martes, 27 de noviembre de 2007

Nocturno (VII)

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Hemos perdido la conciencia de las cosas de tanto aprender a no mirarlas. Así se nos han amortiguado los sentidos porque ya no nos pensamos animales, cuando debemos serlo más que nunca para recuperar lo mejor de la naturaleza y comprender nuestras raíces de tierra, de agua, de viento y asumir, desde ella, la construcción de la especie. Sólo así daremos un refugio a las cosas a las que tanto nos hemos empeñado en agredir con nuestra historia, tan ciegos de soberbia.

Bajo la nueva luz, el paseante se arrodilla junto a un árbol y recoge un puñado de hojas humedecidas por la lluvia. Y recupera, como si fuera sangre plástica y abierta repentinamente por un tajo en la garganta, el sentido del olfato. Pero no es el mismo de antes de la noche, sino más penetrante. Se le inunda el cerebro de olor a tierra, a humus fértil. Y siente tan dentro la herida en las sienes que, al fin, tras tantos años mudo, grita de dolor y de rabia por no haber comprendido antes.
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5 comentarios:

Anónimo dijo...

[...] mas [...]

Caelio dijo...

...vivimos una dinámica tan artificial que nos sentimos extraños ante la presencia de diferentes formas de vida. Nos creemos el ombligo de la existencia y ninguneamos la vida que hay debajo de una piedra. Ni siquiera somos capaces de entender que las piedras hablan. ¿Todos?.

Pues has conseguido que me enganche.

jg riobò dijo...

Qué importante tener una mirada, recuperar los sentidos. El que suele estar más escondido es el olfato y cuando despierta es el que guía un poco a los demás; contra él, no se puede luchar, te asalta tal cual y te lleva por caminos que no esperas o quieres.
Como me gusta "sangre plástica".
Buen nombre para un grupo....

PILAR dijo...

Pedro, el primer párrafo lo he leído y releído al menos cinco veces. ¡Qué reflexión! Incluso, me atrevería a decir ¡Qué oración! en el sentido más amplio de la palabra.
Qué bien escrito (ahora me las voy a dar de literata, no te j...) de verdad, esque es de las cosas que te he leído la que más me ha llegado.
Los autistas, y de esto sé algo, por ejemplo el olfato lo desarrollan extraordinariamente.
Y sigo aprendiendo, Maestro!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

BLOGÓFAGO: poco a poco.

CAELIO: me alegro, celtíbero.

JAVIER: guía de descubirmiento y uso de los sentidos.

PILAR: Gracias, gracias.

Espero no decepcionaros en las entradas que restan.