Marca la lluvia
el conflicto constante
en el cristal.
Circunstancias del calendario. Hoy, decenas de miles de palestinos desplazados por la guerra en Gaza, regresan a su casa tras el alto el fuego: a pie, la mayoría. Quieren comprobar si aún tiene paredes. Muchos de ellos solo quieren reencontrarse con los seres queridos, de los que hace meses que no saben nada. Muchos habrán muerto, todos tendrán cicatrices. En realidad, no quieren regresar a su casa, sino al hogar. En la televisión, imágenes de la conmemoración de la liberación del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz hace ochenta años. Se recuperan las imágenes de aquel crimen contra la humanidad que algunos quieren negar, como si no hubiera existido. Pocas cosas peores que ver al otro desprovisto de su condición humana.
Herminia es la profunda borrasca que nos azota estos días. Hace honor a la etimología de su nombre. Llueve y la lluvia deja rítmicas notas líquidas sobre el cristal de la ventana mientras escribo.
5 comentarios:
La ĺluvia y su ritmo, no siempre es ruido dulce, a veces se pone de acuerdo con nuestros pensamientos.y golpetea sobre el cristal. La condición humana se perdió entonces y se pierde ahora, lo vemos en otro cristal. Y seguirá lloviendo.
Lo dicho ayer por el "oso naranja" la Franja de Gaza pasará a poder de los israelies, después de matar a más de 45.000 palestinos, este pueblo judio han hecho con los palestinos lo que les hicieron en el campo polaco, la historia se repite .
La barbarie nazi hay que seguir rechazándola, explicándola y reaccionando a ella, a sus causas, a lo que hubo detrás. Pero hay que actualizar con ética y realismo otras barbaries, en este caso de un Estado sionista que no se ha andado con contemplaciones en su brutalidad con palestinos.
Nunca hemos visto ninguna larga cola de los que fueron gaseados en Auschwitz, nunca volvieron a sus hogares.
Yo también creo que "hay que actualizar con ética y realismo otras barbaries" como dice Kackel.
Salud
Me encanta el haiku que nos dejas por aquí.
Miro el cristal,
la lluvia ya se fue
y dejó huella.
Besos
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