Según parece, la rosa de Siria es de China y en Corea del Sur la consideran la flor nacional. Cuenta la leyenda que llegó a Siria porque un jardinero de Damasco se enamoró de la esposa de su amo, uno de los señores de la guerra más importantes de aquel momento, y buscó entre las especies exóticas orientales la planta con la flor más bella para que la disfrutara. La flor se abre de noche y no suele durar más de un día, pero su abundante floración procura el continuo espectáculo malva de la belleza durante meses. Cada día, al amanecer, aquella mujer se asomaba al jardín y veía flores nuevas: la ofrenda de amor diaria de aquel jardinero que se contentaba con contemplar el reflejo de la flor en los ojos de la mujer.
En Damasco la encontraron los ingleses cuando liberaron Siria del imperio Otomano y se la llevaron a su tierra, pensando que era una planta delicada que no resistía el frío, pero el hibisco demostró su capacidad de adaptación y resistencia. Florece igual entre las dunas del desierto y en la húmeda y fría campiña británica.
Hoy su condición es adornar las calles de la ciudad, como esta de Burgos. Me hubiera gustado que la hubieras disfrutado conmigo, pero camino debajo de la flor de estos altos arbustos camino de clase, solo y triste, sin el consuelo del jardinero sirio. Observo durante un tiempo su delicadeza malva, tan elegante y efímera, mientras la gente pasa.
¡Qué bonito!
ResponderEliminarFlor delicada que necesita muchos cuidados en un mundo que va muy rápido.
ResponderEliminarEl jardinero es muy sabio, además de enamorado.
ResponderEliminarLos paseantes reparamos poco en flores así, como si estuvieran ahí desde el principio de los siglos.
Una mirada al reflejo verde de la flor y a clase...Buen día.
Tras leer tu texto tan sensible, casi siento su aroma. Gracias por el regalo
ResponderEliminarAl Hibisco,Que me encanta, lo conocía como rosa china. No sabía de esta leyenda ¿Qué tan cierta será?
ResponderEliminarBesos
No sabía que estas flores que crecen por muchos lugares, yo las he visto hasta en algún cementerio, tuviesen ese nombre, leyenda y su camino hasta nosotros y que a ti te lleva en su contemplación a la soledad y la tristeza en el transcurrir del tiempo mientras paseas.
ResponderEliminarA veces también necesitamos sentir y vivir nuestras penas de esas ausencias que dejaron tanto vacío.
Besos