lunes, 25 de agosto de 2025

In memoriam

 


Aquí y allá persiste la tradición de colocar ramos de flores en los lugares en donde alguien ha perdido la vida de forma violenta o producto de un accidente. Siempre que puedo, me detengo un momento frente a estos actos de la memoria. No sé bien la razón: quizá respeto ante el gesto de la mano que coloca con cuidado el ramo para que se vea al pasar. Hay en ellos una parte de recuerdo amoroso de quien se fue, pero también un alegato frente a las circunstancias de su fallecimiento. No somos conscientes, pero caminamos siempre entre estos sentimientos, aunque nadie haya podido llevar flores.

5 comentarios:

  1. Una tradición que persiste y enlaza con las estelas epigráficas de piedra que todavía asoman en los campos y caminos castellanos.
    En los de antes y en los de ahora, duermen sentimientos y alegatos.
    In memoriam.

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  2. Pues creo que deberían llevar estos signos de recuerdo a pensar más allá del más acá, es decir en saber por qué hay tanta violencia del tránsito rodado, de qué van los motoristas o automovilistas cuando tienen un vehículo entre las piernas y no en el cerebro, etc.

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  3. Vale, el ramo recuerda el peligro de andar motorizado, pero a veces pienso, al verlo, ¿cómo hizo para comerse esta curva, el/la finado/a?.

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  4. No me gusta llevar flores, las flores deben darse en vida, que las disfruten mientras vivan. Después ¿qué significa? nunca lo he llegado a entender. ¿Ellos las van a ver? ¿ o es para disfrutarlas nosotros? no se, nunca lo he entendido. Y menos en estos lugares.

    Besos.

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  5. Son sentimientos y recuerdos y deberían ser también una llamada a la prudencia,

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