Como sabéis, en agosto La Acequia entra en un paréntesis. Se publicarán las entradas correspondientes a esta lectura y quizá alguna más. Las entradas de los jueves no consistirán tanto en comentarios sobre Bécquer sino inspiraciones a partir de sus textos. Os invito a que hagáis lo mismo.
Mientras tanto, un apunte que resume gran parte de lo que ya he dicho aquí: el aprendizaje sobre los textos de Bécquer en la poesía española del siglo XX. Este aprendizaje no se debe tanto, como ya hemos visto, a los argumentos de la obra becqueriana. Por lo tanto, tampoco se debe a la ordenación de esta en la edición preparada por los amigos y que tanto ha contaminado su lectura de connotaciones. Aclaro que no quiero decir que Bécquer no buscara estas connotaciones: escribía en su época y para sus contemporáneos y, por lo tanto, no podía prescindir del lenguaje poético de la línea lírica a la que se adscribió. De ahí que sus metáforas, sus argumentos, sus personajes, se extraigan de un mundo de referencias muy usual tanto para los escritores como para los lectores de la España de mediados del siglo XIX. En esto, Bécquer no es original: curiosamente, gran parte de los lectores siguen acercándose a Bécquer precisamente por esto, es decir, por lo que le hace menos diferente a su época. Buscan en él una afinidad de emociones, una especie de educación sentimental. Si la nuestra es muy diferente de la de la época de Bécquer conviviremos mal con su obra.
Sucede lo mismo con su línea expresiva. Bécquer es un poeta de la contención: menos es más. Huye de la retórica más al uso en el romanticismo español y se suma a una línea de poetas que buscan la musicalidad de la poesía en sus rasgos menos evidentes. Este tipo de poesía, en la que Bécquer es el primero de los grandes, llega hasta nuestros días y pasa por autores como Antonio Machado, gran admirador de Bécquer en este sentido, que será quien se convertirá en el modelo perfecto de esta sensibilidad creativa.
Pero si le despojamos a Bécquer de las razones más evidentes que lo han hecho popular, ¿cómo explicar que se haya convertido en el tronco del que nace la poesía moderna en español? Por la lectura que hicieron los modernistas de él, confirmada, como dijimos, con el hallazgo del manuscrito de su obra. Con Rubén Darío a la cabeza, hallaron en Bécquer lo que ellos buscaban en la poesía y que encontraban más en la poesía extranjera que en la española: la unidad del mundo poético de un autor; el simbolismo de su expresión; el trabajo metapoético como el tema esencial; la igualdad en la expresión en prosa y verso.
Mientras tanto, un apunte que resume gran parte de lo que ya he dicho aquí: el aprendizaje sobre los textos de Bécquer en la poesía española del siglo XX. Este aprendizaje no se debe tanto, como ya hemos visto, a los argumentos de la obra becqueriana. Por lo tanto, tampoco se debe a la ordenación de esta en la edición preparada por los amigos y que tanto ha contaminado su lectura de connotaciones. Aclaro que no quiero decir que Bécquer no buscara estas connotaciones: escribía en su época y para sus contemporáneos y, por lo tanto, no podía prescindir del lenguaje poético de la línea lírica a la que se adscribió. De ahí que sus metáforas, sus argumentos, sus personajes, se extraigan de un mundo de referencias muy usual tanto para los escritores como para los lectores de la España de mediados del siglo XIX. En esto, Bécquer no es original: curiosamente, gran parte de los lectores siguen acercándose a Bécquer precisamente por esto, es decir, por lo que le hace menos diferente a su época. Buscan en él una afinidad de emociones, una especie de educación sentimental. Si la nuestra es muy diferente de la de la época de Bécquer conviviremos mal con su obra.
Sucede lo mismo con su línea expresiva. Bécquer es un poeta de la contención: menos es más. Huye de la retórica más al uso en el romanticismo español y se suma a una línea de poetas que buscan la musicalidad de la poesía en sus rasgos menos evidentes. Este tipo de poesía, en la que Bécquer es el primero de los grandes, llega hasta nuestros días y pasa por autores como Antonio Machado, gran admirador de Bécquer en este sentido, que será quien se convertirá en el modelo perfecto de esta sensibilidad creativa.
Pero si le despojamos a Bécquer de las razones más evidentes que lo han hecho popular, ¿cómo explicar que se haya convertido en el tronco del que nace la poesía moderna en español? Por la lectura que hicieron los modernistas de él, confirmada, como dijimos, con el hallazgo del manuscrito de su obra. Con Rubén Darío a la cabeza, hallaron en Bécquer lo que ellos buscaban en la poesía y que encontraban más en la poesía extranjera que en la española: la unidad del mundo poético de un autor; el simbolismo de su expresión; el trabajo metapoético como el tema esencial; la igualdad en la expresión en prosa y verso.
Noticias de Bécquer
Pancho comenta de forma certera la leyenda La rosa de la pasión, que tanto dolió a Myriam, además de poner sobre la mesa un par de temas sobre los que debemos, sin duda, reflexionar.
Paco Cuesta, a su vez, propone una línea de lectura muy correcta: la mujer en Bécquer.
Paco Cuesta, a su vez, propone una línea de lectura muy correcta: la mujer en Bécquer.
Comenta con acierto Firvulag las cinco leyendas que ha leído hasta el momento y nos regala un enlace a un video sobre Bécquer que no podéis dejar de consultar.
Luz del Olmo nos regala, a partir de El monte de las ánimas, un buen texto sobre el miedo.
Mª Ángeles Merino, Abejita de la Vega, comenta e ilustra una de las más bellas y conocidas leyendas becquerianas, La corza blanca.
En este enlace podrás encontrar las instrucciones para seguir la lectura de la obra de Bécquer en La Acequia, con los índices de las entradas. Si me he olvidado de alguien, avisadme para corregir el error.
Os invito a participar en esta lectura colectiva y virtual de la trilogía dantesca de Óscar Esquivias, continuando la variedad de estilos, propósitos y miradas que nos han enriquecido la lectura del texto cervantino en los dos últimos años.
21 comentarios:
Gracias, Myriam. Corrijo el error.
al final quien es capaz de traducir las emociones y sensaciones con palabras bien utilizadas, llanas en su entendimiento e imagenes certeras logra un mejor fiato con los lectores o escuchas de su obra.
besitos
pues que aproveches mucho y bien ese tiempo de paréntesis.
biquiños,
Te deseo un hermoso paréntesi Pedro, a tí, a los tuyos y a todos los Amigos entrañables y fieles de la Acequia.
Muchos besos!
Disfruta del paréntesis.
Y claro que hemos aprendido de tu mano y seguiremos aprendiendo...
Besos, Pedro.
Mi Señor Ojeda, muy buena su conclusión, me adhiero.
El Señor Gustavo para mí, tiene estrofas fantásticas que recubre con ecos, pero le da vueltas a lo mismo obsesionado, buscando lo trascendente en la poesía que asume que se les escapa y antes de empezar se presenta fracasado, aunque agarrado al clavo ardiente se le quema la pluma en lo que escribe sin ser Ícaro.
¡Qué mal rollo que tienen los poetas! los aprendices de poeticadores deberían hacer un taller de payaso, dos de humorista y tres de ganso (o donar el hígado), por último uno de escritura lírica atea.
De ese modo los únicos poetas con permiso para venerar a la poesía como medio trascendente a través de la poesía y sin multa por pegarle a la metapoesía snifada deberían ser los poetas surrealistas y los poetas humoristas (también los chistosos); porque permitírselo al resto es un riesgo para la vejez, la salud y el intelecto.
Suyo, Z+------
¡Qué disfrutes tus vacaciones, Pedro!
Besos
... pienso también en Bécquer (junto a su hermano)en su faceta de dibujante satírico- erotico-festivo...pero shhh
Sí,'profe', si, seguiré estudiando todo agosto...Bécquer, Bécquer y más Bécquer...hasta convertirme en un alumno promedio jeje.
Un abrazo y hasta pronto, mi buen amigo.
Que lo pase bien en sus vacaciones!!!
Saludos
felices Vacaciones Pedro
aprovéchalas y disfrútalas
besitos
De Bécquer hemos aprendido mucho. Ayer mismo, escuchando el vídeo de Firvulag escuché algo que yo no me atreví a escribir cuando hice la entrada de los sueños. Decían que Bécquer se anticipó a Freud en ese tema.
Es bueno que se acerquen a Bécquer buscando sentimentalismo añoso si luego descubran otras cosas...
Desde el campo, si hay conexión, escribiré alguna "inspiración". Si veo la corza blanca, avisaré inmediatamente.
Que pases unas feliz paréntesis.
Besos, Pedro, de esta abejita.
Me he separado un poco de Bécquer. Lo tengo atragantado, sorry. Pero admiro su influencia en los grandes poetas del S. XX como Machado y Rubén Darío y reconozco que fue un precursor del romanticismo español como tú muy bien explicas. Besotes colocados y románticos, M.
Últimanente tengo abandonado a Bécquer y alguna cosa más, espero volver a la normalidad poco a poco.
Pedro, en nombre de Juan Carlos y mío, gracias por poner el enlace de la exposición.
Disfruta de las vacaciones, te vendrá bien.
Un abrazo
Disfruta de estos días Pedro, ya llegará la normalidad y a seguir con las lecturas. Un beso enorme
Meu querido amigo, que Agosto te seja a realização daquilo que para ele sonhas, em companhia dos teus.
Um abraço enorme e já com saudades.
Ya estoy de regreso del pequeño descanso.
Finalmente no he conseguido dedicarme a Becquer, me ha pillado con muy pocas ganas, y eso que fui una de las que votó por él. I'm sorry.
Si me animo ya sé que aquí podré encontrar tus entradas y los enlaces a las publicaciones del resto de compañeros.
Respecto a la próxima lectura, Riña de gatos, casualmente la acabo de leer hace un mes. De haberlo sabido me habría esperado.
Es un libro que me ha gustado. Espero acordarme lo suficiente cuando empiece la lectura grupal.
Disfruta de tus vacaciones, que te las tienes bien merecidas.
Un beso
Si algo he aprendido con la lectura de Bécquer, ha sido a separar el argumento.
Gracias Pedro.
Bécquer fue periodista activo en muchos momentos de su vida; por lo tanto, pocos como él para estar al tanto de las novedades literarias que llegaban de Europa.
También a mí me gusta cómo le da ritmo a sus composiciones poéticas, casi siempre huyendo de las rimas consonantes de sus contemporáneos poetas, prefiriendo las estrofas que vienen de la tradición oral andaluza. Sabiendo de la premura con la que se trabaja en las redacciones de los periódicos, pocos que hayan entregado una producción tan ajustada y precisa en la expresión, que en modo alguno se ve ensombrecida por una temática casposa vista a día de hoy.
Gracias por la referencia
De vuelta de un viaje al norte de Italia que deja a todo lo visto empequeñecido.
Con quien verdaderamente estoy aprendiendo es con todos vosotros. Con tus lecciones, con los análisis y comentarios de todos los blogueros, que le dan otras dimensiones a los poemas y a las leyyendas; los ensanchan y profundizan. Resaltan aspectos que yo no veo, por ejemplo, y hacen unas lecturas de los argumentos y de los temas que a mí no se me ocurrirían. Y todo eso los enriquece mucho. Estoy disfrutándolo muchísimo gracias a todos vosotros. Y de Becquer, al que hace muchos años leí sin pena ni gloria, tengo que decir que esta vez sus rimas y leyendas me arroban. Me dejan tan traspuesta como se quedan sus personajes ante la visión de la belleza y de lo sublime :-)))
Exagero un poco pero es casi verdad. Está siendo una lectura muy emocionante.
Disfruta de este agosto, Pedro.
¡Hasta la vuelta!
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