sábado, 24 de enero de 2009

La leyenda de la mora cristiana, un autorretrato con cerdito y Quijote y noticias de nuestra lectura

Desde los primeros testimonios de la literatura morisca -la literatura que narraba las circunstancias de la guerra entre los reinos cristianos y árabes de la Península Ibérica-, especialmente a finales del siglo XV con el romancero, uno de los motivos más novelescos y de mayor éxito era el de las mujeres que, en tierra musulmana, profesaban la religión cristiana.

Estas, en esa literatura, eran cautivas -mujeres que, por una expedición militar u otras circunstancias terminaban en territorio musulmán- o hijas de cautivas. Estas mujeres se veían forzadas, según la leyenda, a profesar el islam pero, en secreto, eran cristianas. También hay casos de hijas de musulmanes que sentían el cristianismo por algún contacto con otras mujeres cristianas, como las esclavas. Un tercer sector procede de mujeres o hijas de renegados -cristianos que renegaban de su religión para hacerse musulmanes.

Sabemos de casos en los que esto sucedió, pero no siempre todos los datos aportados en los testimonios son fiables porque hay cierta tendencia a lo novelesco que los desvirtúan. Sí constan, con más certeza documental, casos de mujeres que, por varias razones, terminan casándose con notables musulmanes de la época y que no tienen ningún problema en cambiar de religión.

Cuando la guerra ya no se dio en territorio peninsular, la leyenda de la mora cristiana pasó a hacerse aún más exótica y, por lo tanto, más atractiva.

Independientemente de la realidad -en las guerras fronterizas pueden ocurrir estas cosas con frecuencia-, nos interesa el contenido legendario que contiene: su fuerza para el imaginario colectivo. Por eso la literatura lo usó tanto.

Es curioso cómo los textos literarios se centraron, especialmente, en el mundo de las mujeres que terminaban casándose con reyes o grandes personajes musulmanes o en sus hijas. La situación de las mujeres del pueblo, más frecuente, era menos hermosa, por supuesto y, por lo tanto, no tan novelable en una literatura idealizadora como ésta.

En primer lugar, es innegable, hay un efecto de propaganda de los reinos cristianos en tiempos en los que se ha formulado dicha guerra peninsular como Reconquista, Cruzada religiosa por lo tanto. Por una parte, mostraba un modelo de comportamiento a seguir para un hecho muy frecuente: las mujeres que eran raptadas en la guerra o, posteriormente, por los piratas berberiscos (ambas cosas se dieron con frecuencia).

Sin duda alguna, los cristianos del momento veían un estímulo noble en la guerra para liberar a estas mujeres. La guerra, todos los sabemos, hay que vestirla de estas cosas para que nos parezca justa.

Por otra parte, es innegable que en la literatura, especialmente la narrativa morisca del XVI, hay un uso del lujo y la sensualidad oriental en esta leyenda: los vestidos, el harén, el refinamiento. Tendríamos reunidos, por lo tanto, todos los ingredientes para un éxito popular -que aun hoy funciona-: la guerra, con comportamientos heroicos; un ambiente de lujo y erotismo; la religión como conflicto en un momento en el que todo se explicaba por ella; la caballerosidad de los que acuden al rescate de estas cristianas secretas.

Cervantes, como veremos, resume en la historia del cautivo que nos ha comenzado esta semana, todos estos ingredientes de la literatura morisca. Y, además, les añade un toque personal a partir de su experiencia en Argel. Sabe que gustará la historia porque tiene todos los componentes necesarios del éxito.

Retrato con cerdito y Quijote



DeGamonal, parte de la piara tan recomendable de una nube de blogs que tanto me gusta, entre los que está mi blog de cabecera, ha querido autorretratarse como mejor sabe alguien que participa de un espacio tan agradable como Nuestras MiniaturaS, con un doble mérito porque todo es suyo. Tienen tanto encanto estas imágenes que podrían convertirse en trofeo cervantino. ¡Muchas gracias! A ver si con esto te animas a leerlo, aunque sea en pequeñito.

Recordad que todos podéis haceros un autorretrato en el que se os reconozca o no. La única condición es que aparezca un volumen de la obra o estéis en actitud quijotesca. Mandádmelo por correo electrónico para publicarlo. Será un buen testimonio de esta locura colectiva y pensaremos qué hacer después con todo este material tan interesante.

Noticias de nuestro Quijote

En primer lugar, quiero, desde aquí, desear pronta recuperación a Antonio Aguilera, uno de nuestros comentaristas y seguidores de esta locura colectiva, que nos pide que disculpemos su ausencia en las últimas entradas quijotescas porque tiene problemas médicos. ¡Ánimo!

Abejita de la Vega da cuenta de la publicación de su autorretrato el sábado pasado y, como adelanto a su comentario del capítulo de esta semana, en el que aparece Zoraida, publica una foto que nos trae nuevas Zoraidas del presente y un motivo para reflexionar con seriedad.

Francisco O. Campillo da cuenta de un interesante texto saharaui que homenajea el Quijote, una muestra más de cómo este pueblo ama nuestra cultura, a pesar de tanto cómo hemos hecho para que la abandonaran.

Manuel sigue con su útil serie en la que nos explica e ilustra la estructura social de la época del Quijote. Esta semana, además de una acertada mirada al capítulo XXXVII, nos da los datos suficientes para comprender el estado llano rural. No os lo perdáis.

Dianna, en su entrada Quijotescas apariencias, resalta y comenta una de las frases fundamentales del capítulo de esta semana, la que pronuncia don Quijote sobre las apariencias y la realidad de cada uno ante la mirada ajena. La desarrolla con tino y bien ilustrada. No debéis perdérosla.

Javier, en su excelente propuesta de comentario en imágenes del Quijote, seleccciona con acierto esta semana dos secuencias del capítulo, centradas ambas en la nueva presencia femenina, la de la joven mora que acompaña al cautivo y que no tardará en despertar el interés de todos los presentes y los lectores.

Enlace con el índice de nuestra lectura, elaborado por Raúl, aquí.
Enlace con el grupo en Facebook, aquí. (Este grupo no sustituye a la lectura en este blog y no estáis obligados a uniros: lo usamos sólo como complemento, para informarnos, preguntar y debatir.)
Enlace con la entrada en la que encontraréis sugerencias si os incorporáis con la lectura ya iniciada, aquí.
Si me he olvidado de alguien, hacédmelo saber y lo subsanaré.
Recordad enlazar vuestras entradas con La Acequia, para poder encontrarlas.
Vale.

27 comentarios:

MAMEN ANZUÉ... dijo...

Me gusta la forma novelesca y sensual de tratar este tema y, por otro lado,la foto del cerdito es encantadora, jejejjee¡¡;) Te sigoo...

UN BESOOOOO ENORMEEEE PEDROOO¡¡

Silvi (reikijai) dijo...

Me en canta todo esto;me tendran muy seguido...la historia de doncella fugada,la sarracena que traiciona a los suyos por amor.Gracias Pedro te dejo Un Beso.Silvi.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Por tu ausencia..pensé que ocurría algo...he sido algo insitente en la sociedad, pero creo que era necesario para localizar la obra en las gentes de su tiempo...se me quedó algo en el tintero...que por no considerarse grupo social de "continuación" no lo he tocado... nuevos horizontes se nos abren ahora.
Saludos

São dijo...

Aqui em Portugal há muitas lendas de mouras encantadas. Geralmente, estão em grutas e só são vistas na noite de S. João.
Essa de irem libertar as cativas, não me convence muito...
Bom domingo, querido amigo.

Raquel DeGamonal dijo...

Lo del trofeo cervantino es un tema que habrá que estudiar, no me parece tan mala idea.... Me reuno en el interior de mi cabeza (no se si en el lado sano o en el otro, mucho más amplio) con DeGamonal y lo hablamos.

Gracias por publicar el retrato, y por todo lo demás (es raro encontrarse entre tanto lector del Qjijote). El Quijote, si lo leo, será en letra grande, ¿o es que quieres que terminen de caerse mis pobres ojitos?

P.D: Como curiosidad, y a falta de otra referencia, el Quijote de la fotografia mide 2 cm de alto por 4 cm de ancho.

Merche Pallarés dijo...

El libro de la foto es lo que me ha llamado la atención, se ve que es liliputiense... El cerdito monísimo.
La historia de las moras, muy interesante. Aquí, en Ibiza, existen muchas leyendas de los moriscos que venían a raptar a las guapas ibicencas para llevárselas a sus harenes...
Yo tambien echo de menos a ANTONIO AGUILERA. Espero que se recupere pronto. Muchos besotes, M.

Silvia_D dijo...

Pedro, puedes revisar este link? "Francisco O. Campillo da cuenta de un interesante texto saharaui " a mi me lleva a una de tus entradas anteriores :"La ciudad son huellas", en vez de al blog de Campillo" :)

Estoy haciendo los deberes y todos han publicado unas fenomenales entradas.

El quijote en miniatura es precioso qué maravilla de regalo, qué suerte!

Mis sinceros deseos de que ANTONIO AGUILERA, se reponga rapidito.

Besos, niño y buen domingo :)

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MAMEN: quién me iba a decir a mí que iba a ser esto tan divertido... y sensual. Gracias. Un beso.

REIKIJAI: pues anímate, puedes comenzar por la primera entrada (tienes la información en la columna de la derecha) o por el próximo capítulo. Un beso.

MANUEL: creo que tus entradas sobre la sociedad son muy útiles para completar el contexto necesario que ayude a comprender la obra. Gracias por tu esfuerzo.

SAO: Portugal y España tienen un pasado en común muy sólido: deberían darse menos la espalda, sobre todo España. Un beso y feliz domingo.

NO SOY JOB: es una delicia ese cerdito-trofeo. Quizá deberíamos pensar algo, sin prisa. Entre la lectura de la Primera parte y la de la Segunda.

MERCHE: es un trabajo de DeGamonal exquisito. Pásate por el blog que cito, es una delicia. Ibiza, por su situación, tuvo muchas visitas de los piratas berberiscos. Besos.

DIANNA: Gracias. Lo acabo de corregir y ya es accesible. Tú hiciste una buena entrada también. Un beso dominical.

Gracias a todos por vuestros comentarios.

Abejita de la Vega dijo...

Pedro, me gustó mucho tu explicación sobre las moras cristianas. Me vino a la memoria un romance que cantábamos ,las niñas de los sesenta ,cuando jugábamos a la soga.Lo he puesto en mi blog. Es el "Romance de las tres cautivas".
Te he robado un parrafito.
Enhorabuena al autor de la foto miniatura.
Un beso

Anónimo dijo...

Perfecta exposición, eres un fenómeno.
Me gusta el cerdito. Saludos.

Antonio Aguilera dijo...

Gracias Pedro y demàs contertulios por tenerme presente.
Yo hecho de menos poder participar en esta locura quijotesca......no podèis imaginaros lo que nos reìmos Ojito Saltòn cuando hacemos el collage para los capìtulos. Èl se ha quedado "pillao" con La Dorotea del blanquìsimo pie, y otras abultadas zonas que exhibe la dama en el cap. de marras.

Tambien Ojito tuvo cantratiempos, muriò su suegra.

Gracias a mi pequeño de 10 años pude montar en mi revulsivo unos argumentos de còmo poder Fracar Mejor. En mi caso PEOR.

Besos y abrazos para todos.
No os olvido. Ahora imprimirè el texto que ha puesto hoy Pedro, pà no perdè el ritmo.

Antonio Aguilera dijo...

ERRATA GRANDE:
Donde dice: Fracar Mejor, lògicamete querìa decir Fracasar Mejor.

Anónimo dijo...

Apártate, mora bella,
apártate, mora linda,
que va a beber mi caballo
de esa agua cristalina.

- No soy mora, caballero,
que soy cristiana cautiva;
me cautivaron los moros
el día de Pascua Florida

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

Aprovechando tus inmensos conocimientos sobre literatura española, te planteo una duda que me ha salido leyendote esto de las moras y los cristianos. Me suena que una leyenda de Bécquer trata sobre una mora cautiva en Zaragoza. No recuerdo bien si se titula "la Cueva de la mora" o algo así. Amigo, saqueme de mis dudas.

un abrazo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ABEJITA: he visto tu entrada y ya la anoté para las próximas noticias. Gracias.

PABLO. Gracias. El cerdito es muy simpático y su autora también. Saludos.

ANTONIO: cuídate y da un abrazo a Ojito. Esperamos vuestra colaboración en cuanto podáis. Un abrazo.

ESCUCHA: Gracias por este enlace, Miguel. Es oportuno y nos lleva a ver cómo se ha conservado en el folklore esta leyenda.

FERNANDO: En efecto, "La cueva de la Mora", de Bécquer, es una leyenda sobre este asunto. No es en Zaragoza, sino en Fitero (Navarra).
Puedes leerla de nuevo en: http://es.wikisource.org/wiki/La_cueva_de_la_mora

Martine dijo...

"...Sin duda alguna, los cristianos del momento veían un estímulo noble en la guerra para liberar a estas mujeres. La guerra, todos los sabemos, hay que vestirla de estas cosas para que nos parezca justa...."

Luego liberar Tierra Santa, luego...luego...Hasta hoy, ¿Pretextos? Se los inventan...

Me he sentido muy a gusto en este ambiente, sensual y morisco...
¿ Por qué será? ;-)

Las miniaturas, ambas, preciosas...

Un beso, con Jazmín... Hoy toca...

Anónimo dijo...

El Nuevo Mester de Juglaria y "otros" cantan ese romance de la cristiana cautiva.

Puse un enlace erroneo.

Queria poner una cancion donde se iba intercalando
la voz en "MORO" y "CRISTIANO".

Ahora,pinchandome,verás la MORA de Toledo que vino a Burgos en los años 1000 y alcanzó la santidad.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Bien, bien, entramos en la historia del cautivo y de la bella mora que adoraba a "Lela Marien". Preciosa historia donde las haya, en la cual el autor recuerda su cautiverio.

Preparemos el pañuelo, para cuando el Oidor se encuentre con su hermano, uno de los mas entrañables pasajes de todo el Quijote.

Un abrazo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

SELMA: de una y de otra parte, sean las guerras que sean, siempre se cubren de ideales cosas materiales de poder y dominio.
Te veo muy bien ese ambiente, en efecto.
Venía oliendo a jazmín desde que abrí el ordenador. Besos.

MIGUEL: recibida la corrección. En efecto, no es la única santa con esa historia: habría que saber si la leyenda es verdad, eso sí.
Gracias por la aportación.

CORNELIVS: en efecto, estamos en capítulos de lágrima y reencuentros. Un abrazo.

Tormenta. dijo...

Pero todo esto es genial!!! bueno y el cerdito , lo siento pero a mi también me encantó que gracioso!!!!! aiss guapo!!
TEngo que venir con más tiempo y pinchar en los enlaces que citas, aunque muchos de esas casas entro a menudo;)
Muack! Pedro!.

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

Muchas gracias, Pedro, por tu aclaración sobre Bécquer. Es uno de mis escritores preferidos. Un abrazo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

TORMENTA: Yo estoy encantado con todo esto. Visítalo con calma, que merece la pena.

FERNANDO: de nada, a mandar.

Serendipity dijo...

Que gracioso el cerdito de tu imagen de hoy y que guay la foto de la entrada anterior. Me encantan los reflejos de la mesa... es una tienda? pescaderia? y por otro lado parece la cocina de una casa. Me gusta su luz, su limpieza...

Feliz semana!!!
Nota: por tu comentario en mi blog hace unos dias, es que en casa no "encuentro la egne" es un laptop y no consigo la funcion que me permite escribirla. En la ofi lo tengo controlado en casa no.

Teresa dijo...

No deja de ser un culebrón con tintes interesados (arrepentíos porque esta cerca el reino de los cielos...)

Pedro Ojeda Escudero dijo...

SERENDIPIT: era una pesacadería. A mí, esa limpieza me da miedo...
No importa la ñ si lo demás es bueno.

BIPOLAR: Ay, no dejas de tener razón. Esperemos a ver cómo acaba...

Juan Luis G. dijo...

Qué valiosas son estas entradas para situar la lectura en su contexto histórico.

Un saludo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

JUAN LUIS: esa era la idea. Un abrazo.