Primera entrada con clave en este cuaderno virtual. Mohín es una vieja palabra que, gracias a ti, se me ha hecho actual entre las manos, casi sin darme cuenta.
¡Si se lo hubiesen dicho, no lo habría creído! Qué el mayor mohín o disgusto reflejado en su rostro, al cabo de tres años con La Acequia, sería el no poder dialogar con cada uno de sus tantos comentaristas que le agasajan, o dar respuesta a los comentarios que le gustan y le motivan... Llegado a ese punto, al que llegó hace tiempo, el bucle de impotencia se repite y lo ganado se pierde, muchas veces.
Desde que el Señor Julio su primer comentarista, en diciembre 2006 corroborase una de sus entradas enriqueciéndola, a ese comentario de su alumna Haru empezando 2009, que le dejaría las mejillas sonrojadas al verse tan querido y tan seguido, son muchas las palabras. ¡Enhorabuena!, porque hoy al final de 2009 perdió la cuenta, sin perder el ritmo, sin secar sus campos, sin desbordar la acequia.
Un solo comentario como los referidos, llena los espacios de la escritura contenida en los silencios propios.
Cientos de comentarios que nos piden respuesta, nos devuelve a la soledad que recorre nuestra vida real, donde el tiempo nos vence, y ante ello, solo podemos consolarnos en una conversación frente a un café lo que será imposible en La Acequia, hablar con todos, y lo virtual se diluye en aromas y su sabor amargo nos quitará el sueño, mientras intentamos interpretar sus posos. Suyo Señor Ojeda, Z+-----
Querido Señor de la Vega: me ha hecho un gran regalo con sus palabras, el mejor para celebrar el tercer aniversario de La Acequia. En efecto, me gustaría tomar un largo café con usted. Saludos.
2 comentarios:
¡Si se lo hubiesen dicho, no lo habría creído!
Qué el mayor mohín o disgusto reflejado en su rostro, al cabo de tres años con La Acequia, sería el no poder dialogar con cada uno de sus tantos comentaristas que le agasajan, o dar respuesta a los comentarios que le gustan y le motivan...
Llegado a ese punto, al que llegó hace tiempo, el bucle de impotencia se repite y lo ganado se pierde, muchas veces.
Desde que el Señor Julio su primer comentarista, en diciembre 2006 corroborase una de sus entradas enriqueciéndola, a ese comentario de su alumna Haru empezando 2009, que le dejaría las mejillas sonrojadas al verse tan querido y tan seguido, son muchas las palabras.
¡Enhorabuena!, porque hoy al final de 2009 perdió la cuenta, sin perder el ritmo, sin secar sus campos, sin desbordar la acequia.
Un solo comentario como los referidos, llena los espacios de la escritura contenida en los silencios propios.
Cientos de comentarios que nos piden respuesta, nos devuelve a la soledad que recorre nuestra vida real, donde el tiempo nos vence, y ante ello, solo podemos consolarnos en una conversación frente a un café lo que será imposible en La Acequia, hablar con todos, y lo virtual se diluye en aromas y su sabor amargo nos quitará el sueño, mientras intentamos interpretar sus posos.
Suyo Señor Ojeda, Z+-----
Querido Señor de la Vega: me ha hecho un gran regalo con sus palabras, el mejor para celebrar el tercer aniversario de La Acequia.
En efecto, me gustaría tomar un largo café con usted.
Saludos.
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