había olvidado...
Besicos!
JAVIER: eso es, tomar conciencia de uno mismo.
CAELIO: Meseta y montañas celtíberas, nuestro paisaje tan instalado dentro.
Gracias, PABLO, un abrazo.
PILAR: qué bella definición la del pozo del patio de tus abuelos. Y Antonio José...
Gracias, ALATRISTE,sabía que ibas a apreciarlo.
NACHO: Ante la naturaleza no somos nada, quizá su enfermedad.
NOSOTRAS MISMAS: bienvida. Te he devuelto visita. Espero que vuelvas, yo lo haré a tu blog.
BORJA: "blog para el suicidio de la conciencia". Me lo anoto y devolveré visita. Bienvenido.
NEREA: Gracias y gracias. Besicos.
Escuchemos a un pota hablando sobre las fronteras
http://blogofago.tumblr.com/post/19569087
¡Drexler y una nueva sorpresa de BLOGÓFAGO! Siempre sorprendes, amigo.
¿Por qué un horizonte interior siempre representa el vacío, la nada, la imposibilidad de huír de uno mismo, y en cambio la soledad de la mirada frente al mar nos hace pensar que detrás de lo que nos atenaza siempre hay algo que nos hará mantener la esperanza?
Como siempre, interesante retrato de interior el que nos ofreces y que esta vez, además, me ha hecho conocer de forma virtual Castrojeriz recorriendo de arriba a abajo su página web. Muchas gracias.
¡Saludos!
pota=poeta
Magnífica la proporcionalidad cielo - tierra, azul- ocre en esta toma de la llanura castellana. No todo es viento cruel en el páramo: Panera de España , secadero de jamones, no refugio de polillas, inspiración de poetas del 98.
Mis fronteras son como las tuyas, aunque a menudo me da miedo hasta nombrarlas..se donde empeizan pero no donde acaban...si lo que acotan lo llamo mi pais, y lo identifico con una bandera me tildan de facha, si no lo hago soy separatista...de todas formas seguro que esta noche me emocionaré cuando los de Aragonés en formación escuchen el himno sin letra....un saludo
ANTONIO: el mar, otro horizonte en clave. Gracias por tus palabras.
BLOGÓFAGO: se entendía, a no ser que quisieras decir...
ANÓNIMO: no todo es cruel en el páramo, pero lo que no lo es, te hace enfrentarte, a solas, contigo. Inteligente giro el de tu comentario.
MANUEL-TUCCITANO: por ahora, vamos ganando. Sé a lo que te refieres, Manuel.
He leído su entrevista en 20 minutos. ¡Enhorabuena!
Muchas gracias, Borja.
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