sábado, 17 de marzo de 2018

Hoy me ha encontrado la nieve

Fotografía de Manuel Casadiego

Hoy me ha encontrado la nieve. Parece mentira con todo lo que ha nevado en las últimas semanas. Al ratón y al gato jugaba conmigo o yo con ella. Pero hoy no: al levantarme estaba allí. Toda la sierra. Nevaba lento y persistente. ¡Al monte, al monte! Hacia la fuente del lobo, más allá, por el camino de la Centena, Santa Marina. Las ramas humillaban con el peso blanco y tapaban el camino y debíamos agacharnos como en un espacio sagrado. Y lo era el monte en silencio y limpio. Los arroyos, las regaderas, cantaban invierno en casi primavera. Nevaban las copas de los robles. Ya era hora, ya era hora. Los viejos robles. Las escobas o piornos o retamas camino de la delicada gracia amarilla. Feliz nevada que prepara todo, sagrada sierra que comulgamos amantes. Qué ganas de que al fin me sorprendiera la nieve.

11 comentarios:

Marina dijo...

A veces me hago preguntas... luego me doy cuenta que ya me he respondido.

A mí tbn me sorprendió la nieve, era sábado por la mañana.

Emilio Manuel dijo...

La nieve, la veo muy cerquita, en las lomas que rodean la ciudad, unos pasos y la pisamos, aquí, en Granada capital, no nieva, pero caen chuzos de punta.

María dijo...

Qué bien que te haya sorprendido la nieve, qué bonito se ve el paisaje.

Besos.

XuanRata dijo...

La nieve es silencio y quietud, si. Y también nivelación, acabamiento. Pero también juego, pasión, gratitud, abundancia, excepción. La nieve no es solo un compendio casi infinito de blancos, también de emociones. Tus palabras nos traen el espíritu de la nieve, su calor.

Myriam dijo...

Como sabes, si puedo paso de la nieve. Tuve de sobre para el resto de mi vida cuando vivía en Estocolmo con inviernos en esa época de hasta 20 grados centígrados bajo cero. Pero me alegro de que a quienes les guste, puedan disfrutarla (mi hija incluida, que es vikinga de nacimiento). Es precioso verla en fotos, lo reconozco.

Besos

Paco Cuesta dijo...

Ceremonia diría yo.

José A. García dijo...

Quien ansía la nieve no le teme al frío.

En Buenos Aires (casi) nunca nieva.

Saludos,

J.

Abejita de la Vega dijo...

La nieve sorprende con su silencio.

Edurne dijo...

Hasta miedo da imaginarse dentro de ese santuario nevado que tan bien describes para nosotros...

Disfruta de esa nieve, bendita y deseada nieve.

Besos.
;)

Ele Bergón dijo...

Pues sí, sí que has tardado en toparte con la nieve, porque este año hemos tenido nieve en abundancia y como no ibas hacia ella...ella vino hacia ti. Solo has tenido que esperar. A veces pasa.

Besos

andandos dijo...

Preferiría que el invierno durara hasta septiembre. Cuando era joven prefería el verano pero ahora prefiero, a pesar de mis amistades jóvenes e inexpertas en la vida, el invierno. Nada más.


Un abrazo