sábado, 6 de febrero de 2021

Suerte en la vida, compañero

 


Llevo unos minutos mirando esta fotografía que tomé esta mañana en la antigua plataforma del ferrocarril a su paso por Puerto de Béjar, cuando salimos a dar un paseo para desentumecer el cuerpo y la mente. Recuerdo que me llamaron la atención los diferentes tonos de verde sobre las piedras del murete, la humedad de toda la vegetación por las nevadas y las lluvias de los últimos días. Y ahora contemplo la imagen, como un entomólogo lo hace con el insecto que ha atrapado cuidadosamente para estudiarlo. Tanto he mirado la fotografía que he llegado a dudar que haya sido yo el que la tomara esta mañana. ¿De verdad estuve yo allí, me fijé en esas plantas que le buscan las grietas al muro e hice esa fotografía? Quizá sí la hice, con mi teléfono móvil, y la subí a la nube para que la contemplara detenidamente por la noche, mientras yo seguía bajando hacia Baños, ahora mismo haciendo noche en Hervás. Pasan cosas así en la vida de las personas. Una parte sigue, animosa y con los ojos bien abiertos hacia el sur, mientras otra retorna cabizbaja y pensativa hacia el norte. Cuando me encuentre, dentro de un tiempo, me contaré qué tal todo o quizá no, tan solo nos prepare un café y veamos cómo atardece. Y si no volvemos a vernos, suerte en la vida, compañero.

12 comentarios:

José A. García dijo...

Dicen que la vida es eso que se pasa mientras estamos distraídos, así que es probable que sí hayas tomado la foto y luego lo hayas olvidado hasta volver a estar frente a ella.

Saludos,

J.

Sor Austringiliana dijo...

El ánimo y el desánimo son dos personas distintas en una sola verdadera. Que gane el mejor.
El verde tiene tantos matices...

Emilio Manuel dijo...

La cuestión es que desentumeciste los músculos, parece que la mente no.

Fackel dijo...

Me has hecho pensar en algo que siempre he valorado. La importancia de los tono y no solo de lo que llamamos genéricamente los colores. Cuando decimos verde ¿a qué verde nos referimos? Ahí lo tienes, con ese color y con todos los colores, porque ¿hay una frontera definida entre todos ellos? Buena reflexión, envidia de esos paisajes, yo que no salgo del asfalto prácticamente.

Francesc Cornadó dijo...

La foto es muy buena, te felicito.
Es impresionante la fuerza vital, germina en cualquier grieta y aparece la belleza de la vida. Y así ocurre con la vida humana, en cualquier fisura puede aparecer la grandeza de lo mejor quen tiene el ser humano, esto es, su inteligencia y capacidad de adaptación al terreno más agreste y a las condiciones más adversas.
Saludos.

Doctor Krapp dijo...

Me has hecho recordar a aquel Vizconde Demediado de Italo Calvino. Lo que no sé es si cada parte tiene su propia longevidad o cabe la posibilidad de que una de ellas envejezca antes que la otra.

São dijo...

A fotografia é bonita nos seus variados tons de verde.

O corpo descontraiu na caminhada, mas o resto parece que não.

Amigo mio, bom resto de domingo .

Beso

El Deme dijo...

Basta una pizca de humedad y un soplo de aire, y se genera la vida.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

A cada paso el mundo espera ser descubierto... o re descubierto. Hay que saber estar atentos para poder apreciarlo, aunque luego a veces nos cueste comprender que efectivamente hemos sido capaces. Bella imagen. Un abrazo

LA ZARZAMORA dijo...

Buscamos nortes en el sur, y viceversa. Andamos medio "des-embrujulados" o desnortados.

Besos.

Ele Bergón dijo...

Realmente es muy bonita y curiosa la foto. Si la vuelves a buscar, seguramente encontrarás otra distinta, como todos nosotros, que vamos y volvemos, a veces tan deprisa, que no somos capaces de retenernos en la memoria.

Buena reflexión que te inspira el camino de ida y vuelta hacia la foto.

Besos

andandos dijo...

Creo que fue S. Sontag la que dijo que no hay que descartar que las máquinas de fotos hagan algo totalmente independiente de nosotros, como si tuvieran vida propia. Bueno, y dijo muchas cosas más, claro.

Un abrazo, sé quien eres.