martes, 1 de julio de 2025

Escribo del mar

 


Escribo del mar, hoy, por si mañana no pudiera. El mar tiene pulso de huida y regreso, pero cuando regresa ya no es el mismo. Un niño juega con una pelota en la orilla: una ola se la arrebata y otra se la devuelve. En ese ir y venir, el niño se hace adulto, mira la pelota como un objeto extraño que no le perteneciera, pero percibe en ella algo familiar que le alegra como si en la esfera de plástico se guardara el secreto de una vida, la suya, que se ha consumido entre una y otra ola.

11 comentarios:

  1. La pelota juguetea y hace amagos de irse para siempre, pero vuelve...todavía.

    ResponderEliminar
  2. Recuerdo que hubo alguien que quiso meter el mar en un agujero.

    ResponderEliminar
  3. Dando envidia. ¡Cuántos años ya sin gozarla!

    ResponderEliminar
  4. Excelente foto acompanhada por um texto que me agradou muito.

    Beso querido amigo.

    ResponderEliminar
  5. Y pensar que el mar nunca es el mismo...

    ResponderEliminar
  6. Interesante es disfrutar del mar como hablar de él. El mar nos aquieta, a pesar de las olas, creo que es relajante, porque la playa nos invita a pasear y disfrutar de los momentos.

    Besos.

    ResponderEliminar
  7. Olas del mar,
    sois tan vaporosas,
    como las horas.

    Besos

    ResponderEliminar
  8. El movimiento de las olas nos recuerda que hay cosas que vienen y cosas que se van.

    ResponderEliminar
  9. Las olas, como la vida. Nunca es lo mismo aunque a algunos nos cueste horrores soltar.

    ResponderEliminar

Un ataque masivo de spam me ha obligado a anular la posibilidad de comentarios anónimos en contra de lo que siempre ha ocurrido en La Acequia. En cuanto pueda solucionarlo, volverá a ser posible comentar de forma anónima.