lunes, 9 de junio de 2008

Líneas de fuga.


El desistimiento es una tentación permanente. En política, se convirtió en un ariete en la lucha de los liberales progresistas para denunciar su apartamiento del juego político durante los últimos años del reinado de Isabel II. El desistimiento, adoptado como lucha civil para que se haga más evidente la injusticia de una situación, puede parecerse mucho a la resistencia pasiva de Gandhi.
Sin embargo, hay otro tipo de desistimiento más personal, que nos viene, a veces, de las tripas y que no tiene esa altura de miras. Todos hemos sentido la tentación de huir, de dejarlo todo porque la vida nos ha desbordado. Muchos ni siquiera consiguen luchar un solo día. Otros, en un momento de la batalla de lo cotidiano, se ven desarbolados. No todos podemos ser héroes y una voz nos grita: hasta aquí has llegado. Cada uno se reconoce en esos momentos, sabe qué siente y cómo, lo único que espera ya, es que pase el tren adecuado que lo lleve lejos de todo.
Se reconoce a esas personas por su tristeza: el que ha desistido una vez lo hará más veces. No son más que supervivientes de sí mismos, gente derrotada que huye de los conflictos, que reniega de la lucha diaria. Algunos de ellos, sin embargo, solo buscan una oportunidad en la que puedan recuperarse. Aunque cueste. Es curioso: de los derrotados por la vida pueden salir los que suelen llegar más lejos, aunque parezca contradictorio. Quizá porque ya no tienen nada que perder y en un momento necesitan salir de su huida. Igual que encontraron el tren que los alejara, pueden, un día, hallar la estación adecuada en la que apearse.

32 comentarios:

  1. Desistir? Nunca! Pelo menos,para mim é ímpossível.
    Feliz semana, Pedro meu.

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué dulce es el sueño de la fuga! Asomar la cabeza al final de la galería y respirar el aire libre. Abandonarlo todo y empezar de nuevo, ser autores ante la página en blanco¡Y qué valor se necesita para semejante cobardía!
    Pero el problema de la huída estriba en cómo saber cuándo ya estás lo bastante lejos. Porque cuando menos te lo esperas pisas el charco de la estación y ves tu carrera reflejada, idéntica en ambos sentidos. Los estratos de las traviesas, tan traviesas, te susurran que la huida no ha de ser hacia adelante, sino hacia lo profundo. Equivocaste la dirección de la galería.

    Magnífica foto, Pedro, que se recorre en tantas direcciones.

    ResponderEliminar
  3. yo me he sentido así, a veces, tras una derrota de mi equipo, el Atleti. mmmmm, pero me dura poco. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. me haces pensar, creo que te equivocas, pero dudo...
    un saludo

    ResponderEliminar
  5. Ya sabes que tengo tendencia a mirarme los trenes pero nunca subo a ellos, el huir de todo se convierte en un deseo imposible que siempre parece que está ahí como una oportunidad pero que no es cierta: a los problemas hay que enfrentarse para buscar la manera de que desaparezcan de verdad y no se enquisten, aunque muchas veces enfrentarse tampoco sirve de nada, pero al menos hay que intentarlo, ¿no?
    Un beso

    ResponderEliminar
  6. Nunca hay que dejarse vencer por la derrota porque, como dices, uno puede salir más reforzado y lograr grandes metas (El Quijote es un ejemplo...) Besotes, M.
    P.D. Estaré fuera unos dias. Espero llegar a tiempo para la cita con El Quijote.

    ResponderEliminar
  7. Hola Pedro, buenos días.
    Nada de tirar la toalla aunque a veces pensemos que es lo más adecuado en un determinado momento. Así me sentí la semana pasada en el trabajo como bien leiste en una de las entradas que publiqué, pero este fin de semana decidí que no vale la pena lamentarse. Que es una injusticia lo que quieren hacernos, eso ya se sabe, pero ellos (los jefes) lo van a lamentar. El tener a la plantilla descontenta es lo que tiene, que no te preocupas porque el trabajo salga adelante en un momento dado, te limitas a cumplir con tus 9 horas y ya está. Lo que no se haga hoy para mañana queda.
    Aunque las cosas no vayan bien siempre hay que sacar el lado positivo.
    Un besote y que pases un estupendo día.

    ResponderEliminar
  8. A veces, entre esos supervivientes de sí mismos, encuentras gente maravillosa, que solo esperaban un pequeño empujón, una motivación, o simplemente que alguien confie en ellos plenamente. Besos Isabel.

    ResponderEliminar
  9. Ostras¡¡ soy un triste , entonces...
    soy un desistido tambien?
    yo pensaba que luchaba pero a lo mejor sólo es un espejismo, y hablo totalmente en serio , despuesd e leerte macho ya no se si lo que hago es luchar o sobrevivir, nada , dejo de leerte eres dañino

    saludos brujos¡¡¡
    evidentemente mi ultima declaracion de intenciones es una coña mañanera¡

    ResponderEliminar
  10. Es curioso, no se me había ocurrido pensar que los que desisten tienen más posibilidades de llegar más lejos. Voy a probar a desistir en la próxima, a ver qué ocurre... :)
    No. Como dijo el escorpión, ya sabes, es mi carácter. Me parece que ni con la perspectiva de llegar muy lejos conseguiré desistir... (y mejor lo hacía, y así me evitaba estar como estoy, arggghhhh....)

    ResponderEliminar
  11. El burro se acostumbra a los palos y es capaz de andar por el borde del precipicio

    ResponderEliminar
  12. No deberíamos plantear grandes batallas, sino combatir en guerrillas. Así nuestras derrotas sólo durarán un sólo día.

    ResponderEliminar
  13. Todo consiste en no desesperar durante la espera, en ser pacientes y permanecer vigilantes para no desaprovechar la ocasión cuando ésta se presente: seguro que surgirá cuando menos lo esperemos.

    Tengo a “Esta noche, la libertad” de Dominique Lapierre y Larry Collins sobre la Independencia de la India y la lucha pacífica de Ghandi, como una de las obras que más me impactó en su día; de los pocos libros que he vuelto a releer después. Recomendable.

    Sobre el enlace de la reina Isabel II, (¡vaya colección de amantes! y éstos que se sepa). pancho

    ResponderEliminar
  14. SAO: no, no va con tu carácter. Y me alegro. Feliz semana también para ti.

    XUANRATA: en efecto, la huida sólo puede ser hacia lo más dentro.

    FERNANDO: esas derrotas s curan en la siguiente victoria...

    TEQUILA: La duda es el inicio de todo pensamiento adecuado. Saludos.

    EUPHORBIA: a los problemas hay que enfrentarse, en efecto, porque si no, siempre los llevamos encima. Un beso.

    MERCHE: puedes dejarte vencer, pero sólo para plantear la nueva batalla. Besos. Buen viaje.

    DESPLAZADOS: Leí tu entrada: tenías razón en tu denuncia, me alegro de que sigas luchando. Un beso.

    ISABEL: en efecto, entre los supervivientes hay muchos que podrían triunfar. De eso iba esta entranda, que prepara la de hoy. Besos.

    CUENTOSBRUJOS: a veces sobrevivir es una lucha más dura que la batalla. Saludos.

    BRUJAROJA: No desistas, a no ser para preparar la siguiente batalla desde otro ángulo.

    BIPOLAR: pero el burro lo hace con inconsciencia y mansedumbre, hasta que le sale el carácter obstinado.

    JUAN LUIS: ¡¡magnífica forma de verlo!! A la guerra de guerrillas, entonces.

    PANCHO: la paciencia es la clave de las mejores victorias: los héroes suelen morir, los pacientes consiguen victorias permanentes. Isabel II era así, Valle-Inclán la llamó "la reina oronda, redonda y cachonda". Pues eso.

    Gracias a todos por vuestros comentarios.

    ResponderEliminar
  15. STEVE: bienvenido a La Acequia, en la que espero verte en próximas ocasiones. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  16. Desistir es una opción, como también la de resistir, la de avanzar. La suerte que tenemos los que nos ha tocado vivir en la cara buena del mundo es que aún podemos permitirnos tener opciones y desesperarnos.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  17. Manuel de Pedrolo en su novela Domicili Provisional, habla del desistimiento como arma de lucha. No feu res, quedeu-vos tots a casa.
    Yo veo el desistimiento como una parada en la que ya ni tienes ganas de huir. Porque huir presupone una acción, además el tren que te lleve llegará, tarde o temprano a una estació término.
    Desistir es, para mi, vegetar, sin ningún interés por nada ni por nadie, encerrado en su propia concha como un caracol o una tortuga.
    El post de ayer me dejó anonadada y el de hoy me ha dejado sorprendida.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  18. Si el tren no para , me subo en marcha, no pienso quedarme mirando, no puedo... pintaré una escalera que me acerque y aupa!!

    Mi instinto de supervivencia es muy fuerte, lo siento por los que no lo ven así, lo siento mucho :(

    Besos y fuerza, para el que lo necesite.^^

    Pd: Tengo problemas con el pc, me esta atacando los nervios, si aparezco y desaparezco , tipo fantasma , es por eso :P

    ResponderEliminar
  19. Supervivientes de si mismos....

    ¡Que profundidad tiene eso, pardiez!

    ResponderEliminar
  20. soy de las que dicen: NO TE DES VENCIDO AUN VENCIDO"....aunque muchas veces por dos milimetros estamos en el desborde abismal de mandar todo al demonio...ese esl momento clave ...el ideal y sacar las garras y defendernos como leones heridos y resurgir...de sacar esa fortaleza casudirlña de la tierra y poderla a fincionar....
    bueno quizas son solo tontadas mias.....
    un beso enormote para ti!

    ResponderEliminar
  21. "Quizá porque ya no tienen nada que perder y en un momento necesitan salir de su huida. Igual que encontraron el tren que los alejara, pueden, un día, hallar la estación adecuada en la que apearse."

    Estoy totalmente de acuerdo, Pedro. Cuando uno no tiene nada que perder... arriesga. Y a veces gana. A veces...

    ResponderEliminar
  22. É verdade. Às vezes a luta é tão difícil que a pessoa cansa.Mas, como diz o poeta, lutar é viver.

    ResponderEliminar
  23. Una foto magnífica, prueba de que te acercas lo suficiente.
    Por mucho que huyas, tu mismo estas siempre presente.

    ResponderEliminar
  24. BEGOYRAFA: es absolutamente cierto: podemos optar y desistir. Otros ni eso. Un abrazo.

    ANTÒNIA: quizá no supe explicarme: doy una segunda opción a aquellos que, un día, dejaron de luchar.

    DIANNA: en tu instinto está tu fuerza.

    DARGOR: me alegro de que te guste.

    SAUVIGNONA: esos dos milímetros, caminar por el filo de la hoja es en donde está la frontera. Un beso.

    FUSA: al menos, llega un momento en el que te recuperas y arriesgas.

    MAGUI: luchar es vivir. No hay segunda opción.

    JAVIER: Gracias, tú me empujaste.

    ResponderEliminar
  25. No existe sensación más exquisita que la esperanza de libertad... el anhelo de que cuando aquel tren se detenga, podrás por fin ser libre... Desafortunadamente, existen cadenas que no se rompen, ni aún con la distancia.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  26. PATRICIA: pero nunca hay que dejar de intentarlo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  27. Un texto hermoso lleno de esperanza.

    Hoy me conmovió mucho una noticia y llevo todo el día pensando en ella. Una chiquilla de 21 años se sucicidó ayer a última hora de la tarde tirándose desde un puente a la carretera, cerca de mi casa. Se ve que estaba desbordada, que le costaba tanto vivir que prefirió renunciar.

    Ojalá todo el mundo encontrara esa fuerza que nos hace levantarnos una y otra vez.

    bicos,
    Aldabra

    ResponderEliminar
  28. Encontrando la razón de la vida, es más fácil, continuar viviendo, continuar luchando y esperar feliz.

    ResponderEliminar
  29. ALDABRA: Es difícil. Sin juzgar, hay que encontrar esa fuerza para levantarse. Besos.

    MAFALDIA: aunque no se espere la felicidad, aunque no se espere.

    ResponderEliminar
  30. La vida es una lucha diaria, en la que vas encontrando batallas unas las ganas y otras las pierdes, pero tanto de unas como de otras se aprende... hay que levantarse de las derrotas pues si no la vida no tiene sentido.....saludos

    ResponderEliminar
  31. MANUEL: hay que hacerlo siempre. La vida no tiene sentido nunca. Saludos.

    ResponderEliminar

Un ataque masivo de spam me ha obligado a anular la posibilidad de comentarios anónimos en contra de lo que siempre ha ocurrido en La Acequia. En cuanto pueda solucionarlo, volverá a ser posible comentar de forma anónima.