Todo tiene su afán y siempre llega
la cosecha feroz que lo sopesa.
Una vida se mide en lo que cabe
entre las manos juntas con ternura
de un niño que te guarda como al pájaro
que se cayó del nido. Poco más
es lo que eres, conviene no olvidarlo
cuando vengan las nieblas de noviembre.
© Pedro Ojeda Escudero, 2023
13 comentarios:
Esperemos que lleguen la nieblas de noviembre del año que viene.
Poco más ya es mucho, porque somos menos de lo que nos pensamos, pero vivamos en su justo y aparente punto; al fin y al cabo pertenecemos al cuerpo que nos hace llamarnos luego ser.
En la mano del niño cabe un mundo.
Seguramente el mundo es un conjunto de insignificancias, que esto es lo que somos.
Saludos
Peor que las nieblas de noviembre, las del alma...
Na criança , está o mundo inteiro ...
Querido amigo, alegres festividades e um Natal de paz em companhia dos teus!
Dulce abrazo.
La verdad que sí, conviene no olvidarlo.
Un fuerte abrazo, Pedro.
Y suficiente para cada día es su propio afán...
Pienso que, en cada paso que damos, la vida adquiere dimensiones varias, aunque a veces la niebla que dices nos dificulta percibirlas claramente...
Ahora andamos con las nieblas de diciembre que a los que nos gusta el calor porque no soportamos bien el frío nos hace ver cuán frágiles somos...
Lo dicho: "Conviene no olvidarlo"
Saludos,
J.
Conviene no olvidar tantas cosas... Ser consciente de tantas otras.
Un abrazo en este frío que no es tan frío este año.
De la vida vale la pena poco. Por eso hay que cuidarlo, disfrutarlo, sentirlo.
Siempre recuerdo el día en que me arrasé las manos con un brote de ortigas, tenía unos cuatro o cinco años y no conocía ese efecto de la planta. Curiosamente nunca me han desagradado las ortigas... Es verdad en el campo y regreso a un tiempo feliz de mi vida, no es poco regalo el que me hacen.
Que tengas un feliz 2024, amigo Pedro. Cuídate.
El tiempo no se detiene, pero a veces, hasta podemos atraparlo en ese instante y guardarlo "cuando vengan las nieblas de noviembre".
Besos
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