La novela, en el formato en el que apareció a finales de la Edad Media y se desarrolló en los siglos XV y XVI gracias a la imprenta, configuró un nuevo tipo de lector. Aunque sabemos -y se da testimonio de ello en el mismo Quijote-, que había lecturas en voz alta para un público más o menos amplio, la novela nació para ser devorada en la intimidad y en la soledad y, como mucho, compartir después las emociones con otro lector, como hacemos en este mismo blog.
El lector, por lo tanto, ya no está frente a otros: es libre para abandonar la lectura, para seguirla, hacer una pausa o doblar la esquina superior derecha de la hoja. Muchas de las condenas morales que sufrió el género novelístico hasta el siglo XIX venían precisamente por ese lado: nadie controlaba al lector solitario, encerrado en su casa y que soñaba aventuras o revoluciones y sonreía inteligente ante una alusión crítica que el autor dejaba caer aquí o allá.
Por eso, los novelistas comenzaron a ser conscientes del potencial del género de forma inmediata y alimentaban las ensoñaciones, los deseos, la inteligencia o simplemente las ganas de diversión del tipo de lector al que se dirigían. O todo junto, como en el Quijote.
En efecto, los lectores de aquellos años iniciales del XVII no debieron ser indiferentes ante la descripción de Dorotea, llena de alusiones eróticas y referencias plásticas y teatrales que recreaban un tipo de mujer muy atractivo. Muchos se deleitarían soñando con esa joven andaluza. Y Cervantes sabe dar la pausa suficiente al relato para ello.
Un autorretrato quijotesco de El Ente
El Ente, bloguero con garra, participante activo en muchas redes sociales y autor de varios espacios recomendables, amén de buen escritor, ha querido sumarse a la iniciativa de los autorretratos. Y aquí está el suyo, ¿en espejo con las letras al revés?
Recordad que todos podéis haceros uno en el que se os reconozca o no. La única condición es que aparezca un volumen de la obra o estéis en actitud quijotesca. Mandádmelo por correo electrónico para publicarlo.
Noticias de nuestro Quijote
28 comentarios:
jejje no no habia espejo Pedro jejejeje. Una experiencia quijotesca esta del autorretrato jajaja.
GRACIAS AMIGO UN ABRAZO!!!
Sí lo había, a menos que utilices las camisas de tu novia; las prendas de caballero se abrochan a la derecha. Pero examina mi autorretrete con lupa (entrada del 8 de noviembre) ¿lo había o no lo habia? interesante juego quijotesco el de los espejos, pardiéz.
Fernando P. Holmes
Como dije en mi comentario, me encantaron los análisis de FERNANDO PORTILLO, el SR. DE LA VEGA y del ENTE (no me puedo olvidar de nuestro querido PANCHO). Cada uno ha aportado una visión diferente y muy interesante de este capítulo. Voy a leer al SR. DE LA VEGA ipso facto y al resto que tu citas. Besotes, M.
Voy a ver que han escrito el sr.Zorro y Cornelivs que seguro es muy interesante :)
Vi las fotos de Javier, como siempre genial y tambien la buenísima de Manuel, comparando épocas que me encantó, luego intentaré leer a los demás pero no sé cuando, me voy de ronda dominguera .
Se me ha añadido un blog a seguir el mío y entré a curiosear y de verdad que es interesante, creo yo, para nuestra lectura, pero mejor juzga tú, te dejo el link.
pierremenardescribeelquijote.blogspot.com/
Besos y feliz domingo
EL ENTE: o sea, con truco. Un abrazo y gracias por el autorretrato.
FERNANDO PORTILLO: fino observador, Sr. Holmes. Vaya, juego de espejos. Miraremos con lupa, ¿o no llevabas prenda masculina?
MERCHE: espero que te guste. Besos.
DIANNA: te gustará. Que te diviertas en tu salida de domingo. Voy a ver con más calma este blog, que ya vi y creo recordar habernos comentado.
Gracias a todos por vuestros comentarios.
Enlaces para visitar, cada uno de ellos, ya leí uno ... iré a por los otros siguiendo tus consejos...Sin prisas pero sin pausa..
Feliz domingo, Pedro, un beso.
Esto va viento en popa, cada vez más.. creo que la gente se va enganchando, pasaremos por locos...pero el que lo deice es que no lo ha probado...nadie es profesta en su tierra ...o si??? saludos
No soporto que se doblen las esquinas superiores de las páginas, con los marcalibros tan chulos que hay, caramba.
Cara de pillo de El Ente... buena idea ésta de los autorretratos.
Un beso dominguero
SELMA: sin prisas, para disfrutar de todos ellos. ¿Te animas al autorretrato?
MANUEL: cada vez más, en efecto. Deberíamos seguir pensando en algo. ¿Un encuentro al final de la primera parte?
EUPHORBIA: yo tampoco, era sólo un ejemplo el que di en el texto. Hay marcalibros bien hermosos.
El Ente, cara de pillo inteligente, sí señor. Besos.
Pedro, tienes el mío en privado, pero NO PUEDO aparecer , te expliqué los motivos... ;-)
Un beso por tu comprensión....
SELMA: Dale vueltas a la imaginación: no hace falta que se te vea: ¿turbante y sólo ojos, con un ejemplar del Quijote, por ejemplo? Me encantaría...
Las grandes novelas hacen desempolvan las imaginaciones de sus lectores.
Saludos.
Pedroooooooooooo!
A ver... Justamente "esos"... me delatarían...
Re-beso(jo)s
a ver si encuentro un hueco y me hago mi autoretrato...
biquiños.
Ignoraba ese dato, Pedro: cuando la novela dejó la lecturas publicas y se encerró particularmente en todas las casas. Me refiero al potencial del genero novelistico, del que tan bien hablas.
Gracias por la información. Muy interesante.
Un abrazo.
Soy incapaz de descuidar un consejo de Dianna, por lo que si no os importa, os echaré un vistazo de vez en cuando.
Un saludo a todos los que amais a Don Quijote
pepe
GABIPROG: qué acertado pensamiento. Nos empujan para mejorarnos.
SELMA: pues con los ojos cerrados...
ALDABRA: estoy esperándolo con ilusión. Mándamelo cuanto antes.
CORNELIVS: fue un paso muy interesante y de enorme importancia tanto para la literatura como para la recepción de ella.
PEPE: encantado. Y, además, viniendo de Dianna, son inmejorables tus referencias. Aquí te aguardo para que comentes y aportes lo que quieras.
Haciendo cuentas....vamos por el 28, y acaba esta primera parte en el 52...esdecir dentro de 24 semanas estaremos allá por el puente de mayo...no estaría mal....muy bucólica y pastoril la fecha...primavera
MANUEL: buen momento, en efecto. Habrá que pensar algo.
Me parece interesante lo de las lecturas públicas, necesarias en aquel tiempo por el alto porcentaje de gente que no sabía leer. ¿Se sabe algo sobre el ritmo de lectura o los lugares donde se hacía? pancho
PANCHO: pocos, pero hay documentos. Evidentemente, no estamos hablando de lecturas organizadas, sino de algo más improvisado.
Los descendientes de los juglares -hubo un tiempo que ocuparon ese lugar los ciegos- relataban historias en viñetas con aleluyas; también seguían difundiéndose los textos literarios, como los romances, por personajes itinerantes que, además, transmitían noticias de pueblo en pueblo. Pero esto, en efecto, no son lecturas públicas en sentido estricto.
Sabemos -y veremos en el Quijote un ejemplo-, que se hacían lecturas para las familias, para los frailes de conventos -aquí, desde siempre, pero no de novelas-, en pequeñas plazas cuando alguien sabía leer en el entorno. Había, por lo tanto, una difusión real de los textos escritos de forma oral. Como falta poco para llegar a una de esas lecturas en el Quijote, lo dejaremos para entonces.
PEDRO y PANCHO como lo siguen haciendo en Marruecos... Besotes, M.
Hola! me alegro de ponerle cara a El ente y nada más y nada menos que con un libro como el quijote en las manos..Ya he leído lo de cornelivs y me encantó ahora voy a ver lo de Javier a ponerme al día.
Besos
MERCHE: no sólo en Marruecos: la tradición se conserva en los sitios en los que el analfabetismo es muy alto. Besos.
ESTHER: me alegro de que te guste. Besos.
El placer de escribir y leer es el diálogo privado que se establece entre ambos y lo que descubren juntos. Nunca para todos, las mismas letras significan lo mismo... Es algo tan mágico y envolvente que sólo lo aprecian nuestro "yo". Es un juego erótico, estimulativo, placentero al fin y al cabo.. ¡Qué sugerente lo que aportas!
El autorretrato del Ente... a mi me fascina todo lo paranormal :P
BIPOLAR: la lectura tiene esas condiciones, en efecto. El Ente ha quedado muy bien.
He mirado de encontrar alusiones al Quijote o a Cervantes en esta ciudad, y por ahora he encontrado poco, pero se trata de elevar, cuando camino por ella, el nivel de atención.
Hay una calle Cervantes, céntrica hoy, un cine también, casi el único que no son varias salas y casualmente el último al que fuimos antes de la pandemia; uno de los gigantes del Ayuntamiento, que salen en ocasiones contadas, es Don Quijote, aunque creo que hay más personajes del libro; he visto un abanico de Don Quijote y Sancho junto a otros de la Virgen del Pilar o del templo; en tiendas de recuerdos he visto dos figuras diferentes del Quijote, del fabricante Nadal, que probablemente conoces; en un convento cerca de donde vivo Cervantes recogió o no unas cucharillas que ganó en unos juegos florales. Seguro que hay más cosas que iré descubriendo.
Hay aquí, como en tantos lugares españoles, una ciudad romana, otra árabe superpuesta y todavía otra producto de la guerra de Independencia contra Francia, además está la ilustrada, la de la guerra civil, la del desarrollismo, la de las sucesivas llegadas de inmigrantes de la autonomía propia o las más recientes de otros países…
Está, además, la ciudad de la que marché hace más de treinta años y la que se superpone a la que recordaba y que no existe, en buena medida, más que en mi memoria.
Es probable que, aunque Don Quijote no estuviera aquí, haya algún recuerdo.
Un abrazo
ANDANDOS. Ya hay mucho porque también hay quien camina con la mirada quijotesca.
Las ciudades se nos van así, sin darnos cuenta.
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