Qué delicadeza la de la flor seca que resiste los temporales primeros de diciembre. En su frágil permanencia, qué lección de vida para ser, en su esencia, flor despojada de todo lo que nos asombraba en primavera. No sé si yo soy capaz de tanta generosa entrega.
15 comentarios:
Hermoso texto. Tu eres una persona generosa. Lo sé.
Besos
(Estoy volviendo a los blogs, pronto vendré a leer lo que has publicado estos días)
Si, pero está seca, no hay vida.
De esta lección, quizás deberíamos aprender que la generosidad, muchas veces, procede más de los frágiles que de los fuertes.
Saludos
Pero será humus y vida.
Las osamentas mantienen siempre una apariencia de vida...
En su ocaso lo efímero de la belleza ya siembra.
Eres capaz, lo intuyo.
Besos, Pedro.
Bellísima la flor vieja. Resistirá hasta caer y luego se cumplirá lo de "ni se crea ni se destruye simplemente se transforma" . Como nosotros. "Nos habebit humus".
Es prueba de persistencia y de apuesta por la vida, más allá de las apariencias superficiales. Un abrazo
Não te permitas, querido amigo, essa dúvida : és, sim, uma pessoa generosa!!
O texto é lindo.
Beso e bom fim de semana :)
Solo es sombra de lo que fue, no envidio su suerte.
Siempre me han llamado la atención, esas flores secas que siguen en sus ramas y me admira su belleza dada por el resistir.
Besos
Nadie lo es en verdad hasta que no llega el momento indicado.
Saludos,
J.
Me "duelen" las flores secas...
Saludos cordiales
Recuerdo que mi madre cogía flores secas y cardos y componía una decoración fascinante en un rincón de casa. La belleza está en la manera de mirar las cosas.
A mí me enternece la flor seca.
Sigue viva, de alguna forma. Deja la huella de lo que fue y de lo que es ahora, de su permanencia.
Será que yo me siento un poco así...
Besos, y buen camino por este 2022.
;)
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