jueves, 15 de febrero de 2024

De la palabra a la música. Instrumentos musicales históricos en la colección de Víctor J. Martínez López, en la sala de exposiciones de la Casa Revilla de Valladolid


En Valladolid Letraherido hemos programado De la palabra a la música. Instrumentos musicales históricos en la colección de Víctor J. Martínez López (Sala de exposiciones de la Casa Revilla de Valladolid, hasta el 28 de abril) dentro de las actividades que conmemoran el 207 aniversario del nacimiento de José Zorrilla (21 de febrero de 2017).

Víctor J. Martínez, propietario de las piezas expuestas y comisario de la exposición, es uno de los máximos expertos europeos en restauración de instrumentos musicales antiguos. Él ha sido el que ha devuelto el sonido a dos piezas históricas propiedad de la Casa Museo Zorrilla: un pianoforte y un arpa. No solo ha procedido a su minuciosa restauración y cuidado (lo que permite que lo que no eran más que unos muebles lujosos, pero arruinados, suenen ahora en unos pocos conciertos al año) sino que los ha puesto en su justo valor, descubriendo, por ejemplo, la importancia del arpa Pierre Chaillot de hacia 1810. De hecho, es una de las pocas arpas de acción simple que podemos escuchar hoy en día en España con un sonido original. Los conciertos en los que se combina con el pianoforte de mesa de Hosseschruedes construido en Madrid hacia 1840, nos acercan a la experiencia de un salón de música romántico como es posible en muy pocos lugares en el mundo. Si a esta afirmación añadimos que los conciertos se dan en la casa natal del más famoso escritor español del Romanticismo, comprendemos mejor la relevancia de estos acontecimientos.

Víctor J. Martínez es doctor en Historia de Arte y profesor de la Universidad de Murcia. Como restaurador, es partidario de devolver a la vida a los instrumentos. Su proceso de restauración parte del conocimiento exhaustivo de su construcción, funcionamiento e historia y se culmina con la conservación de que puede ser respetado y la utilización de elementos originales o fabricados con los mismos materiales a partir de la descripción recogida en los tratados de época y la investigación en el propio instrumento. Solo así puede obtenerse el adecuado resultado: un sonido igual al que tuvo nada más salir del taller del artista que lo fabricó, sin las falsificaciones en las que incurren las restauraciones con elementos nuevos o alteraciones de los conservados. Sus trabajos pueden contemplarse en toda la geografía española, tanto en colecciones privadas como en instituciones y museos públicos.

Para esta exposición ha seleccionado piezas que recorren la historia de los instrumentos musicales desde el siglo XVI hasta los primeros años del siglo XX: campanas, guitarras, salterios, órganos, clavicordios, arpas, pianofortes, celesta... Es muy importante indicar que en la muestra no hay réplicas (tan habituales en este tipo de exposiciones), sino piezas originales. Excepto un salterio que utiliza como referente de estudio y un órgano que todavía no ha tenido tiempo de trabajar, todas las piezas expuestas están en condiciones de ser tocadas con el sonido original, el que tuvieron cuando fueron fabricadas. Junto a estas piezas se exponen tratados impresos que describen los instrumentos y que sirvieron en su día de manuales de fabricación o de uso. De algunos de los libros expuestos no se conocen más ejemplares que los que se encuentran en la Biblioteca Nacional.

La exposición nos permite, en primer lugar, contemplar estos instrumentos como objetos en los que la utilidad y la belleza se juntaban. Basta con detenerse en los salterios expuestos o en la guitarra francesa del siglo XVII con roseta labrada en pergamino para comprenderlo. En sus descripciones y estudios, el comisario nos hace apreciar que estos instrumentos fueron la vanguardia tecnológica de su tiempo. En segundo lugar, el hecho de que estos instrumentos conserven, gracias a la minuciosa restauración, el sonido original nos lleva a comprender mejor su historia y la posición que ocuparon en la evolución de la música y en la cultura de su tiempo. En tercer lugar, estos instrumentos nos permiten comprender mejor el tipo de sociedad para la que fueron fabricados. La música ocupaba una posición central en sus actividades privadas y públicas.

No es menos importante que estas piezas nos hablan del propio restaurador, de su obsesión por el trabajo bien hecho, por la pasión que despliega tanto en la investigación académica como en el trabajo manual del proceso.

En este sentido, la exposición nos permite ver piezas únicas en España o la singularidad excepcional de contemplar una celesta de Mustel idéntica a la que encargó Tchaikovsky para crear la Danza de Azúcar para el Cascanueces, o dos arpas salidas del taller parisino de Chaillot con pocos días de diferencia (una propiedad del comisario y otra de la Casa Zorrilla) y que podrían hacerse sonar juntas por vez primera.

5 comentarios:

Luis Antonio dijo...

Interesante exposición. Sería interesante escuchar como suena cada uno de esos instrumentos...
Saludos cordiales

Luis Antonio dijo...

Interesante exposición. Sería interesante escuchar el sonido de tales instrumentos. Saludos cordiales

Luis Antonio dijo...

Interesante exposición. Sería interesante escuchar el sonido de tales instrumentos.

São dijo...

Como me agradaria ouvir esses instrumentos num concerto ....

Enfim, fiquemos pelo sonhos dada a distância .

Querido amigo, estreito abraço, estupenda semana.

Sor Austringiliana dijo...

Música celestial.