viernes, 1 de diciembre de 2006

Un buen par de amigas

Esther y María (o viceversa) quieren salir en mi blog. Dejo constancia de ello. Estuvieron hace unos días en casa. Esther trajo una tortilla de patata y unos bocadillos, María un fiambre. Todo magnífico. Yo puse una ensalada de salmón ahumado. La conversación se hizo agradable, como siempre. Me han aguantado en los malos momentos. También en los buenos, en los que a veces resulto más insoportable. Nos unen muchas cosas. Entre ellas, miles de quilómetros en tren y casi tantas conversaciones. A Esther la conocía desde hacía mucho tiempo, y la reencontré en 1993. A María la conocí más tarde. Dos buenas amigas. De ese tipo de amistad con el que uno se siente seguro y libre. Gracias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Seguridad y libertad", muy acertadas para calificar las sensaciones que se sienten con una buena amistad.
Me ha gustado mucho tu blog, ánimo para seguir escribiendo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Querida Amparo: Además, las amistades navegan a través de las distancias y los silencios y vencen a unas y otros. Siempre.