Los informativos han dedicado unos pocos minutos a una nueva hambruna en Somalia y otros países africanos. No tan nueva en realidad. Dicen que puede ser la mayor de la historia conocida pero no había saltado a los grandes medios de comunicación hasta hoy. He oído a un hombre joven contar cómo murieron primeros sus cabras, luego su mujer, después cinco de sus hijos. Recorrió treinta quilométros para encontrar ayuda en un campamento de refugiados. Allí se recupera antes de volver a su aldea. Pide ayuda, quiere que salven al resto de sus hijos y poder tener de nuevo un rebaño de cabras. Apago la radio. Termino mi café, sigo con mi trabajo.
5 comentarios:
Y yo sigo aquí, leyéndote.
Besos.
No te preocupes no pasa nada, como el ébola, en el mundo occidental hasta que no nos lleguen esas hambrunas no se pondrán remedios, Somalía, Sudan del Sur y África en general está muy lejos.
Y seguimos
Una infamia
En buena medida nos hemos acostumbrado, creo.
Un abrazo
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