viernes, 3 de agosto de 2007

La muerte del Bachiller (Larra en la era virtual).


Después de pasar revista satírica a la sociedad madrileña del momento, como cualquier blogger actual que se precie, Larra decide terminar la publicación de El pobrecito hablador y así lo anuncia en el número 13 (marzo de 1833):

Trece números y diez meses va a hacer que, acosados del enemigo malo que nos inducía a hablar, dimos principio a nuestras habladurías. -¿Qué? ¿No queda más que hablar?, nos dirán.- Mucho nos falta efectivamente que decir, pero acabamos de entrar en cuenta con nosotros mismos, y hecha abstracción de lo que no se debe, de lo que no se quiere, o de lo que no se puede decir, que para nosotros es lo más, podemos asegurar a nuestros lectores que dejamos el puesto humildemente a quien quiera iluminar la parte del cuadro que nuestro pobre pincel ha dejado oscura.

En los doce números anteriores ha dejado un retrato social crítico, alguno de cuyos tipos aun permanecen en el imaginario colectivo y muchas de cuyas técnicas se usan hoy en el ciberespacio, como veremos en otro post:

-Sátira contra la Corte.
-¿No se lee porque no se escribe, no se escribe porque no se lee? (Artículo enteramente nuestro).
-Empeños y desempeños (Artículo parecido a otro.).
-¿Qué cosa es por acá el autor de una comedia? (Artículo nuestro.)
-Sátira contra los malos versos de circunstancias.
-¿Quién es por acá el autor de una comedia? Artículo segundo: El derecho de propiedad.
-Carta segunda escrita a Andrés por el mismo Bachiller.
-Manía de citas y de epígrafes.
-El casarse pronto y mal. (Artículo del Bachiller.)
-El castellano viejo.
-Robos decentes.
-Reflexiones acerca del modo de resucitar el teatro español.
-Carta de Andrés Niporesas al Bachiller.
-Vuelva usted mañana. (Artículo del Bachiller.)
-El mundo todo es máscaras: todo el año es Carnaval (Artículo del Bachiller.)
-Carta última de Andrés Niporesas al Bachiller Don Juan Pérez de Munguía.

En ellas encontrarán los autores de los blogs actuales los modelos básicos del retrato de costumbres, de tipos, el periodismo de denuncia (Vuelva usted mañana debería ser lectura obligada), el chascarrillo. Difiere el formato, claro. Y la extensión.
Para terminar con la publicación, a Larra se le ocurre, a la manera cervantina, matar a su personaje haciéndole volver al redil social de las buenas costumbres-es decir, a lo políticamente correcto-. Así nos lo cuenta Andrés Niporesas, personaje encargado de la redacción del último número de El Pobrecito hablador, el 14 (acordémonos de la posibilidad que nos da Internet para crear varios pseudónimos, cada uno con su personalidad):

El Bachiller... ¡ha muerto! ¿Alguna alevosa pulmonía? No; no era un soplo de aire quien había de matar a un hablador. ¿Una apoplegía fulminante? ¡Ah! Un pobrecito no muere de apoplegía. ¿Murió de tener razón? ¿Murió de la verdad? ¿Murió de alguna paliza? Pero, ¡ay!, era su estrella dar palos y no recibirlos. ¿Dio con alguno más hablador que él? ¿Murió de algún atragantón de palabras?


No es la recuperación de la cordura lo que provoca su rehabilitación, sino el miedo. El personaje creado por Larra no ha tenido la precaución de refugiarse en el anonimato (obsérvese la ironía tras la que se esconde el propio autor) y sufre las consecuencias -aprendan los bloggers satíricos. Se retracta de todas las sátiras publicadas y dice sus últimas palabras, que conocemos gracias al escrito que el antiguo escribiente del Bachiller envía a Andrés Niporesas:

Ea pues, hijos, yo me muero todo: tomad para vos este escarmiento: antes de hablar, mirad lo que vais a decir; ved las consecuencias de las habladurías. Si apego tenéis a vuestra tranquilidad, olvidad lo que sepáis; pasad por todo, adulad de firme, que ni en eso cabe demasía, ni por ello prendieron nunca a nadie: no se os dé un bledo de cómo vayan o vengan las cosas; amad a todo el mundo con gran cordialidad, o a lo menos fingidlo si no os saliere de corazón, con lo cual pasaréis por personas de muy buena índole, y no como yo, que muero en olor de malicioso porque he querido dar a entender que de algunos países nunca puede salir nada bueno... en fin... muero.. a Dios... hijos... ¡de miedo!

Como el médico que le atiende no se fía de la muerte cierta del hablador, para comprobarla, le grita al oído que el mundo está lleno aun de todos aquellos a los que había satirizado. Como no reacciona, hace una comprobación extrema, sabiendo, como les pasa hoy a la mayoría de los autores de blogs, que el hablador odia a los periódicos establecidos y desconfía de ellos:

Entonces, haciendo el último esfuerzo, cogió algunos periódicos españoles, púsoselos sobre la cara, y esperó un momento; pero no rebullendo mi amo, el doctor exclamó con la mayor pena, dejando caer la ropa sobre el difunto: "Muerto está; cuando nada dice a todo esto, ni un soplo de vida le queda. En paz descanse."


Hágase la prueba con cualquier blogger actual.

El próximo de la serie, sobre Larra y la censura (con alusiones al caso de El Jueves, no tratado aun en La Acequia).

(Continuará)
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Durante el mes de agosto la actualización del blog no será diaria.
Estamos en verano, no me pidáis constancia.
Tantos mis comentarios como la publicación de los vuestros sufrirán del estío.

5 comentarios:

trupitomanias dijo...

bueno caso os haré y de tarea me propongo leer el que recomendáis..
" Vuelva usted mañana "

cuando lo termine.. sera esta noche cuando intente ponerme a ello. .. vendré a opinar que tal lectura con esta recomendación ..

Anónimo dijo...

Larra nunca ha sido de mis escritores favoritos. Posiblemente por desconocimiento. Hoy empiezo a leer "Momo" de Michael Ende -me lo ha recomendado Mariam, mi mujer- y en cuanto lo termine, le hincaré el diente a Larra.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Trupmanias: espero que la lectura no se te dilate tanto como la gestión al protagonista...
Francisco: el problema de Larra, como de muchos de nuestros clásicos, es que ya nadie los explica en su cotexto. Luego, vienen las sorpresas y al rascar un poco en nuestros articulistas preferidos de hoy nos salen Larra, Mesoneros...

Myriam dijo...

Bueno, me lei Los nros 1,2,3, 4 y 11 del Pobre Hablador.

Increible sátira social! A pesar de que era tan joven, o quizás por eso, la tenía muy clara:

"lenguas- No estudio para intérprete, si voy al extrangero en llevando dinero ya me entenderán, que es la lengua universal"...

o " Tal es el orgullo del hombre que más quiere declamar en alta voz que las cosas son incomprensibles cuando no la scomprende él, que confezar que el ignorarlas puede depender de su torpeza"....

Y....." Vuelva Ud mañana"..... aplicable a Argentina por igual....
Y, ya lo creo que debería ser lectura obligada HOY!

El Primero, del público, me encanto!

Besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MYR: Larra fue un periodista excepcional, sin duda. Me alegro de que te haya gustado. Besos.