¿No ve cómo aumentan los rebaños?

- ¿Y esto donde sale?

- En un blog cultural que escribo.

- A qué cosas se dedica usted, buen hombre. No me diga que de verdad le importa a alguien la cultura en un país en la que se nos ha acostumbrado a que sea toda gratis. No por lo de gratis, sino por lo de subvencionada. No por lo de subvencionada sino por lo de dirigida desde quien controla las ayudas. No porque no haya que ayudar a la cultura sobre todo para quien no tiene posibilidad de acceder a ella de otra manera sino porque nadie se ha parado a pensar si vale igual subvencionar como cultura freír un huevo que celebrar a Cervantes haciendo de don Miguel alguien que nos afecte a nuestro presente. ¿No se da cuenta de que cuando todo es cultura nada es cultura y que esa es la trampa en la que hemos caído estos años pasados por no querer ser considerados antiguos? ¿No se da cuenta de que subvencionamos en el mismo capítulo de los presupuestos una fiesta de camisetas mojadas que un arrójeme la cabra desde el campanario que una romería o una obra de teatro de Lope de Vega, una excursión en autobús para asistir en directo a la emisión de un programa de tele basura que otra para ver el Museo del Prado, una mala imitación de algo que el original? Hombre de Dios, qué ingenuidad la suya. Cultura, cultura, como si a todos estos que se llenan la boca con la palabra les importa más allá que pillar cacho si no lo tienen, exigir cuota o mantener sus privilegios cuando los alcanzan. La cultura de muchos es siempre un dame y nunca un te daré. Cultura, cultura, quite allá. ¿Cultura para que la gente piense por su cuenta en vez de abrir la boca y meterse lo que le dan los unos o los otros? Hágase esquilador de ovejas en vez de propagar el pensamiento libre. ¿No ve cómo aumentan los rebaños?