viernes, 30 de marzo de 2007

Guillén en Chillida


"Lo profundo es el aire" es un verso de Guillén que explicó en palabras a Eduardo Chillida la coexistencia del vacío y la materia, una de las claves de su producción. Desde principios de los años ochenta glosó el verso casi como obsesión, como en esta escultura de acero de 1982 -en 1981 lo había hecho en hormigón-, que regaló a Valladolid (y que lo lleva grabado en un lateral). Lo tuvo presente, como definición de su propia obra, hasta que las siete sílabas vertebraron el proyecto Tindaya, con el vaciado de la montaña.
Guillén construyó gran parte de sus poemas con sabia intuición plástica y arquitectónica, como correspondía a la vanguardia de la que participaba. Por eso es lógico este encuentro con el escultor vasco. El uno desde la palabra, el otro desde el metal dialogan en un mismo lenguaje con uno de los mejores resultados del arte moderno no sólo español. Se conocieron en 1971, con motivo de un viaje de Chillida a Estados Unidos.

Hubo polémica con la escultura, no gustó a muchos porque consideraban que su precio -sólo el del coste de fabricación- y su lugar de colocación no eran correctos. Recuerdo que la prensa comentó que Chillida se paseó por Valladolid meses antes para buscar la ubicación adecuada y que en principio consideró incrustarla, elevada, en la fachada lateral de San Gregorio (a mí siempre me sonó a leyenda urbana). Luego la bajó, con humildad, al suelo, y eligió el acero con aspecto oxidado como material porque en aquella transición la ciudad se llenó de pintadas y así era más fácil su mantenimiento.


La escultura ocupó su espacio con una pequeña intervención que convirtió aquel rincón olvidado en un jardín-cosmos de piedra, acero y árbol. Hemos de reconocer que es uno de los lugares más hermosos de la ciudad. Si fuéramos de otra pasta, hasta estaríamos orgullosos del feliz encuentro entre dos genios.
Mientras tanto, allí queda el aire jugando con el acero y recordando el primer poema de Cántico ("Más allá"):
(El alma vuelve al cuerpo,
Se dirige a los ojos
Y choca.) -¡Luz! Me invade
Todo mi ser. ¡Asombroso!
Afirmación radical de vida y de existencia, de presente ("Eternidad en vilo") y de la plenitud del ser. Nunca se ha vuelto a escribir como Guillén, es difícil tener esas certezas:
Soy, más, estoy. Respiro.
Lo profundo es el aire.
La realidad me inventa,
Soy su leyenda. ¡Salve!
Es difícil exponerse a esa luz cenital y salir indemne como Guillén y Chillida.

5 comentarios:

Unknown dijo...

MUCHAS GRACIAS POR CREAR ESTE ESPACIO.
ME GUSTA LA OBRA DEL MAESE CHILLIDA!!! LA HE SEGUIDO CON POCO DETENIMIENTO PERO ME INTERESA LA ARTICULACION CHILLIDA GUILLEN. POR FAVOR DIME EN DONDE ENCUENTRO EL POEMAS CANTO COMPLETO .
MUCHAS GRACIAS. ATT. edgarcaballerom@gmail.com

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Estimado Edgar: Gracias por leerme y tus palabras. Espero que te hayan gustado todas las entradas sobre Guillén del blog. Sólo puedes encontrar el poema en una edición de Cántico, el poemario de Guillén. Como todavía sus textos están sometidos a derechos, no encontrarás una edición virtual completa ni fiable (en lo que yo conozco). Como sabes, además, el poemario fue creciendo con el tiempo y por eso es muy importante saber qué edición manejas. Tienes una buena edición de la versión de 1936 debida a José Manuel Blecua en Biblioteca Nueva (2000). Finalmente, yo te recomiendo la edición de las obras completas en Barral editores.
Y una buena antología de la poesía de Guillén de la que es autor Philip W. Silver (Madrid, Cátedra).

Belnu dijo...

Chillida fue quien en una entrevista me reveló una vez la idea de la luz negra del norte, en oposición a nuestra luz mediterránea, que enloquecía a los pintores. Durante años estuve yendo mucho a San Sebastián y luego a Galicia y entendí muy bien lo que significaba aquella luz.
Yo conecto con el trabajo de Chillida y echo de menos al personaje

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Isabel, es verdad: la luz, qué misterio, cómo nos configura. Y cómo se echa de menos a estas personas que nos descubren el mundo.

Myriam dijo...

Sí, estoy de acuerdo, es un rincón entrañable.

Doy fe.

Besos