Hay tierras que son todo horizonte como mares. Es curioso cómo el paisaje se nos mete tan adentro que hasta lo soñamos. El nacido en los valles siempre buscará que algo le cierre la mirada, para no ahogarse de abismo, como el nacido en la paramera busca que nada se la limite para no sentir opresión de formas y materia.
Ayer no hubo entrada de La Acequia. Y no pude avisaros, por primera vez en muchos meses. Deseo transmutar mi ausencia en búsqueda, cambiarla por la ensoñación del paisaje castellano que ayer se me vino a bocados de recuerdos. Me arrasó por entero ese paisaje, sólo cerrado por la vaguedad de unas difuminadas montañas adivinadas, como si no existieran, en la lejanía. Y el horizonte me trae el cuerpo suave de la amada, cuyas formas se llenan de proximidad y horizonte: de hundir el rostro en el trigal de su cuerpo para emborracharse de la firmeza que nos da la vida y de mirar, en sus ondulaciones, a lo lejos, hasta llenarnos, por entero, de horizonte. El cuerpo de la amada está cargado de ondulaciones que se deben recorrer con el amor y el deseo del que quiere existir porque es la única forma auténtica de conseguirlo. Nos hemos hecho de este paisaje.
Ya es tiempo de llegar al verano y arrodillarse en la tierra, para declararse de horizonte y luz: geometría y mirada.
te dire que las formaciones geograficas de un cuerpo y akilometrar cada cm es un arte es como darle vida a un hermoso lienzo blanco ....y arrodillarse al clima del calor y volvernos horizonte luz..tierra...calor...y porque no un poco de brisa...un respiro...o quizas un mar en calma...es abrirse a la tranquilidad....
ResponderEliminarsiempre he dicho que uno de los placeres mas grandes es "hundir los dedos en la arena de una playa"
un besin !
hermosa foto!
es un hermoso escrito Pedro, tan diferente tu paisaje del mío en que las ondulaciones no se adivinan sino que son totalmente visibles.
ResponderEliminarBesos
Encarna
Me transmite mucha paz la fotografía... Me ha venido a la cabeza el recuerdo de mis vacaciones, en el R5 de mis padres de camino a Galicia. Recuerdo como si los estuviera viendo ahora los campos de girasoles y todo tan llano que parecía que no se acababa nunca... Esa es mi imagen de Castilla :)
ResponderEliminarCastilla... Paisajes que no se ven, se sienten
ResponderEliminarSon las aristas fragmentadas del universo, disfrútalas.
ResponderEliminarEse horizonte parece que nunca acabe que la tierra sea infinita,llena de esos trigales mecidos por la brisa como en una danza, que incita al relax.. No me extraña que te hayas dejado llevar por esos paisajes castellanos son preciosos.Yo los he visto a veces de paso cuando he viajado en tren para ir al sur y te envuelven con su magia... Besos y sigue disfrutando de esos paisajes
ResponderEliminarUn mar de trigo, que bonito y compararlo con el cuerpo amado es ...
ResponderEliminarA mi me recuerda algo parecido la arena y el mar infinito ante mis ojos.
Hoy me has hecho suspirar y me gusta, me gusta mucho lo que has escrito.
Besoss, niño^^
Es precioso este escrito, Pedro. El Don Quijote más cuerdo... pero Don Quijote al fin y al cabo.
ResponderEliminarQué distinto tu paisaje de tierra adentro con el mío, el paisaje del mar Cantábrico, un mar al que necesito con mis cinco sentidos. Qué distintos paisajes y qué parecidos los sentimientos que evocan.
ResponderEliminarUn abrazo
Rafa
Se intuye que el bello, enigmático texto, quiere trasmitir los motivos de la ausencia. Éstos debieron ser, seguro que lo fueron, de peso suficiente como para no acudir a la cita diaria con La Acequia.
ResponderEliminarGiro importante en las fotos, hemos pasado de la profundidad del abismo a la austeridad y amplitud del paisaje castellano. Siempre sorprendiendo. pancho
Me atraen estos campos tan llanos, supongo que por lo ajenos que me son. Relajan la vista como el mar.
ResponderEliminarMe acordé de El arpa de hierba de Capote...
Pedro, empiezas a estar positivo, lo dicen tus palabras y esta hermosa fotografía.O eso creo!!!.
ResponderEliminarBesos.
Nina.
Lo que me recuerda el arpa de hierba es la foto, no el texto, dejo constancia.
ResponderEliminarQuerido Pedro, No sabes ¡cuánto me alegro de que tengas una amada "...cuyas formas se llenan de proximidad y horizonte: de hundir el rostro en el trigal de su cuerpo..."! ¡QUÉ ROMÁNTICO! y qué bonito... Tambien el paisaje castellano es precioso pero prefiero el paisaje de tu amada. Besotes, M.
ResponderEliminar¡Bravo Pedro!.
ResponderEliminarAhi esta nuestra amada esperandonos....
Para que la recorramos infinitamente y luego de comprenderla nos llenemos de ella.
Abrazos sin horizontes.
Jesus
Bella y serena foto.
ResponderEliminar¿Dónde te metes?.
Te alejas y cuando vuelves te das cuenta que este paisaje esta dentro de tí.
Pues qué bien va el cereal por esas tierras. Parece trigo, por lo duro de las espigas, pero ese cielo azul....Son paisajes como los de mis maravillosas tierras sorianas, me ha venido una cierta nostalgia.
ResponderEliminarBueno, bueno! Ya echaba de menos estos paisajes tuyos tan representativos de la Alta Castilla. Sino te importa, tal vez haga algún día algún que otro photoshop con el paisaje.
ResponderEliminarGracias por la imagen.
Pedro, una entrada magnífica. Me he sentido identificada con el paisaje y con la sensación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esto está muy finolis, pero en mi pueblo se denomina "revolcón"
ResponderEliminarYo nací en la ladera de una montaña, y por tanto también busco ver el horizonte. A pesar de ser de una tierra muy verde y ondulada siempre me ha hipnotizado el infinito campo de Castilla como a J.R. Jiménez.
ResponderEliminarPedro: que texto tan poético... "me arrasó por entero ese paisaje" y me declaro horizonte y luz, geometría y mirada...
ResponderEliminares perfecto.
bicos,
Aldabra
¡Qué foto más bonita! La tonalidad del cielo... ¡increible!
ResponderEliminarSi no te importa me gustaría utilizarla como fondo de escritorio en mi ordenador, ¿puedo?.
El post, como siempre, genial.
Te admiro porque me encanta como expresas las cosas...
Un beso
SAUVIGNONA: qué sensación la de hundir los dedos en la arena de una playa y dejar que las olas socaven por debajo de ellos. Besos.
ResponderEliminarENCARNA: no menos hermoso el tuyo. Besos.
MAR: hay muchas imágenes de Castilla pero ésta es la que más impacta.
BORJA: y que se quedan muy adentro.
DARGOR: hay que pillarlas al vuelo, puesto que son escasas.
ESTHER: lo haré: están ya dendtro de mi mirada.
DIANNA: me gusta que te guste. Besos.
FUSA: ¿cuerdo por su locura? Quizá es cierto.
RAFA: son los sentmientos que se nos han metido muy adentro. Un abrazo.
PANCHO: buena intuición, querido amigo. Sabes que siempre busco estos contrastes: como en la vida.
EUPHORBIA: relaja mirarlos. ¡Y el sonido, cuando hay brisa!
NINA: no sé. Quizá. Ya veremos. Besos.
EUPHORBIA: Te había entendido.
MERCHE: el paisaje del cuerpo amado contiene todos los paisajes. Besos.
JESÚS: es la contemplación más hermosa. Cierto. Abrazos.
JAVIER: dentro y en todos los sitios que me rodean.
DEME: Es trigo. Se repiten por aquï estos paisajes
ALATRISTE: aparecieron de nuevo, son tan parte mía que no puedo dejar de volver a ellos, como sabéis los que me acompañáis desde hace más tiempo. No me importa: úsalo.
ResponderEliminarANTÒNIA: me alegro de ello. Un abrazo.
BIPOLAR: jopé.
CUSPEDITA: todos los paisajes tienen su propia mirada. Me alegro de que te guste el de Castilla.
ALDABRA: Gracias y besos.
Gracias a todos por vuestras palabras.
DESPLAZADOS: puedes, por supuesto. Gracias por tus palabras. Un beso.
ResponderEliminarsi en una cosa he seguido constante es asomarme aqui dia tras dia aunque no dejase comentario (sabes que lo hago a discreción en el fin de semana)... siempre admiré tu poder creativo...como buen hombre de letras...saludos
ResponderEliminarHola de visita por aquí, conociendo tu blog. Déjame decirte que lo encuentro profundo e interesante, me pasaré con más tierno para deleitarme con tus letras. Recibe un afectuoso saludo desde mi rincón!
ResponderEliminarUna amada que es tierra, belleza, todos al fin y al cabo somos parte de ella (de la tierra).
ResponderEliminarUmmm... Los campos castellanos, tan áridos, veo que pueden provocar los más tiernos sentimientos. Algo brota de debajo de la tierra que no podemos ver.
ResponderEliminarBesitos
Dorada la piel y las espigas, enciende el aliento mi prisa y toda la geometría se pierde ondulada en su mirada...
ResponderEliminarSaludos.
Ainda bem que suas ferias estão serenas como a paisagem descrita.
ResponderEliminarBuenos, días... paseaba por aquí ;)
ResponderEliminarBipolar , me matas!! :D
Besos, niño^^
Ya preveías tu ausencia hace un año (trigal con nubes por si me pierdo), pero supongo que lo importante es el trigal y no el cielo que lo envuelve; quizás el próximo año sea un trigal bajo la tormenta.
ResponderEliminarPreciosa entrada... bien vale tu ausencia por lo encontrado.
Un abrazo.
Concha.
Hala, ya me leí el capítulo de hoy del hidalgo, hice una entrada, no es nada genial, no tengo tiempo de nada.
ResponderEliminarUn beso y a la noche vuelvo :)^^
Que foto más bonita, como se nota que ya yega el verano. Un saludo
ResponderEliminarQue bellísimo,como si le llevaras a uno la mano palpando y pasando de la fantasía a la realidad...o de la realidad a la fantasía
ResponderEliminarUn abrazo
El paisaje de Castilla tiene gran atracción. REcuerdo una vez que viajando por tierras de Valladolid, paré el coche para descansar y me queda maravillado con el páramo castellano. Antonio Machado cantó como nadie la belleza de estas tierras en "Campos de Castilla". Un abrazo.
ResponderEliminarMuy bonito tu escrito como también lo es la fotografía.
ResponderEliminarTodos los paisajes tienen su encanto, y el de Castilla, que es llana y envuelta en trigo, al igual que ancha y diversa es, pero personalmente, me encanta contemplar más el paisaje dónde haya mar que refleje a través del movimiento de sus olas, ese cielo que llevamos todos arriba.
Encantada de estar aquí.
Un beso.
MANUEL: lo sé, Manuel. No te quedas a la zaga. Saludos.
ResponderEliminarEL RINCÓN: Bienvenida a La Acequia, en la que espero encontrarte en próximas ocasiones. Un abrazo.
BLOGOCHENTA: en la tierra es en donde somos más nuestros.
ISABEL H.: ¡qué alegría volver a tenerte por aquí, qué alegría! Besos.
SALÓNDESOL: saludos y gracias por tan atenta lectura.
MAGUI: ojalá se cumpla tu deseo.
DIANNA: paso fugaz, que agradezco. Besos.
CONCHA: quízá la tormenta esté ya sobre el trigal. Un abrazo.
DIANNA: voy, que he estado fuera y no he podido visitaros. Un beso.
D'AGOLADA: ya está aquí, llega, en efecto. Ya era hora.. Saludos.
MARTIZA: o se mezclaran ambas. Un abrazo.
FERNANDO: esa paramera tejida de horizonte y tierra...
MARÍA: encantado de que estés y comentes. Un beso.
Vaya!!, cuánta similitud entre entre tierra y ser, unas veces rodeados otras en soledad.Es preciosa la comparación, sí es que somos naturaleza.
ResponderEliminarSaluditos
Precioso, te felicito. un saludo
ResponderEliminarCARMEN: ojalá fuera lo único que fuéramos. Saludos.
ResponderEliminarLANOBIL: Bienvenido a La Acequia y gracias por tus palabras. Espero verte por aquí en próximas ocasiones. Saludos.