Esta mañana, junto al autor, la editora Lola Benavides y la coordinadora de la actividad Begoña Orellana, he presentado La ciudad de plata, de Óscar Esquivias (Valladolid, El pasaje de las letras, 2008) en la Feria del libro de Valladolid. Se trata, como en todos los volúmenes de la colección, de una mirada literaria a la ciudad del autor. Por lo tanto, no espere hallar el lector una guía turística, sino la ciudad vista a través del estilo de Esquivias, uno de los mejores narradores españoles actuales.
El paisaje nos hace tanto como nosotros lo hacemos a él. Como bien señala Esquivias en este volumen, las ciudades no están terminadas, sino que se van haciendo con su gente, se van trasformando. Los artistas, a lo largo de la historia, han mirado las ciudades retratándolas, convirtiéndolas en símbolos, rememorándolas. Especialmente fuertes son las ligaduras que nos atan con nuestras viviencias urbanas de infancia y juventud. Es así en el caso de La ciudad de plata. En esta obra vemos al autor pasear por la ciudad y por sí mismo (a pesar de su recato) puesto que sus ojos traducen no sólo el contorno físico de los edificios y los parques, sino las propias vivencias.
El autor ve la ciudad que conoció, en la que han quedado grabadas las huellas de la historia, siempre desde la perspectiva de un joven de barrio que la descubre. Desde el espacio infantil de Gamonal, campo de aprendizaje (este capítulo es uno de los mejores del libro: en él se retrata de forma magistral el cambio producido en estos lugares típicos del desarrollismo de finales del franquismo), se abre hacia el centro, que va descubriendo con los ojos y las sensaciones: la Catedral, las calles, las estatuas.
En La ciudad de plata se retrata a la perfección la esencia histórica de Burgos pero también la de unos años concretos en los que este tipo de ciudades se trasformaba, se modernizaba. Esta obra es el retrato de muchos de los nacidos en los barrios obreros de las ciudades en los años sesenta y setenta: sus emociones, el descubrimiento de los paseos, de los juegos, el cine, la música, los primeros proyectos de madurez.
No hay prisas en la narración, que recorre en pequeños paseos todos y cada uno de los lugares esenciales para sentir esta ciudad y comprenderla: desde la infancia hasta los cementerios, desde los momentos claves de su historia hasta la cotidianidad del día a día, desde las piedras más firmes hasta lo invisible que desvela mejor las sensaciones que sentimos al andar por sus calles.
16 comentarios:
PILAR, traeme todos los libros de Oscar Esquivias cuando vengas a Ibiza. ¡Tengo que leer a este hombre! (es un encargo. Te los pagaré). Besotes, M.
Hummm a ver si lo compro... apenas conocí una pequeña parte de Burgos pero tengo que decir que me encantó, de eso hace ya 22 años.
Será una gozada recorrerla de nuevo de la mano de Esquivias.
Con respecto al Quijote, no agobias, no hace falta, ya me agobio yo solita :)
Besos maestro^^
Gracias por la esperada disección literaria. Lo esperaba con fruición, tanta, como la que tengo por leer el libro.
Preciosas palbras las que dedicas al libro.
me ha gustado leerte.
Abrazos de mar.
Lola
Ya sabes, Pedro, mi admiración por Óscar Esquivias, el 23 de abril me autoregalé dicho libro.
Y me relaja, me identifica...
Sólo me queda conocer a Óscar para poder decirle en persona, mi admiración hacia él desde que le descubrí en "Suelo bendito".
Espero que se pase este año por la Feria del Libro de Burgos, haré cola y me llevaré todos mis libros para que me los firme.
Coincido contigo en esa sensación de que no hay prisas en la narración.
Desde aquí, gracias Óscar y por supuesto también al Señor Ayerbe.
Ayer mismo me hice con el libro. Fántasticos textos y fantásticas fotografías, un libro de lo más evocador, lleno de lírica pero nada ñoño y lleno de emociones , por reconocernos en él, para cualquier burgalés.
!Felicidades a Óscar esquivias por este nuevo regalo!
Me declaro ignorante del contenido de la obra de este autor.
recuerdo que me recomedaste a este escritor, pero no existe en la isla.. a ver si veo como pedirmelo por internet.
las ciudades crecen y envejecen, cambian, se transforman, pero nunca permanecen impasibles al tiempo. como nosotros.
saludos pedro.
MERCHE: mensaje trasmitido. Besos.
DIANNA: será una excelente compañía para revisitar Burgos. No esperes una guía turística. Besos.
BLOGOCHENTA: un placer.
LOLA: Abrazos. Gracias por pasarte por aquí.
PILAR: Quizá a principios del próximo curso lo lleve por la UBU y podrás conocerlo.
NOVENTERA: En efecto.
BIPOLAR: ya sabes cómo se compensa la ignorancia. Besos.
METIS: No te arrepentirás. Somos partes de esas ciudades. Saludos.
Gracias a todos por vuestros comentarios.
Yo no había oído hablar de Esquívias hasta que me metí en este blog. El viernes pasé por el Abacus a celebrar mi día del libro atrasado y entre todo lo que me llevé (demasiado) encontré "Inquietud en el paraíso". Era el único que había así que acabó en el saco. Lo que no sé es cuando lo leeré porque el ritmo de adquisiciones lleva tiempo siendo superior al ritmo de lectura. Todo se andará.
Las ciudades se conocen paseando, contemplando y,si es posible, portando un libro que desemenuce la historia, anécdotas y leyendas de cada rincón. Yo lo he hecho con mi ciudad, eludiendo guías turísticas tradicionales, y he aprendido a estimar en más lo que hay a mi alrededor. Cuando regrese a Burgos (ciudad que he visitado varias veces, todas con gusto) iré con el libro que recomiendas.
No conocía a este escritor. Gracias por acercárnoslo.
Hola Pedro. Normalmente no participo en tu blog (hay un ritmo muy exigente y uno no tiene el tiempo que quisiera). Creo que ésta es mi segunda participación. Pero estoy al tanto de tus entradas. A leer ésta me has revivido algo que yo he escrito y publicado sobre situaciones que se viven en la ciudad; sobre esas experiencias que compartimos todos los días y con las que vamos llenado la vida. "Esas sensaciones que sentimos al andar por sus calles", dices tú, y que yo enmarco en "la calle de la vida". Me has animado y he subido un pequeño fragmento del libro a mi blog. Así que si te animas a darte una vuelta... Para mí sería una satisfacción. Gracias.
Un saludo.
EUPHORBIA: espero que te guste. Ya nos contarás.
CECILIA: no te vas a arrepentir.
BEA: merece la pena, léelo.
NOME DIGAS: estupendo. Allá voy.
no sé
BIPOLAR: en este caso, leyendo.
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