El boxeador español José Manuel Ibar Azpiazu, Urtaín, fue un muñeco roto. Ensalzado por la prensa, admirado por el público, utilizado por los políticos, consiguió éxitos brillantes, ganó mucho dinero y obtuvo una popularidad que grabó su nombre y su imagen en le memoria de todos los españoles. Pero todo era producto de una falsedad de la que quizá él no fuera consciente. No aludo a que sus combates pudieran estar o no amañados, sino que él, en realidad, no respondía al mito popular en que se convirtió. Pero no se le puede culpar por ello: fue sacado de su tierra y sus costumbres, se codeó con la sociedad más glamourosa del momento español, salía frecuentemente en la primera página de los periódicos, fue adulado. En él se dieron todos los compoentes del joven triunfador que no puede asimilar el triunfo entre otras cosas, porque pierde sus raíces. Fue un hombre sacado de su eje: es difícil saber vivir así.
En Urtaín se resume una época de España: la del desarrollismo de los años setenta, cuando España y el régimen de Franco pujaban por aparentar una modernidad que tenía mucho de impostada por urgente y necesitaba ídolos, especialmente deportistas o cantantes, que la simbolizaran. Urtaín, como muchos jóvenes, sale de su pueblo para enfrentarse a un mundo que cambia vertiginosamente. Y el mundo los trituró.
Urtaín, la obra teatral que comenzamos a comentar es el retrato del drama interior de un personaje pero también el retrato de aquella España. No se podrían comprender el uno sin el otro. De hecho, cuando España cambió para hacerse moderna -o parecerlo-, Urtaín se suicidó y la sociedad destruyó su mito con el olvido.
Noticias de Urtaín
Paco Cuesta elige, como ángulo de su análisis, el drama interno de Urtaín, con todo acierto, para después recrear lo que pudo ser la huida de Urtaín del colegio para regresar a sus raíces, el caserío familiar.
Merche Pallarés aborda una de las claves del drama del personaje: la imposibilidad para trasladar sus emociones. Excelente.
Entre músicas y recuerdos, Mª Ángeles Merino anda con mucho acierto en el comentario inicial de Urtaín. Tiene razón al ponerle esa banda sonora.
Pancho trabaja el contexto inicial en el que se produce la muerte de Urtaín. Esta magnífica entrada nos permite comprender algo trágico para el personaje: la España de ese momento ya había dado la vuelta a personas que, como Urtaín, eran ya pasado.
Myriam sigue con su excelente análisis de la violencia en Urtaín, ahora con las escenas ocho a cinco, una violencia social y personal que acabará destruyendo al personaje y a la persona.
Noticias de las Sonatas
Gelu termina su selección de frases de la Sonata de invierno con una excelente forma de mirar la obra como si fuera teatro: ese juego escénico está en la clave de la acción.
Noticias del Quijote
Mª Ángeles Merino sigue haciéndonos el regalo frecuente de volver al Quijote para completar el comentario de aquellas entradas que tenía pendientes. En este caso, toca el capítulo 13 de la Primera parte. Tiene un giro sorprendente: ahora su ordenador no será poseído por un secundario, sino que...