viernes, 7 de septiembre de 2007

Cajón de sastre. Unas (pocas) noticias locales.

Hoy me pierdo con pesar el nuevo montaje de la compañía Morfeo teatro que se estrenará en el Teatro Principal de Burgos: De burladores y burlados. Se trata de una propuesta escénica sobre entremeses barrocos. La compañía, instalada en Burgos desde el año 2005, ha conseguido una experiencia y calidad en el tratamiento de los textos y el mundo clásicos que la hacen recomendable. Ya se ha paseado con acierto por casi todos los festivales especializados en teatro clásico. Seguro que su director, Francisco Negro, al que me presentó mi compañero Antonio Álvarez Tejedor hace un par de años, no defrauda. La continuidad de la compañía contribuye al acrecentamiento de una riqueza en la región cuyo buque insignia es el Teatro Corsario.

El Diario de Burgos trae hoy en portada la noticia de que éste ha sido el verano más frío de los últimos 15 años y está entre los de temperaturas más bajas desde 1970. No sé, a mí me ha parecido que todavía no ha venido el verano. Pero quizá es que me hago mayor: también me pareció muy corto el invierno.

Ayer conocí a E. de Trupitomanias, con lo que los encuentros de bloggers en la ciudad parece que siguen descontrolándose, como documenta Blogófago. No sé si habrá que pedir a las fuerzas vivas que intervengan, porque podría desencadenarse la epidemia. Hablamos de todo, como corresponde. Me pareció, como su blog, una persona creativa, vital y con ganas de disfrutar de la vida. Los blogs en los que participa me han arrancado más de una sonrisa, me parecen imaginativos y siempre son agradables a la vista y al oído.
No sé al resto, pero a mí el blog me da satisfacciones: por una parte me ha permitido conocer desde dentro un tipo de comunicación creativa que se ha extendido por todo el mundo como un fenómeno socio-cultural; además, me ha ayudado a retomar una faceta mía que se estaba durmiendo demasiado, la de la escritura no académica; por último, he podido conocer a gente muy activa, con un sentido oportuno de la intervención en la vida pública y ganas de hacer cosas que no hubiera podido conocer de otra manera. Ya tengo otra cita bloggera para la próxima semana que espero con muchas ganas sellar con una amistad personal. Y me gustaría volver a Rioseco de la mano de unos nuevos amigos, toda una extraordinaria familia.
He colgado, en mi espacio virtual, una página con las referencias a nombres de escritores, gente del teatro, del cine, de la música, de las artes plásticas, etc., de La Acequia. Facilito, con eso, mejor que con las etiquetas que se ven en la columna de la izquierda, una consulta rápida. Espero que sea útil. Yo mismo comenzaba a no poder encontrar las cosas.
Y, en la ciudad en la que nací, son las fiestas. Así que llevaré a mi hija a las barracas. Volveré a demostrar mi poca habilidad con la carabina (el miércoles pasado contaba a mi sorprendida hija cómo, cuando yo era niño, casi todos mis compañeros de pandilla tenían carabinas para disparar perdigones a los pájaros y cómo podías encontrar pajaritos fritos como tapa en los bares -Qué brutos erais antes, papá -Ya ves, Elena, otros tiempos), a que me sacudan como una estera en algunas atracciones y a oler a fritos y churros. Ya no se anuncian, en las tómbolas, las muñecas peponas como antes pero aun se ven las mismas tácticas para atraer a la gente. Luces, ruido, polvo, gritos. Aun así, se me dibujará una traicionera sonrisa en la cara y miraré la de mi hija. No sé si he contado ya que, de niño, debía atravesar las ferias cerradas, en las mañanas de septiembre, para ir al colegio...

4 comentarios:

Caelio dijo...

Pedro, en la ciudad donde naciste, no hay barracas. Son ferias. ;-)

Pedro Ojeda Escudero dijo...

y carruseles. Todo se pega, Caelio, sobre todo cuando tienes la vida en dos ciudades a las que quieres.

Álvaro Fernández Magdaleno dijo...

Quedas invitado para cuando quieras pasarte por Rioseco.
Saludos.
Álvaro

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Gracias, Álvaro. Me basta con un café y un rato de buena conversación.