Es un nogal hermoso, elegante. No en vano el nombre de la especie: Juglans regia. Juglans, fruto de Júpiter, el dios romano; regia, real, propio de los reyes. Este ejemplar solitario pide que lo admiremos, al pie del camino, junto a la acequia. Esta acequia que era la madre de la mía, ya desaparecida. En unos días, ya estarán maduras las nueces. Las ramas se presentan cargadas de frutos. Detengo mi paseo y me quedo un tiempo mirándolo, pensando en que a principios de la primavera eran solo promesa en flor. En unos días, se caerán del árbol y me agacharé a recoger una y abrirla allí mismo para comprobar si la semilla ya puede comerse. Me agacharé, digo, como si mi existencia tuviera más certeza que la de estas nueces, que cumplirán su ciclo. Como si solo el deseo de recogerlas del suelo me pudiera mantener con vida.
ResponderEliminarEs la promesa del fruto..
es la promesa de la vida.
Un gusto leerte Pedro,
beso,
Ali
En la infancia probábamos. Probar las nueces aún verdes era como comer los pacharanes ácidos. Se trataba de probar. Medíamos la distancia que hay entre dos estados de un cuerpo, en este caso un fruto. Y nuestra capacidad de aceptación. Así fuimos distinguiendo de lo que no estaba maduro de un estadio posterior ya comestible. El símil podría servir para el resto de relaciones humanas, cuyo tiempo de comprobación era más largo, y dura todavía en muchos casos. Salud y a por las nueces en cuanto se presten a su sazón, digamos.
ResponderEliminarEl apego, versificado en prosa.
ResponderEliminarBuenos dias.
Besos.😄
Pequeñas cosas que son grandes cosas nos mantienen con vida. Hermoso fruto. No conocía el regio nombre del nogal.
ResponderEliminarEs una delicia poder ver la evolución de un fruto desde que comienzan a surgir en el árbol, hasta que puedes recogerlo del suelo, eso no lo puede hacer solo unos pocos elegidos, los demás se conforman comprándolo en la tienda.
ResponderEliminarSaludos
La vida es como un fruto, quizás, llega a punto justo cuando se dispone a caer del árbol... Me quedo pensando. Un abrazo
ResponderEliminarA vida é assim também : aparece, cresce e acaba seja como for...
ResponderEliminarTe abraço, querido amigo, bom fim de semana
Hemos cogido moras, no para hacer mermelada, sino solo por el placer de comerlas allí mismo, mientras hablábamos de que siempre había moras allí. Me he acordado de ti, estando por estas altitudes.
ResponderEliminarUn abrazo
Por mi tierra, ni una nuez, ni un almendro ha dado sus frutos de otoño. Se los llevó todos las heladas de finales del invierno. No hay cosecha en este año y sí, da tristeza mirar los árboles solo con sus hojas. Aún tenemos la vendimia, pero también el pedrisco hizo sus estragos interrumpiendo sus ciclos.
ResponderEliminarBesos