domingo, 11 de noviembre de 2007

Autorretrato de ascensor con Caín al fondo.


Un género nuevo en La Acequia, que me sirve también para homenajear los Autorretretes del Sr. K., un ingenioso e inteligente miembro de la blogosfera burgalesa (el más joven de los que quiso embarcarse con presencia física en la mesa redonda de las III Jornadas sobre lenguaje y periodismo). Siempre le he dicho que sus autorretratos son arte moderno oportunos y reflexivos.
Es curioso, gracias al regalo que me hizo Javier el viernes y del que di cuenta ayer, he podido, con calma, recorrer cronológicamente las entradas del blog. Y he visto un grupo de ellas en el que no sólo doy cuenta de blogs amigos o respondo a sus insinuaciones con entradas, sino que los homenajeo hasta la imitación o el gesto. Me recuerdo, desde niño, admirando la creatividad de los demás sin envidia alguna. Quizá por eso soy profesor de literatura. En la inteligencia y la habilidad de los otros veo siempre un estímulo. Por eso, Caín, te copio aquí pero giro tu propuesta -es el verdadero signo de la imitación: crear líneas nuevas a partir de lo admirado- y la hago mía: el paseante de La Acequia se ve en un ascensor estrecho y rutinario, sin saber muy bien qué hace allí y cómo ha llegado.
Ni siquiera es capaz de ver nítido su rostro, porque lo perdió en alguna estación de su viaje. Como tantos, me he buscado equivocadamente en la imagen de los espejos. Ahora buceo dentro, angustiado de soledad y falto de espacio y de tiempo.

10 comentarios:

jg riobò dijo...

Parece fotograma de un capítulo de la serie embrujadas. ¿Apareces o desapareces?.
Buen homenaje.

Anónimo dijo...

Me tenia algo preocupado el tinte melancolico de tus ultimas entradas...

[modo humor on]
....pero las fotos desde el suelo de la plaza mayor y esta foto de sabado noche, con pulso tembloroso, en un ascensor donde ni sabes que haces ni como has llegado...me hacen sospechar que te has dado a la fiesta este fin de semana...
[modo humor off]

Solo buscaba una sonrisa....como ¿la de la foto?..

Álvaro Fernández Magdaleno dijo...

Una foto inquietante, fantástica.
Un abrazo,
Álvaro

Pedro Ojeda Escudero dijo...

JAVIER, BLOGÓFAGO, ÁLVARO: aparezco / desaparezco intermitente, según estados de ánimo...
Y ahora os confieso la técnica de la foto -ya sabéis que no uso efectos de ningún tipo-. Hice varias fotos -Javier sabe que nos arriesgamos a que nos tomen por locos cuando pasamos media hora fotografiando la misma puerta, por ejemplo- y elegí ésta por lo inquietante del resultado, en efecto, que se ajustaba al texto. Pero lo borroso se debe a que justo en ese momento el ascensor llegó a su destino y paró bruscamente. Y uno ya no tiene el pulso en condiciones. El azar decidió la foto correcta.

Pablo A. Fernández Magdaleno dijo...

¿El retrato (la foto) de Dorian Gray?
Un abrazo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Querido Pablo, tú jugabas con ventaja para encontrar la clave...

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

el que te copia es que te admira y ahí no hay plagio...hay admiración...un abrazo..

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Manuel: eso es, hay que mirar el ingenio como estímulo de creatividad. Siempre.

Anónimo dijo...

Gracias, sobre todo por seguir el hilo de la madeja. Insisto en que la única forma de crear y enriquecerse mentalmente en la actualidad es articulando referencias y citas. Reinterpretando y buscando recovecos nuevos en las ideas que el autor original quizá no supo ver o no pudo desarrollar plenamente.

En este loco mundo del mercadeo y la extorsión que se relacionan impúdicamente con los derechos de autor (que nada tienen que ver con los derechos de los autores) tenemos la suerte de que aun es posible que las ideas campen a sus anchas y evolucionen sin necesidad de ponerles una marca registrada. Lo de poner puertas al campo aún sigue sin funcionar, por mucho que se intente.

Me siento un poco extraño y a la vez complacido por haber sido punto de partida para una idea que me parece igual de atractiva que los autorretes: los autorretratos en ascensores. Intimidad, espacio íntimo en un espacio público, identidad... Y es que los ascensores son muy sugerentes porque son las máquinas del tiempo y el teletransporte de garrafón de nuestra sociedad, si los miramos desde los ojos de las películas y series de ciencia ficción de los 50 y 60. Pero, eso es otra historia...

Las mejores fotos son las que tienen vida propia, las que han surgido por sí mismas, las que no se dejan controlar. Otra cosa es que sean "bonitas".

Por cierto, sabía y sé que mis autorretretes no pueden tener mejor prologuista que alguien que es capaz de mostrar y relexionar sobre un autorretrato como éste.

Seguiremos informando.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Querido SR.K.: A tu disposición. Siempre. Por cierto, en este comentario tuyo, así como en varias entradas en tu blog y conversaciones que he tenido contigo he visto más teoría artística que en muchas clases universitarias. En éste, por ejemplo, has definido con exactitud varias de las claves del arte contemporáneo cuya época, a falta de nombre mejor, se denomina postmoderna.
Saludos a las dos mitades de tu cabeza.