lunes, 10 de agosto de 2009

Sobre las frases apócrifas del Quijote y la iglesia de El Toboso, con imagen cedida por Kety y noticias de nuestra lectura


Todas las obras clásicas generan frases y episodios apócrifos y que han tenido fortuna a pesar de lo fácil que puede ser comprobar si están o no en el texto al que se adjudican. Así, durante mucho tiempo, se puso a prueba a los que presumían de haber leído el Ullysses de James Joyce citándoles episodios que no estaban en la novela. Como ahora nadie la lee, todo parece apócrifo en ella.

También sucede con frases célebres. Hay tres que siempre me han llamado la atención. Una se dice del Don Juan Tenorio de Zorrilla, pero que no está en la obra: Los muertos que vos matáis gozan de buena salud (que parece provenir de una traducción de la obra de Corneille Le menteur, traducción a su vez de La verdad sospechosa de Alarcón, en la que tampoco se encuentra). Nunca he entendido que se adjudique a uno de los textos más representados del teatro español y que tanta gente sabía de memoria.

Otras dos frases se atribuyen al Quijote aunque no están en él: Ladran, luego cabalgamos y la que se construye a partir de la situación del capítulo de la semana, Con la iglesia hemos topado. Ésta es una variante que deforma la que sí pronuncia don Quijote: Con la iglesia hemos dado, Sancho. Junto a la popularidad de la frase corre su interpretación: del edificio de la iglesia con el que se encuentran don Quijote y Sancho en su vagar por El Toboso se pasa a la Iglesia como institución. Ya no es, por lo tanto, que nuestros protagonistas, buscando el palacio de Dulcinea hallen la iglesia del pueblo, sino que la Iglesia les sale al paso y les corta el camino.

A pesar de que la referencia literal de la frase es precisamente al edificio que, como en casi todos los pueblos de España, sirve -por su situación o por su importancia y tamaño- para orientarse en el mapa urbano de la localidad, cabe ir un poco más allá en la intención cervantina, pero quizá no tanto como la interpretación esotérica del Quijote pretendió en el siglo XIX y parte del XX.

Para ello, basta contextualizar la frase: en el capítulo anterior hemos comentado una alusión irónica a las reliquias de los santos que debe interpretarse en clave erasmista. Se trataba, como recordamos, del debate planteado por Sancho sobre si es mejor el camino de la santidad que el caballeresco. Ahora, un poco antes de topar con la iglesia, Sancho afirma, como Santo Tomás, que no creerá hasta que no toque con las manos, cuando don Quijote identifica un bulto grande -que será la iglesia- con el palacio de la dama. Como junto a las iglesias se encontraban los cementerios, en boca de Sancho se pone un nuevo giro al significado del hallazgo:

-Hallemos primero una por una el alcázar -replicó don Quijote-, que entonces yo te diré, Sancho, lo que será bien que hagamos. Y advierte, Sancho, que yo veo poco, [o] que aquel bulto grande y sombra que desde aquí se descubre la debe de hacer el palacio de Dulcinea.

-Pues guíe vuestra merced -respondió Sancho-: quizá será así; aunque yo lo veré con los ojos y lo tocaré con las manos, y así lo creeré yo como creer que es ahora de día.

Guió don Quijote, y, habiendo andado como docientos pasos, dio con el bulto que hacía la sombra, y vio una gran torre, y luego conoció que el tal edificio no era alcázar, sino la iglesia principal del pueblo. Y dijo:

-Con la iglesia hemos dado, Sancho.

-Ya lo veo -respondió Sancho-; y plega a Dios que no demos con nuestra sepultura, que no es buena señal andar por los cimenterios a tales horas, y más, habiendo yo dicho a vuestra merced, si mal no [me] acuerdo, que la casa desta señora ha de estar en una callejuela sin salida.

Ir, casi a tientas, por el palacio de una dama que no existe y encontrar el edificio de la iglesia es suficiente juego irónico. que provocaría la sonrisa inteligente de cualquier lector atento de principios del siglo XVII. La explicación no es tan fácil como los que leen siempre a Cervantes desde la ortodoxia y pretenden que el pasaje no quiere decir nada ni tan complicada como los que ven en su figura un nuevo Cristo e interpretan aquí cómo la Iglesia impide la consecución de todo logro de una verdadera religión. Cervantes no podía llegar a esa intención porque, entre otras cosas, es una construcción ideológica posterior a él: corresponde a quienes así le leen en el siglo XIX. Siempre me han extrañado estas dos tendencias lectoras que nacen coetáneas la una de la otra: ni el Quijote es un texto inocente de mera diversión ni una clave secreta de todos los conocimientos.

Como Cervantes nunca se queda con un sólo hilo del ovillo, da un paso más en el que, sin decir nada más que lo que sucede constata una realidad social: el control que la Iglesia tiene como institución de toda la vida social de la España del momento. Acabamos de ver que el centro del laberinto de El Toboso es la iglesia del pueblo, que sirve como lugar en el que orientarse. En la respuesta que les da el labrador con el que se encuentran, percibimos que esa centralidad está instalada en un ámbito de mayor eficacia, porque ya no es sólo un edificio, sino el control del censo y la calidad de los habitantes:

en esa casa frontera viven el cura y el sacristán del lugar; entrambos, o cualquier dellos, sabrá dar a vuestra merced razón desa señora princesa, porque tienen la lista de todos los vecinos del Toboso

Este control se hacía, en especial, a través de los libros de bautismo y defunciones, regulados definitivamente en tiempos bien cercanos a Cervantes, por lo que era un tema de actualidad. En ellos, además de la fecha de bautismo, figuraban datos tan valiosos al historiador actual como a las autoridades religiosas de entonces y que, sin duda, sirvieron tanto como forma administrativa del censo parroquial como una forma de constatar la pertenencia ortodoxa a una institución aliada del poder político y que se confundía con él. Los que tienen cierta edad recordarán cómo hasta hace unas décadas, en España, aun era muy importante que el párroco extendiera un certificado de buena conducta, así que podemos imaginar lo que suponían estos registros en tiempos de Cervantes.


La iglesia de El Toboso, gracias a Kety

Kety nos ilustró hace unos días con un reportaje gráfico sobre El Toboso. De aquella entrada suya, con su permiso, traigo aquí la la foto de la iglesia mencionada por Cervantes, para que nos sirva de hilo y podamos salir con bien del laberinto. ¡Gracias Kety!

Os animo a mandarme imágenes que reflejen la iconografía cervantino-quijotesca o a que las publiquéis en vuestros blogs, para acumular toda la información posible sobre Cervantes y el Quijote. Sobre todo me gustaría publicar imágenes no usuales, aquellas de pequeños lugares.

También os pido que me remitáis autorretratos quijotescos. Recordad que debéis estar con un ejemplar del libro o en actitud quijotesca.

Noticias de nuestro Quijote

El Sanchico duda de que don Alonso tenga novia en El Toboso, como nos lo cuenta Ele Bergón gracias a la Abejita, pero aprovecha que su padre piensa hacer fortuna para pedirle Internet en casa. Eso sí: no pierde oportunidad mientras mira las estrellas veraniegas... Después, Abejita comenta el capítulo con unas oportunas fotos para ponernos en situación nocturna. En su entrada señala, con buena perspectiva, la contradicción entre lo dicho en este capítulo por don Quijote sobre si había visto o no a Dulcinea y lo que había dicho en la Primera parte.

Jan Puerta escribe una excelente entrada con los dos motivos del capítulo: la mentira de Sancho y la iglesia encontrada... No os perdáis el cobre chileno de su amigo y la noticia de la Vanguardia que publica como imágenes.

Manuel Tuccitano hace un excelente resumen de la aventura nocturna de nuestros protagonistas, con el acertado recuerdo infantil del miedo que provocan los ladridos de los perros por la noche. Y lanza el primer mordisco a la frasecilla que comentamos al inicio de la entrada. No os perdáis las imágenes, sobre todo la ilustración de su hija Inés: un alado viaje.

Pancho comenta el capítulo en un tono zumbón e irónico que me gusta mucho y os recomiendo. Y no os perdáis las ilustraciones, que ha tenido que buscarlas y adaptan el Quijote a nuestro tiempo...

Antonio Aguilera comenta el capítulo en un ir y venir de Federico García Lorca a Cervantes. No se le escapa esta guerra entre don Quijote y Sancho, a ver quién pilla al otro en la mentira. Y Ojito busca a Dulcinea, ya veo que la busca...
Juan Luis publica un poema escrito por Kety Morales -¡cuánto hemos de agradecerle en esta entrada de hoy!- en el que vemos a don Quijote y Sancho por tierras extremeñas: no podéis perdéroslo.

Enlace con el índice de nuestra lectura, elaborado por Raúl Urbina : Primera parte y Segunda parte.
Enlace con el blog construido por Manuel Tuccitano expresamente para esta lectura y que puede considerarse un agregador con los enlaces de todos los blogs participantes de forma regular, aquí.
Enlace con el grupo en Facebook, aquí. (Este grupo no sustituye a la lectura en este blog y no estáis obligados a uniros: lo usamos sólo como complemento, para informarnos, preguntar y debatir.)
Enlace con la entrada en la que encontraréis sugerencias si os incorporáis con la lectura ya iniciada, aquí.
Si me he olvidado de alguien, hacédmelo saber y lo subsanaré. Recordad enlazar vuestras entradas con La Acequia, para poder encontrarlas.
Vale.

27 comentarios:

matrioska_verde dijo...

muy clarificador el tema de las frases por casi todos conocidas y su procedencia... ya sabes, la costumbre se hace ley y nadie se molesta en contrastar lo que hay o no de verdad porque "toda la vida se dijo así".

me encanta la foto de la iglesia con la furgoneta roja delante, muy lograda.

biquiños,

Antonio Aguilera dijo...

Los estudiosos cervantistas han dicho hasta la saciedad que Cervantes no pensaba en ningùn mensaje encubierto cuando le hace pronunciar al hidalgo lo de "con la iglesia hemos dado".
Claro que no: si el poder de la Iglesia nos lo manifiesta a continuaciòn, cuando el labrador dice que el listado del censo lo tiene el clero local.
En este y otros detalles es donde se aprecia el poderìo de la Iglesia.

En cuanto al Ulises de Joyce, ya me gustarìa leerlo, ya.
Pero un amigo "lector" me dijo que es un "peñazo" el libro del irlandès.
Tù lo recomendarìas??

Nabocov dijo que las cuatro obras maestras del s.XX eran Ulysses de Joyce, La Metamorfosis de Kafka, Peterburgo de Andrei Biely, y la primera mitad del cuento de hadas de Proust A la recherche..

Cada uno fija sus cánones. El Sr.Bloon seguro que no estaría de acuerdo.

Saludos ya más frescos de lunes laborable

Jesús dijo...

A Antonio Aguilera le recomendaría que lea Ulises en efecto, y si puede ser dos veces con un invervalo de un año y pico entre lectura y lectura.

Para mí ha sido un placer encontrar este lugar justo cuando mi siguiente libro a leer y por quinta vez (creo) es el Quijote. Algo aportaré si puedo.

Saludos.

Merche Pallarés dijo...

Qué curioso, a mi siempre me ha sorprendido la atención que en España se ha dado al "Ulysses" de Joyce cuando en Canada, no fue nunca una lectura obligatoria. No sé en Inglaterra pero en Canada, no (que yo recuerde...). Sobre "Ladran, luego cabalgamos" debe de ser uno de los pocos refranes que ¡no salen en El Quijote! Porque mira que salen...
A mi tambien me ha encantado el genial poema de nuestra Dulcinea de La Acequia, KETY, en el blog de JUAN LUIS G. (sebuscanlectores)
Referente a la "Recherche du temps perdu" de Proust para mi siempre ha sido otro libro infumable. Jamás he podido acabarlo. Soy una ignorante, lo reconozco. Besotes, M.

Juan Luis G. dijo...

Pues sí, cuando Cervantes puso la frasecita ahí, supongo que sería por algo...

Estupendo el regalo que me ha hecho Kety.

Un abrazo a todos.

Teresa dijo...

Pues es mucho más divertida la frase apócrifa que ha pasado de boca en boca (supongo). Porque la lengua bífida que encierra el "toparse" acierta con la mole cerrada, hermética y el habemus cuerpo del delito y necesidad de confesión. En cierta forma la aportación enriquece el contexto.

Ese certificado de buena conducta es más semántico de lo que a priori parece. AMP.

Abejita de la Vega dijo...

He leído con gran placer esta entrada, especialmente lo de los muertos con buena salud, que no lo conocía.
Me resulta divertido lo de esos que dicen haber leído el "Ullysses" y citan episodios que no están en el libro de marras.¡Hay tanto pedante suelto aficionado al barniz cultural! Nunca he sentido interés por ese libro y la fama que arrastra ,de libro de cabecera para gente súper súper intelectual , contribuye a ello.Si Pedro me lo aconseja, iré por él porque de ti,Pedro, sí me fío.
A Merche Pallarés le cuento que ese libro era un desconocido para los estudiantes de los setenta.También le cuento que yo tampoco pude con Proust, qué le vamos a hacer.
Por último, como anécdota, diré que en 1978 tuve que ir al cura de mi parroquia para que me hiciera un certificado de buena conducta. Y mi lo hizo,aunque yo no acostumbraba a ir por allí.Lo necesitaba para solicitar una plaza de maestra interina.¡Con la Iglesia topábamos todavía en la transición!
Un abrazo a todos en este verano que no aligera lecturas, todo lo contrario.

Teresa dijo...

Pues si La Metamorfosis es uno de los cuatro libros principales imprescindibles del SXX, ¡apaga y vámonos!. Será por la idea, que se puede contar en unas líneas, el resto sobra.

Ya nos iluminarás sobre esto que está interesante. Es por ir empezando el Ulises... :P

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Bueno, yo me leí el Ulises un verano y no lo pasé nada bien. Impresionante a nivel de técnica novelista pero me aburrí como una ameba.

Siempre pensé que ese "topado" era fruto de una mala traducción, no le atribuí mayor importancia.

El “ladran, luego cabalgamos” creo que sí aparece en En busca del tiempo perdido, VII, el tiempo recobrado de Proust.

Un abrazo.

Hernando dijo...

Ulises, sólo me gusta el nombre por la Odisea, confieso que no he leído el libro y creo que fué por la pedantería que he visto en la gente que lo ha leído, lo que se habla de "La metamorfosis" que un crítico dice que es mejor decir "La transformación" lo he leído y soy de la opinión que más arriba se dice, todos sabemos para qué sirve la literatura y si cuando leemos un libro cumple con la idea que nosotros tenemos es decir, divertir, consolar apredender,pasar el rato....etc. Bendito sea el libro.
En cuánto a la iglesia y su libro parroquial, cuandop hice el servicio militar era más fácil conseguir un permiso con la mediación del cura del pueblo que con la mediación del pequeño y patético general.
A propósito el reflán "De grandes cenas, las seplturas están llenas"
se le atribuye a Cervantes. Es cierto? Pues, yo no lo tengo tan claro.

Merche Pallarés dijo...

ABEJITA, ¿qué tuvieras que ir al cura para que te diera el visto bueno para poder ejercer como profesora? Me alucina. ¡Gracias a todos los dioses de que yo me eduqué en Canada! Nunca le agradeceré lo suficiente a mi padre que decidiese emigrar a Canada. ¡Qué suerte tuve! Besotes, M.

Martine dijo...

Lo que llega a cambiar el significado una mayúscula: Iglesia.. iglesia.. ¿O no? Cervantes es muy hábil...
Llego tarde y no he hecho los deberes.. Algunos enlaces los leí, ahora a por los otros!
La foto de la iglesia, a plena luz, la hace menos temible...

Un beso, Pedro...

Abejita de la Vega dijo...

Así es, Merche. Y lo más curioso es que la solicitud no era para la clerical Burgos sino para ejercer en la cosmopolita Barcelona.Sin embargo no me lo pidieron en Guipúzcoa que fue donde, al final, ejercí.
Y el certificado del cura iba acompañado del certificado negativo de penales,el de la policia (también de buena conducta)y el antituberculoso (me echaron los rayos mientras una enfermera se situaba a una distancia más que prudencial). Sí,es lo que tenía vivir en un país que arrastraba una dictadura fallecida de muerte natural.Tuviste mucha suerte, en efecto.
Besos

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Bueno yo no he leido ni el Ulises, ni creo que lo haga...ya no me complico mucho la vida a la hora de divertir el intelecto...libros para pensar...en el público está el gusto...ya tuve una época que que me dio por los clásicos, otra por los sofistas...pero ahora...solo pretendo como dice Hernando: divertirme, pasar el rato y si de camino aprendo mejor que mejor (en fin hoy comencé con el Árbol de la ciencia y es que me lo encontré mientras hacía limpieza, lo recuerdo con cariño cuando lo tuve que leer en COU).

Bueno a lo que vine...sigo pensando que no hay ninguna segunda intención en Cervantes en la expresión sobre la iglesia...ya en el capítulo hace referencia a ella con otros tintes más críticos...un abrazo

marga dijo...

A mi el Ulises me gustó, que le vamos a hacer..me recordaba al pensamiento agolpado y revuelto cuando llega a la cabeza, sin ordenar, sin valorar...

Myriam dijo...

Estuve deshojando la margarita.... comento, no comento..... comento:

¿ James JOyce? No voy a hablar de lo que no sé. NO he leido su ULysses y menos su Finnegans Wake.

De esta última dice Victor Pozanco "JOyce pretendió amasar en un solo ladrillo lo que Picasso fué moldeando en miles de obras". vaya pués, por esta deconstrucción vanguardista-modernista: del prólogo del traductor, no he pasado.

Hablaré de mis prejuicios...me resisto a leer una obra tan hermética, que mi cerebro tenga que licuarse en ese esfuerzo por entender lo que el autor nos quiere decir. Eso no es ejercicio neuronal, es maltrato. Para eso, preferiría Leer por ejemplo, "La Guerra y la Paz", de Tolstoy en ruso con ayuda de un diccionario. Al menos, habré aprendido un idioma más.

Sin embargo, hay obras maestras de la literatura Universal, Como el Quijote, que esperaban que tuviera la calma necesaria en mi vida _otrora tormentosa_ para poder adentrarme en ella y, con tu guia, por supuesto. ¡Esto es otra cosa!
¡Qué disfrute!

Un abrazo
ahh, de las frases apócrifas, recién me entero...quizás se deba a mis vuelos intergalácticos.

Myriam dijo...

PD. Gracias a Kety por la foto de la Iglesia!!!!

Merche Pallarés dijo...

Ay, ABEJITA ¡qué años aquellos! Me has dejado traspuesta y bizca... Aún estoy alucinando ¡prueba de tuberculosis! Menos mal que mi provincia, Guipúzcoa, al fin y al cabo te acogió sin el permiso del cura ni de las autoridades (in)competentes. Me alegro. Muchos besotes, M.

Antonio Aguilera dijo...

MARGA:
He intentado acceder a tu perfil pero lo tienes inhabilitado.
Me gustarìa que me ofrecieras màs informaciòn sobre El Ulises.

Saludos

El Ente dijo...

La habilidad de Cervantes para dejar "mensajes" subliminales es increíble... y eso que en esa época el marketing brillaba por su ausencia...

Pero lo de Cervantes es ARTE con mayusculas.

UN ABRAZO

Anónimo dijo...

hola pedro solo pasaba para dejarte un gran saludo y un besin enorme..
gracias por estar!!!!

sauvignona :)

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

como sabes, he estado en Barcelona hace poco. Al entrar en una biblioteca, me agrado ver que vendían una edición de "El Quijote" a sólo 5 euros. Resulta una buena medida para fomentar la lectura de este magnífico libro que de forma tan genial desgranáis aquí. Un abrazo.

Pilar_Cordoba dijo...

Hola Pedro, ya estoy de vuelta de las vacaciones. Te he enviado un mail con un autorretrato quijotesco, no sé si te habrá llegado. Si no lo has recibido, puedes coger la fotografía de la última entrada que he publidado.
Me llegó a través de Facebook tu felicitación de cumpleaños, muchas gracias, espero que tú también disfrutaras el tuyo en compañía de tu familia.
Decirte que ya he adelantado bastante del Quijote y si estoy unos días más en la playa, seguro que os alcanzo en los capítulos con la lectura jajaja.
Bueno, nada, que ya estoy de nuevo por aquí dando la lata.
Un besote.

televisionEspañola dijo...

Series míticas de televisión española: "El Quijote"

Dirigida por Manuel Gutíerrez Aragón, escrita por Camilo José Cela y protagonizada por Fernando Rey y Alfredo Landa. La idea original era rodar 8 capítulos y una segunda parte de 10 dirigida por Mario Camus

pancho dijo...

Una de las secuelas de un clásico son las referencias y revisiones de todo tipo que lleva implícitas, pero la obra permanece a las modas y los tiempos. El Ullysses es otro clásico, nada fácil de leer. Hay que tener mucha paciencia y perseverancia, como con El Quijote.

Lo único que Cervantes podía hacer es exponer las situaciones de la manera más fiel y verosímil posible. La censura de la época y el poder de la Iglesia en la época no le habrían permitido otra cosa. Se descubre su forma de pensar y sus influencias en una segunda lectura, no en la más superficial, como en esa brillante interpretación del cementerio que nos propones.

Al pelo viene la foto de la iglesia del Toboso, también el enlace sobre El Quijote de RTVE. Sólo para los que no “tenemos falta de ignorancia.” (Coll)

Kety dijo...

Pedro, gracias por poner la foto y mencionarme.
El lujo es para mi, hallarme entre vosotros.

Un abrazo

Francisco O. Campillo dijo...

La frase "Ladran, luego cabalgamos" es una de mis frases favoritas. Parece que comparto gusto con Juan José Ibarretxe ;-)

La denuncia más conocida sobre el origen apocrifo de la cita proviene del escritor uruguayo Eduardo Galeano. Yo lo descubrí en su artículo "Paradojas", publicado en LA JORNADA, México DF, el 19 de octubre de 2002.
Parece que el error tiene su origen en un guión de Orson Welles para un proyecto de película sobre el Quijote, que finalmente no concluyó. Bueno, el origen está en el guión... y el afán de darse el pisto en quienes citan de oidas.