Feliz año nuevo

Es hora de dejar el año deshabitado. Como nos recuerdan al bajar del avión o del tren, no hay que olvidar nuestras pertenencias en él. Incluso los años más felices hay que desalojarlos. Más aún los tristes. Antes de que cierren la puerta, rápido. Con minuciosa precisión recorrer cada rincón. Y antes de salir echar una mirada y palparse los bolsillos: cartera, móvil, gafas. Ya habrá tiempo de hacer balance. O no, o dejarse llevar por la luz que crece. En Reyes, aran el campo los bueyes, por los Reyes conocen el día hasta los bueyes, decían los mayores. Hasta la calle de siempre parece recién puesta. En enero, de día al sol y de tarde al brasero. ¡A buscar la solana y hacer tertulia! Calcetines nuevos y a la calle, a ver cómo amanece.