Déjame acompañarte cuando el sol
camine hacia el ocaso, ese momento
de la brisa más fría, cuando pide
la piel el dulce abrazo de otro cuerpo.
En gradación de rojos sobre el agua esmeralda
del Guadiana, muy cerca ya del beso
último con el mar, se afana el día
en irse, hermoso y lento.
Te abrazo, busco el rizo
de tu cuello.
Como el río, también
te beso.
© Pedro Ojeda Escudero, 2019
Todo fluye: el día que se afana, la palabra, el amor, las aguas del Guadiana, la brisa...
ResponderEliminarBuen poema, amigo mío, te felicito.
Francesc Cornadó
Yo sonrio y el mundo sonríe
ResponderEliminarsi regaláramos una sonrisa e hiciéramos sonreír a varios, el dia se transformaría en casi perfecto todo depende de nosotros . Abrazos desde el mar de Miami
Romántica escena poetizada con fondo de puesta de sol reflejada en el agua... y ese beso que aproxima sentimientos...
ResponderEliminarAbrazo
Como el río fluye,
ResponderEliminarfluye el verso,
y el beso...
:)
Besos, Pedro.
Naturaleza y alma, somos lo que sentimos.
ResponderEliminarEl ocaso puede esperar.
ResponderEliminarEl soleado ocaso que es tan escaso en este lluvioso invierno.
ResponderEliminarMaravilloso como siempre tu retrato interior.
ResponderEliminarUn abrazo.
Con el tiempo aprendemos que el atardecer con toda su belleza y su emoción es solo el pretexto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Déjame mirarte,
ResponderEliminartodo el tiempo
mientras te vas.
Besos
¡Qué mejor acompañamiento que ese, lento, de beso en el rizo del cuello, de miradas parejas y casi eternas...!
ResponderEliminar¡Destila tanta paz este texto!
Un beso de amiga, caballero.
;)
Que la luz de la esperanza no se deje ensombrecer con el ocaso...
ResponderEliminarBuen poema, Pedro
Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo
Sensibilidad sin azúcar. Una imagen perfecta. Buen poema.
ResponderEliminarSalud,
Anna
Que ese río deje en tus orillas mi abrazo, Pedro. Feliz Año Nuevo.
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