jueves, 25 de junio de 2020

De pronto, otro horizonte


De pronto, otro horizonte. ¿O es el que llevo conmigo desde la infancia?
Cambio de lugar, pero el sol es el mismo cuando atardece.
Lo que antes era sierra, ahora se hace altura de páramo,
ensoñación de cielo, luz profunda
sobre el surco de tierra infinita;
allá estarán las aves buscando el arrimo
del árbol, qué alborozo de recogida,
qué alegría encontrarse al final de la jornada.
A media tarde, cuatro gotas
y todos se refugian al abrigo de los soportales.
Antes de escampar, me echo a la calle
y dejo que la lluvia me juegue en la frente.
Con el frescor del agua
se me hace la ciudad
cumbre de peñas, pico de castaño,
el suelo se me siembra de mejorana,
asfalto renacido de tomillo.
Me he traído pegado a la camisa
el olor más intenso de la candela,
junio entero que llena las plazuelas
y que brota senderos y zarzales en flor
en los pasos de cebra, bajo el asombro niño de los peatones.

© Pedro Ojeda Escudero, 2020

13 comentarios:

Sor Austringiliana dijo...

Los paisajes de dentro se funden dentro y juegan juntos. El de la infancia nos coge de la mano cuando llueve. Y hay muchas formas de llover.

Ele Bergón dijo...

Otro horizonte, que nos parece el mismo, porque la infancia, sigue con nosotros.

Me gustan tus sentidas palabras.
Besos

La seña Carmen dijo...

El respirar de las tormentas entres San Juan y San Pedro. Si no fuera por los granizos, hasta eran bienvenidas, sobre todo para los que nos movemos por el asfalto capitalino.

impersonem dijo...

El Sol siempre es el mismo, varían los paisajes...

Has venido con las pilas cargadas de naturaleza silvestre y aún tienes para vestir a Pucela de ella... Bueno, siempre nos queda el Campo Grande, jejeje...

¡Qué bien reflejas tus sensaciones y miradas en el poema!

Abrazo y bienvenido de nuevo a estos lares...

Rita Turza dijo...

Bonito retrato de interior con el mismo sol de siempre.
Un placer leerte.

Abrazos y buen fin de semana.

andandos dijo...

Somos de muchos sitios, quizás, no solo de uno.Nosotros somos los mismos, cada vez necesitando menos cosas.

Un abrazo

Siby dijo...



Hermosa fotografiá del interior
de uno mismo,me gusto leerte.

Besitos dulces
Siby

R's Rue dijo...

Beautiful.

José A. García dijo...

Siempre hay que preguntarse qué hay del otro lado del horizonte.

Y nunca dejar de intentar alcanzarlo.

Saludos,

J.

São dijo...

Todo os horizontes que já vimos vivem em nós...

Gostei muitissimo do texto e a foto é linda!

Besos , amigo mio, feliz domingo :)

Myriam dijo...

Te has traído el campo entero a la ciudad,
horizonte de tu infancia.

Hasta aquí llega el aroma.

Besos

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Bienvenida sea esa ansiada normalidad. Un abrazo

Doctor Krapp dijo...

No sé si es un junio añorado, soñado o vivido pero cualquier experiencia vale convertido en hermosa poesía de verano y lleno de un horizonte impenetrable.