Tiene mala fama el sol de enero. De poco duradero, mentiroso y lleno de trampas, pero en la solana da gusto estar hasta que se pone. Rebuscando, he encontrado esta fotografía que tomé un mes de enero de hace muchos años, en Granada. De pronto, me he visto caminar junto al Darro. Siempre he pensado que esta calle explica mejor la ciudad que la Alhambra. Siempre he pensado que cualquier calle antigua define mejor una ciudad que sus monumentos.
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Ha salido una luna grande e inverniza. Esta noche helará. Mañana tocará rascar los corazones.
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En la sierra, el sol de enero calienta las peñas que sobresalen de la nieve. El calor derrite la que está pegada a la roca y allí se forma un hueco. Si metes la mano en él te la morderá el vacío y las gotas de sangre correrán en hilillos, empapando el subsuelo hasta los manantiales. El Cuerpo de Hombre se teñirá de rojo y al mirarlo desde los puentes sabrás que ha comenzado la primavera. Arriba, en la montaña, junto a la peña habrán florecido antes los brezos.
9 comentarios:
Enero en sí es traicionero, no sólo su sol; el invierno es traicionero por naturaleza. Y aburrido, mucho.
Mil veces mejor la primavera, ¡dónde va a parar!.
Bonita foto del Paseo de los Tristes de Granada, una ciudad PRECIOSA, sí con mayúsculas. Me enamoró. Y volveré sin duda.
Cuídate de estos fríos tan feos. Un beso.
Por aquí hoy el sol ni traicionero, bruma y lluvia menudita, así que esa foto de La Carrera del Darro ha llevado también a otro tiempo;la última vez que paseé por allí fue casi a finales de octubre y hacía tanto sol por Granada que por esos días hasta bajé a la costa un par de veces a bañarme.
Suena muy bien ese anuncio de la primavera en El Cuerpo del Hombre, es muy curioso el nombre del río.
Un abrazo.
Esta primavera ojalá sea mejor que este invierno.
Besos.
Cuando he visto la foto, me he dicho, esta calle la conozco, claro, la Acera de Darro, uno de los lugares más fríos de la ciudad, es en la plaza que hay al principio, Plaza Nueva, donde las temperaturas bajan varios grados con relación a cualquier lugar de la capital, no será la primera vez que la fuente aparece con carámbanos de hielo.
Ayer escuché que la luna de esta noche pasada se le da el nombre de "luna de lobos", bonito.
Para conocer las ciudades tenemos que huir de las calles céntricas, atiborradas de franquicias, uniformadas. Aunque cada vez quedan menos calles viejas y corres el riesgo de encontrarlas tuneadas.
En tu foto de Granada se oyen los suspiros de García Lorca.
Gosto muitissimo da tua foto.
Alhambra é um deslumbramento e a herança moura que a Ibéria tem apaixona-me.
Besos, querido amigo :)
Las calles -ciertas calles- son más monumentos que los monumentos. Pues en ellas se rinde culto al paseante y al que trajina.
¡Qué bella es Granada! En cuanto a Enero no le tengo mucha estima, me quedo con la primavera. 😉
Nunca me ha gustado tan poco este mes de enero y en general este invierno del nunca acabar. Menos mal que durante unas horas en la mañana y otras pocas en la tarde, luce el sol de enero que algo calienta.
Las calles solitarias, sean en pueblos o ciudades, siempre me parecen fascinantes, verlas y pasearlas. Con las lunas de enero, son espectaculares.
Este año, deseo más que nunca, que venga la primavera.
Besos
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