A los años hay que verlos por el envés.
El año pasado ha sido especialmente complicado para mí, como si estuviera jugando en un tablero inestable, en el que nadie tuviera conocimiento del número y posición de los escaques porque estos cambiaran caprichosamente. La vida, en suma, se me ha convertido en incertidumbre diaria y no estoy seguro de haber podido afrontarla con éxito en todo momento. En algunas ocasiones he tirado hacia adelante como he podido. Llegué al fin de año boqueando. Reconozco que el año pasado se me ha hecho especialmente largo y que este me ha comenzado en estado de desorientación y agotamiento. Sé que nuestro calendario es una medida convencional ajustada a los movimientos del planeta: un tanto de razón para organizar este azar que es la vida y tener previsto cuándo abonar, cuándo sembrar, cuándo llega la cosecha. Cuándo toca el tiempo de barbecho. Cuándo la tierra se hace cobertor y nos acoge.
El final del año ha venido envuelto en nieblas. Entre ellas he andado como quien no sabe posar el pie en tierra firme.
Acabo de recibir la terrible noticia del fallecimiento de una amiga. Una persona de la que no conozco que haya hecho daño a nadie nunca, ni a los que tanto le hicieron a ella. En todo momento dispuesta a hacer un favor, incluso a los que no podía considerar amigos. Las circunstancias de la vida nos separaron en los últimos tiempos. Siempre la tenía presente, imposible no hacerlo porque a diario toco objetos que ella me regaló. Muy atenta, todos sus obsequios de cumpleaños tenían una finalidad práctica. Se ha ido en silencio, sin molestar, como ella era.
¿Por qué no nos ponemos en contacto más con la gente a la que apreciamos? ¿Qué locura de vida es esta, qué vértigo, qué egoísmo nos impide dedicar cada día unos minutos a los que tanto han sido en nuestras vidas?
No empieza bien tampoco este año: me enseña el envés antes que el haz, quizá porque su cara real sea esta, fea, triste y dolorosa.
Acabamos de empezar el años, no seas cenizo, piensa en positivo, ya tendrás tiempo de cagarte en la madre que parió.
ResponderEliminarSaludos
Amigo, lo siento y comprendo tu desazón. Pasan los días y vamos encontrando escollos que siempre tenemos que sortear y salir adelante, no nos queda otro remedio, seguimos, quizás utilizamos la esperanza como paliativo, sí, pero también ayuda. Confío mucho en las relaciones con los amigos, en tejer vínculos que nos ayuden a comprender y a apreciar la bondad y la belleza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Francesc Cornadó
Vivimos en el haz y en el envés, con los años la cara áspera se muestra más cruel y burlona. Los mazazos nos hunden pero no hay otra que dar la vuelta a la hoja. Un abrazo muy fuerte, Pedro.
ResponderEliminarUn abrazo, Pedro
ResponderEliminarLas penas vienen solas, las alegrías hay que buscarlas. Lo he vuelto a oír hoy y viene bien recordarlo.
ResponderEliminarNo siempre hay que salir airoso, salir, tirar para adelante, ya es un logro destacable.
Esa misma sensación me corroe a veces. No disfrutar más de quienes se lo merecen, no mantener puentes más cercanos, o reconocer o devolver sus favores. Disputamos y relegamos el tiempo, nos perdemos a las personas. Y hay que digerir las pérdidas,que son nuestras pérdidas.
ResponderEliminarMi querido Pedro:No tengo palabras para hacerte un comentario por este medio que, aunque no nos veamos, nos mantiene unidos.
ResponderEliminarAquí nos conocimos y aquí seguimos en nuestra amistad.
En cuanto a las personas que nos van dejando dolor, es la ley de la vida, aunque hay días que la niebla nos inunda,pero poco a poco, se va pasando para volver a lucir el sol. El tiempo que nunca se detiene, sigue su curso.
Un fuerte abrazo.
Comprendo el sentido de tu post, y lo comparto.
ResponderEliminarHay acontecimientos que dejan una huella perdurable en el animo y en el corazon, y la memoria del corazón (que tambien hay que cuidarla) conviene escucharla y hacerle caso, para tener contacto con las personas a las que aprecias, como bien dices. No olvido aquella velada Quijotesca en Ibeas de Juarros, con tanta gente maravillosa que nos juntamos alli.
Un abrazo fuerte, Pedro, para ti y para todos, y feliz año nuevo.
Querido Pedro, como me doem as tuas palavras e como lamento teres passado uma mau ano e ter sido assim o início de 2o2o...
ResponderEliminarTe abraço forte com carinho e solidariedade!
La vida es elegir y a veces eliges de pena. Te centras en cosas que te parecen importantes y luego te das cuenta que la importancia estaba en otras. Cuando los que estaban a nuestro lado desaparecen, te llenas de remordimientos.
ResponderEliminarTanteamos y nos equivocamos, pero la vida no es otra cosa.
Te deseo un muy buen año y que salga la luz a recibirte.
Un abrazo
Me sumo a tu dolor en la pérdida de tu amiga. No hay nada perdido todavía tenemos un montón de meses por delante para disfrutar de la vida y de las personas que queremos y nos importan, nunca es tarde.
ResponderEliminarTe deseo un 2020 lleno de luz, magia y cosas bellas.
Un abrazo enorme.
Te acompaño en el sentimiento de dolor por la partida de tu amiga.
ResponderEliminarEspero que este año sea mejor para ti y puedas balancear el tiempo de manera más eficaz priorizando lo que de verdad te importa. También deseo que sigas rodeado de todos tus seres queridos son importar dónde se encuentren fisicamente. Y que tengas mucha salud y energia sabiendo cuando parar para poder conservarlas.
Besos y abrazos, desde la Patagonia argentina a la que ojalá puedan Mayca y tú venir a visitar algún dia.
Estimado Pedro, tuve la suerte de poder conocerte personalmente, el pasado mes de Noviembre 2019. Me impactó tu personalidad, de un gran carácter y enorme jovialidad. Lamento la perdida de esa persona querida; pero no dejes que sucesos tan tristes, te anuelen . En esta sociedad necesitamos personas como tú. Feliz Año 2020 .
ResponderEliminarEntre niebla andamos y por mucho que andemos no conseguimos hacernos más expertos. No por nosotros saldrá el sol y no se borrará el dolor ni la rabia, pero al menos podremos calentarnos un poco las manos. Y si no las calentaremos con nuestro propio aliento.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Mi sobrino de 22 años murió en accidente estás navidades. Intentamos cuidar a los padres y a su hermano.
ResponderEliminarTodo muy triste.
Un abrazo
Buenas noches, Pedro. He conocido tu blog,a través de Cervantes. Pienso que es imposible empezar mejor una relación. He estado leyendo tus más que interesantes comentarios al Quijote. Si te sirve de algo, decirte que tu blog me ha servido de mucho. Espero que tu vida vuelva a tomar su rumbo. Los buenos marineros se conocen en la tormenta. Siento lo de tu amiga. Un abrazo desde el sur
ResponderEliminarTe entiendo, Pedro.
ResponderEliminar2019 fue funesto también para mí. Tres pilares me dejaron noqueada y tambale-ándome...
No soy de consejos. No sé de auto-ayudas.
Qué tal si le seguimos al refranero y a la tradición oral... ¿"A Dios rogando y con el mazo dando" mientras "Nos amanece, que no es poco" ?
Te dejo un beso y lo poco que tengo.
;)
Feliz entrada en año, Pedro. Con todo mi cariño, te lo deseo.
Aunque caigan chuzos de punta (yo siempre voy con el paraguas abierto por si...), ¡p'alante, Pedro!
ResponderEliminarLas sombras forman parte de nuestras luces, aveces más persistentes que estas últimas Pero, como decía mi amama, sabia refranera. siempre que llueve, escampa (yo también ando en querer creérmelo...)
Un superabrazo!
;)
Por qué, preguntas. Tal vez porque la novedad es la publicidad de nuestras vidas y nos vence.
ResponderEliminarUn abrazo
Siento lo de tu amiga...
ResponderEliminarEspero que a fecha de hoy todo esté bien en tu vida y hayas recuperado plenamente las fuerzas para seguir adelante en esta aventura que es vivir... a veces surgen situaciones que nos descolocan, cada cual las llevamos a nuestra manera dentro de nuestras posibilidades y circunstancias... a veces nos venimos abajo... no sé qué decirte, tan sólo desearte lo mejor de lo mejor a ti y a los tuyos ahora y siempre...
Abrazo grande.