Recuerdo que te llamé desde la playa. Qué cercana y qué lejos. No te lo dije: me quité la corbata, los zapatos y remangué los bajos del pantalón para caminar por la arena. La Barceloneta estaba tranquila: unos niños jugaban en el patio de un colegio, unas chicas se apoyaban inverosímiles sobre una pared para contarse historias de amor y cigarrillos tempranos. Unos viejos jugaban quizá la última partida al aire libre. Pasó una joven atractiva haciendo deporte. A mi derecha, el Maremagnum equilibraba de modernidad el aire. Frente a mí, unos jóvenes soñaban olas de otros lugares. Recuerdo que te llamé desde la playa para decirte que volvía a mi habitación, que todo había salido bien, que Barcelona hervía en ruido y gente. Te dejé que oyeras el mar, que te llamaba.
53 comentarios:
Igual se quedó sin batería...
Pasé de no dejar de ver a mi mujer ni un solo día, me acostumbre tanto, que el día que por razones de trabajo tuve que trasladarme para hacer una "especie de master" a Madrid, pensé que el mundo se acababa, también la llamé, solo que no me quité ni los zapatos, ni me remangué el pantalón... fue desde el metro...en la soledad de la compañía de quien no cono cía. Te entiendo. Saludos
Jo,qué boniiiito!! El amor, esa melodía extraña...
¡Que te den! Jajaja.
Besotes.
Suele pasar... a veces queremos compartir el ambiente, la música o el mar que tenemos cerca con la persona con quien hablamos... es una manera de sentirla más cerca aún... más mucho más...
Un beso, Pedro.
Cuando uno está fuera nos gustaría que los que llevamos dentro mirasen el mundo con nuestros ojos. Un bonito texto. Un saludo
Lo mejor de todo, el sentir la necesidad de llamar.
Relatar la experiencia te hace mas humano si cabe. A pesar de no haberte remangado los pantalones.
Un abrazo
Bellísimo y profundo Pedro, la meloncolía y la soledad salen de cada palabra que has escrito. Hay momentos que son deseosos de compartir, momentos en que la belleza de la vida esta justamente delante tuyo, pero "tu" vida, tu cabeza y tu corazón están en otro lado y con otra persona, momentos claves que nos hacen desear estar con aquella persona que amamos. Un abrazo grande Pedro!
Ariel.
Noto cierta brisa marina entre tus estrofas... Y francamente me gusta!
:-)
;-)
Saludosss!
Esto bien podría encabezar una novela, donde la historia continúa no de la forma prevista...
No sé dónde habré estado últimamente porque veo que has pasado muchos posts, pero bueno, he llegado.
Maravilloso es poder compartir aunque sea a través de la palabra, con la persona a la que más se ama, los momentos vividos y observados de uno mismo, tanto desde un amanecer, como desde la playa, desde el bullicio de las gentes, desde la melodía que gritan las olas, o desde el cielo subido en una nube.
Un beso, Pedro
Falta un naufrago en el mar
Sigue...
¿Que decir de los sentimientos que expresas en este texto? El texto habla por sí solo, como tiene que ser con un buen texto.
Con tus palabras llenaste mi salita de arena, de salitre... y de nostalgia.
Te comprendo y te abrazo, aunque no sea ella, espero que te reconforte.
bicos,
Todo pasado tiene un dejo de melancolía.
Un abrazo.
Antón.
Hace años, estuve en Londres 15 días y escribí una carta cada noche explicándole a mi novio (ahora marido splendens) lo que hacía cada día y cómo le echaba de menos. Eran otros tiempos sin teléfono móvil.
Parecía algo muy romántico pero al cabo de unos años le pregunté por ellas y el tío las había TIRADO!!! porque, si ya las había leído, ¿para qué guardarlas?
Casi lo fulmino... y yo que me pensaba que las guardaría en un cajón, ataditas con una cinta de satén azul como en las novelas... HOMBRES!!!
Espero que la playa con sus olas te traiga su voz,su imagen y que le traslade a ella la tuya el viento como brisa a sus oidos...
besos
En esas olas que viajaron a través de las ondas telefónicas estaba toda la espuma del momento. Aunque no sé si el móvil es capaz de resolver las lejanías que traza el mar sobre el horizonte.
Suena a amor.
Suena a la melaconlía que produce la distancia de no estar con la persona amada y además ver el mar.
Suena a amor, a amar y a mar.
Suena a esos momentos íntimos en que uno quiere en ese preciso instante estar con quien ama, pero las circunstancias lo impiden.
Suena a amor.
Y suena a mar.
Y suena a amar.
Yo creo que quien más quien menos... todos hemos tratado de transmitir el sonido del mar a alguien que estaba al otro lado, tan lejos y tan próximo.
(No te olvido aunque no comente y no te lea con la misma frecuencia de antes... Cuando puedo hacerlo, es como salir al recreo...)
a mí también me llama
cada día y a cada hora
el mar mi amado
dejar mis huellas en su playa
es lo que más deseo
No me resigno a morir en esta ciudad cerrada y atiborrada de cemento
mar mar mar
simple y poderoso
infinito y eterno
muakismuakis profe
El mar, la playa, el ruido del agua .... el sitio ideal , que paz.
El sitio ideal para poner orden a todo lo que hay en la cabeza.
Eso sí , mejor en día nublado como en la foto.
Ideal.
Mar.. ese refugio de calma y paz en mis días.. ese lugar para la meditación y el relax.. ! Como siempre un placer leerte ya que me dejá una buena sensación interior. Yo te dejo un abrazo!
llamadas llamadas...muchas veces llamamos ...evocamos a alguien ..que puede o no escucharnos...
alguna vez quise creer en la telepatia
besines pedro hermoso...
la verdad que hoy me he confundio...
...¿Te acordaste de mí cuando subías
al silencio que sufre la serpiente
prisionera de grillos y de umbrías?
¿No viste por el aire transparente
una dalia de penas y alegrías
que te mandó mi corazón caliente?
(Federico Gª Lorca)
Te acordaste. Qué bonito, que alguien nos dedique un pensamiento, que necesite compartir una sensación...
Una incógnita. ¿Contestó? Besotes, M.
Romántico rumor y pensamiento hecho letras :)
Me gusta...
Besos, niño
Pd: te mandé ayer otra dire en un correo para que probaras.
¿Por qué no se podrá mirar al mar sin melancolía?
¿qué tendrán las olas que nos envuelven y nos despistan?, desde luego si uno está un poco flojo no le recomiendo un paseo al borde del mar en un día gris.
Qué bello lo que cuentas y cómo lo cuentas Pedro y aún nos falta por saber qué fue lo que te llevó a recordar ese momento en que caminabas descalzo por la arena, marcaste su número y dejaste que oyera vuestro mar.
Un abrazo
Rafa
Esa manera tuya de expresar sentimientos y emociones...como me gusta. Isabel
Muy bonito (suena repipi, pero es lo que mejor lo define). Tampoco lo dices, pero se entiende ( o yo entiendo) que es una llamada a la amada. El mar y el amor, una mezcla única.
Un saludo,
Pedro.
Precioso Pedro, es cierto que a veces queremos que la persona que esta lejos sienta o vea lo que sentimos y vemos en ese mismo instante como un "si estuvieras aqui"
Es algo que hago a menudo cuando hablo por el movil, describir lo que veo, siento y transmitirlo a la otra persona...
realmente profundo y precioso amigo.
un abrazo!!
Hola a todos. No he podido contestaros antes y se me han acumulado vuestros comentarios.
Gracias por vuestras palabras.
¿Continuarlo, BRGS?
Quizá.
DARGOR: no falta un náufrago, estaba en primera persona en la arena.
He de reconoceros que escribir así me cuesta: no por el estilo, sino por la emoción.
una bonita llamada con el ruido de fondo de las olas que rompen en la orilla. un abrazo
No se, no se...
Yo quizás hubiera salido corriendo detrás de esa chica atractiva que pasó haciendo footing... (jejej)
Un abrazo.
Pero criatura, ¿qué hacías con corbata paseando por la Barceloneta?. Y si todo había salido bien, ¿cómo es que te fuiste tan pronto a la habitación?. Yo me hubiera ido a divertirme un rato. Seguro que a ella no le importaría´.
Tengo un problema con las llamadas...
la verdad es que muchas veces llamo cuando no tengo que hacerlo, pero no hay forma que me amarre las manos, no puedoooo...!!!
lindo post.
:D
¡Qué bonito, Pedro! y qué bien describes el ambiente que te rodeaba.
Compartir con la persona querida las alegrías y la belleza que nos rodea es la mejor forma de sentirnos más cerca y más unidos(aunque nos separen muchos kilómetros).
Besos.
Una toma preciosa de la fachada. Me encanta!
La Barceloneta ya no es la que era, demasiado domesticada. Aunque el mar no cambia o si lo hace es para mal. Antes había peces y pescadores...
Un abrazo
Hola Antònia! Què tal per Lleida? L'Ahmed ja se'n va anar. Tots ho vam passar molt be.
Pedro: Me ha gustado mucho. Ahora falta saber qué era tan preciso hablar por teléfono.
Por cierto, nueva entrada en mi blog dedicada a esa gran lingüista de la academia española...
pero que bonito Pedro!!! por cierto cuando has estado por aquí???
Petonets
Encara
Escribir tan bien tiene que costar a la fuerza. Aunque sólo sea como desagravio a los que ni por asomo lo amagamos.
Me uno a los que piensan que no puede ser sino el comienzo espectacular de algo que ahora se inicia con muy buena pinta.
También con bruma se confunden los azules. pancho
La quietud de la foto del mar y el bullicio del texto.
Puro equilibrio.
Magnífico.
(Sigo la historia desde otra perspectiva.)
"Recuerdo que me llamaste desde la playa, ¿cómo olvidar tu voz alegre por las buenas noticias y aquella forma de decirme "te quiero"? Me costó encontrar el móvil en el fondo del bolso, sonando con tanta urgencia que me puse nerviosa y me volví torpe, sabiendo que eras tú quién llamaba y no podía encontrar el maldito trasto. Pero al final contesté y las piedras de aquella plaza castellana tan sobria se volvieron multicolores al oír tus palabras. Llovía aquel mediodía de finales de octubre en que yo cruzaba la plaza, sin paraguas, como siempre, soy así de desastre, ¿qué le vamos a hacer? Nadie es perfecto.
Me estaba empapando con esa lluvia fina y eterna que parece nada pero acaba calándote hasta los huesos. Hacía un poco de fresco y la mano con la que sujetaba el teléfono se me heló, aunque no lo noté hasta mucho después de colgar. ¿Cómo sentir el frío estando contigo aunque sea en la distancia?
Me llamaste desde la playa y me dejaste oír el mar. O la mar, ¿quién sabe? De repente, volvieron todos los veranos de mi niñez que, como canta Serrat, "sigue jugando en tu playa" porque yo también nací en el Mediterráneo. Me subió una ola de nostalgia del pecho a la garganta y la emoción apenas me dejó decirte: "Te quiero, te echo de menos, vuelve pronto." ¿Cómo olvidar esa llamada tuya desde la playa, que me hizo saber en ese preciso instante el amor inmenso que te tengo?"
A ver quién se anima a seguir, ¡ja,ja! Me llevo la historia a mi blog, si me lo permites. A ver si alguno/a de nuestros colegas blogueros/as la continúa.
AMELCHE: es una buena idea. A ver en qué acaba.
Espero que acabe bien, porque al leerte lo sentí real y no sé si me apetece un seguimiento inventado y no me preguntes por qué, que no lo sé, son puntos que me dan.
Estoy muy rarita ultimamente, a que sí?, bueno, no me hagas ni caso, será cosa de brujas :P
Besos muy brujossssss!!
DIANNA: yo lo hice de una manera, que es la que tú dices. Pero ya no soy dueño de la continuación. Sí de la mía: esa la publicaré en otro momento.
Besos.
Si, mejor, vale, esperaré :))
O.o
Besos
Así que había continuación... Perdón por chafártela. Pensaba que era un post suelto, que empezaba y acababa en sí mismo.
AMELCHE: no importa. Me gustará saber hacia donde va la historia contada por varios. Ya introduciré la mía en algún momento.
Pues no sé qué le echásteis a Merche en la olla, pero está llevando la historia por unos derroteros bastante picantes. :-)
Fueron los tropezones, especialmente el chorizo y la morcilla... Besotes, M.
Publicar un comentario